Versículos de la Biblia acerca de esposos e hijos

1 Timoteo 5:14: 14 Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen la casa, que ninguna ocasión den al adversario para maldecir.

1 Timoteo 5:8: 8 Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.

Hebreos 13:17: 17 Obedeced á vuestros pastores, y sujetaos á ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta, para que lo hagan con alegría, y no gimiendo, porque esto no os es útil.

1 Timoteo 5:1-2: 5 NO reprendas al anciano, sino exhórtale como á padre: á los más jóvenes, como á hermanos, 2 A las ancianas, como á madres, á las jovencitas, como á hermanas, con toda pureza.

Efesios 6:4: 4 Y vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros hijos, sino fhhijos, sino fh amonestación del Señor.

Efesios 5:21-33: 21 Sujetados los unos á los otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor. 23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, y él es el que da la salud al cuerpo. 24 Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo. 25 Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella, 26 Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, 27 Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama. 29 Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia, 30 Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se allegará á su mujer, y serán dos en una carne. 32 Este misterio grande es: mas yo digo esto con respecto á Cristo y á la iglesia. 33 Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también á su mujer como á sí mismo, y la mujer reverencie á su marido.

Romanos 12:10: 10 Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal, previniéndoos con honra los unos á los otros

Hechos 4:18-20: 18 Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. 19 Entonces Pedro y Juan, respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes á vosotros que á Dios: 20 Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Mateo 18:20: 20 Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos.

Proverbios 31:1-31: 31 PALABRAS del rey Lemuel, la profecía con que le enseñó su madre. 2 ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos? 3 No des á las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos á lo que es para destruir los reyes. 4 No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la cerveza. 5 No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los hijos afligidos. 6 Dad la cerveza al desfallecido, Y el vino á los de amargo ánimo: 7 Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no más se acuerden. 8 Abre tu boca por el mudo, En el juicio de todos los hijos de muerte. 9 Abre tu boca, juzga justicia, Y el derecho del pobre y del menesteroso. 10 Mujer fuerte, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas. 11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no tendrá necesidad de despojo. 12 Darále ella bien y no mal, Todos los días de su vida. 13 Buscó lana y lino, Y con voluntad labró de sus manos. 14 Fué como navío de mercader: Trae su pan de lejos. 15 Levantóse aun de noche, Y dió comida á su familia, Y ración á sus criadas. 16 Consideró la heredad, y compróla, Y plantó viña del fruto de sus manos. 17 Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos. 18 Gustó que era buena su granjería: Su candela no se apagó de noche. 19 Aplicó sus manos al huso, Y sus manos tomaron la rueca. 20 Alargó su mano al pobre, Y extendió sus manos al menesteroso. 21 No tendrá temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles. 22 Ella se hizo tapices, De lino fino y púrpura es su vestido. 23 Conocido es su marido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra. 24 Hizo telas, y vendió, Y dió cintas al mercader. 25 Fortaleza y honor son su vestidura, Y en el día postrero reirá. 26 Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua. 27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. 28 Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada, Y su marido también la alabó. 29 Muchas mujeres hicieron el bien, Mas tú las sobrepujaste á todas. 30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada. 31 Dadle el fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.

Proverbios 21:9: 9 Mejor es vivir en un rincón de zaquizamí. Que con la mujer rencillosa en espaciosa casa.

Génesis 2:24: 24 Por tanto, dejará el hombre á su padre y á su madre, y allegarse ha á su mujer, y serán una sola carne.

1 Pedro 5:5: 5 Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos, y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad, porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.

1 Pedro 5:3: 3 Y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey.

1 Pedro 5:1-2: 5 RUEGO á los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de las afliciciones de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto

1 Pedro 3:5-6: 5 Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas á sus maridos: 6 Como Sara obedecía á Abraham, llamándole señor, de la cual vosotras sois hechas hijas, haciendo bien, y no sois espantadas de ningún pavor.

Efesios 5:24: 24 Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo.

Romanos 7:4: 4 Así también vosotros, hermanos míos, estáis muertos á la ley por el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, á saber, del que resucitó de los muertos, á fin de que fructifiquemos á Dios.

Lucas 1:26-38: 26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios á una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, ­Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vió, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre: 33 Y reinará en la casa de Jacob por siempre, y de su reino no habrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón. 35 Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra, por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez, y este es el sexto mes á ella que es llamada la estéril: 37 Porque ninguna cosa es imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor, hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.

Mateo 22:37: 37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente.

Mateo 19:5: 5 Y dijo: Por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá á su mujer, y serán dos en una carne?

Mateo 1:18-25: 18 Y el nacimiento de Jesucristo fué así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo. 19 Y José su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y parirá un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará á su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor, por el profeta que dijo: 23 He aquí la virgen concebirá y parirá un hijo, Y llamarás su nombre Emmanuel, que declarado, es: Con nosotros Dios. 24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió á su mujer. 25 Y no la conoció hasta que parió á su hijo primogénito: y llamó su nombre JESUS.

1 Samuel 25:17-19: 17 Ahora pues, entiende y mira lo que has de hacer, porque el mal está del todo resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa: pues él es un hombre tan malo, que no hay quien pueda hablarle. 18 Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, y dos cueros de vino, y cinco ovejas guisadas, y cinco medidas de grano tostado, y cien hilos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos, y cargólo en asnos, 19 Y dijo á sus criados: Id delante de mí, que yo os seguiré luego. Y nada declaró á su marido Nabal.

1 Samuel 25:4-42: 4 Y oyó David en el desierto que Nabal esquilaba sus ovejas. 5 Entonces envió David diez criados, y díjoles: Subid al Carmelo, é id á Nabal, y saludadle en mi nombre. 6 Y decidle así: Que vivas y sea paz á ti, y paz á tu familia, y paz á todo cuanto tienes. 7 Ha poco supe que tienes esquiladores. Ahora, á los pastores tuyos que han estado con nosotros, nunca les hicimos fuerza, ni les faltó algo en todo el tiempo que han estado en el Carmelo. 8 Pregunta á tus criados, que ellos te lo dirán. Hallen por tanto estos criados gracia en tus ojos, pues que venimos en buen día: ruégote que des lo que tuvieres á mano á tus siervos, y á tu hijo David. 9 Y como llegaron los criados de David, dijeron á Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron. 10 Y Nabal respondió á los criados de David, y dijo: ¿Quién es David? ¿y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que se huyen de sus señores. 11 ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y mi víctima que he preparado para mis esquiladores, y la daré á hombres que no sé de dónde son? 12 Y tornándose los criados de David, volviéronse por su camino, y vinieron y dijeron á David todas estas palabras. 13 Entonces David dijo á sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y ciñóse cada uno su espada: también David ciñó su espada, y subieron tras David como cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el bagaje. 14 Y uno de los criados dió aviso á Abigail mujer de Nabal, diciendo: He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen á nuestro amo, y él los ha zaherido. 15 Mas aquellos hombres nos han sido muy buenos, y nunca nos han hecho fuerza, ni ninguna cosa nos ha faltado en todo el tiempo que hemos conversado con ellos, mientras hemos estado en el campo. 16 Hannos sido por muro de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas. 17 Ahora pues, entiende y mira lo que has de hacer, porque el mal está del todo resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa: pues él es un hombre tan malo, que no hay quien pueda hablarle. 18 Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, y dos cueros de vino, y cinco ovejas guisadas, y cinco medidas de grano tostado, y cien hilos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos, y cargólo en asnos, 19 Y dijo á sus criados: Id delante de mí, que yo os seguiré luego. Y nada declaró á su marido Nabal. 20 Y sentándose sobre un asno descendió por una parte secreta del monte, y he aquí David y los suyos que venían frente á ella, y ella les fué al encuentro. 21 Y David había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo, y él me ha vuelto mal por bien. 22 Así haga Dios, y así añada á los enemigos de David, que de aquí á mañana no tengo de dejar de todo lo que fuere suyo ni aun meante á la pared. 23 Y como Abigail vió á David, apeóse prestamente del asno, y postrándose delante de David sobre su rostro, inclinóse á tierra, 24 Y echóse á sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado, mas ruégote hable tu sierva en tus oídos, y oye las palabras de tu sierva. 25 No ponga ahora mi señor su corazón á aquel hombre brusco, á Nabal, porque conforme á su nombre, así es. El se llama Nabal, y la locura está con él: mas yo tu sierva no vi los criados de mi señor, los cuales tú enviaste. 26 Ahora pues, señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha estorbado que vinieses á derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean pues como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor. 27 Y ahora esta bendición que tu sierva ha traído á mi señor, dése á los criados que siguen á mi señor. 28 Y yo te ruego que perdones á tu sierva esta ofensa, pues Jehová de cierto hará casa firme á mi señor, por cuanto mi señor hace las guerras de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días. 29 Bien que alguien se haya levantado á perseguirte y atentar á tu vida, con todo, el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con Jehová Dios tuyo, y él arrojará el alma de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda. 30 Y acontecerá que cuando Jehová hiciere con mi señor conforme á todo el bien que ha hablado de ti, y te mandare que seas caudillo sobre Israel, 31 Entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, ó que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando Jehová hiciere bien á mi señor, acuérdate de tu sierva. 32 Y dijo David á Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases, 33 Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy el ir á derramar sangre, y á vengarme por mi propia mano: 34 Porque, vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado priesa en venirme al encuentro, de aquí á mañana no le quedara á Nabal meante á la pared. 35 Y recibió David de su mano lo que le había traído, y díjole: Sube en paz á tu casa, y mira que he oído tu voz, y tenídote respeto. 36 Y Abigail se vino á Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey: y el corazón de Nabal estaba alegre en él, y estaba muy borracho, por lo que ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente. 37 Pero á la mañana, cuando el vino había salido de Nabal, refirióle su mujer aquestas cosas, y se le amorteció el corazón, y quedóse como piedra. 38 Y pasados diez días Jehová hirió á Nabal, y murió. 39 Y luego que David oyó que Nabal era muerto, dijo: Bendito sea Jehová que juzgó la causa de mi afrenta recibida de la mano de Nabal, y ha preservado del mal á su siervo, y Jehová ha tornado la malicia de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David á hablar á Abigail, para tomarla por su mujer. 40 Y los criados de David vinieron á Abigail en el Carmelo, y hablaron con ella, diciendo: David nos ha enviado á ti, para tomarte por su mujer. 41 Y ella se levantó, é inclinó su rostro á tierra, diciendo: He aquí tu sierva, para que sea sierva que lave los pies de los siervos de mi señor. 42 Y levantándose luego Abigail con cinco mozas que la seguían, montóse en un asno, y siguió los mensajeros de David, y fué su mujer.

Josué 6:25: 25 Mas Josué salvó la vida á Rahab la ramera, y á la casa de su padre, y á todo lo que ella tenía: y habitó ella entre los Israelitas hasta hoy, por cuanto escondió los mensajeros que Josué envió á reconocer á Jericó.

Deuteronomio 6:6-7: 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: 7 Y las repetirás á tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes

Génesis 21:10-12: 10 P
r tanto dijo á Abraham: Echa á esta sierva y á su hijo, que el hijo de esta sierva no ha de heredar con mi hijo, con Isaac. 11 Este dicho pareció grave en gran manera á Abraham á causa de su hijo. 12 Entonces dijo Dios á Abraham: No te parezca grave á causa del muchacho y de tu sierva, en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.

Génesis 16:5-6: 5 Entonces Sarai dijo á Abram: Mi afrenta sea sobre ti: yo puse mi sierva en tu seno, y viéndose embarazada, me mira con desprecio, juzgue Jehová entre mí y ti. 6 Y respondió Abram á Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo que bien te pareciere. Y como Sarai la afligiese, huyóse de su presencia.

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