Versículos de la Biblia sobre Desacuerdos

Mateo 18:15-17: 15 Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre ti y él solo: si te oyere, has ganado á tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo uno ó dos, para que en boca de dos ó de tres testigos conste toda palabra. 17 Y si no oyere á ellos, dilo á la iglesia: y si no oyere á la iglesia, tenle por étnico y publicano.

1 Corintios 6:1: 6 ¿OSA alguno de vosotros, teniendo algo con otro, ir á juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?

1 Corintios 13:1-13: 13 SI yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve. 4 La caridad es sufrida, es benigna, la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha, 5 No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal, 6 No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad, 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 La caridad nunca deja de ser: mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada, 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos, 10 Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fuí hombre hecho, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, en obscuridad, mas entonces veremos cara á cara: ahora conozco en parte, mas entonces conoceré como soy conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.

Santiago 4:11: 11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley, pero si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.

Juan 7:24: 24 No juzguéis según lo que parece, mas juzgad justo juicio.

Hechos 15:2: 2 Así que, suscitada una disensión y contienda no pequeña á Pablo y á Bernabé contra ellos, determinaron que subiesen Pablo y Bernabé á Jerusalem, y algunos otros de ellos, á los apóstoles y á los ancianos, sobre esta cuestión.

Judas 1:3: 3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos.

Hechos 13:2: 2 Ministrando pues éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme á Bernabé y á Saulo para la obra para la cual los he llamado.

Mateo 2:1-23: 2 Y COMO fué nacido Jesús en Bethlehem de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente á Jerusalem, 2 Diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos á adorarle. 3 Y oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalem con él. 4 Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5 Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judea, porque así está escrito por el profeta: 6 Y tú, Bethlehem, de tierra de Judá, No eres muy pequeña entre los príncipes de Judá, Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará á mi pueblo Israel. 7 Entonces Herodes, llamando en secreto á los magos, entendió de ellos diligentemente el tiempo del aparecimiento de la estrella, 8 Y enviándolos á Bethlehem, dijo: Andad allá, y preguntad con diligencia por el niño, y después que le hallareis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. 9 Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron: y he aquí la estrella que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño. 10 Y vista la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11 Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron, y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, é incienso y mirra. 12 Y siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen á Herodes, se volvieron á su tierra por otro camino. 13 Y partidos ellos, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños á José, diciendo: Levántate, y toma al niño y á su madre, y huye á Egipto, y estáte allá hasta que yo te lo diga, porque ha de acontecer, que Herodes buscará al niño para matarlo. 14 Y él despertando, tomó al niño y á su madre de noche, y se fué á Egipto, 15 Y estuvo allá hasta la muerte de Herodes: para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor, por el profeta que dijo: De Egipto llamé á mi Hijo. 16 Herodes entonces, como se vió burlado de los magos, se enojó mucho, y envió, y mató á todos los niños que había en Bethlehem y en todos sus términos, de edad de dos años abajo, conforme al tiempo que había entendido de los magos. 17 Entonces fué cumplido lo que se había dicho por el profeta Jeremías, que dijo: 18 Voz fué oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido: Rachêl que llora sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron. 19 Mas muerto Herodes, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños á José en Egipto, 20 Diciendo: Levántate, y toma al niño y á su madre, y vete á tierra de Israel, que muertos son los que procuraban la muerte del niño. 21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y á su madre, y se vino á tierra de Israel. 22 Y oyendo que Archelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, temió ir allá: mas amonestado por revelación en sueños, se fué á las partes de Galilea. 23 Y vino, y habitó en la ciudad que se llama Nazaret: para que se cumpliese lo que fué dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno.

Hebreos 4:1-16: 4 TEMAMOS, pues, que quedando aún la promesa de entrar en su reposo, parezca alguno de vosotros haberse apartado. 2 Porque también á nosotros se nos ha evangelizado como á ellos, mas no les aprovechó el oir la palabra á los que la oyeron sin mezclar fe. 3 Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo. 4 Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6 Así que, pues que resta que algunos han de entrar en él, y aquellos á quienes primero fué anunciado no entraron por causa de desobediencia, 7 Determina otra vez un cierto día, diciendo por David: Hoy, después de tanto tiempo, como está dicho: Si oyereis su voz hoy, No endurezcáis vuestros corazones. 8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. 9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10 Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11 Procuremos pues de entrar en aquel reposo, que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. 12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Y no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia, antes todas las cosas están desnudas y abiertas á los ojos de aquel á quien tenemos que dar cuenta. 14 Por tanto, teniendo un gran Pontífice, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas, mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro.

2 Timoteo 2:15: 15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

Gálatas 3:24: 24 De manera que la ley nuestro ayo fué para llevarnos á Cristo, para que fuésemos justificados por la fe.

Hechos 20:35: 35 En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.

Hechos 8:1-40: 8 Y SAULO consentía en su muerte. Y en aquel día se hizo una grande persecución en la iglesia que estaba en Jerusalem, y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. 2 Y llevaron á enterrar á Esteban varones piadosos, é hicieron gran llanto sobre él. 3 Entonces Saulo asolaba la iglesia, entrando por las casas: y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel. 4 Mas los que fueron esparcidos, iban por todas partes anunciando la palabra. 5 Entonces Felipe, descendiendo á la ciudad de Samaria, les predicaba á Cristo. 6 Y las gentes escuchaban atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. 7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces, y muchos paralíticos y cojos eran sanados: 8 Así que había gran gozo en aquella ciudad. 9 Y había un hombre llamado Simón, el cual había sido antes mágico en aquella ciudad, y había engañado la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande: 10 Al cual oían todos atentamente desde al más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es la gran virtud de Dios. 11 Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había embelesado mucho tiempo. 12 Mas cuando creyeron á Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. 13 El mismo Simón creyó también entonces, y bautizándose, se llegó á Felipe: y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito. 14 Y los apóstoles que estaban en Jerusalem, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron á Pedro y á Juan: 15 Los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibiesen el Espíritu Santo, 16 (Porque aun no había descendido sobre ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesús.) 17 Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo. 18 Y como vió Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19 Diciendo: Dadme también á mí esta potestad, que á cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero. 21 No tienes tú parte ni suerte en este negocio, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22 Arrepiéntete pues de esta tu maldad, y ruega á Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón. 23 Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. 24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, que ninguna cosa de estas que habéis dicho, venga sobre mí. 25 Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron á Jerusalem, y en muchas tierras de los Samaritanos anunciaron el evangelio. 26 Empero el ángel de Señor habló á Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalem á Gaza, el cual es desierto. 27 Entonces él se levantó, y fué: y he aquí un Etiope, eunuco, gobernador de Candace, reina de los Etiopes, el cual era puesto sobre todos sus tesoros, y había venido á adorar á Jerusalem, 28 Se volvía sentado en su carro, y leyendo el profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijo á Felipe: Llégate, y júntate á este carro. 30 Y acudiendo Felipe, le oyó que leía el profeta Isaías, y dijo: Mas ¿entiendes lo que lees? 31 Y dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó á Felipe que subiese, y se sentase con él. 32 Y el lugar de la Escritura que leía, era éste: Como oveja á la muerte fué llevado, Y como cordero mudo delante del que le trasquila, Así no abrió su boca: 33 En su humillación su juicio fué quitado: Mas su generación, ¿quién la contará? Porque es quitada de la tierra su vida. 34 Y respondiendo el eunuco á Felipe, dijo: Ruégote ¿de quién el profeta dice esto? ¿de sí, ó de otro alguno? 35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. 36 Y yendo por el camino, llegaron á cierta agua, y dijo el eunuco: He aquí agua, ¿qué impide que yo sea bautizado? 37 Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y bautizóle. 39 Y como subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató á Felipe, y no le vió más el eunuco, y se fué por su camino gozoso. 40 Felipe empero se halló en Azoto: y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó á Cesarea.

Juan 15:17: 17 Esto os mando: Que os améis los unos á los otros.

Marcos 16:16: 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo, mas el que no creyere, será condenado.

Apocalipsis 21:8: 8 Mas á los temerosos é incrédulos, á los abominables y homicidas, á los fornicarios y hechiceros, y á los idólatras, y á todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

1 Juan 5:7: 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno.

1 Timoteo 1:10: 10 Para los fornicarios, para los sodomitas, para los ladrones de hombres, para los mentirosos y ladrones de hombres, para los mentirosos y fjperjuros, y si hay alguna otra cosa contraria á la sana doctrina

Hechos 16:16: 16 Y aconteció, que yendo nosotros á la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia á sus amos adivinando.

Hechos 11:26: 26 Y conversaron todo un año allí con la iglesia, y enseñaron á mucha gente, y los discípulos fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía.

Hechos 9:7: 7 Y los hombres que iban con Saul, se pararon atónitos, oyendo á la verdad la voz, mas no viendo á nadie.

Hechos 2:1-47: 2 Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos, 2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados, 3 Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron á hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen. 5 Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo. 6 Y hecho este estruendo, juntóse la multitud, y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: He aquí ¿no son “alileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en que somos nacidos? 9 Partos y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea y en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10 En Phrygia y Pamphylia, en Egipto y en las partes de Africa que está de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, tanto Judíos como convertidos, 11 Cretenses y Arabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos á los otros: ¿Qué quiere ser esto? 13 Mas otros burlándose, decían: Que están llenos de mosto. 14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y hablóles diciendo: Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y oid mis palabras. 15 Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día, 16 Mas esto es lo que fué dicho por el profeta Joel: 17 Y será en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, Y vuestros mancebos verán visiones, Y vuestros viejos soñarán sueños: 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor
de humo: 20 El sol se volverá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto, 21 Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 22 Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis, 23 A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole, 24 Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí: Porque está á mi diestra, no seré conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y gozóse mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza, 27 Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás á tu Santo que vea corrupción. 28 Hicísteme notorios los caminos de la vida, Me henchirás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy. 30 Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, cuanto á la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono, 31 Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fué dejada en el infierno, ni su carne vió corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió á los cielos, empero él dice: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra, 35 Hasta que ponga á tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que á éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo. 37 Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron á Pedro y á los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones. 43 Y toda persona tenía temor: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Y todos los que creían estaban juntos, y tenían todas las cosas comunes, 45 Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á todos, como cada uno había menester. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, 47 Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos.

Juan 10:34: 34 Respondióles Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, Dioses sois?

Juan 3:36: 36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna, mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Mateo 16:19: 19 Y á ti daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

Ezequiel 29:1-21: 29 EN el año décimo, en el mes décimo, á los doce del mes, fué á mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo del hombre, pon tu rostro contra Faraón rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. 3 Habla, y di: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es mi río, y yo me lo hice. 4 Yo pues, pondré anzuelos en tus mejillas, y pegaré los peces de tus ríos á tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos saldrán pegados á tus escamas. 5 Y dejaréte en el desierto, á ti y á todos los peces de tus ríos: sobre la haz del campo caerás, no serás recogido, ni serás juntado: á las bestias de la tierra y á las aves del cielo te he dado por comida. 6 Y sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy Jehová, por cuanto fueron bordón de caña á la casa de Israel. 7 Cuando te tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el hombro: y cuando se recostaron sobre ti, te quebraste, y los deslomaste enteramente. 8 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo traigo contra ti espada, y talaré de ti hombres y bestias. 9 Y la tierra de Egipto será asolada y desierta: y sabrán que yo soy Jehová: porque dijo: Mi río, y yo lo hice. 10 Por tanto, he aquí yo contra ti, y contra tus ríos, y pondré la tierra de Egipto en asolamientos de la soledad del desierto, desde Migdol hasta Seveneh, hasta el término de Etiopía. 11 No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella, ni será habitada por cuarenta años. 12 Y pondré á la tierra de Egipto en soledad entre las tierras asoladas, y sus ciudades entre las ciudades destruidas estarán asoladas por cuarenta años: y esparciré á Egipto entre las gentes, y aventarélos por las tierras. 13 Porque así ha dicho el Señor Jehová: Al fin de cuarenta años juntaré á Egipto de los pueblos entre los cuales fueren esparcidos: 14 Y tornaré á traer los cautivos de Egipto, y los volveré á la tierra de Patros, á la tierra de su habitación, y allí serán un reino bajo. 15 En comparación de los otros reinos será humilde, ni más se alzará sobre las gentes: porque yo los disminuiré, para que no se enseñoreen en las gentes. 16 Y no será más á la casa de Israel por confianza, que haga acordar el pecado, mirando en pos de ellos, y sabrán que yo soy el Señor Jehová. 17 Y aconteció en el año veinte y siete, en el mes primero, al primero del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo: 18 Hijo del hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia hizo á su ejército prestar grande servicio contra Tiro. Toda cabeza se encalveció, y pelóse todo hombro, y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro, por el servicio que prestó contra ella. 19 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo doy á Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto, y él tomará su multitud, y cogerá sus despojos, y arrebatará su presa, y habrá paga para su ejército. 20 Por su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto: porque trabajaron por mí, dice el Señor Jehová. 21 En aquel tiempo haré reverdecer el cuerno á la casa de Israel, y te daré apertura de boca en medio de ellos, y sabrán que yo soy Jehová.

Isaías 62:2-4: 2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria, y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. 3 Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. 4 Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Asolamiento, sino que serás llamada Hephzibah, y tu tierra, Beulah, porque el amor de Jehová será en ti, y tu tierra será casada.

Isaías 38:8: 8 He aquí que yo vuelvo atrás la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Achâz por el sol, diez grados. Y el sol fué tornado diez grados atrás, por los cuales había ya descendido.

Josué 10:12-13: 12 Entonces Josué habló á Jehová el día que Jehová entregó al Amorrheo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los Israelitas: Sol, detente en Gabaón, Y tú, Luna, en el valle de Ajalón. 13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está aquesto escrito en el libro de Jasher? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró á ponerse casi un día entero.

Comments

comments