Versículos de la Biblia sobre Desafío

1 Juan 4:7-21: 7 Carísimos, amémonos unos á otros, porque el amor es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce á Dios. 8 El que no ama, no conoce á Dios, porque Dios es amor. 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió á su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado á Dios, sino que él nos amó á nosotros, y ha enviado á su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos á otros. 12 Ninguno vió jamás á Dios. Si nos amamos unos á otros, Dios está en nosotros, y su amor es perfecto en nosotros: 13 En esto conocemos que estamos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo para ser Salvador del mundo. 15 Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está en él, y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que vive en amor, vive en Dios, y Dios en él. 17 En esto es perfecto el amor con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 18 En amor no hay temor, mas el perfecto amor echa fuera el temor: porque el temor tiene pena. De donde el que teme, no está perfecto en el amor. 19 Nosotros le amamos á él, porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice, Yo amo á Dios, y aborrece á su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama á su hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar á Dios á quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: Que el que ama á Dios, ame también á su hermano.

2 Timoteo 1:9: 9 Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos

Juan 5:39: 39 Escudriñad las Escrituras, porque á vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí.

Jeremías 31:31-34: 31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá: 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de tierra de Egipto, porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fuí yo un marido para ellos, dice Jehová: 33 Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones, y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno á su prójimo, ni ninguno á su hermano, diciendo: Conoce á Jehová: porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová: porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Hebreos 11:5: 5 Por la fe Enoc fué traspuesto para no ver muerte, y no fué hallado, porque lo traspuso Dios. Y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado á Dios.

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.

2 Timoteo 2:15: 15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

2 Timoteo 1:10: 10 Mas ahora es manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte, y sacó á la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio

1 Timoteo 3:15: 15 Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.

2 Tesalonicenses 2:15: 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra.

Colosenses 1:15-23: 15 El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura. 16 Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades, todo fué criado por él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten: 18 Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado. 19 Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos. 21 A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado 22 En el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, é irreprensibles delante de él: 23 Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo, del cual yo Pablo soy hecho ministro.

Efesios 4:17-32: 17 Esto pues digo, y requiero en el Señor, que no andéis más como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su sentido. 18 Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón: 19 Los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia, se entregaron á la desvergüenza para cometer con avidez toda suerte de impureza. 20 Mas vosotros no habéis aprendido así á Cristo: 21 Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad está en Jesús, 22 A que dejéis, cuanto á la pasada manera de vivir, el viejo hombre que está viciado conforme á los deseos de error, 23 Y á renovarnos en el espíritu de vuestra mente, 24 Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme á Dios en justicia y en santidad de verdad. 25 Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, y no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 Ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad. 29 Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención. 31 Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: 32 Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.

Efesios 2:1-10: 2 Y DE ella recibisteis vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 En que en otro tiempo anduvisteis conforme á la condición de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia: 3 Entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás. 4 Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, 5 Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo, por gracia sois salvos, 6 Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús, 7 Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios: 9 No por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.

1 Corintios 11:2: 2 Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os enseñé.

1 Corintios 4:6: 6 Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis á no saber más de lo que está escrito, hinchándoos por causa de otro el uno contra el otro.

Romanos 12:1-21: 12 ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto. 2 Y no os conforméis á este siglo, mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3 Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme á la medida de la fe que Dios repartió á cada uno. 4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, empero todos los miembros no tienen la misma operación, 5 Así muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos miembros los unos de los otros. 6 De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme á la medida de la fe, 7 si ministerio, en servir, ó el que enseña, en doctrina, 8 El que exhorta, en exhortar, el que reparte, hágalo en simplicidad, el que preside, con solicitud, el que hace misericordia, con alegría. 9 El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos á lo bueno, 10 Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal, previniéndoos con honra los unos á los otros, 11 En el cuidado no perezosos, ardientes en espíritu, sirviendo al Señor, 12 Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración, 13 Comunicando á las necesidades de los santos, siguiendo la hospitalidad. 14 Bendecid á los que os persiguen: bendecid y no maldigáis. 15 Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran. 16 Unánimes entre vosotros: no altivos, mas acomodándoos á los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión. 17 No paguéis á nadie mal por mal, procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, antes dad lugar á la ira, porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor. 20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza. 21 No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal.

Hechos 10:1-48: 10 Y HABIA un varón en Cesarea llamado Cornelio, centurión de la compañía que se llamaba la Italiana, 2 Pío y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba á Dios siempre. 3 Este vió en visión manifiestamente, como á la hora nona del día, que un ángel de Dios entraba á él, y le decía: Cornelio. 4 Y él, puestos en él los ojos, espantado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y díjole: Tus oraciones y tus limosnas han subido en memoria á la presencia de Dios. 5 Envía pues ahora hombres á Joppe, y haz venir á un Simón, que tiene por sobrenombre Pedro. 6 Este posa en casa de un Simón, curtidor, que tiene su casa junto á la mar: él te dirá lo que te conviene hacer. 7 E ido el ángel que hablaba con Cornelio, llamó dos de sus criados, y un devoto soldado de los que le asistían, 8 A los cuales, después de habérselo contado todo, los envió á Joppe. 9 Y al día siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió á la azotea á orar, cerca de la hora de sexta, 10 Y aconteció que le vino una grande hambre, y quiso comer, pero mientras disponían, sobrevínole un éxtasis, 11 Y vió el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado á la tierra, 12 En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y reptiles, y aves del cielo. 13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14 Entonces Pedro dijo: Señor, no, porque ninguna cosa común é inmunda he comido jamás. 15 Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. 16 Y esto fué hecho por tres veces, y el vaso volvió á ser recogido en el cielo. 17 Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron á la puerta. 18 Y llamando, preguntaron si un Simón que tenía por sobrenombre Pedro, posaba allí. 19 Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. 20 Levántate, pues, y desciende, y no dudes ir con ellos, porque yo los he enviado. 21 Entonces Pedro, descendiendo á los hombres que eran enviados por Cornelio, dijo: He aquí, yo soy el que buscáis: ¿cuál es la causa por la que habéis venido? 22 Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene testimonio de toda la nación de los Judíos, ha recibido respuesta por un santo ángel, de hacerte venir á su casa, y oir de ti palabras. 23 Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fué con ellos, y le acompañaron algunos de los hermanos de Joppe. 24 Y al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo llamado á sus parientes y los amigos más familiares. 25 Y como Pedro entró, salió Cornelio á recibirle, y derribándose á sus pies, adoró. 26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, yo mismo también soy hombre. 27 Y hablando con él, entró, y halló á muchos que se habían juntado. 28 Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable á un varón Judío juntarse ó llegarse á extranjero, mas me ha mostrado Dios que á ningún hombre llame común ó inmundo, 29 Por lo cual, llamado, he venido sin dudar. Así que pregunto: ¿por qué causa me habéis hecho venir? 30 Entonces Cornelio dijo: Cuatro días ha que á esta hora yo estaba ayuno, y á la hora de nona estando orando en mi casa, he aquí un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente. 31 Y dijo: Cornelio, tu oración es oída, y tus limosnas han venido en memoria en la presencia de Dios. 32 Envía pues á Joppe, y haz venir á un Simón, que tiene por sobrenombre Pedro, éste posa en casa de Simón, curtidor, junto á la mar, el cual venido, te hablará. 33 Así que, luego envié á ti, y tú has hecho bien en venir. Ahora pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oir todo lo que Dios te ha mandado. 34 Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace acepción de personas, 35 Sino que de cualquiera nación que le teme y obra justicia, se agrada. 36 Envió palabra Dios á los hijos de Israel, anunciando la paz por Jesucristo, éste es el Señor de todos. 37 Vosotros sabéis lo que fué divulgado por toda Judea, comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó, 38 Cuanto á Jesús de Nazaret, cómo le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia, el cual anduvo haciendo bienes, y sanando á todos los oprimidos del diablo, porque Dios era con él. 39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de Judea, y en Jerusalem, al cual mataron colgándole en un madero. 40 A éste levantó Dios al tercer día, é hizo que apareciese manifiesto, 41 No á todo el pueblo, sino á los testigos que Dios antes había ordenado, es á saber, á nosotros que comimos y bebimos con él, después que resucitó de los muertos. 42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. 43 A éste dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. 44 Estando aún hablando Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el sermón. 45 Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban á Dios. 47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? 48 Y les mandó bautizar en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.

Hechos 8:14-17:
14 Y los apóstoles que estaban en Jerusalem, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron á Pedro y á Juan: 15 Los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibiesen el Espíritu Santo, 16 (Porque aun no había descendido sobre ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesús.) 17 Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.

Hechos 5:15: 15 Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, á lo menos su sombra tocase á alguno de ellos.

Hechos 2:38-39: 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Juan 20:30-31: 30 Y también hizo Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. 31 Estas empero son escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

Juan 3:16: 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:13: 13 Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.

Juan 1:1-51: 1 EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que es hecho, fué hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no la comprendieron. 6 Fué un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquel era la luz verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él, y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: 13 Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. 14 Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dió testimonio de él, y clamó diciendo: Este es del que yo decía: El que viene tras mí, es antes de mí: porque es primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. 17 Porque la ley por Moisés fué dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fué hecha. 18 A Dios nadie le vió jamás: el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le declaró. 19 Y éste es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron de Jerusalem sacerdotes y Levitas, que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? 20 Y confesó, y no negó, mas declaró: No soy yo el Cristo. 21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. 22 Dijéronle: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta á los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23 Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo Isaías profeta. 24 Y los que habían sido enviados eran de los Fariseos. 25 Y preguntáronle, y dijéronle: ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? 26 Y Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo con agua, mas en medio de vosotros ha estado á quien vosotros no conocéis. 27 Este es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí: del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato. 28 Estas cosas acontecieron en Betábara, de la otra parte del Jordán, donde Juan bautizaba. 29 El siguiente día ve Juan á Jesús que venía á él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 30 Este es del que dije: Tras mí viene un varón, el cual es antes de mí: porque era primero que yo. 31 Y yo no le conocía, más para que fuese manifestado á Israel, por eso vine yo bautizando con agua. 32 Y Juan dió testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y reposó sobre él. 33 Y yo no le conocía, mas el que me envió á bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo. 34 Y yo le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios. 35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 36 Y mirando á Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. 37 Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron á Jesús. 38 Y volviéndose Jesús, y viéndolos seguir le, díceles: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabbí (que declarado quiere decir Maestro) ¿dónde moras? 39 Díceles: Venid y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedáronse con él aquel día: porque era como la hora de las diez. 40 Era Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído de Juan, y le habían seguido. 41 Este halló primero á su hermano Simón, y díjole: Hemos hallado al Mesías (que declarado es, el Cristo). 42 Y le trajo á Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Cephas (que quiere decir, Piedra). 43 El siguiente día quiso Jesús ir á Galilea, y halla á Felipe, al cual dijo: Sígueme. 44 Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe halló á Natanael, y dícele: Hemos hallado á aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: á Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46 Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven y ve. 47 Jesús vió venir á sí á Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño. 48 Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi. 49 Respondió Natanael, y díjole: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. 50 Respondió Jesús y díjole: ¿Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees? cosas mayores que éstas verás. 51 Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre.

Mateo 28:19: 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

Mateo 22:29: 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios.

Mateo 16:18-19: 18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. 19 Y á ti daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

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