Versículos de la Biblia sobre el castigo por asesinato

Génesis 9:6: 6 El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque á imagen de Dios es hecho el hombre.

Éxodo 21:12: 12 El que hiriere á alguno, haciéndole así morir, él morirá.

Éxodo 20:13: 13 No matarás.

Levítico 24:17: 17 Asimismo el hombre que hiere de muerte á cualquiera persona, que sufra la muerte.

Romanos 13:1-14: 13 TODA alma se someta á las potestades superiores, porque no hay potestad sino de Dios, y las que son, de Dios son ordenadas. 2 Asi que, el que se opone á la potestad, á la ordenación de Dios resiste: y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí. 3 Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quieres pues no temer la potestad? haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella, 4 Porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme: porque no en vano lleva el cuchillo, porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo. 5 Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por la ira, mas aun por la conciencia. 6 Porque por esto pagáis también los tributos, porque son ministros de Dios que sirven á esto mismo. 7 Pagad á todos lo que debéis: al que tributo, tributo, al que pecho, pecho, al que temor, temor, al que honra, honra. 8 No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros, porque el que ama al prójimo, cumplió la ley. 9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. 10 La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimento de la ley es la caridad. 11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño, porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos. 12 La noche ha pasado, y ha llegado el día: echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz, 13 Andemos como de día, honestamente: no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pedencias y envidia: 14 Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne en sus deseos.

Romanos 12:19: 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, antes dad lugar á la ira, porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor.

Éxodo 21:16: 16 Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, ó se hallare en sus manos, morirá.

Génesis 9:1-29: 9 Y BENDIJO Dios á Noé y á sus hijos, y díjoles: Fructificad, y multiplicad, y henchid la tierra: 2 Y vuestro temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y en todos los peces del mar: en vuestra mano son entregados. 3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo. 4 Empero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. 5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas, de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre, de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. 6 El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque á imagen de Dios es hecho el hombre. 7 Mas vosotros fructificad, y multiplicaos, procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella. 8 Y habló Dios á Noé y á sus hijos con él, diciendo: 9 Yo, he aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de vosotros, 10 Y con toda alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y de toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no fenecerá ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta será la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y toda alma viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y la tierra. 14 Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y acordarme he del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y toda alma viviente de toda carne, y no serán más las aguas por diluvio para destruir toda carne. 16 Y estará el arco en las nubes, y verlo he para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y toda alma viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios á Noé: Esta será la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra. 18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Châm y Japhet: y Châm es el padre de Canaán. 19 Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fué llena toda la tierra. 20 Y comenzó Noé á labrar la tierra, y plantó una viña: 21 Y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. 22 Y Châm, padre de Canaán, vió la desnudez de su padre, y díjolo á sus dos hermanos á la parte de afuera. 23 Entonces Sem y Japhet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. 24 Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven, 25 Y dijo: Maldito sea Canaán, Siervo de siervos será á sus hermanos. 26 Dijo más: Bendito Jehová el Dios de Sem, Y séale Canaán siervo. 27 Engrandezca Dios á Japhet, Y habite en las tiendas de Sem, Y séale Canaán siervo. 28 Y vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta años. 29 Y fueron todos los días de Noé novecientos y cincuenta años, y murió.

Efesios 4:1-32: 4 YO pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados, 2 Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor, 3 Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. 4 Un cuerpo, y un Espíritu, como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación: 5 Un Señor, una fe, un bautismo, 6 Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros. 7 Empero á cada uno de nosotros es dada la gracia conforme á la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: Subiendo á lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dió dones á los hombres. 9 (Y que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero á las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, él mismo es el que también subió sobre todos los cielos para cumplir todas las cosas.) 11 Y él mismo dió unos, ciertamente apóstoles, y otros, profetas, y otros, evangelistas, y otros, pastores y doctores, 12 Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo, 13 Hasta que todos lleguemos á la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, á un varón perfecto, á la medida de la edad de la plenitud de Cristo: 14 Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error: 15 Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo, 16 Del cual, todo el cuerpo compuesto y bien ligado entre sí por todas las junturas de su alimento, que recibe según la operación, cada miembro conforme á su medida toma aumento de cuerpo edificándose en amor. 17 Esto pues digo, y requiero en el Señor, que no andéis más como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su sentido. 18 Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón: 19 Los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia, se entregaron á la desvergüenza para cometer con avidez toda suerte de impureza. 20 Mas vosotros no habéis aprendido así á Cristo: 21 Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad está en Jesús, 22 A que dejéis, cuanto á la pasada manera de vivir, el viejo hombre que está viciado conforme á los deseos de error, 23 Y á renovarnos en el espíritu de vuestra mente, 24 Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme á Dios en justicia y en santidad de verdad. 25 Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, y no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 Ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad. 29 Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención. 31 Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: 32 Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.

Mateo 27:1-66: 27 Y VENIDA la mañana, entraron en consejo todos los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesús, para entregarle á muerte. 2 Y le llevaron atado, y le entregaron á Poncio Pilato presidente. 3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, volvió arrepentido las treinta piezas de plata á los príncipes de los sacerdotes y á los ancianos, 4 Diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da á nosotros? Viéras lo tú. 5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, partióse, y fué, y se ahorcó. 6 Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de los dones, porque es precio de sangre. 7 Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros. 8 Por lo cual fué llamado aquel campo, Campo de sangre, hasta el día de hoy. 9 Entonces se cumplió lo que fué dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fué apreciado por los hijos de Israel, 10 Y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor. 11 Y Jesús estuvo delante del presidente, y el presidente le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. 12 Y siendo acusado por los príncipes de los sacerdotes, y por los ancianos, nada respondió. 13 Pilato entonces le dice: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra tí? 14 Y no le respondió ni una palabra, de tal manera que el presidente se maravillaba mucho, 15 Y en el día de la fiesta acostumbraba el presidente soltar al pueblo un preso, cual quisiesen. 16 Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás. 17 Y juntos ellos, les dijo Pilato, ¿Cuál queréis que os suelte? ¿á Barrabás ó á Jesús que se dice el Cristo? 18 Porque sabía que por envidia le habían entregado. 19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió á él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo, porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él. 20 Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese á Barrabás, y á Jesús matase. 21 Y respondiendo el presidente les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: á Barrabás. 22 Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Dícenle todos: Sea crucificado. 23 Y el presidente les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea crucificado. 24 Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréis lo vosotros. 25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. 26 Entonces les soltó á Barrabás: y habiendo azotado á Jesús, le entregó para ser crucificado. 27 Entonces los soldados del presidente llevaron á Jesús al pretorio, y juntaron á él toda la cuadrilla, 28 Y desnudándole, le echaron encima un manto de grana, 29 Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha, é hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ­Salve, Rey de los Judíos! 30 Y escupiendo en él, tomaron la caña, y le herían en la cabeza. 31 Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificarle. 32 Y saliendo, hallaron á un Cireneo, que se llamaba Simón: á éste cargaron para que llevase su cruz. 33 Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgotha, que es dicho, El lugar de la calavera, 34 Le dieron á beber vinagre mezclado con hiel: y gustando, no quiso beber lo 35 Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes: para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. 36 Y sentados le guardaban allí. 37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS EL REY DE LOS JUDIOS. 38 Entonces crucificaron con él dos ladrones, uno á la derecha, y otro á la izquierda. 39 Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas, 40 Y diciendo: Tú, el que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate á ti mismo: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. 41 De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciendo con los escribas y los Fariseos y los ancianos, decían: 42 á otros salvó, á sí mismo no puede salvar: si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Confió en Dios: líbrele ahora si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. 44 Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él. 45 Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. 46 Y cerca de la hora de nona, Jesús exclamó con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 47 Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste. 48 Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la hinchió de vinagre, y poniéndola en una caña, dábale de beber. 49 Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías á librarle. 50 Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con grande voz, dió el espíritu. 51 Y he aquí, el velo del templo se rompió en dos, de alto á bajo: y la tierra tembló, y las piedras se hendieron, 52 Y abriéronse los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron, 53 Y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron á la santa ciudad, y aparecieron á muchos. 54 Y el centurión, y los que estaban con él guardando á Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste. 55 Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea á Jesús, sirviéndole: 56 Entre las cuales estaban María Magdalena, y María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. 57 Y como fué la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús. 58 Este llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús: entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. 59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, 60 Y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña: y revuelta una grande piedra á la puerta del sepulcro, se fué. 61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. 62 Y el siguiente día, que es después de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos á Pilato, 63 Diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. 64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero, porque no vengan sus discípulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 65 Y Pilato les dijo: Tenéis una guardia: id, aseguradlo como sabéis. 66 Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, con la guardia.

Mateo 26:52: 52 Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada á su lugar, porque todos los que tomaren espada, á espada perecerán.

Mateo 5:22: 22 Mas
o os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio, y cualquiera que dijere á su hermano, Raca, será culpado del concejo, y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.

Levítico 20:9: 9 Porque varón que maldijere á su padre ó á su madre, de cierto morirá: á su padre ó á su madre maldijo, su sangre será sobre él.

Éxodo 22:18: 18 A la hechicera no dejarás que viva.

Génesis 9:5: 5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas, de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre, de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.

Juan 19:1: 19 ASI que, entonces tomó Pilato á Jesús, y le azotó.

Juan 8:7: 7 Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y díjoles: El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.

Juan 8:3-11: 3 Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en adulterio, y poniéndola en medio, 4 Dícenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando, 5 Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices? 6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo. 7 Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y díjoles: El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero. 8 Y volviéndose á inclinar hacia abajo, escribía en tierra. 9 Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salíanse uno á uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Y enderezándose Jesús, y no viendo á nadie más que á la mujer, díjole: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado? 11 Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más.

Juan 3:1-8: 3 Y HABIA un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los Judíos. 2 Este vino á Jesús de noche, y díjole: Rabbí, sabemos que has venido de Dios por maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no fuere Dios con él. 3 Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. 4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez. 8 El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido, mas ni sabes de dónde viene, ni á dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Lucas 23:41: 41 Y nosotros, á la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo.

Lucas 23:39-43: 39 Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate á ti mismo y á nosotros. 40 Y respondiendo el otro, reprendióle, diciendo: ¿Ni aun tú temes á Dios, estando en la misma condenación? 41 Y nosotros, á la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo. 42 Y dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres á tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Mateo 22:21: 21 Dícenle: De César. Y díceles: Pagad pues á César lo que es de César, y á Dios lo que es de Dios.

Mateo 7:1: 7 NO juzguéis, para que no seáis juzgados.

Mateo 5:21: 21 Oísteis que fué dicho á los antiguos: No matarás, mas cualquiera que matare, será culpado del juicio.

Job 2:4: 4 Y respondiendo Satán dijo á Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.

Éxodo 21:17: 17 Igualmente el que maldijere á su padre ó á su madre, morirá.

Éxodo 21:15: 15 Y el que hiriere á su padre ó á su madre, morirá.

2 Corintios 10:4: 4 (Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,)

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