Versículos de la Biblia sobre el cuidado de pobres

Juan 11:32-33: 32 Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, derribóse á sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no fuera muerto mi hermano. 33 Jesús entonces, como la vió llorando, y á los Judíos que habían venido juntamente con ella llorando, se conmovió en espíritu, y turbóse

Isaías 55:1-13: 55 A TODOS los sedientos: Venid á las aguas, y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche. 2 ¿Por qué gastáis el dinero no en pan, y vuestro trabajo no en hartura? Oidme atentamente, y comed del bien, y deleitaráse vuestra alma con grosura. 3 Inclinad vuestros oídos, y venid á mí, oid, y vivirá vuestra alma, y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes á David. 4 He aquí, que yo lo dí por testigo á los pueblos, por jefe y por maestro á las naciones. 5 He aquí, llamarás á gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán á ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. 6 Buscad á Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. 8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que harta la tierra, y la hace germinar y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come, 11 Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. 12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos, los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. 13 En lugar de la zarza crecerá haya, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán: y será á Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.

Eclesiastés 1:1-18: 1 PALABRAS del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalem. 2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, vanidad de vanidades, todo vanidad. 3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? 4 Generación va, y generación viene: mas la tierra siempre permanece. 5 Y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve á su lugar donde torna á nacer. 6 El viento tira hacia el mediodía, y rodea al norte, va girando de continuo, y á sus giros torna el viento de nuevo. 7 Los ríos todos van á la mar, y la mar no se hinche, al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan para correr de nuevo. 8 Todas las cosas andan en trabajo mas que el hombre pueda decir: ni los ojos viendo se hartan de ver, ni los oídos se hinchen de oir. 9 ¿Qué es lo que fué? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol. 10 ¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fué en los siglos que nos han precedido. 11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después. 12 Yo el Predicador fuí rey sobre Israel en Jerusalem. 13 Y dí mi corazón á inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo: este penoso trabajo dió Dios á los hijos de los hombres, en que se ocupen. 14 Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol, y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. 15 Lo torcido no se puede enderezar, y lo falto no puede contarse. 16 Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí hállome yo engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalem, y mi corazón ha percibido muchedumbre de sabiduría y ciencia. 17 Y dí mi corazón á conocer la sabiduría, y también á entender las locuras y los desvaríos: conocí que aun esto era aflicción de espíritu. 18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia, y quien añade ciencia, añade dolor.

Colosenses 2:1-23: 2 PORQUE quiero que sepáis cuán gran solicitud tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca vieron mi rostro en carne, 2 Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo, 3 En el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. 4 Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas. 5 Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, no obstante con el espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro concierto, y la firmeza de vuestra fe en Cristo. 6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él: 7 Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias. 8 Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sustilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme á los elementos del mundo, y no según Cristo: 9 Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente: 10 Y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad: 11 En el cual también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne, en la circuncisión de Cristo, 12 Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y á vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz, 15 Y despojando los principados y las potestades, sacólos á la vergüenza en público, triunfando de ellos en sí mismo. 16 Por tanto, nadie os juzgue en comida, ó en bebida, ó en parte de día de fiesta, ó de nueva luna, ó de sábados: 17 Lo cual es la sombra de lo por venir, mas el cuerpo es de Cristo. 18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto á los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne, 19 Y no teniendo la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por las ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios. 20 Pues si sois muertos con Cristo cuanto á los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas, 21 Tales como, No manejes, ni gustes, ni aun toques, 22 (Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso mismo), en conformidad á mandamientos y doctrinas de hombres? 23 Tales cosas tienen á la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, y humildad, y en duro trato del cuerpo, no en alguna honra para el saciar de la carne.

Juan 15:1-27: 15 YO soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. 4 Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid, así ni vosotros, si no estuviereis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no estuviere, será echado fuera como mal pámpano, y se secará, y los cogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9 Como el Padre me amó, también yo os he amado: estad en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor, como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros, como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias. 16 No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé. 17 Esto os mando: Que os améis los unos á los otros. 18 Si el mundo os aborrece, sabed que á mí me aborreció antes que á vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo, mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo. 20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. 21 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, mas ahora no tienen excusa de su pecado. 23 El que me aborrece, también á mi Padre aborrece. 24 Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado, mas ahora, y las han visto, y me aborrecen á mí y á mi Padre. 25 Mas para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Que sin causa me aborrecieron. 26 Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. 27 Y vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.

Isaías 65:1-25: 65 FUI buscado de los que no preguntaban por mí, fuí hallado de los que no me buscaban. Dije á gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí. 2 Extendí mis manos todo el día á pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos, 3 Pueblo que en mi cara me provoca de continuo á ira, sacrificando en huertos, y ofreciendo perfume sobre ladrillos, 4 Que se quedan en los sepulcros, y en los desiertos tienen la noche, que comen carne de puerco, y en sus ollas hay caldo de cosas inmundas, 5 Que dicen: Estáte en tu lugar, no te llegues á mí, que soy más santo que tú: éstos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día. 6 He aquí que escrito está delante de mí, no callaré, antes retornaré, y daré el pago en su seno, 7 Por vuestras iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntamente, dice Jehová, los cuales hicieron perfume sobre los montes, y sobre los collados me afrentaron: por tanto yo les mediré su obra antigua en su seno. 8 Así ha dicho Jehová: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, que bendición hay en él, así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo. 9 Mas sacaré simiente de Jacob, y de Judá heredero de mis montes, y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allí. 10 Y será Sarón para habitación de ovejas, y el valle de Achôr para majada de vacas, á mi pueblo que me buscó. 11 Empero vosotros los que dejáis á Jehová, que olvidáis el monte de mi santidad, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino, 12 Yo también os destinaré al cuchillo, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero: por cuanto llamé, y no respondisteis, hablé, y no oisteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que á mí desagrada. 13 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre, he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed, he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados, 14 He aquí que mis siervos cantarán por júbilo del corazón, y vosotros clamaréis por el dolor del corazón, y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis. 15 Y dejaréis vuestro nombre por maldición á mis escogidos, y el Señor Jehová te matará, y á sus siervos llamará por otro nombre. 16 El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá, y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará, porque las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos. 17 Porque he aquí que yo crío nuevos cielos y nueva tierra: y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18 Mas os gozaréis y os alegraréis por siglo de siglo en las cosas que yo crío: porque he aquí que yo las cosas que yo crío: porque he aquí que yo fzacrío á Jerusalem alegría, y á su pueblo gozo. 19 Y alegraréme con Jerusalem, y gozaréme con mi pueblo, y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. 20 No habrá más allí niño de días, ni viejo que sus días no cumpla: porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años, será maldito. 21 Y edificarán casas, y morarán en ellas, plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. 22 No edificarán, y otro morará, no plantarán, y otro comerá: porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos perpetuarán las obras de sus manos. 23 No trabajarán en vano, ni parirán para maldición, porque son simiente de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. 24 Y será que antes que clamen, responderé yo, aun estando ellos hablando, yo habré oído. 25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey, y á la serpiente el polvo será su comida. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.

Isaías 8:1-22: 8 Y DIJOME Jehová: Tómate un gran volumen, y escribe en él en estilo de hombre tocante á Maher-salal-hash-baz. 2 Y junté conmigo por testigos fieles á Urías sacerdote, y á Zacarías hijo de Jeberechîas. 3 Y juntéme con la profetisa, la cual concibió, y parió un hijo. Y díjome Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-hash-baz. 4 Porque antes que el niño sepa decir, Padre mío, y Madre mía, será quitada la fuerza de Damasco y los despojos de Samaria, en la presencia del rey de Asiria. 5 Otra vez tornó Jehová á hablarme, diciendo: 6 Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y holgóse con Rezín y con el hijo de Remalías, 7 He aquí por tanto que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, á saber, al rey de Asiria con todo su poder, el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas: 8 Y pasando hasta Judá, inundará, y sobrepujará, y llegará hasta la garganta, y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emmanuel. 9 Juntaos, pueblos, y seréis quebrantados, oid todos los que sois de lejanas tierras: poneos á punto, y seréis quebrantados, apercibíos, y seréis quebrantados. 10 Tomad consejo, y será deshecho, proferid palabra, y no será firme: porque Dios con nosotros. 11 Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y enseñóme que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: 12 No digáis, Conjuración, á todas las cosas á que este pueblo dice, Conjuración, ni temáis lo que temen, ni tengáis miedo. 13 A Jehová de los ejércitos, á él santificad: sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. 14 Entonces él será por santuario, mas á las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalem. 15 Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados: enredaránse, y serán presos. 16 Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. 17 Esperaré pues á Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y á él aguardaré. 18 He aquí, yo y los hijos que me dió Jehová, por señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte de Sión. 19 Y si os dijeren: Preguntad á los pythones y á los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo á su Dios? ¿Apelará por los vivos á los muertos? 20 A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme á esto, es porque no les ha amanecido. 21 Y pasarán por él fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán á su rey y á su Dios, levantando el rostro
en alto. 22 Y mirarán á la tierra, y he aquí tribulación y tiniebla, oscuridad y angustia, y serán sumidos en las tinieblas.

Isaías 6:1-13: 6 EN el año que murió el rey Uzzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas henchían el templo. 2 Y encima de él estaban serafines: cada uno tenía seis alas, con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria. 4 Y los quiciales de las puestas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se hinchió de humo. 5 Entonces dije: ­Ay de mí! que soy muerto, que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas: 7 Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. 8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién nos irá? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame á mí. 9 Y dijo: Anda, y di á este pueblo: Oid bien, y no entendáis, ved por cierto, mas no comprendáis. 10 Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, porque no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. 11 Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas, y sin morador, ni hombre en las casas, y la tierra sea tornada en desierto, 12 Hasta que Jehová hubiere echado lejos los hombres, y multiplicare en medio de la tierra la desamparada. 13 Pues aun quedará en ella una décima parte, y volverá, bien que habrá sido asolada: como el olmo y como el alcornoque, de los cuales en la tala queda el tronco, así será el tronco de ella la simiente santa.

Isaías 5:1-30: 5 AHORA cantaré por mi amado el cantar de mi amado á su viña. Tenía mi amado una viña en un recuesto, lugar fértil. 2 Habíala cercado, y despedregádola, y plantádola de vides escogidas: había edificado en medio de ella una torre, y también asentado un lagar en ella: y esperaba que llevase uvas, y llevó uvas silvestres. 3 Ahora pues, vecinos de Jerusalem y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. 4 ¿Qué más se había de hacer á mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que llevase uvas, ha llevado uvas silvestres? 5 Os mostraré pues ahora lo que haré yo á mi viña: Quitaréle su vallado, y será para ser consumida, aportillaré su cerca, y será para ser hollada, 6 Haré que quede desierta, no será podada ni cavada, y crecerá el cardo y las espinas: y aun á las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. 7 Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza, justicia, y he aquí clamor. 8 Ay de los que juntan casa con casa, y allegan heredad á heredad hasta acabar el término! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra? 9 Ha llegado á mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas. 10 Y diez huebras de viña producirán un zaque, y treinta modios de simiente darán tres modios. 11 Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez, que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! 12 Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas, y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos. 13 Por tanto mi pueblo fué llevado cautivo, porque no tuvo ciencia: y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. 14 Por eso ensanchó su interior el sepulcro, y sin medida extendió su boca, y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se holgaba. 15 Y el hombre será humillado, y el varón será abatido, y bajados serán los ojos de los altivos. 16 Mas Jehová de los ejércitos será ensalzado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia. 17 Y los corderos serán apacentados según su costumbre, y extraños comerán las gruesas desamparadas. 18 Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta, 19 Los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos: acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos! 20 Ay de los que á lo malo dicen bueno, y á lo bueno malo, que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz, que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! 21 Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! 22 Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida, 23 Los que dan por justo al impío por cohechos, y al justo quitan su justicia! 24 Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la llama devora la paja, así será su raíz como pudrimiento, y su flor se desvanecerá como polvo: porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. 25 Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, é hirióle, y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida. 26 Y alzará pendón á gentes de lejos, y silbará al que está en el cabo de la tierra, y he aquí que vendrá pronto y velozmente. 27 No habrá entre ellos cansado, ni que vacile, ninguno se dormirá ni le tomará sueño, á ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos. 28 Sus saetas amoladas, y todos sus arcos entesados, las uñas de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino. 29 Su bramido como de león, rugirá á manera de leoncillos, rechinará los dientes, y arrebatará la presa, la apañara, y nadie se la quitará. 30 Y bramará sobre él en aquel día como bramido de la mar: entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.

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