Versículos de la Biblia sobre el embarazo antes del matrimonio

Hebreos 13:4: 4 Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla, ùmas á los fornicarios y á los adúlteros juzgará Dios.

Deuteronomio 22:28-29: 28 Cuando alguno hallare moza virgen, que no fuere desposada, y la tomare, y se echare con ella, y fueren hallados, 29 Entonces el hombre que se echó con ella dará al padre de la moza cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló: no la podrá despedir en todos sus días.

1 Corintios 7:1-40: 7 CUANTO á las cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer. 2 Mas á causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido. 3 El marido pague á la mujer la debida benevolencia, y asimismo la mujer al marido. 4 La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: é igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os defraudéis el uno al otro, á no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en la oración: y volved á juntaros en uno, porque no os tiente Satanás á causa de vuestra incontinencia. 6 Mas esto digo por permisión, no por mandamiento. 7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios, uno á la verdad así, y otro así. 8 Digo pues á los solteros y á las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo. 9 Y si no tienen don de continencia, cásense, que mejor es casarse que quemarse. 10 Mas á los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se aparte del marido, 11 Y si se apartare, que se quede sin casar, ó reconcíliese con su marido, y que el marido no despida á su mujer. 12 Y á los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, no la despida. 13 Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, no lo deje. 14 Porque el marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, empero ahora son santos. 15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso, antes á paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salva á tu marido? ¿ó de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salvo á tu mujer? 17 Empero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó á cada uno, así ande: y así enseño en todas las iglesias. 18 ¿Es llamado alguno circuncidado? quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircuncidado? que no se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de las mandamientos de Dios. 20 Cada uno en la vocación en que fué llamado, en ella se quede. 21 ¿Eres llamado siendo siervo? no se te dé cuidado, mas también si puedes hacerte libre, procúralo más. 22 Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor: asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo. 23 Por precio sois comprados, no os hagáis siervos de los hombres. 24 Cada uno, hermanos, en lo que es llamado, en esto se quede para con Dios. 25 Empero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor, mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por bueno á causa de la necesidad que apremia, que bueno es al hombre estarse así. 27 ¿Estás ligado á mujer? no procures soltarte. ¿Estáis suelto de mujer? no procures mujer. 28 Mas también si tomares mujer, no pecaste, y si la doncella se casare, no pecó: pero aflicción de carne tendrán los tales, mas yo os dejo. 29 Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen mujeres sean como los que no las tienen, 30 Y los que lloran, como los que no lloran, y los que se huelgan, como los que no se huelgan, y los que compran, como los que no poseen, 31 Y los que usan de este mundo, como los que no usan: porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor: 33 Empero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar á su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella: la doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu: mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, cómo ha de agradar á su marido. 35 Esto empero digo para vuestro provecho, no para echaros lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os lleguéis al Señor. 36 Mas, si á alguno parece cosa fea en su hija virgen, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca, cásese. 37 Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene libertad de su voluntad, y determinó en su corazón esto, el guardar su hija virgen, bien hace. 38 Así que, el que la da en casamiento, bien hace, y el que no la da en casamiento, hace mejor. 39 La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido, mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor. 40 Empero más venturosa será si se quedare así, según mi consejo, y pienso que también yo tengo Espíritu de Dios.

1 Juan 1:9: 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.

1 Tesalonicenses 4:3-5: 3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación, 4 Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor, 5 No con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen á Dios

Salmos 139:13-16: 13 Porque tú poseiste mis riñones, Cubrísteme en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré, porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho. 15 No fué encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fuí formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra. 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

Jeremías 1:5: 5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta á las gentes.

Efesios 5:3: 3 Pero fornicación y toda inmundicia, ó avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene á santos

Éxodo 21:22-25: 22 Si algunos riñeren, é hiriesen á mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme á lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros. 23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24 Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

1 Corintios 6:18-20: 18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Mateo 5:28: 28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Hebreos 11:6: 6 Empero sin fe es imposible agradar á Dios, porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Efesios 5:31: 31 Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se allegará á su mujer, y serán dos en una carne.

1 Corintios 6:18: 18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

Lucas 16:18: 18 Cualquiera que repudia á su mujer, y se casa con otra, adultera: y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.

1 Tesalonicenses 4:3: 3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación

1 Corintios 7:36: 36 Mas, si á alguno parece cosa fea en su hija virgen, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca, cásese.

Isaías 7:14: 14 Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel.

Marcos 10:1-52: 10 Y PARTIENDOSE de allí, vino á los términos de Judea y tras el Jordán: y volvió el pueblo á juntarse á él, y de nuevo les enseñaba como solía. 2 Y llegándose los Fariseos, le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar á su mujer. 3 Mas él respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 4 Y ellos dijeron: Moisés permitió escribir carta de divorcio, y repudiar. 5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento, 6 Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. 7 Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se juntará á su mujer. 8 Y los que eran dos, serán hechos una carne: así que no son más dos, sino una carne. 9 Pues lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre. 10 Y en casa volvieron los discípulos á preguntarle de lo mismo. 11 Y les dice: Cualquiera que repudiare á su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella: 12 Y si la mujer repudiare á su marido y se casare con otro, comete adulterio. 13 Y le presentaban niños para que los tocase, y los discípulos reñían á los que los presentaban. 14 Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis, porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. 17 Y saliendo él para ir su camino, vino uno corriendo, é hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna? 18 Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres: No mates: No hurtes: No digas falso testimonio: No defraudes: Honra á tu padre y á tu madre. 20 El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi mocedad. 21 Entonces Jesús mirándole, amóle, y díjole: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22 Mas él, entristecido por esta palabra, se fué triste, porque tenía muchas posesiones. 23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dice á sus discípulos: ­Cuán dificilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Y los discípulos se espantaron de sus palabras, mas Jesús respondiendo, les volvió á decir: ­Hijos, cuán dificil es entrar en el reino de Dios, los que confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios. 26 Y ellos se espantaban más, diciendo dentro de sí: ¿Y quién podrá salvarse? 27 Entonces Jesús mirándolos, dice: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no, porque todas las cosas son posibles para Dios. 28 Entonces Pedro comenzó á decirle: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido. 29 Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó heredades, por causa de mí y del evangelio, 30 Que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, é hijos, y heredades, con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Empero muchos primeros serán postreros, y postreros primeros. 32 Y estaban en el camino subiendo á Jerusalem, y Jesús iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguían con miedo: entonces volviendo á tomar á los doce aparte, les comenzó á decir las cosas que le habían de acontecer: 33 He aquí subimos á Jerusalem, y el Hijo del hombre será entregado á los principes de los sacerdotes, y á los escribas, y le condenarán á muerte, y le entregarán á los Gentiles: 34 Y le escarnecerán, y le azotarán, y escupirán en él, y le matarán, mas al tercer día resucitará. 35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron á él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. 36 Y él les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 37 Y ellos le dijeron: Danos que en tu gloria nos sentemos el uno á tu diestra, y el otro á tu siniestra. 38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, ó ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? 39 Y ellos dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y del bautismo de que soy bautizado, seréis bautizados. 40 Mas que os sentéis á mi diestra y á mi siniestra, no es mío darlo, sino á quienes está aparejado. 41 Y como lo oyeron los diez, comenzaron á enojarse de Jacobo y de Juan. 42 Mas Jesús, llamándolos, les dice: Sabéis que los que se ven ser príncipes entre las gentes, se enseñorean de ellas, y los que entre ellas son grandes, tienen sobre ellas potestad. 43 Mas no será así entre vosotros: antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor, 44 Y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, será siervo de todos. 45 Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos. 46 Entonces vienen á Jericó: y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran compañía, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús el Nazareno, comenzó á dar voces y decir: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí. 48 Y muchos le reñían, que callase: mas él daba mayores voces: Hijo de David, ten misericordia de mí. 49 Entonces Jesús parándose, mandó llamarle: y llaman al ciego, diciéndole: Ten confianza: levántate, te llama. 50 El entonces, echando su capa, se levantó, y vino á Jesús. 51 Y respondiendo Jesús, le dice: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dice: Maestro, que cobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha salvado. Y luego cobró la vista, y seguía á Jesús en el camino.

Lucas 1:41: 41 Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre, y Elisabet fué llena del Espíritu Santo

Job 10:8-12: 8 Tus manos me formaron y me compusieron Todo en contorno: ¿y así me deshaces? 9 Acuérdate ahora que como á lodo me diste forma: ¿Y en polvo me has de tornar? 10 ¿No me fundiste como leche, Y como un queso me cuajaste? 11 Vestísteme de piel y carne, Y cubrísteme de huesos y nervios. 12 Vida y misericordia me concediste, Y tu visitación guardó mi espíritu.

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