Versículos de la Biblia sobre el espacio ultraterrestre

Génesis 1:1: 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra.

Isaías 40:26: 26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién crió estas cosas: él saca por cuenta su ejército: á todas llama por sus nombres, ninguna faltará: tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud.

Génesis 1:2-3: 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.

2 Corintios 12:2: 2 Conozco á un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé, si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fué arrebatado hasta el tercer cielo.

Isaías 10:1-34: 10 AY de los que establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía, 2 Por apartar del juicio á los pobres, y por quitar el derecho á los afligidos de mi pueblo, por despojar las viudas, y robar los huérfanos! 3 ¿Y qué haréis en el día de la visitación? ¿y á quién os acogeréis que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿y en dónde dejaréis vuestra gloria? 4 Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, antes todavía extendida su mano. 5 Oh Assur, vara y bastón de mi furor: en su mano he puesto mi ira. 6 Mandaréle contra una gente fementida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y que lo ponga á ser hollado como lodo de las calles. 7 Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que su pensamiento será desarraigar y cortar gentes no pocas. 8 Porque él dice: Mis príncipes ¿no son todos reyes? 9 ¿No es Calno como Carchêmis, Hamath como Arphad, y Samaria como Damasco? 10 Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que Jerusalem y Samaria, 11 Como hice á Samaria y á sus ídolos, ¿no haré también así á Jerusalem y á sus ídolos? 12 Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión, y en Jerusalem, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos. 13 Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente: y quité los términos de los pueblos, y saqué sus tesoros, y derribé como valientes los que estaban sentados: 14 Y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos, y como se cogen los huevos dejados, así me apoderé yo de toda la tierra, y no hubo quien moviese ala, ó abriese boca y graznase. 15 ¿Gloriaráse el hacha contra el que con ella corta? ¿se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? como si el bordón se levantase contra los que lo levantan, como si se levantase la vara: ¿no es leño? 16 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza sobre sus gordos, y debajo de su gloria encenderá encendimiento, como ardor de fuego. 17 Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas. 18 La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá, desde el alma hasta la carne: y vendrá á ser como abanderado en derrota. 19 Y los árboles que quedaren en su bosque, serán en número que un niño los pueda contar. 20 Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más estriben sobre el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jehová Santo de Israel. 21 Las reliquias se convertirán, las reliquias de Jacob, al Dios fuerte. 22 Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas de la mar, las reliquias de él se convertirán: la destrucción acordada rebosará justicia. 23 Pues el Señor Jehová de los ejércitos hará consumación y fenecimiento en medio de la tierra. 24 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Assur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, á la manera de Egipto: 25 Mas de aquí á muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para fenecimiento de ellos. 26 Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él, cual la matanza de Madián en la peña de Oreb: y alzará su vara sobre la mar, según hizo por la vía de Egipto. 27 Y acaecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se empodrecerá por causa de la unción. 28 Vino hasta Ajad, pasó hasta Migrón, en Michmas contará su ejército: 29 Pasaron el vado, alojaron en Geba: Ramá tembló, Gabaa de Saúl huyó. 30 Grita en alta voz, hija de Galim, haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anathoth. 31 Madmena se alborotó: los moradores de Gebim se juntarán. 32 Aún vendrá día cuando reposará en Nob: alzará su mano al monte de la hija de Sión, al collado de Jerusalem. 33 He aquí el Señor Jehová de los ejércitos desgajará el ramo con fortaleza: y los de grande altura serán cortados, y los altos serán humillados. 34 Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con fortaleza.

Isaías 1:1-31: 1 VISION de Isaías hijo de Amoz, la cual vió sobre Judá y Jerusalem, en días de Uzzías, Jotham, Achâz y Ezechîas, reyes de Judá. 2 Oid, cielos, y escucha tú, tierra, porque habla Jehová: Crié hijos, y engrandecílos, y ellos se rebelaron contra mí. 3 El buey conoce á su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. 4 Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron á Jehová, provocaron á ira al Santo de Israel, tornáronse atrás. 5 ¿Para qué habéis de ser castigados aún? todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga: no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7 Vuestra tierra está destruída, vuestras ciudades puestas á fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida de extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. 8 Y queda la hija de Sión como choza en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada. 9 Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen muy cortos residuos, como Sodoma fuéramos, y semejantes á Gomorra. 10 Príncipes de Sodoma, oid la palabra de Jehová, escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11 ¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12 ¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis á presentaros delante de mí, para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vano presente: el perfume me es abominación: luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir: son iniquidad vuestras solemnidades. 14 Vuestras lunas nuevas y vuestras solemnidades tiene aborrecidas mi alma: me son gravosas, cansado estoy de llevarlas. 15 Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos. 16 Lavad, limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de ante mis ojos, dejad de hacer lo malo: 17 Aprended á hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, oid en derecho al huérfano, amparad á la viuda. 18 Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana. 19 Si quisiereis y oyereis, comieréis el bien de la tierra: 20 Si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos á espada: porque la boca de Jehová lo ha dicho. 21 ¿Cómo te has tornado ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de juicio, en ella habitó equidad, mas ahora, homicidas. 22 Tu plata se ha tornado escorias, tu vino mezclado está con agua. 23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones: todos aman las dádivas, y van tras las recompensas: no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24 Por tanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, vengaréme de mis adversarios: 25 Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño: 26 Y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero: entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27 Sión con juicio será rescatada, y los convertidos de ella con justicia. 28 Mas los rebeldes y pecadores á una serán quebrantados, y los que dejan á Jehová serán consumidos. 29 Entonces os avergonzarán los olmos que amasteis, y os afrentarán los bosques que escogisteis. 30 Porque seréis como el olmo que se le cae la hoja, y como huerto que le faltan las aguas. 31 Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella, y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

Isaías 54:1-17: 54 ALÉGRATE, oh estéril, la que no paría, levanta canción, y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto: porque más son los hijos de la dejada que los de la casada, ha dicho Jehová. 2 Ensancha el sitio de tu cabaña, y las cortinas de tus tiendas sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas, y fortifica tus estacas. 3 Porque á la mano derecha y á la mano izquierda has de crecer, y tu simiente heredará gentes, y habitarán las ciudades asoladas. 4 No temas, que no serás avergonzada, y no te avergüences, que no serás afrentada: antes, te olvidarás de la vergüenza de tu mocedad, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. 5 Porque tu marido es tu Hacedor, Jehová de los ejércitos es su nombre: y tu redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra será llamado. 6 Porque como á mujer dejada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como á mujer moza que es repudiada, dijo el Dios tuyo. 7 Por un pequeño momento te dejé, mas te recogeré con grandes misericordias. 8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento, mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo tu Redentor Jehová. 9 Porque esto me será como las aguas de Noé, que juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra, así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. 10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti. 11 Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo, he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. 12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y todo tu término de piedras de buen gusto. 13 Y todos tus hijos serán enseñados de Jehová, y multiplicará la paz de tus hijos. 14 Con justicia serás adornada, estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará á ti. 15 Si alguno conspirare contra ti, será sin mí: el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16 He aquí que yo crié al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra, y yo he criado al destruidor para destruir. 17 Toda herramienta que fuere fabricada contra ti, no prosperará, y tú condenarás toda lengua que se levantare contra ti en juicio. Esta es la heredad de los siervos de Jehová, y su justicia de por mí, dijo Jehová.

Génesis 1:1-31: 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. 4 Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día. 6 Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así. 8 Y llamó Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo. 9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así. 10 Y llamó Dios á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno. 11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente, árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así. 12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno. 13 Y fué la tarde y la mañana el día tercero. 14 Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años, 15 Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas. 17 Y púsolas Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, 18 Y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vió Dios que era bueno. 19 Y fué la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vió Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra. 23 Y fué la tarde y la mañana el día quinto. 24 Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fué así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era bueno. 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra los crió. 28 Y los bendijo Dios, y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así. 31 Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto.

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