Versículos de la Biblia sobre el Monte Horeb

Éxodo 3:1: 3 Y APACENTANDO Moisés las ovejas de Jethro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino á Horeb, monte de Dios.

Gálatas 4:25: 25 Porque Agar ó Sinaí es un monte de Arabia, el cual es conjunto á la que ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos.

Éxodo 19:2: 2 Porque partieron de Rephidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y asentaron en el desierto, y acampó allí Israel delante del monte.

Éxodo 17:1: 17 Y TODA la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento de Jehová, y asentaron el campo en Rephidim: y no había agua para que el pueblo bebiese.

Éxodo 16:1-36: 16 Y PARTIENDO de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. 2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto, 3 Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura, pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud. 4 Y Jehová dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo, y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no. 5 Mas al sexto día aparejarán lo que han de encerrar, que será el doble de lo que solían coger cada día. 6 Entonces dijo Moisés y Aarón á todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto: 7 Y á la mañana veréis la gloria de Jehová, porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová, que nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? 8 Y dijo Moisés: Jehová os dará á la tarde carne para comer, y á la mañana pan en hartura, por cuanto Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él: que nosotros, ¿qué somos? vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová. 9 Y dijo Moisés á Aarón: Di á toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos á la presencia de Jehová, que él ha oído vuestras murmuraciones. 10 Y hablando Aarón á toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová, que apareció en la nube. 11 Y Jehová habló á Moisés, diciendo: 12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel, háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y por la mañana os hartaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. 13 Y venida la tarde subieron codornices que cubrieron el real, y á la mañana descendió rocío en derredor del real. 14 Y como el rocío cesó de descender, he aquí sobre la haz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una helada sobre la tierra. 15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos á otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. 16 Esto es lo que Jehová ha mandado: Cogereis de él cada uno según pudiere comer, un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. 17 Y los hijos de Israel lo hicieron así: y recogieron unos más, otros menos: 18 Y medíanlo por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco: cada uno recogió conforme á lo que había de comer. 19 Y díjoles Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. 20 Mas ellos no obedecieron á Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y pudrióse, y enojóse contra ellos Moisés. 21 Y recogíanlo cada mañana, cada uno según lo que había de comer: y luego que el sol calentaba, derretíase. 22 En el sexto día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno: y todos los príncipes de la congregación vinieron á Moisés, y se lo hicieron saber. 23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová: lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo, y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. 24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano. 25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado de Jehová: hoy no hallaréis en el campo. 26 En los seis días lo recogeréis, mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará. 27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día á recoger, y no hallaron. 28 Y Jehová dijo á Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? 29 Mirad que Jehová os dió el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día. 30 Así el pueblo reposó el séptimo día. 31 Y la casa de Israel lo llamó Maná, y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. 32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Henchirás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, á fin de que vean el pan que yo os dí á comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. 33 Y dijo Moisés á Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes. 34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó á Moisés. 35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada: maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán. 36 Y un gomer es la décima parte del epha.

Romanos 8:9: 9 Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él.

Romanos 6:23: 23 Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 1:16: 16 Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree, al Judío primeramente y también al Griego.

Deuteronomio 1:2: 2 Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea.

Éxodo 32:1-35: 32 MAS viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, allegóse entonces á Aarón, y dijéronle: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque á este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos. 3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y trajéronlos á Aarón: 4 El cual los tomó de las manos de ellos, y formólo con buril, é hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro, y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta á Jehová. 6 Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron pacíficos: y sentóse el pueblo á comer y á beber, y levantáronse á regocijarse. 7 Entonces Jehová dijo á Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de tierra de Egipto se ha corrompido: 8 Presto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y han sacrificado á él, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 9 Dijo más Jehová á Moisés: Yo he visto á este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz: 10 Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma: y á ti yo te pondré sobre gran gente. 11 Entonces Moisés oró á la faz de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte? 12 ¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la haz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo. 13 Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, á los cuales has jurado por ti mismo, y dícholes: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo, y daré á vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre. 14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer á su pueblo. 15 Y volvióse Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados, de una parte y de otra estaban escritas. 16 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. 17 Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo á Moisés: Alarido de pelea hay en el campo. 18 Y él respondió: No es eco de algazara de fuertes, ni eco de alaridos de flacos: algazara de cantar oigo yo. 19 Y aconteció, que como llegó él al campo, y vió el becerro y las danzas, enardeciósele la ira á Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y quebrólas al pie del monte. 20 Y tomó el becerro que habían hecho, y quemólo en el fuego, y moliólo hasta reducirlo á polvo, que esparció sobre las aguas, y diólo á beber á los hijos de Israel. 21 Y dijo Moisés á Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? 22 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor, tú conoces el pueblo, que es inclinado á mal. 23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que á este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido. 24 Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y salió este becerro. 25 Y viendo Moisés que el pueblo estaba despojado, porque Aarón lo había despojado para vergüenza entre sus enemigos, 26 Púsose Moisés á la puerta del real, y dijo: ¿Quién es de Jehová? júntese conmigo. Y juntáronse con él todos los hijos de Leví. 27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta por el campo, y matad cada uno á su hermano, y á su amigo, y á su pariente. 28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. 29 Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado á Jehová, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros. 30 Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado: mas yo subiré ahora á Jehová, quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. 31 Entonces volvió Moisés á Jehová, y dijo: Ruégote, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, 32 Que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. 33 Y Jehová respondió á Moisés: Al que pecare contra mí, á éste raeré yo de mi libro. 34 Ve pues ahora, lleva á este pueblo donde te he dicho: he aquí mi ángel irá delante de ti, que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado. 35 Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

Éxodo 19:1-25: 19 AL mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en aquel día vinieron al desierto de Sinaí. 2 Porque partieron de Rephidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y asentaron en el desierto, y acampó allí Israel delante del monte. 3 Y Moisés subió á Dios, y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás á la casa de Jacob, y denunciarás á los hijos de Israel: 4 Vosotros visteis lo que hice á los Egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído á mí. 5 Ahora pues, si diereis oído á mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. 6 Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás á los hijos de Israel. 7 Entonces vino Moisés, y llamó á los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Y todo el pueblo respondió á una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho haremos. Y Moisés refirió las palabras del pueblo á Jehová. 9 Y Jehová dijo á Moisés: He aquí, yo vengo á ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés denunció las palabras del pueblo á Jehová. 10 Y Jehová dijo á Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos, 11 Y estén apercibidos para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá, á ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí. 12 Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis á su término: cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá: 13 No le tocará mano, mas será apedreado ó asaeteado, sea animal ó sea hombre, no vivirá. En habiendo sonado largamente la bocina, subirán al monte. 14 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo, y lavaron sus vestidos. 15 Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día, no lleguéis á mujer. 16 Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte, y estremecióse todo el pueblo que estaba en el real. 17 Y Moisés sacó del real al pueblo á recibir á Dios, y pusiéronse á lo bajo del monte. 18 Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera. 19 Y el sonido de la bocina iba esforzándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz. 20 Y descendió Jehová sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte: y llamó Jehová á Moisés á la cumbre del monte, y Moisés subió. 21 Y Jehová dijo á Moisés: Desciende, requiere al pueblo que no traspasen el término por ver á Jehová, porque caerá multitud de ellos. 22 Y también los sacerdotes que se llegan á Jehová, se santifiquen, porque Jehová no haga en ellos estrago. 23 Y Moisés dijo á Jehová: El pueblo no podrá subir al monte de Sinaí, porque tú nos has requerido diciendo: Señala términos al monte, y santifícalo. 24 Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo: mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el término por subir á Jehová, porque no haga en ellos estrago. 25 Entonces Moisés descendió al pueblo y habló con ellos.

Éxodo 12:37: 37 Y partieron los hijos de Israel de Rameses á Succoth, como seiscientos mil hombres de á pie, sin contar los niños.

Éxodo 2:15: 15 Y oyendo Faraón este negocio, procuró matar á Moisés: mas Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián, y sentóse junto á un pozo.

1 Juan 3:4: 4 Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley, pues el pecado es transgresión de la ley.

1 Pedro 2:1-25: 2 DEJANDO pues toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las detracciones, 2 Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud: 3 Si empero habéis gustado que el Señor es benigno, 4 Al cual allegándoos, piedra viva, reprobada cierto de los hombres, empero elegida de Dios, preciosa, 5 Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espitirual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables á Dios por Jesucristo. 6 Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa, Y el que creyere en ella, no será confundido. 7 Ella es pues honor á vosotros que creéis: mas para los desobedientes, La piedra que los edificadores reprobaron, Esta fué hecha la cabeza del ángulo, 8 Y Piedra de tropiezo, y roca de escándalo á aquellos que tropiezan en la palabra, siendo desobedientes, para lo cual fueron también ordenados. 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable. 10 Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios, que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia. 11 Amados, yo os ru
go como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 12 Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles, para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras. 13 Sed pues sujetos á toda ordenación humana por respeto á Dios: ya sea al rey, como á superior, 14 Ya á los gobernadores, como de él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien. 15 Porque esta es la voluntad de Dios, que haciendo bien, hagáis callara la ignorancia de los hombres vanos: 16 Como libres, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios. 17 Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey. 18 Siervos, sed sujetos con todo temor á vuestros amos, no solamente á los buenos y humanos, sino también á los rigurosos. 19 Porque esto es agradable, si alguno á causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. 20 Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es agradable delante de Dios. 21 Porque para esto sois llamados, pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas: 22 El cual no hizo pecado, ni fué hallado engaño en su boca: 23 Quien cuando le maldecían no retornaba maldición: cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente: 24 El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos á los pecados, vivamos á la justicia: por la herida del cual habéis sido sanados. 25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, mas ahora habéis vuelto al Padre y Obispo de vuestras almas.

Hebreos 13:8: 8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

1 Corintios 16:2: 2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere, para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas.

1 Corintios 11:26: 26 Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga.

1 Corintios 11:24: 24 Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mí.

1 Corintios 3:11: 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.

Hechos 7:38: 38 Este es aquél que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sina, y con nuestros padres, y recibió las palabras de vida para darnos

Hechos 2:38: 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Juan 16:7: 7 Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros, mas si yo fuere, os le enviaré.

Juan 4:24: 24 Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Juan 1:1: 1 EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Mateo 28:19: 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

Mateo 25:41: 41 Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles

Mateo 16:18: 18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Mateo 7:24: 24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé á un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña

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