Versículos de la Biblia sobre incumplimiento de una presa

Marcos 11:25: 25 Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también á vosotros vuestras ofensas.

Santiago 1:26: 26 Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana.

2 Timoteo 2:24: 24 Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido

Efesios 4:31: 31 Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia

Efesios 4:26: 26 Airaos, y no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo

Gálatas 6:9: 9 No nos cansemos, pues, de hacer bien, que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.

Gálatas 5:15: 15 Y si os mordéis y os coméis los unos á los otros, mirad que también no os consumáis los unos á los otros.

1 Corintios 7:1-40: 7 CUANTO á las cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer. 2 Mas á causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido. 3 El marido pague á la mujer la debida benevolencia, y asimismo la mujer al marido. 4 La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: é igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os defraudéis el uno al otro, á no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en la oración: y volved á juntaros en uno, porque no os tiente Satanás á causa de vuestra incontinencia. 6 Mas esto digo por permisión, no por mandamiento. 7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios, uno á la verdad así, y otro así. 8 Digo pues á los solteros y á las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo. 9 Y si no tienen don de continencia, cásense, que mejor es casarse que quemarse. 10 Mas á los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se aparte del marido, 11 Y si se apartare, que se quede sin casar, ó reconcíliese con su marido, y que el marido no despida á su mujer. 12 Y á los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, no la despida. 13 Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, no lo deje. 14 Porque el marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, empero ahora son santos. 15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso, antes á paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salva á tu marido? ¿ó de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salvo á tu mujer? 17 Empero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó á cada uno, así ande: y así enseño en todas las iglesias. 18 ¿Es llamado alguno circuncidado? quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircuncidado? que no se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de las mandamientos de Dios. 20 Cada uno en la vocación en que fué llamado, en ella se quede. 21 ¿Eres llamado siendo siervo? no se te dé cuidado, mas también si puedes hacerte libre, procúralo más. 22 Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor: asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo. 23 Por precio sois comprados, no os hagáis siervos de los hombres. 24 Cada uno, hermanos, en lo que es llamado, en esto se quede para con Dios. 25 Empero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor, mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por bueno á causa de la necesidad que apremia, que bueno es al hombre estarse así. 27 ¿Estás ligado á mujer? no procures soltarte. ¿Estáis suelto de mujer? no procures mujer. 28 Mas también si tomares mujer, no pecaste, y si la doncella se casare, no pecó: pero aflicción de carne tendrán los tales, mas yo os dejo. 29 Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen mujeres sean como los que no las tienen, 30 Y los que lloran, como los que no lloran, y los que se huelgan, como los que no se huelgan, y los que compran, como los que no poseen, 31 Y los que usan de este mundo, como los que no usan: porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor: 33 Empero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar á su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella: la doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu: mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, cómo ha de agradar á su marido. 35 Esto empero digo para vuestro provecho, no para echaros lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os lleguéis al Señor. 36 Mas, si á alguno parece cosa fea en su hija virgen, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca, cásese. 37 Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene libertad de su voluntad, y determinó en su corazón esto, el guardar su hija virgen, bien hace. 38 Así que, el que la da en casamiento, bien hace, y el que no la da en casamiento, hace mejor. 39 La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido, mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor. 40 Empero más venturosa será si se quedare así, según mi consejo, y pienso que también yo tengo Espíritu de Dios.

Juan 2:1-25: 2 Y AL tercer día hiciéronse unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. 2 Y fué también llamado Jesús y sus discípulos á las bodas. 3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: Vino no tienen. 4 Y dícele Jesús: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? aun no ha venido mi hora. 5 Su madre dice á los que servían: Haced todo lo que os dijere. 6 Y estaban allí seis tinajuelas de piedra para agua, conforme á la purificación de los Judíos, que cabían en cada una dos ó tres cántaros. 7 Díceles Jesús: Henchid estas tinajuelas de agua. E hinchiéronlas hasta arriba. 8 Y díceles: Sacad ahora, y presentad al maestresala. Y presentáron le. 9 Y como el maestresala gustó el agua hecha vino, que no sabía de dónde era (mas lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua), el maestresala llama al esposo, 10 Y dícele: Todo hombre pone primero el buen vino, y cuando están satisfechos, entonces lo que es peor, mas tú has guardado el buen vino hasta ahora. 11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. 12 Después de esto descendió á Capernaun, él, y su madre, y hermanos, y discípulos, y estuvieron allí no muchos días. 13 Y estaba cerca la Pascua de los Judíos, y subió Jesús á Jerusalem. 14 Y halló en el templo á los que vendían bueyes, y ovejas, y palomas, y á los cambiadores sentados. 15 Y hecho un azote de cuerdas, echólos á todos del templo, y las ovejas, y los bueyes, y derramó los dineros de los cambiadores, y trastornó las mesas, 16 Y á los que vendían las palomas, dijo: Quitad de aquí esto, y no hagáis la casa de mi Padre casa de mercado. 17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me comió. 18 Y los Judíos respondieron, y dijéronle: ¿Qué señal nos muestras de que haces esto? 19 Respondió Jesús, y díjoles: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. 20 Dijeron luego los Judíos: En cuarenta y seis años fue este templo edificado, ¿y tú en tres días lo levantarás? 21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por tanto, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto, y creyeron á la Escritura, y á la palabra que Jesús había dicho. 23 Y estando en Jerusalem en la Pascua, en el día de la fiesta, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. 24 Mas el mismo Jesús no se confiaba á sí mismo de ellos, porque él conocía á todos, 25 Y no tenía necesidad que alguien le diese testimonio del hombre, porque él sabía lo que había en el hombre.

Mateo 5:23: 23 Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti

Proverbios 15:1-33: 15 LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor. 2 La lengua de los sabios adornará la sabiduría: Mas la boca de los necios hablará sandeces. 3 Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando á los malos y á los buenos. 4 La sana lengua es árbol de vida: Mas la perversidad en ella es quebrantamiento de espíritu. 5 El necio menosprecia el consejo de su padre: Mas el que guarda la corrección, vendrá á ser cuerdo. 6 En la casa del justo hay gran provisión, Empero turbación en las ganancias del impío. 7 Los labios de los sabios esparcen sabiduría: Mas no así el corazón de los necios. 8 El sacrificio de los impíos es abominación á Jehová: Mas la oración de los rectos es su gozo. 9 Abominación es á Jehová el camino del impío: Mas él ama al que sigue justicia. 10 La reconvención es molesta al que deja el camino: Y el que aborreciere la corrección, morirá. 11 El infierno y la perdición están delante de Jehová: ­Cuánto más los corazones de los hombres! 12 El escarnecedor no ama al que le reprende, Ni se allega á los sabios. 13 El corazón alegre hermosea el rostro: Mas por el dolor de corazón el espíritu se abate. 14 El corazón entendido busca la sabiduría: Mas la boca de los necios pace necedad. 15 Todos los días del afligido son trabajosos: Mas el de corazón contento tiene un convite continuo. 16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación. 17 Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio. 18 El hombre iracundo mueve contiendas: Mas el que tarde se enoja, apaciguará la rencilla. 19 El camino del perezoso es como seto de espinos: Mas la vereda de los rectos como una calzada. 20 El hijo sabio alegra al padre: Mas el hombre necio menosprecia á su madre. 21 La necedad es alegría al falto de entendimiento: Mas el hombre entendido enderezará su proceder. 22 Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo, Mas en la multitud de consejeros se afirman. 23 Alégrase el hombre con la respuesta de su boca: Y la palabra á su tiempo, ­cuán buena es! 24 El camino de la vida es hacia arriba al entendido, Para apartarse del infierno abajo. 25 Jehová asolará la casa de los soberbios: Mas él afirmará el término de la viuda. 26 Abominación son á Jehová los pensamientos del malo: Mas las expresiones de los limpios son limpias. 27 Alborota su casa el codicioso: Mas el que aborrece las dádivas vivirá. 28 El corazón del justo piensa para responder: Mas la boca de los impíos derrama malas cosas. 29 Lejos está Jehová de los impíos: Mas él oye la oración de los justos. 30 La luz de los ojos alegra el corazón, Y la buena fama engorda los huesos. 31 La oreja que escucha la corrección de vida, Entre los sabios morará. 32 El que tiene en poco la disciplina, menosprecia su alma: Mas el que escucha la corrección, tiene entendimiento. 33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría: Y delante de la honra está la humildad.

1 Pedro 1:1-25: 1 PEDRO, apóstol de Jesucristo, á los extranjeros esparcidos en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bithinia, 2 Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada. 3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos 5 Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo. 6 En lo cual vosotros os alegráis, estando al presente un poco de tiempo afligidos en diversas tentaciones, si es necesario, 7 Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado: 8 Al cual, no habiendo visto, le amáis, en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorificado, 9 Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas. 10 De la cual salud los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir á vosotros, han inquirido y diligentemente buscado, 11 Escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual prenunciaba las aflicciones que habían de venir á Cristo, y las glorias después de ellas. 12 A los cuales fué revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros administraban las cosas que ahora os son anunciadas de los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo, en las cuales desean mirar los ángeles. 13 Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos, con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesucristo os es manifestado: 14 Como hijos obedientes, no conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, 15 Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: 16 Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 17 Y si invocáis por Padre á aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conversad en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación: 18 Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro ó plata, 19 Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación: 20 Ya ordenado de antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros, 21 Que por él creéis á Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios. 22 Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro: 23 Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre. 24 Porque Toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó, 25 Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Santiago 1:16-17: 16 Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Filipenses 4:13: 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Efesios 4:29: 29 Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.

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