Versículos de la Biblia sobre la buena higiene personal

Gálatas 5:21: 21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Lucas 18:14: 14 Os digo que éste descendió á su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se ensalza, será humillado, y el que se humilla, será ensalzado.

Lucas 18:8: 8 Os digo que los defenderá presto. Empero cuando el Hijo del hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra?

1 Corintios 4-7:40: 4 TÉNGANNOS los hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios. 2 Mas ahora se requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel. 3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, ó de juicio humano, y ni aun yo me juzgo. 4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado, mas el que me juzga, el Señor es. 5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza. 6 Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis á no saber más de lo que está escrito, hinchándoos por causa de otro el uno contra el otro. 7 Porque ¿quién te distingue? ¿ó qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no hubieras recibido? 8 Ya estáis hartos, ya estáis ricos, sin nosotros reináis, y ojalá reinéis, para que nosotros reinemos también juntamente con vosotros. 9 Porque á lo que pienso, Dios nos ha mostrado á nosotros los apóstoles por los postreros, como á sentenciados á muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y á los ángeles, y á los hombres. 10 Nosotros necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo, nosotros flacos, y vosotros fuertes, vosotros nobles, y nosotros viles. 11 Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos, 12 Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución, y sufrimos: 13 Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora. 14 No escribo esto para avergonzaros: mas amonéstoos como á mis hijos amados. 15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres, que en Cristo Jesús yo os engendré por el evangelio. 16 Por tanto, os ruego que me imitéis. 17 Por lo cual os he enviado á Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os amonestará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las iglesias. 18 Mas algunos están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir á vosotros. 19 Empero iré presto á vosotros, si el Señor quisiere, y entenderé, no las palabras de los que andan hinchados, sino la virtud. 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud. 21 ¿Qué queréis? ¿iré á vosotros con vara, ó con caridad y espíritu de mansedumbre? 5 DE cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los Gentiles, tanto que alguno tenga la mujer de su padre. 2 Y vosotros estáis hinchados, y no más bien tuvisteis duelo, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que hizo tal obra. 3 Y ciertamente, como ausente con el cuerpo, mas presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que esto así ha cometido: 4 En el nombre del Señor nuestro Jesucristo, juntados vosotros y mi espíritu, con la facultad de nuestro Señor Jesucristo, 5 El tal sea entregado á Satanás para muerte de la carne, porque el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. 6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura: porque nuestra pascua, que es Cristo, fué sacrificada por nosotros. 8 Así que hagamos fiesta, no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de maldad, sino en ázimos de sinceridad y de verdad. 9 Os he escrito por carta, que no os envolváis con los fornicarios: 10 No absolutamente con los fornicarios de este mundo, ó con los avaros, ó con los ladrones, ó con los idólatras, pues en tal caso os sería menester salir del mundo. 11 Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es á saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, ó avaro, ó idólatra, ó maldiciente, ó borracho, ó ladrón, con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué me va á mí en juzgar á los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros á los que están dentro? 13 Porque á los que están fuera, Dios juzgará: quitad pues á ese malo de entre vosotros. 6 ¿OSA alguno de vosotros, teniendo algo con otro, ir á juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar á los angeles? ¿cuánto más las cosas de este siglo? 4 Por tanto, si hubiereis de tener juicios de cosas de este siglo, poned para juzgar á los que son de menor estima en la iglesia. 5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno que pueda juzgar entre sus hermanos, 6 Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los infieles? 7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís antes la injuria? ¿por qué no sufrís antes ser defraudados? 8 Empero vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto á los hermanos. 9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen: todas las cosas me son lícitas, mas yo no me meteré debajo de potestad de nada. 13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas, empero y á él y á ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo: 14 Y Dios que levantó al Señor, también á nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré pues los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? Lejos sea. 16 ¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? porque serán, dice, los dos en una carne. 17 Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es. 18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 7 CUANTO á las cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer. 2 Mas á causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido. 3 El marido pague á la mujer la debida benevolencia, y asimismo la mujer al marido. 4 La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: é igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os defraudéis el uno al otro, á no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en la oración: y volved á juntaros en uno, porque no os tiente Satanás á causa de vuestra incontinencia. 6 Mas esto digo por permisión, no por mandamiento. 7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios, uno á la verdad así, y otro así. 8 Digo pues á los solteros y á las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo. 9 Y si no tienen don de continencia, cásense, que mejor es casarse que quemarse. 10 Mas á los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se aparte del marido, 11 Y si se apartare, que se quede sin casar, ó reconcíliese con su marido, y que el marido no despida á su mujer. 12 Y á los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, no la despida. 13 Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, no lo deje. 14 Porque el marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, empero ahora son santos. 15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso, antes á paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salva á tu marido? ¿ó de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salvo á tu mujer? 17 Empero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó á cada uno, así ande: y así enseño en todas las iglesias. 18 ¿Es llamado alguno circuncidado? quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircuncidado? que no se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de las mandamientos de Dios. 20 Cada uno en la vocación en que fué llamado, en ella se quede. 21 ¿Eres llamado siendo siervo? no se te dé cuidado, mas también si puedes hacerte libre, procúralo más. 22 Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor: asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo. 23 Por precio sois comprados, no os hagáis siervos de los hombres. 24 Cada uno, hermanos, en lo que es llamado, en esto se quede para con Dios. 25 Empero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor, mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por bueno á causa de la necesidad que apremia, que bueno es al hombre estarse así. 27 ¿Estás ligado á mujer? no procures soltarte. ¿Estáis suelto de mujer? no procures mujer. 28 Mas también si tomares mujer, no pecaste, y si la doncella se casare, no pecó: pero aflicción de carne tendrán los tales, mas yo os dejo. 29 Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen mujeres sean como los que no las tienen, 30 Y los que lloran, como los que no lloran, y los que se huelgan, como los que no se huelgan, y los que compran, como los que no poseen, 31 Y los que usan de este mundo, como los que no usan: porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor: 33 Empero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar á su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella: la doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu: mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, cómo ha de agradar á su marido. 35 Esto empero digo para vuestro provecho, no para echaros lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os lleguéis al Señor. 36 Mas, si á alguno parece cosa fea en su hija virgen, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca, cásese. 37 Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene libertad de su voluntad, y determinó en su corazón esto, el guardar su hija virgen, bien hace. 38 Así que, el que la da en casamiento, bien hace, y el que no la da en casamiento, hace mejor. 39 La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido, mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor. 40 Empero más venturosa será si se quedare así, según mi consejo, y pienso que también yo tengo Espíritu de Dios.

Romanos 13:1-14: 13 TODA alma se someta á las potestades superiores, porque no hay potestad sino de Dios, y las que son, de Dios son ordenadas. 2 Asi que, el que se opone á la potestad, á la ordenación de Dios resiste: y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí. 3 Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quieres pues no temer la potestad? haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella, 4 Porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme: porque no en vano lleva el cuchillo, porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo. 5 Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por la ira, mas aun por la conciencia. 6 Porque por esto pagáis también los tributos, porque son ministros de Dios que sirven á esto mismo. 7 Pagad á todos lo que debéis: al que tributo, tributo, al que pecho, pecho, al que temor, temor, al que honra, honra. 8 No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros, porque el que ama al prójimo, cumplió la ley. 9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. 10 La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimento de la ley es la caridad. 11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño, porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos. 12 La noche ha pasado, y ha llegado el día: echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz, 13 Andemos como de día, honestamente: no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pedencias y envidia: 14 Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne en sus deseos.

Romanos 12:19: 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, antes dad lugar á la ira, porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor.

Números 2:1-34: 2 Y HABLO Jehová á Moisés y á Aarón, diciendo: 2 Los hijos de Israel acamparán cada uno junto á su bandera, según las enseñas de las casas de sus padres, alrededor del tabernáculo del testimonio acamparán. 3 Estos acamparán al levante, al oriente: la bandera del ejército de Judá, por sus escuadrones, y el jefe de los hijos de Judá, Naasón hijo de Aminadab: 4 Su hueste, con los contados de ellos, setenta y cuatro mil y seiscientos. 5 Junto á él acamparán los de la tribu de Issachâr: y el jefe de los hijos de Issachâr, Nathanael hijo de Suar, 6 Y su hueste, con sus contados, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos: 7 Y la tribu de Zabulón: y el jefe de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón, 8 Y su hueste, con sus contados, cincuenta y siete mil y cuatrocientos. 9 Todos los contados en el ejército de Judá, ciento ochenta y seis mil y cuatrocientos, por sus escuadrones, irán delante. 10 La bandera del ejército de Rubén al mediodía, por sus escuadrones: y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur, 11 Y su hueste, sus contados, cuarenta y seis mil y quinientos. 12 Y acamparán junto á él los de la tribu de Simeón: y el jefe de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisaddai, 13 Y su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y nueve mil y trescientos: 14 Y la tribu de Gad: y el jefe de los hijos de Gad, Eliasaph hijo de Rehuel, 15 Y su hueste, con los contados de ellos, cuarenta y cinco mil seiscientos y cincuenta. 16 Todos los contados en el ejército de Rubén, ciento cincuenta y un mil cuatrocientos y cincuenta, por sus escuadrones, irán los segundos. 17 Luego irá el tabernáculo del testimonio, el campo de los Levitas en medio de los ejércitos: de la manera que asientan el campo, así caminarán, cada uno en su lugar, junto á sus banderas. 18 La bandera del ejército de Ephraim por sus escuadrones, al occidente: y el jefe de los hijos de Ephraim, Elisama hijo de Ammiud, 19 Y su hueste, con los contados de ellos, cuarenta mil y quinientos. 20 Junto á él estará la tribu de Manasés, y el jefe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur, 21 Y su hueste, con los contados de ellos, treinta y dos mil y doscientos: 22 Y la tribu de Benjamín: y el jefe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeón, 23 Y su hueste, con los contados de ellos, treinta y cinco mil y cuatrocientos
24 Todos los contados en el ejército de Ephraim, ciento ocho mil y ciento, por sus escuadrones, irán los terceros. 25 La bandera del ejército de Dan estará al aquilón, por sus escuadrones: y el jefe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisaddai, 26 Y su hueste, con los contados de ellos, sesenta y dos mil y setecientos. 27 Junto á él acamparán los de la tribu de Aser: y el jefe de los hijos de Aser, Phegiel hijo de Ocrán, 28 Y su hueste, con los contados de ellos, cuarenta y un mil y quinientos: 29 Y la tribu de Nephtalí: y el jefe de los hijos de Nephtalí, Ahira hijo de Enán, 30 Y su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y tres mil y cuatrocientos. 31 Todos los contados en el ejército de Dan, ciento cincuenta y siete mil y seiscientos: irán los postreros tras sus banderas. 32 Estos son los contados de los hijos de Israel, por las casas de sus padres: todos los contados por ejércitos, por sus escuadrones, seiscientos tres mil quinientos y cincuenta. 33 Mas los Levitas no fueron contados entre los hijos de Israel, como Jehová lo mandó á Moisés. 34 E hicieron los hijos de Israel conforme á todas las cosas que Jehová mandó á Moisés, así asentaron el campo por sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres.

Éxodo 21:1-36: 21 Y ESTOS son los derechos que les propondrás. 2 Si comprares siervo hebreo, seis años servirá, mas al séptimo saldrá horro de balde. 3 Si entró solo, solo saldrá: si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él. 4 Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le hubiere parido hijos ó hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 5 Y si el siervo dijere: Yo amo á mi señor, á mi mujer y á mis hijos, no saldré libre: 6 Entonces su amo lo hará llegar á los jueces, y harále llegar á la puerta ó al poste, y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre. 7 Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como suelen salir los siervos. 8 Si no agradare á su señor, por lo cual no la tomó por esposa, permitirle ha que se rescate, y no la podrá vender á pueblo extraño cuando la desechare. 9 Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 10 Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el débito conyugal. 11 Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia sin dinero. 12 El que hiriere á alguno, haciéndole así morir, él morirá. 13 Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir. 14 Además, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera. 15 Y el que hiriere á su padre ó á su madre, morirá. 16 Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, ó se hallare en sus manos, morirá. 17 Igualmente el que maldijere á su padre ó á su madre, morirá. 18 Además, si algunos riñeren, y alguno hiriere á su prójimo con piedra ó con el puño, y no muriere, pero cayere en cama, 19 Si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será el que le hirió absuelto: solamente le satisfará lo que estuvo parado, y hará que le curen. 20 Y si alguno hiriere á su siervo ó á su sierva con palo, y muriere bajo de su mano, será castigado: 21 Mas si durare por un día ó dos, no será castigado, porque su dinero es. 22 Si algunos riñeren, é hiriesen á mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme á lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros. 23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24 Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. 26 Y cuando alguno hiriere el ojo de su siervo, ó el ojo de su sierva, y lo entortare, darále libertad por razón de su ojo. 27 Y si sacare el diente de su siervo, ó el diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre. 28 Si un buey acorneare hombre ó mujer, y de resultas muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne, mas el dueño del buey será absuelto. 29 Pero si el buey era acorneador desde ayer y antes de ayer, y á su dueño le fué hecho requerimiento, y no lo hubiere guardado, y matare hombre ó mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño. 30 Si le fuere impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto. 31 Haya acorneado hijo, ó haya acorneado hija, conforme á este juicio se hará con él. 32 Si el buey acorneare siervo ó sierva, pagará treinta siclos de plata su señor, y el buey será apedreado. 33 Y si alguno abriere hoyo, ó cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey ó asno, 34 El dueño de la cisterna pagará el dinero, resarciendo á su dueño, y lo que fue muerto será suyo. 35 Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto. 36 Mas si era notorio que el buey era acorneador de ayer y antes de ayer, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo.

Lucas 18:1: 18 Y PROPUSOLES también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar

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