Versículos de la Biblia sobre la búsqueda de empleo

Mateo 7:7: 7 Pedid, y se os dará, buscad, y hallaréis, llamad, y se os abrirá.

Isaías 60:1-22: 60 LEVANTATE, resplandece, que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. 3 Y andarán las gentes á tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. 4 Alza tus ojos en derredor, y mira: todos estos se han juntado, vinieron á ti: tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas sobre el lado serán criadas. 5 Entonces verás y resplandecerás, y se maravillará y ensanchará tu corazón, que se haya vuelto á ti la multitud de la mar, y la fortaleza de las gentes haya venido á ti. 6 Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Epha, vendrán todos los de Seba, traerán oro é incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. 7 Todo el ganado de Cedar será juntado para ti: carneros de Nebayoth te serán servidos: serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. 8 ¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas á sus ventanas? 9 Ciertamente á mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. 10 Y los hijos de los extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán, porque en mi ira te herí, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. 11 Tus puertas estarán de continuo abiertas, no se cerrarán de día ni de noche, para que sea traída á ti fortaleza de gentes, y sus reyes conducidos. 12 Porque la gente ó el reino que no te sirviere, perecerá, y del todo serán asoladas. 13 La gloria del Líbano vendrá á ti, hayas, pinos, y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario, y yo honraré el lugar de mis pies. 14 Y vendrán á ti humillados los hijos de los que te afligieron, y á las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y llamarte han Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel. 15 En lugar de que has sido desechada y aborrecida, y que no había quien por ti pasase, ponerte he en gloria perpetua, gozo de generación y generación. 16 Y mamarás la leche de las gentes, el pecho de los reyes mamarás, y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. 17 En vez de cobre traeré oro, y por hierro plata, y por madera metal, y en lugar de piedras hierro, y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus exactores. 18 Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tus términos, mas á tus muros llamarás Salud, y á tus puertas Alabanza. 19 El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. 20 No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna: porque te será Jehová por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. 21 Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra, renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. 22 El pequeño será por mil, el menor, por gente fuerte. Yo Jehová á su tiempo haré que esto sea presto.

Isaías 43:18-19: 18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis á memoria las cosas antiguas. 19 He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

Jeremías 29:7: 7 Y procurad la paz de la ciudad á la cual os hice traspasar, y rogad por ella á Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz.

Jeremías 29:1-32: 29 Y ESTAS son las palabras de la carta que Jeremías profeta envió de Jerusalem á los ancianos que habían quedado de los trasportados, y á los sacerdotes y profetas, y á todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalem á Babilonia: 2 (Después que salió el rey Jechônías y la reina, y los de palacio, y los príncipes de Judá y de Jerusalem, y los artífices, y los ingenieros de Jerusalem,) 3 Por mano de Elasa hijo de Saphán, y de Jemarías hijo de Hilcías, (los cuales envió Sedechîas rey de Judá á Babilonia, á Nabucodonosor rey de Babilonia,) diciendo: 4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, á todos los de la cautividad que hice trasportar de Jerusalem á Babilonia: 5 Edificad casas, y morad, y plantad huertos, y comed del fruto de ellos, 6 Casaos, y engendrad hijos é hijas, dad mujeres á vuestros hijos, y dad maridos á vuestras hijas, para que paran hijos é hijas, y multiplicaos ahí, y no os hagáis pocos. 7 Y procurad la paz de la ciudad á la cual os hice traspasar, y rogad por ella á Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz. 8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos, ni miréis á vuestros sueños que soñáis. 9 Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre: no los envié, ha dicho Jehová. 10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplieren los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para tornaros á este lugar. 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12 Entonces me invocaréis, é iréis y oraréis á mí, y yo os oiré: 13 Y me buscaréis y hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. 14 Y seré hallado de vosotros, dice Jehová, y tornaré vuestra cautividad, y os juntaré de todas las gentes, y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová, y os haré volver al lugar de donde os hice ser llevados. 15 Mas habéis dicho: Jehová nos ha suscitado profetas en Babilonia. 16 Así empero ha dicho Jehová, del rey que está sentado sobre el trono de David, y de todo el pueblo que mora en esta ciudad, de vuestros hermanos que no salieron con vosotros en cautiverio, 17 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí envío yo contra ellos cuchillo, hambre, y pestilencia, y pondrélos como los malos higos, que de malos no se pueden comer. 18 Y perseguirélos con espada, con hambre y con pestilencia, y darélos por escarnio á todos los reinos de la tierra, por maldición y por espanto, y por silbo y por afrenta á todas la gentes á las cuales los habré arrojado, 19 Porque no oyeron mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, madrugando en enviarlos, y no habéis escuchado, dice Jehová. 20 Oid pues palabra de Jehová, vosotros todos los trasportados que eché de Jerusalem á Babilonia. 21 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de Achâb hijo de Colías, y acerca de Sedechîas hijo de Maasías, quienes os profetizan en mi nombre falsamente: He aquí los entrego yo en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y él los herirá delante de vuestro ojos, 22 Y todos los trasportados de Judá que están en Babilonia, tomarán de ellos maldición, diciendo: Póngate Jehová como á Sedechîas y como á Achâb, los cuales asó al fuego el rey de Babilonia. 23 Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y falsamente hablaron en mi nombre palabra que no les mandé, lo cual yo sé, y soy testigo, dice Jehová. 24 Y á Semaías de Nehelam hablarás, diciendo: 25 Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Por cuanto enviaste letras en tu nombre á todo el pueblo que está en Jerusalem, y á Sophonías sacerdote hijo de Maasías, y á todos los sacerdotes, diciendo: 26 Jehová te ha puesto por sacerdote en lugar de Joiada sacerdote, para que presidáis en la casa de Jehová sobre todo hombre furioso y profetizante, poniéndolo en el calabozo y en el cepo. 27 ¿Por qué pues no has ahora reprendido á Jeremías de Anathoth, que os profetiza falsamente? 28 Porque por eso nos envió á decir en Babilonia: Largo va el cautiverio: edificad casas, y morad, plantad huertos, y comed el fruto de ellos. 29 Y Sophonías sacerdote había leído esta carta á oídos de Jeremías profeta. 30 Y fué palabra de Jehová á Jeremías, diciendo: 31 Envía á decir á toda la transmigración: Así ha dicho Jehová de Semaías de Nehelam: Porque os profetizó Semaías, y yo no lo envié, y os hizo confiar en mentira: 32 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo visito sobre Semaías de Nehelam, y sobre su generación: no tendrá varón que more entre este pueblo, ni verá aquel bien que haré yo á mi pueblo, dice Jehová: porque contra Jehová ha hablado rebelión.

Mateo 6:28-34: 28 Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen, no trabajan ni hilan, 29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe? 31 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? 32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os congojéis por el día de mañana, que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.

Jeremías 11:1-23: 11 PALABRA que fué de Jehová, á Jeremías, diciendo: 2 Oid las palabras de este pacto, y hablad á todo varón de Judá, y á todo morador de Jerusalem. 3 Y les dirás tú: Así dijo Jehová Dios de Israel: Maldito el varón que no obedeciere las palabras de este pacto, 4 El cual mandé á vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Oid mi voz, y ejecutad aquéllas, conforme á todo lo que os mando, y me seréis por pueblo, y yo seré á vosotros por Dios, 5 Para que confirme el juramento que hice á vuestros padres, que les daría la tierra que corre leche y miel, como este día. Y respondí, y dije: Amén, oh Jehová. 6 Y Jehová me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, diciendo: Oid las palabras de este pacto, y ponedlas por obra. 7 Porque con eficacia protesté a vuestros padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, madrugando y protestando, diciendo: Oid mi voz. 8 Mas no oyeron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su corazón malvado: por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron. 9 Y díjome Jehová: Conjuración se ha hallado en los varones de Judá, y en los moradores de Jerusalem. 10 Hanse vuelto á las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, antes se fueron tras dioses ajenos para servirles, la casa de Israel y la casa de Judá invalidaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres. 11 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir, y clamarán á mi, y no los oiré. 12 E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalem, y clamarán á los dioses á quienes queman ellos inciensos, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal. 13 Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá, y según el número de tus calles, oh Jerusalem, pusisteis los altares de ignominia, altares para ofrecer sahumerios á Baal. 14 Tú pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, porque yo no oiré el día que en su aflicción á mí clamaren. 15 ¿Qué tiene mi amado en mi casa, habiendo hecho abominaciones muchas? Y las carnes santas pasarán de sobre tí, porque en tu maldad te gloriaste. 16 Oliva verde, hermosa en fruto y en parecer, llamó Jehová tu nombre. A la voz de gran palabra hizo encender fuego sobre ella, y quebraron sus ramas. 17 Pues Jehová de los ejércitos, que te plantó, ha pronunciado mal contra ti, á causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá, que hicieron á sí mismos, provocándome á ira con incensar á Baal. 18 Y Jehová me lo hizo saber, y conocílo: entonces me hiciste ver sus obras. 19 Y yo como cordero inocente que llevan á degollar, pues no entendía que maquinaban contra mí designios, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, y no haya más memoria de su nombre. 20 Mas, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas justicia, que sondas los riñones y el corazón, vea yo tu venganza de ellos: porque á ti he descubierto mi causa. 21 Por tanto, así ha dicho Jehová de los varones de Anathoth, que buscan tu alma, diciendo: No profetices en nombre de Jehová, y no morirás á nuestras manos: 22 Así pues ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los visito, los mancebos morirán á cuchillo, sus hijos y sus hijas morirán de hambre, 23 Y no quedará resto de ellos: porque yo traeré mal sobre los varones de Anathoth, año de su visitación.

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