Versículos de la Biblia sobre la Crisis

Filipenses 4:19: 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

2 Corintios 12:9: 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo.

Hechos 2:38: 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Gálatas 1:4: 4 El cual se dió á sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme á la voluntad de Dios y Padre nuestro

Romanos 8:1: 8 AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu.

Hechos 1:7-8: 7 Y les dijo: No toca á vosotros saber los tiempos ó las sazones que el Padre puso en su sola potestad, 8 Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Mateo 24:44: 44 Por tanto, también vosotros estad apercibidos, porque el Hijo del hombre ha de venir á la hora que no pensáis.

Mateo 24:13: 13 Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.

Mateo 24:6: 6 Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca, mas aún no es el fin.

Mateo 9:1-38: 9 ENTONCES entrando en el barco, pasó á la otra parte, y vino á su ciudad. 2 Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama: y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo, tus pecados te son perdonados. 3 Y he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema. 4 Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, ó decir: Levántate, y anda? 6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete á tu casa. 7 Entonces él se levantó y se fué á su casa. 8 Y las gentes, viéndolo, se maravillaron, y glorificaron á Dios, que había dado tal potestad á los hombres. 9 Y pasando Jesús de allí, vió á un hombre que estaba sentado al banco de los públicos tributos, el cual se llamaba Mateo, y dícele: Sígueme. Y se levantó, y le siguió. 10 Y aconteció que estando él sentado á la mesa en casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente á la mesa con Jesús y sus discípulos. 11 Y viendo esto los Fariseos, dijeron á sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12 Y oyéndolo Jesús, le dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13 Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento. 14 Entonces los discípulos de Juan vienen á él, diciendo: ¿Por qué nosotros y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? 15 Y Jesús les dijo: ¿Pueden los que son de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? mas vendrán días cuando el esposo será quitado de ellos, y entonces ayunarán. 16 Y nadie echa remiendo de paño recio en vestido viejo, porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. 17 Ni echan vino nuevo en cueros viejos: de otra manera los cueros se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros, mas echan el vino nuevo en cueros nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente. 18 Hablando él estas cosas á ellos, he aquí vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. 19 Y se levantó Jesús, y le siguió, y sus discípulos. 20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido: 21 Porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré salva. 22 Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora. 23 Y llegado Jesús á casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la gente que hacía bullicio, 24 Díceles: Apartaos, que la muchacha no es muerta, mas duerme. Y se burlaban de él. 25 Y como la gente fué echada fuera, entró, y tomóla de la mano, y se levantó la muchacha. 26 Y salió esta fama por toda aquella tierra. 27 Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David. 28 Y llegado á la casa, vinieron á él los ciegos, y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor. 29 Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme á vuestra fe os sea hecho. 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. 31 Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra. 32 Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado. 33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló, y las gentes se maravillaron, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel. 34 Mas los Fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios. 35 Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo. 36 Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas, porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dice á sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros á su mies.

1 Samuel 31:1: 31 LOS Filisteos pues pelearon con Israel, y los de Israel huyeron delante de los Filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa.

Jueces 16:25-30: 25 Y aconteció que, yéndose alegrando el corazón de ellos, dijeron: Llamad á Samsón, para que divierta delante de nosotros. Y llamaron á Samsón de la cárcel, y hacía de juguete delante de ellos, y pusiéronlo entre las columnas. 26 Y Samsón dijo al mozo que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme tentar las columnas sobre que se sustenta la casa, para que me apoye sobre ellas. 27 Y la casa estaba llena de hombres y mujeres: y todos los príncipes de los Filisteos estaban allí, y en el alto piso había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Samsón. 28 Entonces clamó Samsón á Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y esfuérzame, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los Filisteos, por mis dos ojos. 29 Asió luego Samsón las dos columnas del medio sobre las cuales se sustentaba la casa, y estribó en ellas, la una con la mano derecha, y la otra con la izquierda, 30 Y dijo Samsón: Muera yo con los Filisteos. Y estribando con esfuerzo, cayó la casa sobre los príncipes, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y fueron muchos más los que de ellos mató muriendo, que los que había muerto en su vida.

1 Juan 5:19: 19 Sabemos que somos de Dios, y todo el mundo está puesto en maldad.

2 Pedro 3:3-4: 3 Sabiendo primero esto, que en los postrimeros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4 Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

Santiago 4:1-2: 4 ¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis, matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar, combatís y gerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

Santiago 1:27: 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.

Hebreos 11:1-40: 11 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven. 2 Porque por ella alcanzaron testimonio los antiguos. 3 Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía. 4 Por la fe Abel ofreció á Dios mayor sacrificio que Caín, por la cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio á sus presentes, y difunto, aun habla por ella. 5 Por la fe Enoc fué traspuesto para no ver muerte, y no fué hallado, porque lo traspuso Dios. Y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado á Dios. 6 Empero sin fe es imposible agradar á Dios, porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 7 Por la fe Noé, habiendo recibido respuesta de cosas que aun no se veían, con temor aparejó el arca en que su casa se salvase: por la cual fe condenó al mundo, y fué hecho heredero de la justicia que es por la fe. 8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por heredad, y salió sin saber dónde iba. 9 Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa: 10 Porque esperaba ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios. 11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir simiente, y parió aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido. 12 Por lo cual también, de uno, y ése ya amortecido, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena inmunerable que está á la orilla de la mar. 13 Conforme á la fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra. 14 Porque los que esto dicen, claramente dan á entender que buscan una patria. 15 Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenían tiempo para volverse: 16 Empero deseaban la mejor, es á saber, la celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos: porque les había aparejado ciudad. 17 Por fe ofreció Abraham á Isaac cuando fué probado, y ofrecía al unigénito el que había recibido las promesas, 18 Habiéndole sido dicho: En Isaac te será llamada simiente: 19 Pensando que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar, de donde también le volvió á recibir por figura. 20 Por fe bendijo Isaac á Jacob y á Esaú respecto á cosas que habían de ser. 21 Por fe Jacob, muriéndose, bendijo á cada uno de los hijos de José, y adoró estribando sobre la punta de su bordón. 22 Por fe José, muriéndose, se acordó de la partida de los hijos de Israel, y dió mandamiento acerca de sus huesos. 23 Por fe Moisés, nacido, fué escondido de sus padres por tres meses, porque le vieron hermoso niño, y no temieron el mandamiento del rey. 24 Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, 25 Escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado. 26 Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los Egipcios, porque miraba á la remuneración. 27 Por fe dejó á Egipto, no temiendo la ira del rey, porque se sostuvo como viendo al Invisible. 28 Por fe celebró la pascua y el derramamiento de la sangre, para que el que mataba los primogénitos no los tocase. 29 Por fe pasaron el mar Bermejo como por tierra seca: lo cual probando los Egipcios, fueron sumergidos. 30 Por fe cayeron los muros de Jericó con rodearlos siete días. 31 Por fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los incrédulos, habiendo recibido á los espías con paz. 32 ¿Y qué más digo? porque el tiempo me faltará contando de Gedeón, de Barac, de Samsón, de Jephté, de David, de Samuel, y de los profetas: 33 Que por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de leones, 34 Apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de cuchillo, convalecieron de enfermedades, fueron hechos fuertes en batallas, trastornaron campos de extraños. 35 Las mujeres recibieron sus muertos por resurrección, unos fueron estirados, no aceptando el rescate, para ganar mejor resurrección, 36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y á más de esto prisiones y cárceles, 37 Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos á cuchillo, anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados, 38 De los cuales el mundo no era digno, perdidos por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 39 Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa, 40 Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen perfeccionados sin nosotros.

Tito 2:12: 12 Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente

1 Timoteo 2:1-2: 2 AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, hacimientos de gracias, por todos los hombres, 2 Por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.

1 Corintios 6:19-20: 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Hechos 17:30-31: 30 Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia á todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan: 31 Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó, dando fe á todos con haberle levantado de los muertos.

Juan 14:1-31: 14 NO se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, á preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré á mí mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis á dónde yo voy, y sabéis el camino. 5 Dícele Tomás: Señor, no sabemos á dónde vas: ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también á mi Padre conocierais: y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Dícele Felipe: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre, ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí: de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará, y mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. 15 Si me amáis, guardad mis mandamientos, 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis, porque está con vosotros, y será en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos: vendré á vosotros. 19 Aun un poquito, y el mundo no me verá más, empero vosotros me veréis, porque yo vivo, y vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me ama, y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré á él. 22 Dícele Judas, no el Iscariote: Señor, ¿qué hay porque te hayas de manifestar á nosotros, y no al mundo? 23 Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará, y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada. 24 El que no me ama,
o guarda mis palabras: y la palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió. 25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 28 Habéis oído cómo yo os he dicho: Voy, y vengo á vosotros. Si me amaseis, ciertamente os gozaríais, porque he dicho que voy al Padre: porque el Padre mayor es que yo. 29 Y ahora os lo he dicho antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis. 30 Ya no hablaré mucho con vosotros: porque viene el príncipe de este mundo, mas no tiene nada en mí. 31 Empero para que conozca el mundo que amo al Padre, y como el Padre me dió el mandamiento, así hago. Levantaos, vamos de aquí

Lucas 21:36: 36 Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.

Lucas 21:8-9: 8 El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy, y, el tiempo está cerca: por tanto, no vayáis en pos de ellos. 9 Empero cuando oyereis guerras y sediciones, no os espantéis, porque es necesario que estas cosas acontezcan primero: mas no luego será el fin.

Mateo 24:42: 42 Velad pues, porque no sabéis á qué hora ha de venir vuestro Señor.

Mateo 24:36: 36 Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.

Mateo 24:22: 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva, mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

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