Versículos de la Biblia sobre la hospitalidad

Hebreos 13:2 No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.

1 Pedro 4:9 Hospedaos los unos á los otros sin murmuraciones.

Mateo 25:34-46: 34 Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer, tuve sed, y me disteis de beber, fuí huésped, y me recogisteis, 36 Desnudo, y me cubristeis, enfermo, y me visitasteis, estuve en la cárcel, y vinisteis á mí. 37 Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis. 41 Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles: 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber, 43 Fuí huésped, y no me recogisteis, desnudo, y no me cubristeis, enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.

Levítico 19:34 Como á un natural de vosotros tendréis al extranjero que peregrinare entre vosotros, y ámalo como á ti mismo, porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto: Yo Jehová vuestro Dios.

Colosenses 3:23-24: 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres, 24 Sabiendo que del Señor recibiréis la compensación de la herencia: porque al Señor Cristo servís.

Lucas 14:12-14: 12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos, porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación. 13 Mas cuando haces banquete, llama á los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos, 14 Y serás bienaventurado, porque no te pueden retribuir, mas te será recompensado en la resurrección de los justos.

Hechos 28:2 Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad, porque, encendido un fuego, nos recibieron á todos, á causa de la lluvia que venía, y del frío.

Efesios 6:7 Sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no á los hombres

1 Timoteo 5:10 Que tenga testimonio en buenas obras, si crió hijos, si ha ejercitado la hospitalidad, si ha lavado los pies de los santos, si ha socorrido á los afligidos, si ha seguido toda buena obra.

Lucas 10:25-37: 25 Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna? 26 Y él dijo: ¿Qué está escrito de la ley? ¿cómo lees? 27 Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento, y á tu prójimo como á ti mismo. 28 Y díjole: Bien has respondido: haz esto, y vivirás. 29 Mas él, queriéndose justificar á sí mismo, dijo á Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? 30 Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalem á Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron, é hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, se pasó de un lado. 32 Y asimismo un Levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, se pasó de un lado. 33 Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fué movido á misericordia, 34 Y llegándose, vendó sus heridas, echándo les aceite y vino, y poniéndole sobre su cabalgadura, llevóle al mesón, y cuidó de él. 35 Y otro día al partir, sacó dos denarios, y diólos al huésped, y le dijo: Cuídamele, y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré. 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fué el prójimo de aquél que cayó en manos de los ladrónes? 37 Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

1 Timoteo 3:2 Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar

Marcos 9:41 Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.

Isaías 58:7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y á los pobres errantes metas en casa, que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne?

2 Reyes 4:8-17: 8 Y aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem, y había allí una mujer principal, la cual le constriñó á que comiese del pan: y cuando por allí pasaba, veníase á su casa á comer del pan. 9 Y ella dijo á su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón de Dios santo. 10 Yo te ruego que hagas una pequeña cámara de paredes, y pongamos en ella cama, y mesa, y silla, y candelero, para que cuando viniere á nosotros, se recoja en ella. 11 Y aconteció que un día vino él por allí, y recogióse en aquella cámara, y durmió en ella. 12 Entonces dijo á Giezi su criado: Llama á esta Sunamita. Y como él la llamó, pareció ella delante de él. 13 Y dijo él á Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero: ¿qué quieres que haga por ti? ¿has menester que hable por ti al rey, ó al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. 14 Y él dijo: ¿Qué pues haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí ella no tiene hijo, y su marido es viejo. 15 Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró á la puerta. 16 Y él le dijo: A este tiempo según el tiempo de la vida, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. 17 Mas la mujer concibió, y parió un hijo á aquel tiempo que Eliseo le había dicho, según el tiempo de la vida.

3 Juan 1:5-8: 5 Amado, fielmente haces todo lo que haces para con los hermanos, y con los extranjeros, 6 Los cuales han dado testimonio de tu amor en presencia de la iglesia: á los cuales si ayudares como conviene según Dios, harás bien. 7 Porque ellos partieron por amor de su nombre, no tomando nada de los Gentiles. 8 Nosotros, pues, debemos recibir á los tales, para que seamos cooperadores á la verdad.

Génesis 19:1-38: 1 LLEGARON, pues, los dos ángeles á Sodoma á la caída de la tarde: y Lot estaba sentado á la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, levantóse á recibirlos, é inclinóse hacia el suelo, 2 Y dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la plaza nos quedaremos esta noche. 3 Mas él porfió con ellos mucho, y se vinieron con él, y entraron en su casa, é hízoles banquete, y coció panes sin levadura y comieron. 4 Y antes que se acostasen, cercaron la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo, 5 Y llamaron á Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron á ti esta noche? sácanoslos, para que los conozcamos. 6 Entonces Lot salió á ellos á la puerta, y cerró las puertas tras sí, 7 Y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. 8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón, os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente á estos varones no hagáis nada, pues que vinieron á la sombra de mi tejado. 9 Y ellos respondieron: Quita allá: y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que á ellos. Y hacían gran violencia al varón, á Lot, y se acercaron para romper las puertas. 10 Entonces los varones alargaron la mano, y metieron á Lot en casa con ellos, y cerraron las puertas. 11 Y á los hombres que estaban á la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera, mas ellos se fatigaban por hallar la puerta. 12 Y dijeron los varones á Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar: 13 Porque vamos á destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová, por tanto Jehová nos ha enviado para destruirlo. 14 Entonces salió Lot, y habló á sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar, porque Jehová va á destruir esta ciudad. Mas pareció á sus yernos como que se burlaba. 15 Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa á Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, porque no perezcas en el castigo de la ciudad. 16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer, y de las manos de sus dos hijas según la misericordia de Jehová para con él, y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad. 17 Y fué que cuando los hubo sacado fuera, dijo: Escapa por tu vida, no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura, escapa al monte, no sea que perezcas. 18 Y Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos, 19 He aquí ahora ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia que has hecho conmigo dándome la vida, mas yo no podré escapar al monte, no sea caso que me alcance el mal y muera. 20 He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña, escaparé ahora allá, (¿no es ella pequeña?) y vivirá mi alma. 21 Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. 22 Date priesa, escápate allá, porque nada podré hacer hasta que allí hayas llegado. Por esto fué llamado el nombre de la ciudad, Zoar. 23 El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó á Zoar. 24 Entonces llovió Jehová sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos, 25 Y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, á espaldas de él, y se volvió estatua de sal. 27 Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová: 28 Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró, y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29 Así fué que, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, acordóse Dios de Abraham, y envió fuera á Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba. 30 Empero Lot subió de Zoar, y asentó en el monte, y sus dos hijas con él, porque tuvo miedo de quedar en Zoar, y se alojó en una cueva él y sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo á la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre á nosotras conforme á la costumbre de toda la tierra: 32 Ven, demos á beber vino á nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre generación. 33 Y dieron á beber vino á su padre aquella noche: y entró la mayor, y durmió con su padre, mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34 El día siguiente dijo la mayor á la menor: He aquí yo dormí la noche pasada con mi padre, démosle á beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre generación. 35 Y dieron á beber vino á su padre también aquella noche: y levantóse la menor, y durmió con él, pero no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36 Y concibieron las dos hijas de Lot, de su padre. 37 Y parió la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los Moabitas hasta hoy. 38 La menor también parió un hijo, y llamó su nombre Ben-ammí, el cual es padre de los Ammonitas hasta hoy.

Levítico 19:10 Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña, para el pobre y para el extranjero los dejarás: Yo Jehová vuestro Dios.

Job 31:32 El extranjero no tenía fuera la noche, Mis puertas abría al caminante.

Lucas 10:38-42: 38 Y aconteció que yendo, entró él en una aldea: y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa. 39 Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose á los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Empero Marta se distraía en muchos servicios, y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude. 41 Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: 42 Empero una cosa es necesaria, y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.

Génesis 18:1-8: 1 Y APARECIOLE Jehová en el valle de Mamre, estando él sentado á la puerta de su tienda en el calor del día. 2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto á él: y cuando los vió, salió corriendo de la puerta de su tienda á recibirlos, é inclinóse hacia la tierra, 3 Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, ruégote que no pases de tu siervo. 4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies, y recostaos debajo de un árbol, 5 Y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, después pasaréis: porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. 6 Entonces Abraham fué de priesa á la tienda á Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. 7 Y corrió Abraham á las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y diólo al mozo, y dióse éste priesa á aderezarlo. 8 Tomó también manteca y leche, y el becerro que había aderezado, y púsolo delante de ellos, y él estaba junto á ellos debajo del árbol, y comieron.

Mateo 10:40-42: 40 El que os recibe á vosotros, á mí recibe, y el que á mí recibe, recibe al que me envió. 41 El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibirá, y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibirá. 42 Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa.

Levítico 19:33 Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis.

Mateo 25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis.

Gálatas 5:13 Porque vosotros, hermanos, á libertad habéis sido llamados, solamente que no uséis la libertad como ocasión á la carne, sino servíos por amor los unos á los otros.

Éxodo 23:9 Y no angustiarás al extranjero: pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

Lucas 19:1-10: 1 Y HABIENDO entrado Jesús, iba pasando por Jericó, 2 Y he aquí un varón llamado Zaqueo, el cual era el principal de los publicanos, y era rico, 3 Y procuraba ver á Jesús quién fuese, mas no podía á causa de la multitud, porque era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subióse á un árbol sicómoro para verle, porque había de pasar por allí. 5 Y como vino á aquel lugar Jesús, mirando, le vió, y díjole: Zaqueo, date priesa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa. 6 Entonces él descendió apriesa, y le recibió gozoso. 7 Y viendo esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado á posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy á los pobres, y si en algo he defraudado á alguno, lo vuelvo con el cuatro tanto. 9 Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación á esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del hombre vino á buscar y á salvar lo que se había perdido.

1 Reyes 17:10-24: 10 Entonces él se levantó, y se fué á Sarepta. Y como llegó á la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí cogiendo serojas, y él la llamó, y díjole: Ruégote que me traigas una poca de agua en un vaso, para que bea. 11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió á llamar, y díjole: Ruégote que me traigas también un bocado de pan en tu mano. 12 Y ella respondió: Vive Jehová Dios tuyo, que no tengo pan cocido, que solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una botija: y ahora cogía dos serojas, para entrarme y aderezarlo para mí y para mi hijo, y que lo comamos, y nos muramos. 13 Y Elías le dijo: No hayas temor, ve, haz como has dicho: empero hazme á mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela, y después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La tinaja de la harina no escaseará, ni se disminuirá la botija del aceite, hasta aquel día que Jehová dará lluvia sobre la haz de la tierra. 15 Entonces ella fué, é hizo como le dijo Elías, y comió él, y ella y su casa, muchos días. 16 Y la tinaja de la harina no escaseó, ni menguó la botija del aceite, conforme á la palabra de Jehová que había dicho por Elías. 17 Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa, y la enfermedad fué tan grave, que no quedó en él resuello. 18 Y ella dijo á Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿has venido á mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacerme morir mi hijo? 19 Y él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y llevólo á la cámara donde él estaba, y púsole sobre su cama, 20 Y clamando á Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun á la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido, matándole su hijo? 21 Y midióse sobre el niño tres veces, y clamó á Jehová, y dijo: Jehová Dios mío, ruégote que vuelva el alma de este niño á sus entrañas. 22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió á sus entrañas, y revivió. 23 Tomando luego Elías al niño, trájolo de la cámara á la casa, y diólo á su madre, y díjole Elías: Mira, tu hijo vive. 24 Entonces la mujer dijo á Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.

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