Versículos de la Biblia sobre la Nación del águila

Apocalipsis 17:2: 2 Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

Apocalipsis 11:1-19: 11 Y ME fué dada una caña semejante á una vara, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y á los que adoran en él. 2 Y echa fuera el patio que está fuera del templo, y no lo midas, porque es dado á los Gentiles, y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. 3 Y daré á mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos y sesenta días, vestidos de sacos. 4 Estas son las dos olivas, y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra. 5 Y si alguno les quisiere dañar, sale fuego de la boca de ellos, y devora á sus enemigos: y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto. 6 Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren. 7 Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará. 8 Y sus cuerpos serán echados en las plazas de la grande ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fué crucificado. 9 Y los de los linajes, y de los pueblos, y de las lenguas, y de los Gentiles verán los cuerpos de ellos por tres días y medio, y no permitirán que sus cuerpos sean puestos en sepulcros. 10 Y los moradores de la tierra se gozarán sobre ellos, y se alegrarán, y se enviarán dones los unos á los otros, porque estos dos profetas han atormentado á los que moran sobre la tierra. 11 Y después de tres días y medio el espíritu de vida enviado de Dios, entró en ellos, y se alzaron sobre sus pies, y vino gran temor sobre los que los vieron. 12 Y oyeron una grande voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron. 13 Y en aquella hora fué hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra en número de siete mil hombres: y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo. 14 El segundo ­Ay! es pasado: he aquí, el tercer ­Ay! vendrá presto. 15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido á ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás. 16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron á Dios, 17 Diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado. 18 Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos, para que sean juzgados, y para que des el galardón á tus siervos los profetas, y á los santos, y á los que temen tu nombre, á los pequeñitos y á los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra. 19 Y el templo de Dios fué abierto en el cielo, y el arca de su testamento fué vista en su templo. Y fueron hechos relámpagos y voces y truenos y terremotos y grande granizo.

Hebreos 12:22-24: 22 Mas os habéis llegado al monte de Sión, y á la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial, y á la compañía de muchos millares de ángeles, 23 Y á la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos, y á Dios el Juez de todos, y á los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 Y á Jesús el Mediador del nuevo testamento, y á la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel.

Gálatas 4:24-26: 24 Las cuales cosas son dichas por alegoría: porque estas mujeres son los dos pactos, el uno ciertamente del monte Sinaí, el cual engendró para servidumbre, que es Agar. 25 Porque Agar ó Sinaí es un monte de Arabia, el cual es conjunto á la que ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos. 26 Mas la Jerusalem de arriba libre es, la cual es la madre de todos nosotros.

Mateo 23:29-39: 29 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 Y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas. 31 Así que, testimonio dais á vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron á los profetas. 32 Vosotros también henchid la medida de vuestros padres! 33 Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno? 34 Por tanto, he aquí, yo envío á vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, á unos mataréis y crucificaréis, y á otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad: 35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Barachîas, al cual matasteis entre el templo y el altar. 36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. 37 Jerusalem, Jerusalem, que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! ­cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta. 39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Mateo 23:1-39: 23 ENTONCES habló Jesús á las gentes y á sus discípulos, 2 Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los Fariseos: 3 Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardad lo y haced lo, mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen. 4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres, mas ni aun con su dedo las quieren mover. 5 Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres, porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos, 6 Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 7 Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres Rabbí, Rabbí. 8 Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y vuestro padre no llaméis á nadie en la tierra, porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el que se ensalzare, será humillado, y el que se humillare, será ensalzado. 13 Mas ­ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, que ni vosotros entráis, ni á los que están entrando dejáis entrar. 14 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque coméis las casas de las viudas, y por pretexto hacéis larga oración: por esto llevaréis mas grave juicio. 15 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito, y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno doble más que vosotros. 16 Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Cualquiera que jurare por el templo es nada, mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es. 17 Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, ó el templo que santifica al oro? 18 Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada, mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es. 19 Necios y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, ó el altar que santifica al presente? 20 Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él, 21 Y el que jurare por el templo, jura por él, y por Aquél que habita en él, 22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquél que está sentado sobre él. 23 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro. 24 Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello! 25 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque limpiais lo que está de fuera del vaso y del plato, mas de dentro están llenos de robo y de injusticia. 26 Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio! 27 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes á sepulcros blanqueados, que de fuera, á la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad. 28 Así también vosotros de fuera, á la verdad, os mostráis justos á los hombres, mas de dentro, llenos estáis de hipocresía é iniquidad. 29 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 Y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas. 31 Así que, testimonio dais á vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron á los profetas. 32 Vosotros también henchid la medida de vuestros padres! 33 Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno? 34 Por tanto, he aquí, yo envío á vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, á unos mataréis y crucificaréis, y á otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad: 35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Barachîas, al cual matasteis entre el templo y el altar. 36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. 37 Jerusalem, Jerusalem, que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! ­cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta. 39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Habacuc 2:18: 18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?

Habacuc 2:1-20: 2 SOBRE mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué tengo de responder á mi pregunta. 2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. 3 Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá, no tardará. 4 He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él: mas el justo en su fe vivirá. 5 Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre soberbio, y no permanecerá: que ensanchó como el infierno su alma, y es como la muerte, que no se hartará: antes reunió á sí todas las gentes, y amontonó á sí todos los pueblos. 6 ¿No han de levantar todos estos sobre él parábola, y sarcasmos contra él? Y dirán: ­Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo? 7 ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás á ellos por rapiña? 8 Porque tú has despojado muchas gentes, todos los otros pueblos te despojarán, á causa de las sangres humanas, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas. 9 Ay del que codicia maligna codicia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal! 10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. 11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá. 12 Ay del que edifica la ciudad con sangres, y del que funda la villa con iniquidad! 13 ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos pues trabajarán para el fuego, y las gentes se fatigarán en vano. 14 Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar. 15 Ay del que da de beber á sus compañeros, que les acercas tu hiel y embriagas, para mirar sus desnudeces! 16 Haste llenado de deshonra más que de honra: bebe tú también, y serás descubierto, el cáliz de la mano derecha de Jehová volverá sobre ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria. 17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará, á causa de las sangres humanas, y del robo de la tierra, de las ciudades, y de todos los que en ellas moraban. 18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra? 19 Ay del que dice al palo, Despiértate, y á la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él espíritu. 20 Mas Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra.

Habacuc 1:6-10: 6 Porque he aquí, yo levanto los Caldeos, gente amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas. 7 Espantosa es y terrible: de ella misma saldrá su derecho y su grandeza. 8 Y serán sus caballos más ligeros que tigres, y más agudos que lobos de tarde, y sus jinetes se multiplicarán: vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águilas que se apresuran á la comida. 9 Toda ella vendrá á la presa: delante su sus caras viento solano, y juntará cautivos como arena. 10 Y escarnecerá de los reyes, y de los príncipes hará burla: reiráse de toda fortaleza, y amontonará polvo, y la tomará.

Habacuc 1:2: 2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás, y daré voces á ti á causa de la violencia, y no salvarás?

Habacuc 1:1-17: 1 LA carga que vió Habacuc profeta. 2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás, y daré voces á ti á causa de la violencia, y no salvarás? 3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y saco y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda? 4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero: por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio. 5 Mirad en las gentes, y ved, y maravillaos pasmosamente, porque obra será hecha en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. 6 Porque he aquí, yo levanto los Caldeos, gente amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas. 7 Espantosa es y terrible: de ella misma saldrá su derecho y su grandeza. 8 Y serán sus caballos más ligeros que tigres, y más agudos que lobos de tarde, y sus jinetes se multiplicarán: vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águilas que se apresuran á la comida. 9 Toda ella vendrá á la presa: delante su sus caras viento solano, y juntará cautivos como arena. 10 Y escarnecerá de los reyes, y de los príncipes hará burla: reiráse de toda fortaleza, y amontonará polvo, y la tomará. 11 Luego mudará espíritu, y pasará adelante, y ofenderá atribuyendo esta su potencia á su dios. 12 ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste, y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar. 13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio: ¿por qué ves los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él. 14 Y haces que sean los hombres como los peces de la mar, como reptiles que no tienen señor? 15 Sacará á todos con anzuelo, cogerálos con su red, y juntarálos en su aljerife: por lo cual se holgará y hará alegrías. 16 Por esto hará sacrificios á su red, y ofrecerá sahumerios á su aljerife: porque con ellos engordó su porción, y engrasó su comida. 17 ¿Vaciará por eso su red, ó tendrá piedad de matar gentes continuamente?

Oseas 1:10: 10 Con todo será el número de los hijos de Israel como la arena de la mar, que ni se puede medir ni contar. Y será, que donde se les ha dicho: Vosotros no sois mi pueblo, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

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