Versículos de la Biblia sobre la oración y leyendo la Biblia

Romanos 10:17: 17 Luego la fe es por el oir, y el oir por la palabra de Dios.

Juan 14:15: 15 Si me amáis, guardad mis mandamientos

Juan 14:6: 6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.

Juan 6:63: 63 El espíritu es el que da vida, la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida.

Juan 1:1: 1 EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Hebreos 4:12: 12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

1 Juan 4:2: 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios

2 Timoteo 3:16: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia

Juan 8:47: 47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

Marcos 1:27: 27 Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con potestad aun á los espíritus inmundos manda, y le obedecen?

2 Juan 1:7: 7 Porque muchos engañadores son entrados en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Este tal el engañador es, y el anticristo.

1 Juan 5:7: 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno.

1 Juan 5:1-21: 5 TODO aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él. 2 En esto conocemos que amamos á los hijos de Dios, cuando amamos á Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son penosos. 4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 6 Este es Jesucristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio: porque el Espírtiu es la verdad. 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno. 8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno. 9 Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor, porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo: el que no cree á Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene al vida: el que no tiene la Hijo de Dios, no tiene la vida. 13 Estas cosas he escrito á vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme á su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado. 16 Si alguno viere cometer á su hermano pecado no de muerte, demandará y se le dará vida, digo á los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegue. 17 Toda maldad es pecado, mas hay pecado no de muerte. 18 Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca, mas el que es engendrado de Dios, se guarda á sí mismo, y el maligno no le toca. 19 Sabemos que somos de Dios, y todo el mundo está puesto en maldad. 20 Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. 21 Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.

1 Juan 4:6: 6 Nosotros somos de Dios: el que conoce á Dios, nos oye: el que no es de Dios, no nos oye. Por esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.

1 Juan 2:22-23: 22 ¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este tal es anticristo, que niega al Padre y al Hijo. 23 Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. Cualquiera que confiese al Hijo tiene también al Padre.

Gálatas 5:9: 9 Un poco de levadura leuda toda la masa.

Romanos 6:23: 23 Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 3:23: 23 Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios

Hechos 19:15: 15 Y respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco y sé quién es Pablo: mas vosotros ¿quiénes sois?

Hechos 15:25: 25 Nos ha parecido, congregados en uno, elegir varones, y enviarlos á vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo

Hechos 8:6: 6 Y las gentes escuchaban atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.

Hechos 5:12: 12 Y por las manos de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo, y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.

Hechos 4:31: 31 Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza.

Hechos 4:27: 27 Porque verdaderamente se juntaron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los Gentiles y los pueblos de Israel

Hechos 4:24: 24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz á Dios, y dijeron: Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, la mar, y todo lo que en ellos hay

Hechos 2:46-47: 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, 47 Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos.

Hechos 2:1-4: 2 Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos, 2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados, 3 Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron á hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen.

Hechos 1:14: 14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

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