Versículos de la Biblia sobre la preservación

Isaías 40:8: 8 Sécase la hierba, cáese la flor: mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

Mateo 24:35: 35 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

Mateo 5:18: 18 Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.

Judas 1:3: 3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos.

2 Pedro 3:16: 16 Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas, entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.

2 Timoteo 3:16: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia

Mateo 4:4: 4 Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.

Deuteronomio 13:1-5: 13 CUANDO se levantare en medio de ti profeta, ó soñador de sueños, y te diere señal ó prodigio, 2 Y acaeciere la señal ó prodigio que él te dijo, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles, 3 No darás oído á las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños: porque Jehová vuestro Dios os prueba, para saber si amáis á Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. 4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis, y á él temeréis, y guardaréis sus mandamientos, y escucharéis su voz, y á él serviréis, y á él os allegaréis. 5 Y el tal profeta ó soñador de sueños, ha de ser muerto, por cuanto trató de rebelión contra Jehová vuestro Dios, que te sacó de tierra de Egipto, y te rescató de casa de siervos, y de echarte del camino por el que Jehová tu Dios te mandó que anduvieses: y así quitarás el mal de en medio de ti.

Apocalipsis 22:18-19: 18 Porque yo protesto á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.

2 Timoteo 3:2: 2 Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad

Juan 12:48: 48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.

Juan 1:1-51: 1 EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que es hecho, fué hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no la comprendieron. 6 Fué un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquel era la luz verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él, y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: 13 Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. 14 Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dió testimonio de él, y clamó diciendo: Este es del que yo decía: El que viene tras mí, es antes de mí: porque es primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. 17 Porque la ley por Moisés fué dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fué hecha. 18 A Dios nadie le vió jamás: el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le declaró. 19 Y éste es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron de Jerusalem sacerdotes y Levitas, que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? 20 Y confesó, y no negó, mas declaró: No soy yo el Cristo. 21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. 22 Dijéronle: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta á los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23 Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo Isaías profeta. 24 Y los que habían sido enviados eran de los Fariseos. 25 Y preguntáronle, y dijéronle: ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? 26 Y Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo con agua, mas en medio de vosotros ha estado á quien vosotros no conocéis. 27 Este es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí: del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato. 28 Estas cosas acontecieron en Betábara, de la otra parte del Jordán, donde Juan bautizaba. 29 El siguiente día ve Juan á Jesús que venía á él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 30 Este es del que dije: Tras mí viene un varón, el cual es antes de mí: porque era primero que yo. 31 Y yo no le conocía, más para que fuese manifestado á Israel, por eso vine yo bautizando con agua. 32 Y Juan dió testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y reposó sobre él. 33 Y yo no le conocía, mas el que me envió á bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo. 34 Y yo le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios. 35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 36 Y mirando á Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. 37 Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron á Jesús. 38 Y volviéndose Jesús, y viéndolos seguir le, díceles: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabbí (que declarado quiere decir Maestro) ¿dónde moras? 39 Díceles: Venid y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedáronse con él aquel día: porque era como la hora de las diez. 40 Era Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído de Juan, y le habían seguido. 41 Este halló primero á su hermano Simón, y díjole: Hemos hallado al Mesías (que declarado es, el Cristo). 42 Y le trajo á Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Cephas (que quiere decir, Piedra). 43 El siguiente día quiso Jesús ir á Galilea, y halla á Felipe, al cual dijo: Sígueme. 44 Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe halló á Natanael, y dícele: Hemos hallado á aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: á Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46 Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven y ve. 47 Jesús vió venir á sí á Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño. 48 Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi. 49 Respondió Natanael, y díjole: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. 50 Respondió Jesús y díjole: ¿Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees? cosas mayores que éstas verás. 51 Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre.

Lucas 24:27: 27 Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, declarábales en todas las Escrituras lo que de él decían.

Daniel 10:21: 21 Empero yo te declararé lo que está escrito en la escritura de verdad: y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estas cosas, sino Miguel vuestro príncipe.

Salmos 119:1-176: Aleph 119 BIENAVENTURADOS los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan: 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia. 8 Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente. Beth 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos. 16 Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras. Gimel 17 Haz bien á tu siervo, que viva Y guarde tu palabra. 18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. 19 Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos. 20 Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. 21 Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos. 22 Aparta de mí oprobio y menosprecio, Porque tus testimonios he guardado. 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos. 24 Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros. Daleth 25 Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra. 26 Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos. 27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas. 28 Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra. 29 Aparta de mí camino de mentira, Y hazme la gracia de tu ley. 30 Escogí el camino de la verdad, He puesto tus juicios delante de mí. 31 Allegádome he á tus testimonios, Oh Jehová, no me avergüences. 32 Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón. He 33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la observaré de todo corazón. 35 Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad. 36 Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia. 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad, Avívame en tu camino. 38 Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme. 39 Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios. 40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia. Vav 41 Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová, Tu salud, conforme á tu dicho. 42 Y daré por respuesta á mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. 43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad, Porque á tu juicio espero. 44 Y guardaré tu ley siempre, Por siglo de siglo. 45 Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos. 46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré. 47 Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado. 48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos. Zayin 49 Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley. 52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme. 53 Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley. 54 Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones. 55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley. 56 Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos. Jet 57 Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios. 60 Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos. 61 Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley. 62 A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia. 63 Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos. Teth 65 Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme á tu palabra. 66 Enséñame bondad de sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído. 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba, Mas ahora guardo tu palabra. 68 Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos. 69 Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70 Engrasóse el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he deleitado. 71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. 72 Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata. Yod 73 Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado. 75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo. 77 Vengan á mí tus misericordias, y viva, Porque tu ley es mi deleite. 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos. 79 Tórnense á mí los que te temen Y conocen tus testimonios. 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Porque no sea yo avergonzado. Kaf 81 Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra. 82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83 Porque estoy como el odre al humo, Mas no he olvidado tus estatutos. 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85 Los soberbios me han cavado hoyos, Mas no obran según tu ley. 86 Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen, ayúdame. 87 Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos. 88 Vivifícame conforme á tu misericordia, Y guardaré los testimonios de tu boca. Lamed 89 Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos. 90 Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera. 91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas, Porque todas ellas te sirven. 92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido. 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado. 94 Tuyo soy yo, guárdame, Porque he buscado tus mandamientos. 95 Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios. 96 A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento. Mem 97 ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque me son eternos. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos. 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 103 Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira. Nun 105 Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino. 106 Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia. 107 Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra. 108 Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y enséñame tus juicios. 109 De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley. 110 Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos. 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. 112 Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin. Samech 113 Los pensamientos vanos aborrezco, Mas amo tu ley. 114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he
esperado. 115 Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. 116 Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza. 117 Sosténme, y seré salvo, Y deleitaréme siempre en tus estatutos. 118 Hollaste á todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su engaño. 119 Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios. 120 Mi carne se ha extremecido por temor de ti, Y de tus juicios tengo miedo. Ain 121 Juicio y justicia he hecho, No me dejes á mis opresores. 122 Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios. 123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia. 124 Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos. 125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento, Para que sepa tus testimonios. 126 Tiempo es de hacer, oh Jehová, Disipado han tu ley. 127 Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro. 128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira. Pe 129 Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma. 130 El principio de tus palabras alumbra, Hace entender á los simples. 131 Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos. 132 Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre. 133 Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134 Redímeme de la violencia de los hombres, Y guardaré tus mandamientos. 135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, Y enséñame tus estatutos. 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley. Tzaddi 137 Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios. 138 Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles. 139 Mi celo me ha consumido, Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140 Sumamente acendrada es tu palabra, Y la ama tu siervo. 141 Pequeño soy yo y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. 143 Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites. 144 Justicia eterna son tus testimonios, Dame entendimiento, y viviré. Coph 145 Clamé con todo mi corazón, respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. 146 A ti clamé, sálvame, Y guardaré tus testimonios. 147 Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra. 148 Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos. 149 Oye mi voz conforme á tu misericordia, Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio. 150 Acercáronse á la maldad los que me persiguen, Alejáronse de tu ley. 151 Cercano estás tú, oh Jehová, Y todos tus mandamientos son verdad. 152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste. Resh 153 Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado. 154 Aboga mi causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho. 155 Lejos está de los impíos la salud, Porque no buscan tus estatutos. 156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios. 157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, Mas de tus testimonios no me he apartado. 158 Veía á los prevaricadores, y carcomíame, Porque no guardaban tus palabras. 159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia. 160 El principio de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia. Sin 161 Príncipes me han perseguido sin causa, Mas mi corazón tuvo temor de tus palabras. 162 Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. 166 Tu salud he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. 167 Mi alma ha guardado tus testimonios, Y helos amado en gran manera. 168 Guardado he tus mandamientos y tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de ti. Tau 169 Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová: Dame entendimiento conforme á tu palabra. 170 Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho. 171 Mis labios rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos. 172 Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son justicia. 173 Sea tu mano en mi socorro, Porque tus mandamientos he escogido. 174 Deseado he tu salud, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia. 175 Viva mi alma y alábete, Y tus juicios me ayuden. 176 Yo anduve errante como oveja extraviada, busca á tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Nehemías 8:8: 8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.

Hechos 17:11: 11 Y fueron estós más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, si estas cosas eran así.

Juan 20:29: 29 Dícele Jesús: Porque me has visto, Tomás, creiste: bienaventurados los que no vieron y creyeron.

Deuteronomio 8:3: 3 Y te afligió, é hízote tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que el hombre no vivirá de solo pan, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Apocalipsis 20:12: 12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios, y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

Apocalipsis 1:1: 1 LA revelación de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar á sus siervos las cosas que deben suceder presto, y la declaró, enviándo la por su ángel á Juan su siervo

Santiago 1:25: 25 Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.

2 Timoteo 2:24-26: 24 Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido, 25 Que con mansedumbre corrija á los que se oponen: si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad, 26 Y se zafen del lazo del diablo, en que están cuativos á voluntad de él.

Comments

comments