Versículos de la Biblia sobre la traición

Mateo 6:14-15: 14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial. 15 Mas si no perdonareis á los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Efesios 6:10-18: 10 Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. 14 Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia. 15 Y calzados los pies con el apresto del evangelio de paz, 16 Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, 18 Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda instancia y suplicación por todos los santos

Mateo 24:10: 10 Y muchos entonces serán escandalizados, y se entregarán unos á otros, y unos á otros se aborrecerán.

Génesis 12:3: 3 Y bendeciré á los que te bendijeren, y á los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Lucas 22:48: 48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con beso entregas al Hijo del hombre?

Santiago 1:1-27: 1 JACOBO, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, á las doce tribus que están esparcidas, salud. 2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones, 3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. 4 Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa. 5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere, y le será dada. 6 Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte á otra. 7 No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor. 8 El hombre de doblado ánimo es inconstante en todos sus caminos. 9 El hermano que es de baja suerte, gloríese en su alteza: 10 Mas el que es rico, en su bajeza, porque él se pasará como la flor de la hierba. 11 Porque salido el sol con ardor, la hierba se secó, y su flor se cayó, y pereció su hermosa apariencia: así también se marchitará el rico en todos sus caminos. 12 Bienaventurado el varón que sufre la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los que le aman. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno: 14 Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado. 15 Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte. 16 Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse: 20 Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras almas. 22 Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos. 23 Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se consideró á sí mismo, y se fué, y luego se olvidó qué tal era. 25 Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. 26 Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana. 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.

Romanos 3:23: 23 Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios

Marcos 11:25: 25 Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también á vosotros vuestras ofensas.

Juan 13:21: 21 Como hubo dicho Jesús esto, fué conmovido en el espíritu, y protestó, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.

Génesis 1:1-2: 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.

Mateo 7:12: 12 Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas.

Lucas 22:3-6: 3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce, 4 Y fué, y habló con los príncipes de los sacerdotes, y con los magistrados, de cómo se lo entregaría. 5 Los cuales se holgaron, y concertaron de darle dinero. 6 Y prometió, y buscaba oportunidad para entregarle á ellos sin bulla.

Filipenses 4:13: 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Salmos 1:1-6: 1 BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado, 2 Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae, Y todo lo que hace, prosperará. 4 No así los malos: Sino como el tamo que arrebata el viento. 5 Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque Jehová conoce el camino de los justos, Mas la senda de los malos perecerá.

Mateo 26:45-50: 45 Entonces vino á sus discípulos y díceles: Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. 46 Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado. 47 Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él mucha gente con espadas y con palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo. 48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle. 49 Y luego que llegó á Jesús, dijo: Salve, Maestro. Y le besó. 50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿á qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano á Jesús, y le prendieron.

Marcos 14:11: 11 Y ellos oyéndolo se holgaron, y prometieron que le darían dineros. Y buscaba oportunidad cómo le entregaría.

Hebreos 4:15: 15 Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas, mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

2 Timoteo 2:15: 15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

Juan 3:16-17: 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él.

Juan 13:1-38: 13 ANTES de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasase de este mundo al Padre, como había amado á los suyos que estaban en el mundo, amólos hasta el fin. 2 Y la cena acabada, como el diablo ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, que le entregase, 3 Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y á Dios iba, 4 Levántase de la cena, y quítase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse. 5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó á lavar los pies de los discípulos, y á limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido. 6 Entonces vino á Simón Pedro, y Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies? 7 Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora, mas lo entenderás después. 8 Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. 9 Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun las manos y la cabeza. 10 Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que lave los pies, mas está todo limpio: y vosotros limpios estáis, aunque no todos. 11 Porque sabía quién le había de entregar, por eso dijo: No estáis limpios todos. 12 Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviéndose á sentar á la mesa, díjoles: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis, Maestro, y, Señor: y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos á los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el apóstol es mayor que el que le envió. 17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis. 18 No hablo de todos vosotros: yo sé los que he elegido: mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. 19 Desde ahora os lo digo antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis que yo soy. 20 De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, á mí recibe, y el que á mí recibe, recibe al que me envió. 21 Como hubo dicho Jesús esto, fué conmovido en el espíritu, y protestó, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. 22 Entonces los discípulos mirábanse los unos á los otros, dudando de quién decía. 23 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el seno de Jesús. 24 A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquél de quien decía. 25 El entonces recostándose sobre el pecho de Jesús, dícele: Señor, ¿quién es? 26 Respondió Jesús: Aquél es, á quien yo diere el pan mojado. Y mojando el pan, diólo á Judas Iscariote, hijo de Simón. 27 Y tras el bocado Satanás entró en él. Entonces Jesús le dice: Lo que haces, haz lo más presto. 28 Mas ninguno de los que estaban á la mesa entendió á qué propósito le dijo esto. 29 Porque los unos pensaban, por que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta: ó, que diese algo á los pobres. 30 Como él pues hubo tomado el bocado, luego salió: y era ya noche. 31 Entonces como él salió, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. 32 Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y luego le glorificará. 33 Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis, mas, como dije á los Judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir, así digo á vosotros ahora. 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. 36 Dícele Simón Pedro: Señor, ¿adónde vas? Respondióle Jesús: Donde yo voy, no me puedes ahora seguir, mas me seguirás después. 37 Dícele Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? mi alma pondré por ti. 38 Respondióle Jesús: ¿Tu alma pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.

Marcos 14:10: 10 Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, vino á los príncipes de los sacerdotes, para entregársele.

1 Corintios 2:14: 14 Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.

Deuteronomio 28:1-68: 28 Y SERA que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar, para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá alto sobre todas las gentes de la tierra, 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 5 Bendito tu canastillo y tus sobras. 6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. 7 Pondrá Jehová á tus enemigos que se levantaren contra ti, de rota batida delante de ti: por un camino saldrán á ti, por siete caminos huirán delante de ti. 8 Enviará Jehová contigo la bendición en tus graneros, y en todo aquello en que pusieres tu mano, y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. 9 Confirmarte ha Jehová por pueblo suyo santo, como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es llamado sobre ti, y te temerán. 11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová á tus padres que te había de dar. 12 Abrirte ha Jehová su buen depósito, el cielo, para dar lluvia á tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás á muchas gentes, y tú no tomarás emprestado. 13 Y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola: y estarás encima solamente, y no estarás debajo, cuando obedecieres á los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas. 14 Y no te apartes de todas las palabras que yo os mando hoy, ni á diestra ni á siniestra, para ir tras dioses ajenos para servirles. 15 Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16 Maldito serás tu en la ciudad, y maldito en el campo. 17 Maldito tu canastillo, y tus sobras. 18 Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. 20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano é hicieres, hasta que seas destruído, y perezcas presto á causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado. 21 Jehová hará que se te pegue mortandad, hasta que te consuma de la tierra á la cual entras para poseerla. 22 Jehová te herirá de tisis, y de fiebre, y de ardor, y de calor, y de cuchillo, y de calamidad repentina, y con añublo, y perseguirte han hasta que perezcas. 23 Y tus cielos que están sobre tu cabeza, serán de metal, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. 24 Dará Jehová por lluvia á tu tierra polvo y ceniza: de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas. 25 Jehová te entregará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás á ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás sacudido á todos los reinos de la tierra. 26 Y será tu cuerpo muerto por comida á toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante. 27 Jehová te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado. 28 Jehová te herirá con locura, y con ceguedad, y con pasmo de corazón. 29 Y palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos: y nunca serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. 30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella, edificarás casa, y no habitarás en ella, plantarás viña, y no la vendimiarás. 31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él, tu asno será arrebatado de delante de ti, y no se te volverá, tus ovejas serán dadas á tus en
migos, y no tendrás quien te las rescate. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados á otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día: y no habrá fuerza en tu mano. 33 El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste, y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días. 34 Y enloquecerás á causa de lo que verás con tus ojos. 35 Herirte ha Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado: aun desde la planta de tu pie hasta tu mollera. 36 Jehová llevará á ti, y á tu rey que hubieres puesto sobre ti, á gente que no conociste tú ni tus padres, y allá servirás á dioses ajenos, al palo y á la piedra. 37 Y serás por pasmo, por ejemplo y por fábula, á todos los pueblos á los cuales te llevará Jehová. 38 Sacarás mucha simiente al campo, y cogerás poco: porque la langosta lo consumirá. 39 Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino, ni cogerás uvas, porque el gusano las comerá. 40 Tendrás olivas en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá. 41 Hijos é hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio. 42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra consumirá la langosta. 43 El extranjero que estará en medio de ti subirá sobre ti muy alto, y tú serás puesto muy bajo. 44 El te prestará á ti, y tú no prestarás á él: él será por cabeza, y tú serás por cola. 45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas, por cuanto no habrás atendido á la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó: 46 Y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu simiente para siempre. 47 Por cuanto no serviste á Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, 48 Servirás por tanto á tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas, y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49 Jehová traerá sobre ti gente de lejos, del cabo de la tierra, que vuele como águila, gente cuya lengua no entiendas, 50 Gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño: 51 Y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52 Y te pondrá cerco en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados en que tú confías, en toda tu tierra: te cercará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que Jehová tu Dios te habrá dado. 53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dió, en el cerco y en al apuro con que te angustiará tu enemigo. 54 El hombre tierno en ti, y el muy delicado, su ojo será maligno para con su hermano, y para con la mujer de su seno, y para con el resto de sus hijos que le quedaren, 55 Para no dar á alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56 La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie probó á sentar sobre la tierra, de ternura y delicadeza, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo, y para con su hija, 57 Y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que pariere, pues los comerá escondidamente, á falta de todo, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades. 58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de aquesta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y terrible, JEHOVA TU DIOS, 59 Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y estables, y enfermedades malignas y duraderas, 60 Y hará volver sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y se te pegarán. 61 Asismismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que tú seas destruído. 62 Y quedaréis en poca gente, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedeciste á la voz de Jehová tu Dios. 63 Y será que como Jehová se gozó sobre vosotros para haceros bien, y para multiplicaros, así se gozará Jehová sobre vosotros para arruinaros, y para destruiros, y seréis arrancados de sobre la tierra, á la cual entráis para poseerla. 64 Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella, y allí servirás á dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y á la piedra. 65 Y ni aun entre las mismas gentes descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo, que allí te dará Jehová corazón temeroso, y caimiento de ojos, y tristeza de alma: 66 Y tendrás tu vida como colgada delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no confiarás de tu vida. 67 Por la mañana dirás: ­Quién diera fuese la tarde! y á la tarde dirás: ­Quién diera fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 68 Y Jehová te hará tornar á Egipto en navíos por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volveréis: y allí seréis vendidos á vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.

1 Juan 2:1-29: 2 HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis, y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, á Jesucristo el justo, 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados: y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3 Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. 4 El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él, 5 Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él: por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que está en él, debe andar como él anduvo. 7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 8 Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra. 9 El que dice que está en luz, y aborrece á su hermano, el tal aun está en tinieblas todavía. 10 El que ama á su hermano, está en luz, y no hay tropiezo en él. 11 Mas el que aborrece á su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe á donde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos. 12 Os escribo á vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os son perdonados por su nombre. 13 Os escribo á vosotros, padres, porque habéis conocido á aquel que es desde el principio. Os escribo á vosotros, mancebos, porque habéis vencido al maligno. Os escribo á vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14 Os he escrito á vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito á vosotros, mancebos, porque sois fuertes, y la palabra de Dios mora en vosotros, y habéis vencido al maligno. 15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo. 17 Y el mundo se pasa, y su concupiscencia, mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre. 18 Hijitos, ya es el último tiempo: y como vosotros habéis oído que el anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado á ser muchos anticristos, por lo cual sabemos que es el último tiempo. 19 Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros, porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros, pero salieron para que se manifestase que todos no son de nosotros. 20 Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como á los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad. 22 ¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este tal es anticristo, que niega al Padre y al Hijo. 23 Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. Cualquiera que confiese al Hijo tiene también al Padre. 24 Pues lo que habéis oído desde el principio, sea permaneciente en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio fuere permaneciente en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 25 Y esta es la promesa, la cual él nos prometió, la vida eterna. 26 Os he escrito esto sobre los que os engañan. 27 Pero la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros, y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe, mas como la unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, perseveraréis en él. 28 Y ahora, hijitos, perseverad en él, para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida. 29 Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él.

2 Tesalonicenses 1:1-12: 1 PABLO, y Silvano, y Timoteo, á la iglesia de los Tesalonicenses que es en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo: 2 Gracia y paz á vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 3 Debemos siempre dar gracias á Dios de vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de cada uno de todos vosotros abunda entre vosotros, 4 Tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís: 5 Una demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. 6 Porque es justo para con Dios pagar con tribulación á los que os atribulan, 7 Y á vosotros, que sois atribulados, dar reposo con nosotros, cuando se manifestará el Señor Jesús del cielo con los ángeles de su potencia, 8 En llama de fuego, para dar el pago á los que no conocieron á Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, 9 Los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia, 10 Cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y á hacerse admirable en aquel día en todos los que creyeron: (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros.) 11 Por lo cual, asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de su vocación, e hincha de bondad todo buen intento, y toda obra de fe con potencia, 12 Para que el nombre, de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

Juan 14:6: 6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.

Mateo 26:14-16: 14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fué á los príncipes de los sacerdotes, 15 Y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata. 16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.

Isaías 1:1-31: 1 VISION de Isaías hijo de Amoz, la cual vió sobre Judá y Jerusalem, en días de Uzzías, Jotham, Achâz y Ezechîas, reyes de Judá. 2 Oid, cielos, y escucha tú, tierra, porque habla Jehová: Crié hijos, y engrandecílos, y ellos se rebelaron contra mí. 3 El buey conoce á su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. 4 Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron á Jehová, provocaron á ira al Santo de Israel, tornáronse atrás. 5 ¿Para qué habéis de ser castigados aún? todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga: no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7 Vuestra tierra está destruída, vuestras ciudades puestas á fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida de extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. 8 Y queda la hija de Sión como choza en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada. 9 Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen muy cortos residuos, como Sodoma fuéramos, y semejantes á Gomorra. 10 Príncipes de Sodoma, oid la palabra de Jehová, escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11 ¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12 ¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis á presentaros delante de mí, para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vano presente: el perfume me es abominación: luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir: son iniquidad vuestras solemnidades. 14 Vuestras lunas nuevas y vuestras solemnidades tiene aborrecidas mi alma: me son gravosas, cansado estoy de llevarlas. 15 Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos. 16 Lavad, limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de ante mis ojos, dejad de hacer lo malo: 17 Aprended á hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, oid en derecho al huérfano, amparad á la viuda. 18 Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana. 19 Si quisiereis y oyereis, comieréis el bien de la tierra: 20 Si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos á espada: porque la boca de Jehová lo ha dicho. 21 ¿Cómo te has tornado ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de juicio, en ella habitó equidad, mas ahora, homicidas. 22 Tu plata se ha tornado escorias, tu vino mezclado está con agua. 23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones: todos aman las dádivas, y van tras las recompensas: no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24 Por tanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, vengaréme de mis adversarios: 25 Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño: 26 Y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero: entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27 Sión con juicio será rescatada, y los convertidos de ella con justicia. 28 Mas los rebeldes y pecadores á una serán quebrantados, y los que dejan á Jehová serán consumidos. 29 Entonces os avergonzarán los olmos que amasteis, y os afrentarán los bosques que escogisteis. 30 Porque seréis como el olmo que se le cae la hoja, y como huerto que le faltan las aguas. 31 Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella, y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

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