Versículos de la Biblia sobre las manos de elevación

1 Timoteo 2:8: 8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda.

Lamentaciones 3:41: 41 Levantemos nuestros corazones con las manos a Dios en los cielos.

1 Reyes 8:54: 54 Y fué, que como acabó Salomón de hacer á Jehová toda esta oración y súplica, levantóse de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo

1 Reyes 8:22: 22 Púsose luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo

Nehemías 8:6: 6 Bendijo entonces Esdras á Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió, ­Amén! ­Amén! alzando sus manos, y humilláronse, y adoraron á Jehová inclinados á tierra.

Lucas 24:50: 50 Y sacólos fuera hasta Bethania, y alzando sus manos, los bendijo.

Job 11:13: 13 Si tú apercibieres tu corazón, Y extendieres á él tus manos

Esdras 9:5: 5 Y al sacrificio de la tarde levantéme de mi aflicción, y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, postréme de rodillas, y extendí mis palmas á Jehová mi Dios

Éxodo 9:33: 33 Y salido Moisés de con Faraón de la ciudad, extendió sus manos á Jehová, y cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia no cayó más sobre la tierra.

1 Reyes 8:38: 38 Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, ó todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos á esta casa

2 Crónicas 6:29-30: 29 Toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, ó todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos á esta casa, 30 Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu habitación, y perdonarás, y darás á cada uno conforme á sus caminos, habiendo conocido su corazón, (porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres,)

Éxodo 9:29: 29 Y respondióle Moisés: En saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos á Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que de Jehová es la tierra.

Job 30:24: 24 Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro, ¿Clamarán los sepultados cuando él los quebrantare?

Habacuc 3:10: 10 Viéronte, y tuvieron temor los montes: Pasó la inundación de las aguas: El abismo dió su voz, La hondura alzó sus manos.

Isaías 65:1-2: 65 FUI buscado de los que no preguntaban por mí, fuí hallado de los que no me buscaban. Dije á gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí. 2 Extendí mis manos todo el día á pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos

1 Reyes 8:38-39: 38 Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, ó todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos á esta casa, 39 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y perdonarás, y obrarás, y darás á cada uno conforme á sus caminos, cuyo corazón tú conoces, (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres,)

Santiago 5:13: 13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? haga oración. ¿Está alguno alegre? cante salmos.

Juan 3:1-36: 3 Y HABIA un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los Judíos. 2 Este vino á Jesús de noche, y díjole: Rabbí, sabemos que has venido de Dios por maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no fuere Dios con él. 3 Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. 4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez. 8 El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido, mas ni sabes de dónde viene, ni á dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 9 Respondió Nicodemo, y díjole: ¿Cómo puede esto hacerse? 10 Respondió Jesús, y díjole: ¿Tú eres el maestro de Israel, y no sabes esto? 11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos, y no recibís nuestro testimonio. 12 Si os he dicho cosas terrenas, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? 13 Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, 15 Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado, mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene á la luz, porque sus obras no sean redargüidas. 21 Mas el que obra verdad, viene á la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios. 22 Pasado esto, vino Jesús con sus discípulos á la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba. 23 Y bautizaba también Juan en Enón junto á Salim, porque había allí muchas aguas, y venían, y eran bautizados. 24 Porque Juan, no había sido aún puesto en la carcel. 25 Y hubo cuestión entre los discípulos de Juan y los Judíos acerca de la purificación. 26 Y vinieron á Juan, y dijéronle: Rabbí, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen á él. 27 Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo, si no le fuere dado del cielo. 28 Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. 29 El que tiene la esposa, es el esposo, mas el amigo del esposo, que está en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo, así pues, este mi gozo es cumplido. 30 A él conviene crecer, mas á mí menguar. 31 El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno es, y cosas terrenas habla: el que viene del cielo, sobre todos es. 32 Y lo que vió y oyó, esto testifica: y nadie recibe su testimonio. 33 El que recibe su testimonio, éste signó que Dios es verdadero. 34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla: porque no da Dios el Espíritu por medida. 35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dió en su mano. 36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna, mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Lamentaciones 1:17: 17 Sión extendió sus manos, no tiene quien la consuele, Jehová dió mandamiento contra Jacob, que sus enemigos lo cercasen: Jerusalem fué en abominación entre ellos.

Jeremías 4:31: 31 Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza, voz de la hija de Sión que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ­Ay ahora de mí! que mi alma desmaya á causa de los matadores.

Isaías 49:16: 16 He aquí que en las palmas te tengo esculpida: delante de mí están siempre tus muros.

Éxodo 17:11: 11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía, mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

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