Versículos de la Biblia sobre Memorizar las Escrituras

Josué 1:8: 8 El libro de aquesta ley nunca se apartará de tu boca: antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme á todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

2 Timoteo 3:16: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia

Deuteronomio 11:18: 18 Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.

Jeremías 15:16: 16 Halláronse tus palabras, y yo las comí, y tu palabra me fué por gozo y por alegría de mi corazón: porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.

Salmos 119:9: Beth 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Salmos 1:1-3: 1 BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado, 2 Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae, Y todo lo que hace, prosperará.

Salmos 1:1-6: 1 BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado, 2 Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae, Y todo lo que hace, prosperará. 4 No así los malos: Sino como el tamo que arrebata el viento. 5 Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque Jehová conoce el camino de los justos, Mas la senda de los malos perecerá.

2 Timoteo 2:15: 15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

Hebreos 2:1: 2 POR tanto, es menester que con más diligencia atendamos á las cosas que hemos oído, porque acaso no nos escurramos.

Colosenses 3:16: 16 La palabra de Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos á los otros con salmos é himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.

Salmos 119:1-176: Aleph 119 BIENAVENTURADOS los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan: 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia. 8 Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente. Beth 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos. 16 Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras. Gimel 17 Haz bien á tu siervo, que viva Y guarde tu palabra. 18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. 19 Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos. 20 Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. 21 Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos. 22 Aparta de mí oprobio y menosprecio, Porque tus testimonios he guardado. 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos. 24 Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros. Daleth 25 Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra. 26 Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos. 27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas. 28 Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra. 29 Aparta de mí camino de mentira, Y hazme la gracia de tu ley. 30 Escogí el camino de la verdad, He puesto tus juicios delante de mí. 31 Allegádome he á tus testimonios, Oh Jehová, no me avergüences. 32 Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón. He 33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la observaré de todo corazón. 35 Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad. 36 Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia. 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad, Avívame en tu camino. 38 Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme. 39 Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios. 40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia. Vav 41 Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová, Tu salud, conforme á tu dicho. 42 Y daré por respuesta á mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. 43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad, Porque á tu juicio espero. 44 Y guardaré tu ley siempre, Por siglo de siglo. 45 Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos. 46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré. 47 Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado. 48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos. Zayin 49 Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley. 52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme. 53 Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley. 54 Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones. 55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley. 56 Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos. Jet 57 Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios. 60 Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos. 61 Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley. 62 A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia. 63 Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos. Teth 65 Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme á tu palabra. 66 Enséñame bondad de sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído. 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba, Mas ahora guardo tu palabra. 68 Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos. 69 Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70 Engrasóse el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he deleitado. 71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. 72 Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata. Yod 73 Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado. 75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo. 77 Vengan á mí tus misericordias, y viva, Porque tu ley es mi deleite. 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos. 79 Tórnense á mí los que te temen Y conocen tus testimonios. 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Porque no sea yo avergonzado. Kaf 81 Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra. 82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83 Porque estoy como el odre al humo, Mas no he olvidado tus estatutos. 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85 Los soberbios me han cavado hoyos, Mas no obran según tu ley. 86 Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen, ayúdame. 87 Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos. 88 Vivifícame conforme á tu misericordia, Y guardaré los testimonios de tu boca. Lamed 89 Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos. 90 Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera. 91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas, Porque todas ellas te sirven. 92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido. 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado. 94 Tuyo soy yo, guárdame, Porque he buscado tus mandamientos. 95 Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios. 96 A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento. Mem 97 ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque me son eternos. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos. 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 103 Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira. Nun 105 Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino. 106 Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia. 107 Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra. 108 Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y enséñame tus juicios. 109 De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley. 110 Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos. 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. 112 Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin. Samech 113 Los pensamientos vanos aborrezco, Mas amo tu ley. 114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado. 115 Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. 116 Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza. 117 Sosténme, y seré salvo, Y deleitaréme siempre en tus estatutos. 118 Hollaste á todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su engaño. 119 Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios. 120 Mi carne se ha extremecido por temor de ti, Y de tus juicios tengo miedo. Ain 121 Juicio y justicia he hecho, No me dejes á mis opresores. 122 Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios. 123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia. 124 Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos. 125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento, Para que sepa tus testimonios. 126 Tiempo es de hacer, oh Jehová, Disipado han tu ley. 127 Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro. 128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira. Pe 129 Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma. 130 El principio de tus palabras alumbra, Hace entender á los simples. 131 Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos. 132 Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre. 133 Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134 Redímeme de la violencia de los hombres, Y guardaré tus mandamientos. 135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, Y enséñame tus estatutos. 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley. Tzaddi 137 Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios. 138 Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles. 139 Mi celo me ha consumido, Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140 Sumamente acendrada es tu palabra, Y la ama tu siervo. 141 Pequeño soy yo y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. 143 Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites. 144 Justicia eterna son tus testimonios, Dame entendimiento, y viviré. Coph 145 Clamé con todo mi corazón, respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. 146 A ti clamé, sálvame, Y guardaré tus testimonios. 147 Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra. 148 Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos. 149 Oye mi voz conforme á tu misericordia, Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio. 150 Acercáronse á la maldad los que me persiguen, Alejáronse de tu ley. 151 Cercano estás tú, oh Jehová, Y todos tus mandamientos son verdad. 152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste. Resh 153 Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado. 154 Aboga mi causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho. 155 Lejos está de los impíos la salud, Porque no buscan tus estatutos. 156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios. 157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, Mas de tus testimonios no me he apartado. 158 Veía á los prevaricadores, y carcomíame, Porque no guardaban tus palabras. 159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia. 160 El principio de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia. Sin 161 Príncipes me han perseguido sin causa, Mas mi corazón tuvo temor de tus palabras. 162 Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. 166 Tu salud he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. 167 Mi alma ha guardado tus testimonios, Y helos amado en gran manera. 168 Guardado he tus mandamientos y tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de ti. Tau 169 Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová: Dame entendimiento conforme á tu palabra. 170 Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho. 171 Mis labios rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos. 172 Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son justicia. 173 Sea tu mano en mi socorro, Porque tus mandamientos he escogido. 174 Deseado he tu salud, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia. 175 Viva mi alma y alábete, Y tus juicios me ayuden. 176 Yo anduve errante como oveja extraviada, busca á tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Mateo 4:4: 4 Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.

Santiago 1:23-25: 23 Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se consideró á sí mismo, y se fué, y luego se olvidó qué tal era. 25 Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

1 Pedro 2:2-3: 2 Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud: 3 Si empero habéis gustado que el Señor es benigno

Job 22:22-24: 22 Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón. 23 Si te tornares al Omnipotente, serás edificado, Alejarás de tu tienda la aflicción, 24 Y tendrás más oro que tierra, Y como piedras de arroyos oro de Ophir

p>Lucas 23:42: 42 Y dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres á tu reino.

Jeremías 29:1-32: 29 Y ESTAS son las palabras de la carta que Jeremías profeta envió de Jerusalem á los ancianos que habían quedado de los trasportados, y á los sacerdotes y profetas, y á todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalem á Babilonia: 2 (Después que salió el rey Jechônías y la reina, y los de palacio, y los príncipes de Judá y de Jerusalem, y los artífices, y los ingenieros de Jerusalem,) 3 Por mano de Elasa hijo de Saphán, y de Jemarías hijo de Hilcías, (los cuales envió Sedechîas rey de Judá á Babilonia, á Nabucodonosor rey de Babilonia,) diciendo: 4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, á todos los de la cautividad que hice trasportar de Jerusalem á Babilonia: 5 Edificad casas, y morad, y plantad huertos, y comed del fruto de ellos, 6 Casaos, y engendrad hijos é hijas, dad mujeres á vuestros hijos, y dad maridos á vuestras hijas, para que paran hijos é hijas, y multiplicaos ahí, y no os hagáis pocos. 7 Y procurad la paz de la ciudad á la cual os hice traspasar, y rogad por ella á Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz. 8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos, ni miréis á vuestros sueños que soñáis. 9 Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre: no los envié, ha dicho Jehová. 10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplieren los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para tornaros á este lugar. 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12 Entonces me invocaréis, é iréis y oraréis á mí, y yo os oiré: 13 Y me buscaréis y hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. 14 Y seré hallado de vosotros, dice Jehová, y tornaré vuestra cautividad, y os juntaré de todas las gentes, y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová, y os haré volver al lugar de donde os hice ser llevados. 15 Mas habéis dicho: Jehová nos ha suscitado profetas en Babilonia. 16 Así empero ha dicho Jehová, del rey que está sentado sobre el trono de David, y de todo el pueblo que mora en esta ciudad, de vuestros hermanos que no salieron con vosotros en cautiverio, 17 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí envío yo contra ellos cuchillo, hambre, y pestilencia, y pondrélos como los malos higos, que de malos no se pueden comer. 18 Y perseguirélos con espada, con hambre y con pestilencia, y darélos por escarnio á todos los reinos de la tierra, por maldición y por espanto, y por silbo y por afrenta á todas la gentes á las cuales los habré arrojado, 19 Porque no oyeron mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, madrugando en enviarlos, y no habéis escuchado, dice Jehová. 20 Oid pues palabra de Jehová, vosotros todos los trasportados que eché de Jerusalem á Babilonia. 21 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de Achâb hijo de Colías, y acerca de Sedechîas hijo de Maasías, quienes os profetizan en mi nombre falsamente: He aquí los entrego yo en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y él los herirá delante de vuestro ojos, 22 Y todos los trasportados de Judá que están en Babilonia, tomarán de ellos maldición, diciendo: Póngate Jehová como á Sedechîas y como á Achâb, los cuales asó al fuego el rey de Babilonia. 23 Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y falsamente hablaron en mi nombre palabra que no les mandé, lo cual yo sé, y soy testigo, dice Jehová. 24 Y á Semaías de Nehelam hablarás, diciendo: 25 Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Por cuanto enviaste letras en tu nombre á todo el pueblo que está en Jerusalem, y á Sophonías sacerdote hijo de Maasías, y á todos los sacerdotes, diciendo: 26 Jehová te ha puesto por sacerdote en lugar de Joiada sacerdote, para que presidáis en la casa de Jehová sobre todo hombre furioso y profetizante, poniéndolo en el calabozo y en el cepo. 27 ¿Por qué pues no has ahora reprendido á Jeremías de Anathoth, que os profetiza falsamente? 28 Porque por eso nos envió á decir en Babilonia: Largo va el cautiverio: edificad casas, y morad, plantad huertos, y comed el fruto de ellos. 29 Y Sophonías sacerdote había leído esta carta á oídos de Jeremías profeta. 30 Y fué palabra de Jehová á Jeremías, diciendo: 31 Envía á decir á toda la transmigración: Así ha dicho Jehová de Semaías de Nehelam: Porque os profetizó Semaías, y yo no lo envié, y os hizo confiar en mentira: 32 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo visito sobre Semaías de Nehelam, y sobre su generación: no tendrá varón que more entre este pueblo, ni verá aquel bien que haré yo á mi pueblo, dice Jehová: porque contra Jehová ha hablado rebelión.

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