Versículos de la Biblia acerca de la planificación

Lucas 14:28: 28 Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que necesita para acabarla?

Proverbios 21:20: 20 Tesoro codiciable y pingüe hay en la casa del sabio, Mas el hombre insensato lo disipará.

Santiago 4:13-15: 13 Ea ahora, los que decís: Hoy y mañana iremos á tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos mercadería, y ganaremos: 14 Y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto ó aquello.

Mateo 6:33: 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Jeremías 29:11: 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Deuteronomio 28:1-68: 28 Y SERA que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar, para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá alto sobre todas las gentes de la tierra, 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 5 Bendito tu canastillo y tus sobras. 6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. 7 Pondrá Jehová á tus enemigos que se levantaren contra ti, de rota batida delante de ti: por un camino saldrán á ti, por siete caminos huirán delante de ti. 8 Enviará Jehová contigo la bendición en tus graneros, y en todo aquello en que pusieres tu mano, y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. 9 Confirmarte ha Jehová por pueblo suyo santo, como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es llamado sobre ti, y te temerán. 11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová á tus padres que te había de dar. 12 Abrirte ha Jehová su buen depósito, el cielo, para dar lluvia á tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás á muchas gentes, y tú no tomarás emprestado. 13 Y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola: y estarás encima solamente, y no estarás debajo, cuando obedecieres á los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas. 14 Y no te apartes de todas las palabras que yo os mando hoy, ni á diestra ni á siniestra, para ir tras dioses ajenos para servirles. 15 Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16 Maldito serás tu en la ciudad, y maldito en el campo. 17 Maldito tu canastillo, y tus sobras. 18 Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. 20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano é hicieres, hasta que seas destruído, y perezcas presto á causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado. 21 Jehová hará que se te pegue mortandad, hasta que te consuma de la tierra á la cual entras para poseerla. 22 Jehová te herirá de tisis, y de fiebre, y de ardor, y de calor, y de cuchillo, y de calamidad repentina, y con añublo, y perseguirte han hasta que perezcas. 23 Y tus cielos que están sobre tu cabeza, serán de metal, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. 24 Dará Jehová por lluvia á tu tierra polvo y ceniza: de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas. 25 Jehová te entregará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás á ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás sacudido á todos los reinos de la tierra. 26 Y será tu cuerpo muerto por comida á toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante. 27 Jehová te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado. 28 Jehová te herirá con locura, y con ceguedad, y con pasmo de corazón. 29 Y palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos: y nunca serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. 30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella, edificarás casa, y no habitarás en ella, plantarás viña, y no la vendimiarás. 31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él, tu asno será arrebatado de delante de ti, y no se te volverá, tus ovejas serán dadas á tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados á otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día: y no habrá fuerza en tu mano. 33 El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste, y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días. 34 Y enloquecerás á causa de lo que verás con tus ojos. 35 Herirte ha Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado: aun desde la planta de tu pie hasta tu mollera. 36 Jehová llevará á ti, y á tu rey que hubieres puesto sobre ti, á gente que no conociste tú ni tus padres, y allá servirás á dioses ajenos, al palo y á la piedra. 37 Y serás por pasmo, por ejemplo y por fábula, á todos los pueblos á los cuales te llevará Jehová. 38 Sacarás mucha simiente al campo, y cogerás poco: porque la langosta lo consumirá. 39 Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino, ni cogerás uvas, porque el gusano las comerá. 40 Tendrás olivas en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá. 41 Hijos é hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio. 42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra consumirá la langosta. 43 El extranjero que estará en medio de ti subirá sobre ti muy alto, y tú serás puesto muy bajo. 44 El te prestará á ti, y tú no prestarás á él: él será por cabeza, y tú serás por cola. 45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas, por cuanto no habrás atendido á la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó: 46 Y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu simiente para siempre. 47 Por cuanto no serviste á Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, 48 Servirás por tanto á tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas, y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49 Jehová traerá sobre ti gente de lejos, del cabo de la tierra, que vuele como águila, gente cuya lengua no entiendas, 50 Gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño: 51 Y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52 Y te pondrá cerco en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados en que tú confías, en toda tu tierra: te cercará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que Jehová tu Dios te habrá dado. 53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dió, en el cerco y en al apuro con que te angustiará tu enemigo. 54 El hombre tierno en ti, y el muy delicado, su ojo será maligno para con su hermano, y para con la mujer de su seno, y para con el resto de sus hijos que le quedaren, 55 Para no dar á alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56 La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie probó á sentar sobre la tierra, de ternura y delicadeza, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo, y para con su hija, 57 Y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que pariere, pues los comerá escondidamente, á falta de todo, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades. 58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de aquesta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y terrible, JEHOVA TU DIOS, 59 Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y estables, y enfermedades malignas y duraderas, 60 Y hará volver sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y se te pegarán. 61 Asismismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que tú seas destruído. 62 Y quedaréis en poca gente, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedeciste á la voz de Jehová tu Dios. 63 Y será que como Jehová se gozó sobre vosotros para haceros bien, y para multiplicaros, así se gozará Jehová sobre vosotros para arruinaros, y para destruiros, y seréis arrancados de sobre la tierra, á la cual entráis para poseerla. 64 Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella, y allí servirás á dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y á la piedra. 65 Y ni aun entre las mismas gentes descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo, que allí te dará Jehová corazón temeroso, y caimiento de ojos, y tristeza de alma: 66 Y tendrás tu vida como colgada delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no confiarás de tu vida. 67 Por la mañana dirás: ­Quién diera fuese la tarde! y á la tarde dirás: ­Quién diera fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 68 Y Jehová te hará tornar á Egipto en navíos por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volveréis: y allí seréis vendidos á vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.

Lucas 2:1-52: 2 Y ACONTECIO en aquellos días que salió edicto de parte de Augusto César, que toda la tierra fuese empadronada. 2 Este empadronamiento primero fué hecho siendo Cirenio gobernador de la Siria. 3 E iban todos para ser empadronados, cada uno á su ciudad. 4 Y subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, á Judea, á la ciudad de David, que se llama Bethlehem, por cuanto era de la casa y familia de David, 5 Para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días en que ella había de parir. 7 Y parió á su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y acostóle en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. 8 Y había pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado. 9 Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor, y tuvieron gran temor. 10 Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Y esto os será por señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, echado en un pesebre. 13 Y repentinamente fué con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan á Dios, y decían: 14 Gloria en las alturas á Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres. 15 Y aconteció que como los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos á los otros: Pasemos pues hasta Bethlehem, y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado. 16 Y vinieron apriesa, y hallaron á María, y á José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Y viéndolo, hicieron notorio lo que les había sido dicho del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19 Mas María guardaba todas estas cosas, confiriéndolas en su corazón. 20 Y se volvieron los pastores glorificando y alabando á Dios de todas las cosas que habían oído y visto, como les había sido dicho. 21 Y pasados los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre JESUS, el cual le fué puesto por el ángel antes que él fuese concebido en el vientre. 22 Y como se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme á la ley de Moisés, le trajeron á Jerusalem para presentarle al Señor, 23 (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será llamado santo al Señor), 24 Y para dar la ofrenda, conforme á lo que está dicho en la ley del Señor: un par de tórtolas, ó dos palominos. 25 Y he aquí, había un hombre en Jerusalem, llamado Simeón, y este hombre, justo y pío, esperaba la consolación de Israel: y el Espíritu Santo era sobre él. 26 Y había recibido respuesta del Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor. 27 Y vino por Espíritu al templo. Y cuando metieron al niño Jesús sus padres en el templo, para hacer por él conforme á la costumbre de la ley. 28 Entonces él le tomó en sus brazos, y bendijo á Dios, y dijo: 29 Ahora despides, Señor, á tu siervo, Conforme á tu palabra, en paz, 30 Porque han visto mis ojos tu salvación, 31 La cual has aparejado en presencia de todos los pueblos, 32 Luz para ser revelada á los Gentiles, Y la gloria de tu pueblo Israel. 33 Y José y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él. 34 Y los bendijo Simeón, y dijo á su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal á la que será contradicho, 35 Y una espada traspasará tu alma de ti misma, para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones. 36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Phanuel, de la tribu de Aser, la cual había venido en grande edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 Y era viuda de hasta ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38 Y ésta, sobreviniendo en la misma hora, juntamente confesaba al Señor, y hablaba de él á todos los que esperaban la redención en Jerusalem. 39 Mas como cumplieron todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron á Galilea, á su ciudad de Nazaret. 40 Y el niño crecía, y fortalecíase, y se henchía de sabiduría, y la gracia de Dios era sobre él. 41 E iban sus padres todos los años á Jerusalem en la fiesta de la Pascua. 42 Y cuando fué de doce años, subieron ellos á Jerusalem conforme á la costumbre del día de la fiesta. 43 Y acabados los días, volviendo ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalem, sin saberlo José y su madre. 44 Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día, y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos: 45 Mas como no le hallasen, volvieron á Jerusalem buscándole. 46 Y aconteció, que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles. 47 Y todos los que le oían, se pasmaban de su entendimiento y de sus respuestas. 48 Y cuando le vieron, se maravillaron, y díjole su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con dolor. 49 Entonces él les dice: ¿Qué hay? ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me conviene estar? 50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. 51 Y descendió con ellos, y vino á Nazaret, y estaba sujeto á ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. 52 Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia para con Dios y los hombres.

Levítico 26:1-46: 26 NO haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros á ella: porque yo soy Jehová vuestro Dios. 2 Guardad mis sábados, y tened en reverencia mi santuario: Yo Jehová. 3 Si anduviereis en mis decretos, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, 4 Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, cy la tierra rendirá sus producciones, y el árbol del campo d
rá su fruto, 5 Y la trilla os alcanzará á la vendimia, y la vendimia alcanzará á la sementera, y comeréis vuestro pan en hartura y habitaréis seguros en vuestra tierra: 6 Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante: y haré quitar las malas bestias de vuestra tierra, y no pasará por vuestro país la espada: 7 Y perseguiréis á vuestros enemigos, y caerán á cuchillo delante de vosotros: 8 Y cinco de vosotros perseguirán á ciento, y ciento de vosotros perseguirán á diez mil, y vuestros enemigos caerán á cuchillo delante de vosotros. 9 Porque yo me volveré á vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros: 10 Y comeréis lo añejo de mucho tiempo, y sacareis fuera lo añejo á causa de lo nuevo: 11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará: 12 Y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. 13 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar el rostro alto. 14 Empero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, 15 Y si abominareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis derechos, no ejecutando todos mis mandamientos, é invalidando mi pacto, 16 Yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma: y sembraréis en balde vuestra simiente, porque vuestros enemigos la comerán: 17 Y pondré mi ira sobre vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos, y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga. 18 Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo tornaré á castigaros siete veces más por vuestros pecados. 19 Y quebrantaré la soberbia de vuestra fortaleza, y tornaré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como metal: 20 Y vuestra fuerza se consumirá en vano, que vuestra tierra no dará su esquilmo, y los árboles de la tierra no darán su fruto. 21 Y si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados. 22 Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten los hijos, y destruyan vuestros animales, y os apoquen, y vuestros caminos sean desiertos. 23 Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino que anduviereis conmigo en oposición, 24 Yo también procederé con vosotros, en oposición y os heriré aún siete veces por vuestros pecados: 25 Y traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto, y os recogeréis á vuestras ciudades, mas yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo. 26 Cuando yo os quebrantare el arrimo del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso, y comeréis, y no os hartaréis. 27 Y si con esto no me oyereis, mas procediereis conmigo en oposición, 28 Yo procederé con vosotros en contra y con ira, y os catigaré aún siete veces por vuestros pecados. 29 Y comeréis las carnes de vuestros hijos, y comeréis las carnes de vuestras hijas: 30 Y destruiré vuestros altos, y talaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará: 31 Y pondré vuestras ciudades en desierto, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume. 32 Yo asolaré también la tierra, y se pasmarán de ella vuestros enemigos que en ella moran: 33 Y á vosotros os esparciré por las gentes, y desenvainaré espada en pos de vosotros: y vuestra tierra estará asolada, y yermas vuestras ciudades. 34 Entonces la tierra holgará sus sábados todos los días que estuviere asolada, y vosotros en la tierra de vuestros enemigos: la tierra descansará entonces y gozará sus sábados. 35 Todo el tiempo que estará asolada, holgará lo que no holgó en vuestros sábados mientras habitabais en ella. 36 Y á los que quedaren de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja movida los perseguirá, y huirán como de cuchillo, y caerán sin que nadie los persiga: 37 Y tropezarán los unos en los otros, como si huyeran delante de cuchillo, aunque nadie los persiga, y no podréis resistir delante de vuestros enemigos. 38 Y pereceréis entre las gentes, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá. 39 Y los que quedaren de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad, y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos: 40 Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí: y también porque anduvieron conmigo en oposición, 41 Yo también habré andado con ellos en contra, y los habré metido en la tierra de sus enemigos: y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado, 42 Y yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra. 43 Que la tierra estará desamparada de ellos, y holgará sus sábados, estando yerma á causa de ellos, mas entretanto se someterán al castigo de sus iniquidades: por cuanto menospreciaron mis derechos, y tuvo el alma de ellos fastidio de mis estatutos. 44 Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos: porque yo Jehová soy su Dios: 45 Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto á los ojos de las gentes, para ser su Dios: Yo Jehová. 46 Estos son los decretos, derechos y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés.

1 Reyes 16:34: 34 En su tiempo Hiel de Beth-el reedificó á Jericó. En Abiram su primogénito echó el cimiento, y en Segub su hijo postrero puso sus puertas, conforme á la palabra de Jehová que había hablado por Josué hijo de Nun.

2 Pedro 1:4: 4 Por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia.

Juan 17:21: 21 Para que todos sean una cosa, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste.

Juan 14:17: 17 Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis, porque está con vosotros, y será en vosotros.

Lucas 10:27: 27 Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento, y á tu prójimo como á ti mismo.

Isaías 17:1: 17 CARGA de Damasco.

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