Versículos de la Biblia acerca de la venta en La Iglesia

Apocalipsis 13:1-18: 13 Y YO me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cuernos diez diademas, y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. 2 Y la bestia que vi, era semejante á un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dió su poder, y su trono, y grande potestad. 3 Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fué curada: y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia. 4 Y adoraron al dragón que había dado la potestad á la bestia, y adoraron á la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante á la bestia, y quién podrá lidiar con ella? 5 Y le fué dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: y le fué dada potencia de obrar cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y á los que moran en el cielo. 7 Y le fué dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fué dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente. 8 Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fué muerto desde el principio del mundo. 9 Si alguno tiene oído, oiga. 10 El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. 11 Después vi otra bestia que subía de la tierra, y tenía dos cuernos semejantes á los de un cordero, mas hablaba como un dragón. 12 Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella, y hace á la tierra y á los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fué curada. 13 Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo á la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió. 15 Y le fué dado que diese espíritu á la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable, y hará que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean muertos. 16 Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes: 17 Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis.

1 Timoteo 3:2: 2 Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar

1 Timoteo 1:10: 10 Para los fornicarios, para los sodomitas, para los ladrones de hombres, para los mentirosos y ladrones de hombres, para los mentirosos y fjperjuros, y si hay alguna otra cosa contraria á la sana doctrina

Colosenses 4:1: 4 AMOS, haced lo que es justo y derecho con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis amo en los cielos.

Gálatas 3:28: 28 No hay Judío, ni Griego, no hay siervo, ni libre, no hay varón, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

1 Corintios 6:9-11: 9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Romanos 1:26-2:1: 26 Por esto Dios los entregó á afectos vergonzosos, pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza: 27 Y del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la recompensa que convino á su extravío. 28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en su noticia, Dios los entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene, 29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad, llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades, 30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres, 31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia: 32 Que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, más aún consienten á los que las hacen. 2 POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, cuaquiera que juzgas: porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo, porque lo mismo haces, tú que juzgas.

Lucas 16:19-31: 19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado á la puerta de él, lleno de llagas, 21 Y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico, y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22 Y aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fué sepultado. 23 Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió á Abraham de lejos, y á Lázaro en su seno. 24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía á Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua, porque soy atormentado en esta llama. 25 Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males, mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Y además de todo esto, una grande sima está constituída entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí á vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. 27 Y dijo: Ruégote pues, padre, que le envíes á la casa de mi padre, 28 Porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, porque no vengan ellos también á este lugar de tormento. 29 Y Abraham le dice: A Moisés y á los profetas tienen: óiganlos. 30 El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere á ellos de los muertos, se arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen á Moisés y á los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.

Lucas 10:10-13: 10 Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid: 11 Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad á nuestros pies, sacudimos en vosotros: esto empero sabed, que el reino de los cielos se ha llegado á vosotros. 12 Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel día, que aquella ciudad. 13 Ay de ti, Corazín! ­Ay de ti, Bethsaida! que si en Tiro y en Sidón hubieran sido hechas las maravillas que se han hecho en vosotras, ya días ha que, sentados en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.

Mateo 16:18: 18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Ezequiel 16:49-50: 49 He aquí que esta fué la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, hartura de pan, y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas, y no corroboró la mano del afligido y del menesteroso. 50 Y ensoberbeciéronse, é hicieron abominación delante de mí, y quitélas como vi bueno.

2 Reyes 23:7: 7 Además derribó las casas de los sodomitas que estaban en la casa de Jehová, en las cuales tejían las mujeres pabellones para el bosque.

2 Reyes 1:1-18: 1 DESPUÉS de la muerte de Achâb rebelóse Moab contra Israel. 2 Y Ochôzías cayó por las celosías de una sala de la casa que tenía en Samaria, y estando enfermo envió mensajeros, y díjoles: Id, y consultad á Baal-zebub dios de Ecrón, si tengo de sanar de esta mi enfermedad. 3 Entonces el ángel de Jehová habló á Elías Thisbita, diciendo: Levántate, y sube á encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y les dirás: ¿No hay Dios en Israel, que vosotros vais á consultar á Baal-zebub dios de Ecrón? 4 Por tanto así ha dicho Jehová: Del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás ciertamente. Y Elías se fué. 5 Y como los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué pues os habéis vuelto? 6 Y ellos le respondieron: Encontramos un varón que nos dijo: Id, y volveos al rey que os envió, y decidle: Así ha dicho Jehová: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías á consultar á Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás de cierto. 7 Entonces él les dijo: ¿Qué hábito era el de aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras? 8 Y ellos le respondieron: Un varón velloso, y ceñía sus lomos con un cinto de cuero. Entonces él dijo: Elías Thisbita es. 9 Y envió luego á él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió á él, y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y él le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas. 10 Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió á él y á sus cincuenta. 11 Volvió el rey á enviar á él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta, y hablóle, y dijo: Varon de Dios, el rey ha dicho así: Desciende presto. 12 Y respondióle Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió á él y á sus cincuenta. 13 Y volvió á enviar el tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta: y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, hincóse de rodillas delante de Elías, y rogóle, diciendo: Varón de Dios, ruégote que sea de valor delante de tus ojos mi vida y la vida de estos tus cincuenta siervos. 14 He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido los dos primeros capitanes de cincuenta, con sus cincuenta, sea ahora mi vida de valor delante de tus ojos. 15 Entonces el ángel de Jehová dijo á Elías: Desciende con él, no hayas de él miedo. Y él se levantó, y descendió con él al rey. 16 Y díjole: Así ha dicho Jehová: Pues que enviaste mensajeros á consultar á Baal-zebub dios de Ecrón, ¿no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? No descenderás, por tanto, del lecho en que subiste, antes morirás de cierto. 17 Y murió conforme á la palabra de Jehová que había hablado Elías, y reinó en su lugar Joram, en el segundo año de Joram, hijo de Josaphat rey de Judá, porque Ochôzías no tenía hijo. 18 Y lo demás de los hechos de Ochôzías, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

1 Reyes 19:1-21: 19 Y Achâb dió la nueva á Jezabel de todo lo que Elías había hecho, de como había muerto á cuchillo á todos los profetas. 2 Entonces envió Jezabel á Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana á estas horas yo no haya puesto tu persona como la de uno de ellos. 3 Viendo pues el peligro, levantóse y fuése por salvar su vida, y vino á Beer-seba, que es en Judá, y dejó allí su criado. 4 Y él se fué por el desierto un día de camino, y vino y sentóse debajo de un enebro, y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh Jehová, quita mi alma, que no soy yo mejor que mis padres. 5 Y echándose debajo del enebro, quedóse dormido: y he aquí luego un ángel que le tocó, y le dijo: Levántate, come. 6 Entonces él miró, y he aquí á su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un vaso de agua: y comió y bebió y volvióse á dormir. 7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, tocóle, diciendo: Levántate, come: porque gran camino te resta. 8 Levantóse pues, y comió y bebió, y caminó con la fortaleza de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches, hasta el monte de Dios, Horeb. 9 Y allí se metió en una cueva, donde tuvo la noche. Y fué á él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 10 Y él respondió: Sentido he un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos, porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han muerto á cuchillo tus profetas: y yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 11 Y él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová: mas Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto: mas Jehová no estaba en el terremoto. 12 Y tras el terremoto un fuego: mas Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silvo apacible y delicado. 13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y paróse á la puerta de la cueva. Y he aquí llegó una voz á él, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? 14 Y él respondió: Sentido he un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos, porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han muerto á cuchillo tus profetas: y yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. 15 Y díjole Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco: y llegarás, y ungirás á Hazael por rey de Siria, 16 Y á Jehú hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel, y á Eliseo hijo de Saphat, de Abel-mehula, ungirás para que sea profeta en lugar de ti. 17 Y será, que el que escapare del cuchillo, de Hazael, Jehú lo matará, y el que escapare del cuchillo de Jehú, Eliseo lo matará. 18 Y yo haré que queden en Israel siete mil, todas rodillas que no se encorvaron á Baal, y bocas todas que no lo besaron. 19 Y partiéndose él de allí, halló á Eliseo hijo de Saphat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él era uno de los doce gañanes. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. 20 Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Ruégote que me dejes besar mi padre y mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve: ¿qué te he hecho yo? 21 Y volvióse de en pos de él, y tomó un par de bueyes, y matólos, y con el arado de los bueyes coció la carne de ellos, y dióla al pueblo que comiesen. Después se levantó, y fué tras Elías, y servíale.

1 Reyes 14:24: 24 Y hubo también sodomitas en la tierra, é hicieron conforme á todas las abominaciones de las gentes que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.

2 Samuel 1:1-27: 1 Y ACONTECIO después de la muerte de Saúl, que vuelto David de la derrota de los Amalecitas, estuvo dos días en Siclag: 2 Y al tercer día acaeció, que vino uno del campo de Saúl, rotos sus vestidos, y tierra sobre su cabeza: y llegando á David, postróse en tierra, é hizo reverencia. 3 Y preguntóle David: ¿De dónde vienes? Y él respondió: Heme escapado del campo de Israel. 4 Y David le dijo: ¿Qué ha acontecido? ruégote que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y son muertos: también Saúl y Jonathán su hijo murieron. 5 Y dijo David á aquel mancebo que le daba las nuevas: ¿Cómo sabes que Saúl es muerto, y Jonathán su hijo? 6 Y el mancebo que le daba las nuevas respondió: Casualmente vine al monte de Gilboa, y hallé á Saúl que estaba recostado sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de á caballo. 7 Y como él miró atrás, vióme y llamóme, y yo dije: Heme aquí. 8 Y él me dijo: ¿Quién eres tú? Y yo le respondí: Soy Amalecita. 9 Y él me volvió á decir: Yo te ruego que te pongas sobre mí, y me mates, porque me toman angustias, y toda mi alma está aún en mí. 10 Yo entonces púseme sobre él, y matélo, porque sabía que no podía vivir después de su caída: y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la ajorca que traía en su brazo, y helas traído acá á mi señor. 11 Entonces David trabando de sus vestidos, rompiólos, y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él. 12 Y lloraron y lamentaron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl y por Jonathán su hijo, y por el pueblo de Jehová, y por la casa de Israel: porque habían caído á cuchillo. 13 Y David dijo á aquel mancebo que le había traído las nuevas: ¿De dónde eres tú? Y él respondió: Yo soy hijo de un extranjero, Amalecita. 14 Y díjole David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para mata
al ungido de Jehová? 15 Entonces llamó David uno de los mancebos, y díjole: Llega, y mátalo. Y él lo hirió, y murió. 16 Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues que tu boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová. 17 Y endechó David á Saúl y á Jonathán su hijo con esta endecha. 18 (Dijo también que enseñasen al arco á los hijos de Judá. He aquí que está escrito en el libro del derecho:) 19 Perecido ha la gloria de Israel sobre tus montañas! ­Cómo han caído los valientes! 20 No lo denunciéis en Gath, No deis las nuevas en las plazas de Ascalón, Porque no se alegren las hijas de los Filisteos, Porque no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. 21 Montes de Gilboa, Ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas, Porque allí fué desechado el escudo de los valientes, El escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite. 22 Sin sangre de muertos, sin grosura de valientes, El arco de Jonathán nunca volvió, Ni la espada de Saúl se tornó vacía. 23 Saúl y Jonathán, amados y queridos en su vida, En su muerte tampoco fueron apartados: Más ligeros que águilas, Más fuertes que leones. 24 Hijas de Israel, llorad sobre Saúl, Que os vestía de escarlata en regocijos, Que adornaba vuestras ropas con ornamentos de oro. 25 Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! ­Jonathán, muerto en tus alturas! 26 Angustia tengo por ti, hermano mío Jonathán, Que me fuiste muy dulce: Más maravilloso me fué tu amor, Que el amor de las mujeres. 27 Cómo han caído los valientes, Y perecieron las armas de guerra!

Rut 1:1-22: 1 Y ACONTECIO en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Beth-lehem de Judá, fué á peregrinar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. 2 El nombre de aquel varón era Elimelech, y el de su mujer Noemi, y los nombres de sus dos hijos eran, Mahalón y Chelión, Ephrateos de Beth-lehem de Judá. Llegaron pues á los campos de Moab, y asentaron allí. 3 Y murió Elimelech, marido de Noemi, y quedó ella con sus dos hijos, 4 Los cuales tomaron para sí mujeres de Moab, el nombre de la una Orpha, y el nombre de la otra Ruth, y habitaron allí unos diez años. 5 Y murieron también los dos, Mahalón y Chelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido. 6 Entonces se levantó con sus nueras, y volvióse de los campos de Moab: porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado á su pueblo para darles pan. 7 Salió pues del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron á caminar para volverse á la tierra de Judá. 8 Y Noemi dijo á sus dos nueras: Andad, volveos cada una á la casa de su madre: Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. 9 Déos Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido: besólas luego, y ellas lloraron á voz en grito. 10 Y dijéronle: Ciertamente nosotras volveremos contigo á tu pueblo. 11 Y Noemi respondió: Volveos, hijas mías: ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos? 12 Volveos, hijas mías, é idos, que yo ya soy vieja para ser para varón. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche fuese con varón, y aun pariese hijos, 13 ¿Habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿habías vosotras de quedaros sin casar por amor de ellos? No, hijas mías, que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. 14 Mas ellas alzando otra vez su voz, lloraron: y Orpha besó á su suegra, mas Ruth se quedó con ella. 15 Y Noemi dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto á su pueblo y á sus dioses, vuélvete tú tras ella. 16 Y Ruth respondió: No me ruegues que te deje, y que me aparte de ti: porque donde quiera que tú fueres, iré yo, y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti. 18 Y viendo Noemi que estaba tan resuelta á ir con ella, dejó de hablarle. 19 Anduvieron pues ellas dos hasta que llegaron á Beth-lehem: y aconteció que entrando en Beth-lehem, toda la ciudad se conmovió por razón de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemi? 20 Y ella les respondiá: No me llaméis Noemi, sino llamadme Mara: porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. 21 Yo me fuí llena, mas vacía me ha vuelto Jehová. ¿Por qué me llamaréis Noemi, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido? 22 Así volvió Noemi y Ruth Moabita su nuera con ella, volvió de los campos de Moab, y llegaron á Beth-lehem en el principio de la siega de las cebadas.

Deuteronomio 23:17: 17 No habrá ramera de las hijas de Israel, ni habrá sodomítico de los hijos de Israel.

Levítico 20:10-16: 10 Y el hombre que adulterare con la mujer de otro, el que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, indefectiblemente se hará morir al adúltero y á la adúltera. 11 Y cualquiera que se echare con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió, ambos han de ser muertos, su sangre será sobre ellos. 12 Y cualquiera que durmiere con su nuera, ambos han de morir: hicieron confusión, su sangre será sobre ellos. 13 Y cualquiera que tuviere ayuntamiento con varón como con mujer, abominación hicieron: entrambos han de ser muertos, sobre ellos será su sangre. 14 Y el que tomare mujer y á la madre de ella, comete vileza: quemarán en fuego á él y á ellas, porque no haya vileza entre vosotros. 15 Y cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis á la bestia. 16 Y la mujer que se allegare á algún animal, para tener ayuntamiento con él, á la mujer y al animal matarás: morirán infaliblemente, será su sangre sobre ellos.

Levítico 18:19-23: 19 Y no llegarás á la mujer en el apartamiento de su inmundicia, para descubrir su desnudez. 20 Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote en ella. 21 Y no des de tu simiente para hacerla pasar por el fuego á Moloch, no contamines el nombre de tu Dios: Yo Jehová. 22 No te echarás con varón como con mujer: es abominación. 23 Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él: es confusión.

Génesis 19:1-38: 19 LLEGARON, pues, los dos ángeles á Sodoma á la caída de la tarde: y Lot estaba sentado á la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, levantóse á recibirlos, é inclinóse hacia el suelo, 2 Y dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la plaza nos quedaremos esta noche. 3 Mas él porfió con ellos mucho, y se vinieron con él, y entraron en su casa, é hízoles banquete, y coció panes sin levadura y comieron. 4 Y antes que se acostasen, cercaron la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo, 5 Y llamaron á Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron á ti esta noche? sácanoslos, para que los conozcamos. 6 Entonces Lot salió á ellos á la puerta, y cerró las puertas tras sí, 7 Y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. 8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón, os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente á estos varones no hagáis nada, pues que vinieron á la sombra de mi tejado. 9 Y ellos respondieron: Quita allá: y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que á ellos. Y hacían gran violencia al varón, á Lot, y se acercaron para romper las puertas. 10 Entonces los varones alargaron la mano, y metieron á Lot en casa con ellos, y cerraron las puertas. 11 Y á los hombres que estaban á la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera, mas ellos se fatigaban por hallar la puerta. 12 Y dijeron los varones á Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar: 13 Porque vamos á destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová, por tanto Jehová nos ha enviado para destruirlo. 14 Entonces salió Lot, y habló á sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar, porque Jehová va á destruir esta ciudad. Mas pareció á sus yernos como que se burlaba. 15 Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa á Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, porque no perezcas en el castigo de la ciudad. 16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer, y de las manos de sus dos hijas según la misericordia de Jehová para con él, y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad. 17 Y fué que cuando los hubo sacado fuera, dijo: Escapa por tu vida, no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura, escapa al monte, no sea que perezcas. 18 Y Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos, 19 He aquí ahora ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia que has hecho conmigo dándome la vida, mas yo no podré escapar al monte, no sea caso que me alcance el mal y muera. 20 He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña, escaparé ahora allá, (¿no es ella pequeña?) y vivirá mi alma. 21 Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. 22 Date priesa, escápate allá, porque nada podré hacer hasta que allí hayas llegado. Por esto fué llamado el nombre de la ciudad, Zoar. 23 El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó á Zoar. 24 Entonces llovió Jehová sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos, 25 Y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, á espaldas de él, y se volvió estatua de sal. 27 Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová: 28 Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró, y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29 Así fué que, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, acordóse Dios de Abraham, y envió fuera á Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba. 30 Empero Lot subió de Zoar, y asentó en el monte, y sus dos hijas con él, porque tuvo miedo de quedar en Zoar, y se alojó en una cueva él y sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo á la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre á nosotras conforme á la costumbre de toda la tierra: 32 Ven, demos á beber vino á nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre generación. 33 Y dieron á beber vino á su padre aquella noche: y entró la mayor, y durmió con su padre, mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34 El día siguiente dijo la mayor á la menor: He aquí yo dormí la noche pasada con mi padre, démosle á beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre generación. 35 Y dieron á beber vino á su padre también aquella noche: y levantóse la menor, y durmió con él, pero no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36 Y concibieron las dos hijas de Lot, de su padre. 37 Y parió la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los Moabitas hasta hoy. 38 La menor también parió un hijo, y llamó su nombre Ben-ammí, el cual es padre de los Ammonitas hasta hoy.

Génesis 2:7: 7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida, y fué el hombre en alma viviente.

Génesis 1:26: 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.

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