Versículos de la Biblia acerca de los animales domésticos

Génesis 1:26: 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.

Deuteronomio 25:4: 4 No pondrás bozal al buey cuando trillare.

Mateo 10:29: 29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae á tierra sin vuestro Padre.

Job 12:7-10: 7 Y en efecto, pregunta ahora á las bestias, que ellas te enseñarán, Y á las aves de los cielos, que ellas te lo mostrarán, 8 O habla á la tierra, que ella te enseñará, Los peces de la mar te lo declararán también. 9 ¿Qué cosa de todas estas no entiende Que la mano de Jehová la hizo? 10 En su mano está el alma de todo viviente, Y el espíritu de toda carne humana.

1 Samuel 17:34: 34 Y David respondió á Saúl: Tu siervo era pastor en las ovejas de su padre, y venía un león, ó un oso, y tomaba algún cordero de la manada

Deuteronomio 22:6-7: 6 Cuando topares en el camino algún nido de ave en cualquier árbol, ó sobre la tierra, con pollos ó huevos, y estuviere la madre echada sobre los pollos ó sobre los huevos, no tomes la madre con los hijos: 7 Dejarás ir á la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.

Génesis 2:19: 19 Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas á Adam, para que viese cómo les había de llamar, y todo lo que Adam llamó á los animales vivientes, ese es su nombre.

Mateo 6:26: 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?.

Levítico 25:7: 7 Y á tu animal, y á la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.

Éxodo 23:5: 5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta ayudarás con él á levantarlo.

Éxodo 20:10: 10 Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas

Job 38:41: 41 ¿Quién preparó al cuervo su alimento, Cuando sus pollos claman á Dios, Bullendo de un lado á otro por carecer de comida?

Levítico 19:19: 19 Mis estatutos guardaréis. A tu animal no harás ayuntar para misturas, tu haza no sembrarás con mistura de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de diversas cosas.

Éxodo 23:11: 11 Mas el séptimo la dejarás vacante y soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que quedare comerán las bestias del campo, así harás de tu viña y de tu olivar.

Génesis 9:1-29: 9 Y BENDIJO Dios á Noé y á sus hijos, y díjoles: Fructificad, y multiplicad, y henchid la tierra: 2 Y vuestro temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y en todos los peces del mar: en vuestra mano son entregados. 3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo. 4 Empero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. 5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas, de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre, de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. 6 El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque á imagen de Dios es hecho el hombre. 7 Mas vosotros fructificad, y multiplicaos, procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella. 8 Y habló Dios á Noé y á sus hijos con él, diciendo: 9 Yo, he aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de vosotros, 10 Y con toda alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y de toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no fenecerá ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta será la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y toda alma viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y la tierra. 14 Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y acordarme he del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y toda alma viviente de toda carne, y no serán más las aguas por diluvio para destruir toda carne. 16 Y estará el arco en las nubes, y verlo he para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y toda alma viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios á Noé: Esta será la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra. 18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Châm y Japhet: y Châm es el padre de Canaán. 19 Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fué llena toda la tierra. 20 Y comenzó Noé á labrar la tierra, y plantó una viña: 21 Y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. 22 Y Châm, padre de Canaán, vió la desnudez de su padre, y díjolo á sus dos hermanos á la parte de afuera. 23 Entonces Sem y Japhet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. 24 Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven, 25 Y dijo: Maldito sea Canaán, Siervo de siervos será á sus hermanos. 26 Dijo más: Bendito Jehová el Dios de Sem, Y séale Canaán siervo. 27 Engrandezca Dios á Japhet, Y habite en las tiendas de Sem, Y séale Canaán siervo. 28 Y vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta años. 29 Y fueron todos los días de Noé novecientos y cincuenta años, y murió.

Génesis 3:21: 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y á su mujer túnicas de pieles, y vistiólos.

Génesis 3:1-24: 3 EMPERO la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos, 3 Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis, 5 Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. 6 Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría, y tomó de su fruto, y comió, y dió también á su marido, el cual comió así como ella. 7 Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del día: y escondióse el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Y llamó Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo, y escondíme. 11 Y díjole: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo á la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14 Y Jehová Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo, sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida: 15 Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces, con dolor parirás los hijos, y á tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste á la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo, No comerás de él, maldita será la tierra por amor de ti, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida, 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo, 19 En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas á la tierra, porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado. 20 Y llamó el hombre el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos lo vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y á su mujer túnicas de pieles, y vistiólos. 22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal: ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre: 23 Y sacólo Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía á todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

Génesis 2:7: 7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida, y fué el hombre en alma viviente.

Génesis 1:30: 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así.

Génesis 1:29: 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer.

Deuteronomio 14:21: 21 Ninguna cosa mortecina comeréis: al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él la comerá: ó véndela al extranjero, porque tú eres pueblo santo á Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

Deuteronomio 14:2: 2 Porque eres pueblo santo á Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo singular de entre todos los pueblos que están sobre la haz de la tierra.

Deuteronomio 12:16: 16 Salvo que sangre no comeréis, sobre la tierra la derramaréis como agua.

Deuteronomio 4:2: 2 No añadiréis á la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.

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