Versículos de la Biblia acerca de ofender a la gente

1 Corintios 10:23-32: 23 Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 25 De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia, 26 Porque del Señor es la tierra y lo que la hinche. 27 Y si algún infiel os llama, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia. 28 Mas si alguien os dijere: Esto fué sacrificado á los ídolos: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche. 29 La conciencia, digo, no tuya, sino del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia? 30 Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser blasfemado por lo que doy gracias? 31 Si pues coméis, ó bebéis, ó hacéis otra cosa, haced lo todo á gloria de Dios. 32 Sed sin ofensa á Judíos, y á Gentiles, y á la iglesia de Dios

1 Juan 3:17: 17 Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere á su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?

1 Juan 3:11-12: 11 Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos á otros. 12 No como Caín, que era del maligno, y mató á su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

Lucas 17:1-37: 17 Y A SUS discípulos dice: Imposible es que no vengan escándalos, mas ­ay de aquél por quien vienen! 2 Mejor le fuera, si le pusiesen al cuello una piedra de molino, y le lanzasen en el mar, que escandalizar á uno de estos pequeñitos. 3 Mirad por vosotros: si pecare contra ti tu hermano, repréndele, y si se arrepintiere, perdónale. 4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere á ti, diciendo, pésame, perdónale. 5 Y dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. 6 Entonces el Señor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diréis á este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar, y os obedecerá. 7 ¿Y quién de vosotros tiene un siervo que ara ó apacienta, que vuelto del campo le diga luego: Pasa, siéntate á la mesa? 8 ¿No le dice antes: Adereza qué cene, y arremángate, y sírveme hasta que haya comido y bebido, y después de esto, come tú y bebe? 9 ¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado? Pienso que no. 10 Así también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos, porque lo que debíamos hacer, hicimos. 11 Y aconteció que yendo él á Jerusalem, pasaba por medio de Samaria y de Galilea. 12 Y entrando en una aldea, viniéronle al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos, 13 Y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros. 14 Y como él los vió, les dijo: Id, mostraos á los sacerdotes. Y aconteció, que yendo ellos, fueron limpios. 15 Entonces uno de ellos, como se vió que estaba limpio, volvió, glorificando á Dios á gran voz, 16 Y derribóse sobre el rostro á sus pies, dándole gracias: y éste era Samaritano. 17 Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpios? ¿Y los nueve dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria á Dios sino este extranjero? 19 Y díjole: Levántate, vete, tu fe te ha salvado. 20 Y preguntado por los Fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, 21 Ni dirán: Helo aquí, ó helo allí: porque he aquí el reino de Dios entre vosotros está. 22 Y dijo á sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. 23 Y os dirán: Helo aquí, ó helo allí. No vayáis, ni sigáis. 24 Porque como el relámpago, relampagueando desde una parte de debajo del cielo, resplandece hasta la otra debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día. 25 Mas primero es necesario que padezca mucho, y sea reprobado de esta generación. 26 Y como fué en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre. 27 Comían, bebían, los hombres tomaban mujeres, y las mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca, y vino el diluvio, y destruyó á todos. 28 Asimismo también como fué en los días de Lot, comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban, 29 Mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó á todos: 30 Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará. 31 En aquel día, el que estuviere en el terrado, y sus alhajas en casa, no descienda á tomarlas: y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás. 32 Acordaos de la mujer de Lot. 33 Cualquiera que procurare salvar su vida, la perderá, y cualquiera que la perdiere, la salvará. 34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama, el uno será tomado, y el otro será dejado. 35 Dos mujeres estarán moliendo juntas: la una será tomada, y la otra dejada. 36 Dos estarán en el campo, el uno será tomado, y el otro dejado. 37 Y respondiendo, le dicen: ¿Dónde, Señor? Y él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allá se juntarán también las águilas.

Mateo 7:12: 12 Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas.

Amós 1:13: 13 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de los hijos de Ammón, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque abrieron las preñadas de Galaad, para ensanchar su término.

Santiago 3:9-10: 9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.

Gálatas 5:19-21: 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, 20 Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

1 Corintios 15:54-57: 54 Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley. 57 Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo.

1 Corintios 6:18: 18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

1 Corintios 1:30: 30 Mas de él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención

Lucas 16:19-31: 19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado á la puerta de él, lleno de llagas, 21 Y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico, y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22 Y aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fué sepultado. 23 Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió á Abraham de lejos, y á Lázaro en su seno. 24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía á Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua, porque soy atormentado en esta llama. 25 Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males, mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Y además de todo esto, una grande sima está constituída entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí á vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. 27 Y dijo: Ruégote pues, padre, que le envíes á la casa de mi padre, 28 Porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, porque no vengan ellos también á este lugar de tormento. 29 Y Abraham le dice: A Moisés y á los profetas tienen: óiganlos. 30 El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere á ellos de los muertos, se arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen á Moisés y á los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.

Lucas 10:25-37: 25 Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna? 26 Y él dijo: ¿Qué está escrito de la ley? ¿cómo lees? 27 Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento, y á tu prójimo como á ti mismo. 28 Y díjole: Bien has respondido: haz esto, y vivirás. 29 Mas él, queriéndose justificar á sí mismo, dijo á Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? 30 Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalem á Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron, é hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, se pasó de un lado. 32 Y asimismo un Levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, se pasó de un lado. 33 Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fué movido á misericordia, 34 Y llegándose, vendó sus heridas, echándo les aceite y vino, y poniéndole sobre su cabalgadura, llevóle al mesón, y cuidó de él. 35 Y otro día al partir, sacó dos denarios, y diólos al huésped, y le dijo: Cuídamele, y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré. 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fué el prójimo de aquél que cayó en manos de los ladrónes? 37 Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Lucas 6:36: 36 Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Marcos 2:16: 16 Y los escribas y los Fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron á sus discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y con los pecadores?

Isaías 1:1-31: 1 VISION de Isaías hijo de Amoz, la cual vió sobre Judá y Jerusalem, en días de Uzzías, Jotham, Achâz y Ezechîas, reyes de Judá. 2 Oid, cielos, y escucha tú, tierra, porque habla Jehová: Crié hijos, y engrandecílos, y ellos se rebelaron contra mí. 3 El buey conoce á su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. 4 Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron á Jehová, provocaron á ira al Santo de Israel, tornáronse atrás. 5 ¿Para qué habéis de ser castigados aún? todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga: no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7 Vuestra tierra está destruída, vuestras ciudades puestas á fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida de extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. 8 Y queda la hija de Sión como choza en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada. 9 Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen muy cortos residuos, como Sodoma fuéramos, y semejantes á Gomorra. 10 Príncipes de Sodoma, oid la palabra de Jehová, escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11 ¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12 ¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis á presentaros delante de mí, para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vano presente: el perfume me es abominación: luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir: son iniquidad vuestras solemnidades. 14 Vuestras lunas nuevas y vuestras solemnidades tiene aborrecidas mi alma: me son gravosas, cansado estoy de llevarlas. 15 Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos. 16 Lavad, limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de ante mis ojos, dejad de hacer lo malo: 17 Aprended á hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, oid en derecho al huérfano, amparad á la viuda. 18 Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana. 19 Si quisiereis y oyereis, comieréis el bien de la tierra: 20 Si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos á espada: porque la boca de Jehová lo ha dicho. 21 ¿Cómo te has tornado ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de juicio, en ella habitó equidad, mas ahora, homicidas. 22 Tu plata se ha tornado escorias, tu vino mezclado está con agua. 23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones: todos aman las dádivas, y van tras las recompensas: no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24 Por tanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, vengaréme de mis adversarios: 25 Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño: 26 Y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero: entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27 Sión con juicio será rescatada, y los convertidos de ella con justicia. 28 Mas los rebeldes y pecadores á una serán quebrantados, y los que dejan á Jehová serán consumidos. 29 Entonces os avergonzarán los olmos que amasteis, y os afrentarán los bosques que escogisteis. 30 Porque seréis como el olmo que se le cae la hoja, y como huerto que le faltan las aguas. 31 Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella, y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

Salmos 106:1-48: 106 ALELUYA. Alabad á Jehová, porque es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2 ¿Quién expresará las valentías de Jehová? ¿Quién contará sus alabanzas? 3 Dichosos los que guardan juicio, Los que hacen justicia en todo tiempo. 4 Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo: Visítame con tu salud, 5 Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que me goce en la alegría de tu gente, Y me gloríe con tu heredad. 6 Pecamos con nuestros padres, Hicimos iniquidad, hicimos impiedad. 7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas, No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, Sino que se rebelaron junto á la mar, en el mar Bermejo. 8 Salvólos empero por amor de su nombre, Para hacer notoria su fortaleza. 9 Y reprendió al mar Bermejo, y secólo, E hízoles ir por el abismo, como por un desierto. 10 Y salvólos de mano del enemigo, Y rescatólos de mano del adversario. 11 Y cubrieron las aguas á sus enemigos: No quedó uno de ellos. 12 Entonces creyeron á sus palabras, Y cantaron su alabanza. 13 Apresuráronse, olvidáronse de sus obras, No esperaron en su consejo. 14 Y desearon con ansia en el desierto, Y tentaron á Dios en la soledad. 15 Y él les dió lo que pidieron, Mas envió flaqueza en sus almas. 16 Tomaron después celo contra Moisés en el campo, Y contra Aarón el santo de Jehová. 17 Abrióse la tierra, y tragó á Dathán, Y cubrió la compañía de Abiram. 18 Y encendióse el fuego en su junta, La llama quemó los impíos. 19 Hicieron becerro en Horeb, Y encorváronse á un vaciadizo. 20 Así trocaron su gloria Por la imagen de un buey que come hierba. 21 Olvidaron al Dios de su salud, Que había hecho grandezas en Egipto, 22 Maravillas en la tierra de Châm, Cosas formidables sobre el mar Bermejo. 23 Y trató de destruirlos, A no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, A fin de apartar su ira, para que no los destruyese. 24 Empero aborrecieron la tierra deseable: No creyeron á su palabra, 25 Antes murmuraron en sus tiendas, Y no oyeron la voz de Jehová. 26 Por lo que alzó su mano á ellos, En orden á postrarlos en el desierto, 27 Y humillar su simiente entre las gentes, Y esparcirlos por las
ierras. 28 Allegáronse asimismo á Baalpeor, Y comieron los sacrificios de los muertos. 29 Y ensañaron á Dios con sus obras, Y desarrollóse la mortandad en ellos. 30 Entonces se levantó Phinees, é hizo juicio, Y se detuvo la plaga. 31 Y fuéle contado á justicia De generación en generación para siempre. 32 También le irritaron en las aguas de Meriba: E hizo mal á Moisés por causa de ellos, 33 Porque hicieron se rebelase su espíritu, Como lo expresó con sus labios. 34 No destruyeron los pueblos Que Jehová les dijo, 35 Antes se mezclaron con las gentes, Y aprendieron sus obras. 36 Y sirvieron á sus ídolos, Los cuales les fueron por ruina. 37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas á los demonios, 38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que sacrificaron á los ídolos de Canaán: Y la tierra fué contaminada con sangre. 39 Contamináronse así con sus obras, Y fornicaron con sus hechos. 40 Encendióse por tanto el furor de Jehová sobre su pueblo, Y abominó su heredad: 41 Y entrególos en poder de las gentes, Y enseñoreáronse de ellos los que los aborrecían. 42 Y sus enemigos los oprimieron, Y fueron quebrantados debajo de su mano. 43 Muchas veces los libró, Mas ellos se rebelaron á su consejo, Y fueron humillados por su maldad. 44 El con todo, miraba cuando estaban en angustia, Y oía su clamor: 45 Y acordábase de su pacto con ellos, Y arrepentíase conforme á la muchedumbre de sus miseraciones. 46 Hizo asimismo tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos. 47 Sálvanos, Jehová Dios nuestro, Y júntanos de entre las gentes, Para que loemos tu santo nombre, Para que nos gloriemos en tus alabanzas. 48 Bendito Jehová Dios de Israel, Desde el siglo y hasta el siglo: Y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya.

Gálatas 3:28: 28 No hay Judío, ni Griego, no hay siervo, ni libre, no hay varón, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Gálatas 1:15: 15 Mas cuando plugo á Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia

Hechos 2:1-47: 2 Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos, 2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados, 3 Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron á hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen. 5 Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo. 6 Y hecho este estruendo, juntóse la multitud, y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: He aquí ¿no son “alileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en que somos nacidos? 9 Partos y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea y en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10 En Phrygia y Pamphylia, en Egipto y en las partes de Africa que está de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, tanto Judíos como convertidos, 11 Cretenses y Arabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos á los otros: ¿Qué quiere ser esto? 13 Mas otros burlándose, decían: Que están llenos de mosto. 14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y hablóles diciendo: Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y oid mis palabras. 15 Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día, 16 Mas esto es lo que fué dicho por el profeta Joel: 17 Y será en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, Y vuestros mancebos verán visiones, Y vuestros viejos soñarán sueños: 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo: 20 El sol se volverá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto, 21 Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 22 Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis, 23 A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole, 24 Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí: Porque está á mi diestra, no seré conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y gozóse mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza, 27 Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás á tu Santo que vea corrupción. 28 Hicísteme notorios los caminos de la vida, Me henchirás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy. 30 Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, cuanto á la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono, 31 Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fué dejada en el infierno, ni su carne vió corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió á los cielos, empero él dice: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra, 35 Hasta que ponga á tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que á éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo. 37 Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron á Pedro y á los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones. 43 Y toda persona tenía temor: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Y todos los que creían estaban juntos, y tenían todas las cosas comunes, 45 Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á todos, como cada uno había menester. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, 47 Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos.

Juan 15:17: 17 Esto os mando: Que os améis los unos á los otros.

Juan 14:6: 6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.

Juan 4:27: 27 Y en esto vinieron sus discípulos, y maravilláronse de que hablaba con mujer, mas ninguno dijo: ¿Qué preguntas? ó, ¿Qué hablas con ella?

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