Versículos de la Biblia acerca de perdonar a sus enemigos

Efesios 4:32: 32 Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.

Mateo 5:44: 44 Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen, haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen

Efesios 4:31-32: 31 Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: 32 Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.

Juan 15:12: 12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros, como yo os he amado.

Marcos 11:25: 25 Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también á vosotros vuestras ofensas.

Lucas 6:27: 27 Mas á vosotros los que oís, digo: Amad á vuestros enemigos, haced bien á los que os aborrecen

Mateo 5:43-48: 43 Oísteis que fué dicho: Amarás á tu prójimo, y aborrecerás á tu enemigo. 44 Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen, haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen, 45 Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos é injustos. 46 Porque si amareis á los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿no hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si abrazareis á vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿no hacen también así los Gentiles? 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

Mateo 6:14-15: 14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial. 15 Mas si no perdonareis á los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Mateo 18:21-22: 21 Entonces Pedro, llegándose á él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré á mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete? 22 Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete.

Mateo 18:15: 15 Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre ti y él solo: si te oyere, has ganado á tu hermano.

Lucas 23:34: 34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes.

1 Juan 1:9: 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.

Efesios 4:26-27: 26 Airaos, y no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 Ni deis lugar al diablo.

Colosenses 3:12-14: 12 Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia, 13 Sufriéndoos los unos á los otros, y perdonándoos los unos á los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Crito os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección.

Colosenses 3:13: 13 Sufriéndoos los unos á los otros, y perdonándoos los unos á los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Crito os perdonó, así también hacedlo vosotros.

Efesios 4:31: 31 Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia

Proverbios 10:12: 12 El odio despierta rencillas: Mas la caridad cubrirá todas las faltas.

Mateo 6:12: 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores.

Romanos 12:19: 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, antes dad lugar á la ira, porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor.

Lucas 17:3-4: 3 Mirad por vosotros: si pecare contra ti tu hermano, repréndele, y si se arrepintiere, perdónale. 4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere á ti, diciendo, pésame, perdónale.

1 Corintios 13:1-13: 13 SI yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve. 4 La caridad es sufrida, es benigna, la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha, 5 No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal, 6 No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad, 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 La caridad nunca deja de ser: mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada, 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos, 10 Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fuí hombre hecho, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, en obscuridad, mas entonces veremos cara á cara: ahora conozco en parte, mas entonces conoceré como soy conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.

Lucas 17:4: 4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere á ti, diciendo, pésame, perdónale.

Romanos 1:1-32: 1 PABLO, siervo de Jesucristo, llamado á ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2 Que él había antes prometido por sus profetas en las santas Escrituras, 3 Acerca de su Hijo, (que fué hecho de la simiente de David según la carne, 4 El cual fué declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos), de Jesucristo Señor nuestro, 5 Por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe en todas las naciones en su nombre, 6 Entre las cuales sois también vosotros, llamados de Jesucristo: 7 A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 8 Primeramente, doy gracias á mi Dios por Jesucristo acerca de todos vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo. 9 Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones, 10 Rogando, si al fin algún tiempo haya de tener, por la voluntad de Dios, próspero viaje para ir á vosotros. 11 Porque os deseo ver, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros, 12 Es á saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe vuestra y juntamente mía. 13 Mas no quiero, hermanos, que ingnoréis que muchas veces me he propuesto ir á vosotros (empero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás Gentiles. 14 A Griegos y á bárbaros, á sabios y á no sabios soy deudor. 15 Así que, cuanto á mí, presto estoy á anunciar el evangelio también á vosotros que estáis en Roma. 16 Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree, al Judío primeramente y también al Griego. 17 Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe, como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe. 18 Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad é injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia: 19 Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto, porque Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas, de modo que son inexcusables: 21 Porque habiendo conocido á Dios, no le glorificaron como á Dios, ni dieron gracias, antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos fué entenebrecido. 22 Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos, 23 Y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes. 24 Por lo cual también Dios los entregó á inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre sí mismos: 25 Los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo á las criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó á afectos vergonzosos, pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza: 27 Y del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la recompensa que convino á su extravío. 28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en su noticia, Dios los entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene, 29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad, llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades, 30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres, 31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia: 32 Que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, más aún consienten á los que las hacen.

Mateo 18:21-35: 21 Entonces Pedro, llegándose á él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré á mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete? 22 Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete. 23 Por lo cual, el reino de los cielos es semejante á un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando á hacer cuentas, le fué presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 Mas á éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y á su mujer é hijos, con todo lo que tenía, y que se le pagase. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27 El señor, movido á misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda. 28 Y saliendo aquel siervo, halló á uno de sus consiervos, que le debía cien denarios, y trabando de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose á sus pies, le rogaba, diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fué, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda. 31 Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon á su señor todo lo que había pasado. 32 Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste: 33 ¿No te convenía también á ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su señor, enojado, le entregó á los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno á su hermano sus ofensas.

Efesios 4:29: 29 Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.

Lucas 17:3: 3 Mirad por vosotros: si pecare contra ti tu hermano, repréndele, y si se arrepintiere, perdónale.

Lucas 6:31: 31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros

Mateo 6:14: 14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial.

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