Versículos de la Biblia acerca de ser ingenuo

1 Corintios 14:20: 20 Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia: empero perfectos en el sentido.

Mateo 10:16: 16 He aquí, yo os envío como á ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.

1 Corintios 14:33: 33 Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos.

1 Tesalonicenses 5:3: 3 Que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores á la mujer preñada, y no escaparán.

Romanos 12:1-21: 12 ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto. 2 Y no os conforméis á este siglo, mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3 Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme á la medida de la fe que Dios repartió á cada uno. 4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, empero todos los miembros no tienen la misma operación, 5 Así muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos miembros los unos de los otros. 6 De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme á la medida de la fe, 7 si ministerio, en servir, ó el que enseña, en doctrina, 8 El que exhorta, en exhortar, el que reparte, hágalo en simplicidad, el que preside, con solicitud, el que hace misericordia, con alegría. 9 El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos á lo bueno, 10 Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal, previniéndoos con honra los unos á los otros, 11 En el cuidado no perezosos, ardientes en espíritu, sirviendo al Señor, 12 Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración, 13 Comunicando á las necesidades de los santos, siguiendo la hospitalidad. 14 Bendecid á los que os persiguen: bendecid y no maldigáis. 15 Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran. 16 Unánimes entre vosotros: no altivos, mas acomodándoos á los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión. 17 No paguéis á nadie mal por mal, procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, antes dad lugar á la ira, porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor. 20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza. 21 No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal.

Marcos 13:1-37: 13 Y SALIENDO del templo, le dice uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. 2 Y Jesús respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada. 3 Y sentándose en el monte de las Olivas delante del templo, le preguntaron aparte Pedro y Jacobo y Juan y Andrés: 4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿y qué señal habrá cuando todas estas cosas han de cumplirse? 5 Y Jesús respondiéndoles, comenzó á decir: Mirad, que nadie os engañe, 6 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y engañaran á muchos. 7 Mas cuando oyereis de guerras y de rumores de guerras no os turbéis, porque conviene hacerse así, mas aun no será el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos, principios de dolores serán estos. 9 Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios, y en sinagogas seréis azotados: y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, en testimonio á ellos. 10 Y á todas las gentes conviene que el evangelio sea predicado antes. 11 Y cuando os trajeren para entregaros, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis: mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad, porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. 12 Y entregará á la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo: y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. 14 Empero cuando viereis la abominación de asolamiento, que fué dicha por el profeta Daniel, que estará donde no debe (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan á los montes, 15 Y el que esté sobre el terrado, no descienda á la casa, ni entre para tomar algo de su casa, 16 Y el que estuviere en el campo, no vuelva atrás á tomar su capa. 17 Mas ­ay de las preñadas, y de las que criaren en aquellos días! 18 Orad pues, que no acontezca vuestra huída en invierno. 19 Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fué desde el principio de la creación que crió Dios, hasta este tiempo, ni será. 20 Y si el Señor no hubiese abreviado aquellos días, ninguna carne se salvaría, mas por causa de los escogidos que él escogió, abrevió aquellos días. 21 Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo, ó, He aquí, allí está, no le creáis. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiese hacer, aun á los escogidos. 23 Mas vosotros mirad, os lo he dicho antes todo. 24 Empero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25 Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas, 26 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo. 28 De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca: 29 Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que está cerca, á las puertas. 30 De cierto os digo que no pasará esta generación, que todas estas cosas no sean hechas. 31 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. 32 Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. 33 Mirad, velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo. 34 Como el hombre que partiéndose lejos, dejó su casa, y dió facultad á sus siervos, y á cada uno su obra, y al portero mandó que velase: 35 Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá, si á la tarde, ó á la media noche, ó al canto del gallo, ó á la mañana, 36 Porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo. 37 Y las cosas que á vosotros digo, á todos las dijo: Velad.

Mateo 24:1-51: 24 Y SALIDO Jesús, íbase del templo, y se llegaron sus discípulos, para mostrarle los edificios del templo. 2 Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? de cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruída. 3 Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo? 4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y á muchos engañarán. 6 Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca, mas aún no es el fin. 7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. 8 Y todas estas cosas, principio de dolores. 9 Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Y muchos entonces serán escandalizados, y se entregarán unos á otros, y unos á otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán á muchos. 12 Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriará. 13 Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio á todos los Gentiles, y entonces vendrá el fin. 15 Por tanto, cuando viereis la abominación del asolamiento, que fué dicha por Daniel profeta, que estará en el lugar santo, (el que lee, entienda), 16 Entonces los que están en Judea, huyan á los montes, 17 Y el que sobre el terrado, no descienda á tomar algo de su casa, 18 Y el que en el campo, no vuelva atrás á tomar sus vestidos. 19 Mas ­ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días! 20 Orad, pues, que vuestra huída no sea en invierno ni en sábado, 21 Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fué desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva, mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 23 Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, ó allí, no creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos. 25 He aquí os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está, no salgáis: He aquí en las cámaras, no creáis. 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. 28 Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. 29 Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas. 30 Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria. 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro. 32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca. 33 Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, á las puertas. 34 De cierto os digo, que no pasará esta generación, que todas estas cosas no acontezcan. 35 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. 36 Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo. 37 Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día que Noé entró en el arca, 39 Y no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó á todos, así será también la venida del Hijo del hombre. 40 Entonces estarán dos en el campo, el uno será tomado, y el otro será dejado: 41 Dos mujeres moliendo á un molinillo, la una será tomada, y la otra será dejada. 42 Velad pues, porque no sabéis á qué hora ha de venir vuestro Señor. 43 Esto empero sabed, que si el padre de la familia supiese á cuál vela el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. 44 Por tanto, también vosotros estad apercibidos, porque el Hijo del hombre ha de venir á la hora que no pensáis. 45 ¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su familia para que les dé alimento á tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare haciendo así. 47 De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá. 48 Y si aquel siervo malo dijere en su corazón Mi señor se tarda en venir: 49 Y comenzare á herir á sus consiervos, y aun á comer y á beber con los borrachos, 50 Vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera, y á la hora que no sabe, 51 Y le cortará por medio, y pondrá su parte con los hipócritas: allí será el lloro y el crujir de dientes.

Jeremías 4:22: 22 Porque mi pueblo es necio, no me conocieron los hijos ignorantes y los no entendidos, sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron.

Mateo 23:1-39: 23 ENTONCES habló Jesús á las gentes y á sus discípulos, 2 Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los Fariseos: 3 Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardad lo y haced lo, mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen. 4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres, mas ni aun con su dedo las quieren mover. 5 Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres, porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos, 6 Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 7 Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres Rabbí, Rabbí. 8 Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y vuestro padre no llaméis á nadie en la tierra, porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el que se ensalzare, será humillado, y el que se humillare, será ensalzado. 13 Mas ­ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, que ni vosotros entráis, ni á los que están entrando dejáis entrar. 14 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque coméis las casas de las viudas, y por pretexto hacéis larga oración: por esto llevaréis mas grave juicio. 15 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito, y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno doble más que vosotros. 16 Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Cualquiera que jurare por el templo es nada, mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es. 17 Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, ó el templo que santifica al oro? 18 Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada, mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es. 19 Necios y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, ó el altar que santifica al presente? 20 Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él, 21 Y el que jurare por el templo, jura por él, y por Aquél que habita en él, 22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquél que está sentado sobre él. 23 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro. 24 Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello! 25 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque limpiais lo que está de fuera del vaso y del plato, mas de dentro están llenos de robo y de injusticia. 26 Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio! 27 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes á sepulcros blanqueados, que de fuera, á la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad. 28 Así también vosotros de fuera, á la verdad, os mostráis justos á los hombres, mas de dentro, llenos estáis de hipocresía é iniquidad. 29 Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 Y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas. 31 Así que, testimonio dais á vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron á los profetas. 32 Vosotros también henchid la medida de vuestros padres! 33 Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno? 34 Por tanto, he aquí, yo envío á vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, á unos mataréis y crucificaréis, y á otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad: 35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre j
sta que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Barachîas, al cual matasteis entre el templo y el altar. 36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. 37 Jerusalem, Jerusalem, que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! ­cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta. 39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Mateo 7:1-29: 7 NO juzguéis, para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os volverán á medir. 3 Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo? 4 O ¿cómo dirás á tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí la viga en tu ojo? 5 Hipócrita! echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano. 6 No deis lo santo á los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan y os despedacen. 7 Pedid, y se os dará, buscad, y hallaréis, llamad, y se os abrirá. 8 Porque cualquiera que pide, recibe, y el que busca, halla, y al que llama, se abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, á quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra? 10 ¿Y si le pidiere un pez, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas á los que le piden? 12 Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas. 13 Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva á perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva á la vida, y pocos son los que la hallan. 15 Y guardaos de los falsos profetas, que vienen á vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, ó higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol lleva buenos frutos, mas el árbol maleado lleva malos frutos. 18 No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol maleado llevar frutos buenos. 19 Todo árbol que no lleva buen fruto, córtase y échase en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. 21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mucho milagros? 23 Y entonces les protestaré: Nunca os conocí, apartaos de mí, obradores de maldad. 24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé á un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña, 25 Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa, y no cayó: porque estaba fundada sobre la peña. 26 Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé á un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena, 27 Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, é hicieron ímpetu en aquella casa, y cayó, y fué grande su ruina. 28 Y fué que, como Jesús acabó estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina, 29 Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Apocalipsis 13:1-18: 13 Y YO me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cuernos diez diademas, y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. 2 Y la bestia que vi, era semejante á un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dió su poder, y su trono, y grande potestad. 3 Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fué curada: y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia. 4 Y adoraron al dragón que había dado la potestad á la bestia, y adoraron á la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante á la bestia, y quién podrá lidiar con ella? 5 Y le fué dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: y le fué dada potencia de obrar cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y á los que moran en el cielo. 7 Y le fué dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fué dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente. 8 Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fué muerto desde el principio del mundo. 9 Si alguno tiene oído, oiga. 10 El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. 11 Después vi otra bestia que subía de la tierra, y tenía dos cuernos semejantes á los de un cordero, mas hablaba como un dragón. 12 Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella, y hace á la tierra y á los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fué curada. 13 Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo á la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió. 15 Y le fué dado que diese espíritu á la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable, y hará que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean muertos. 16 Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes: 17 Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis.

1 Corintios 15:1-58: 15 ADEMAS os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis, 2 Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fué muerto por nuestros pecados conforme á las Escrituras, 4 Y que fué sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme á las Escrituras, 5 Y que apareció á Cefas, y después á los doce. 6 Después apareció á más de quinientos hermanos juntos, de los cuales muchos viven aún, y otros son muertos. 7 Después apareció á Jacobo, después á todos los apóstoles. 8 Y el postrero de todos, como á un abortivo, me apareció á mí. 9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la iglesia de Dios. 10 Empero por la gracia de Dios soy lo que soy: y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que fué conmigo. 11 Porque, ó sea yo ó sean ellos, así predicamos, y así habéis creído. 12 Y si Cristo es predicado que resucitó de los muertos ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó: 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y aun somos hallados falsos testigos de Dios, porque hemos testificado de Dios que él haya levantado á Cristo, al cual no levantó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17 Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana, aun estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo son perdidos. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres. 20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos, primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adam todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. 23 Mas cada uno en su orden: Cristo las primicias, luego los que son de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregará el reino á Dios y al Padre, cuando habrá quitado todo imperio, y toda potencia y potestad. 25 Porque es menester que él reine, hasta poner á todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte. 27 Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice: Todas las cosas son sujetadas á él, claro está exceptuado aquel que sujetó á él todas las cosas. 28 Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó á él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos. 29 De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos? 30 ¿Y por qué nosotros peligramos á toda hora? 31 Sí, por la gloria que en orden á vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, cada día muero. 32 Si como hombre batallé en Efeso contra las bestias, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos. 33 No erréis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 34 Velad debidamente, y no pequéis, porque algunos no conocen á Dios: para vergüenza vuestra hablo. 35 Mas dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muriere antes. 37 Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, acaso de trigo, ó de otro grano: 38 Mas Dios le da el cuerpo como quiso, y á cada simiente su propio cuerpo. 39 Toda carne no es la misma carne, mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves. 40 Y cuerpos hay celestiales, y cuerpos terrestres, mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres: 41 Otra es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas: porque una estrella es diferente de otra en gloria. 42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción se levantará en incorrupción, 43 Se siembra en vergüenza, se levantará con gloria, se siembra en flaqueza, se levantará con potencia, 44 Se siembra cuerpo animal, resucitará espiritual cuerpo. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45 Así también está escrito: Fué hecho el primer hombre Adam en ánima viviente, el postrer Adam en espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal, luego lo espiritual. 47 El primer hombre, es de la tierra, terreno: el segundo hombre que es el Señor, es del cielo. 48 Cual el terreno, tales también los terrenos, y cual el celestial, tales también los celestiales. 49 Y como trajimos la imagen del terreno, traeremos también la imagen del celestial. 50 Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. 51 He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente no dormiremos, mas todos seremos transformados. 52 En un momento, en un abrir de ojo, á la final trompeta, porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley. 57 Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.

Mateo 10:42: 42 Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa.

Isaías 40:22: 22 El está asentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores son como langostas: él extiende los cielos como una cortina, tiéndelos como una tienda para morar

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