Versículos de la Biblia acerca de tener hijos fuera del matrimonio

Deuteronomio 23:2: 2 No entrará bastardo en la congregación de Jehová: ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová.

Hebreos 13:4: 4 Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla, ùmas á los fornicarios y á los adúlteros juzgará Dios.

Génesis 2:24: 24 Por tanto, dejará el hombre á su padre y á su madre, y allegarse ha á su mujer, y serán una sola carne.

1 Timoteo 5:8: 8 Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.

1 Corintios 10:13: 13 No os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podeís llevar, antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.

Proverbios 5:18-19: 18 Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu mocedad. 19 Como cierva amada y graciosa corza, Sus pechos te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.

1 Corintios 7:2: 2 Mas á causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.

1 Tesalonicenses 4:3-5: 3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación, 4 Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor, 5 No con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen á Dios

1 Corintios 7:39: 39 La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido, mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.

1 Corintios 6:18: 18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

Mateo 5:32: 32 Mas yo os digo, que el que repudiare á su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere, y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.

Mateo 5:27-28: 27 Oísteis que fué dicho: No adulterarás: 28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Job 31:1: 31 HICE pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen?

2 Pedro 1:21: 21 Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.

2 Timoteo 3:16: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia

Gálatas 2:20: 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.

1 Corintios 14:1-40: 14 SEGUID la caridad, y procurad los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis. 2 Porque el que habla en lenguas, no habla á los hombres, sino á Dios, porque nadie le entiende, aunque en espíritu hable misterios. 3 Mas el que profetiza, habla á los hombres para edificación, y exhortación, y consolación. 4 El que habla lengua extraña, á sí mismo se edifica, mas el que porfetiza, edifica á la iglesia. 5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis lenguas, empero más que profetizaseis: porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, si también no interpretare, para que la iglesia tome edificación. 6 Ahora pues, hermanos, si yo fuere á vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovecharé, si no os hablare, ó con revelación, ó con ciencia, ó con profecía, ó con doctrina? 7 Ciertamente las cosas inanimadas que hacen sonidos, como la flauta ó la vihuela, si no dieren distinción de voces, ¿comó se sabrá lo que se tañe con la flauta, ó con la vihuela? 8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se apercibirá á la batalla? 9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien significante, ¿cómo se entenderá lo que se dice? porque hablaréis al aire. 10 Tantos géneros de voces, por ejemplo, hay en el mundo, y nada hay mudo, 11 Mas si yo ignorare el valor de la voz, seré bárbaro al que habla, y el que habla será bárbaro para mí. 12 Así también vosotros, pues que anheláis espirituales dones, procurad ser excelentes para la edificación de la iglesia. 13 Por lo cual, el que habla lengua extraña, pida que la interprete. 14 Porque si yo orare en lengua desconocida, mi espíritu ora, mas mi entendimiento es sin fruto. 15 ¿Qué pues? Oraré con el espíritu, mas oraré también con entendimiento, cantaré con el espíritu, mas cantaré también con entendimiento. 16 Porque si bendijeres con el espíritu, el que ocupa lugar de un mero particular, ¿cómo dirá amén á tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17 Porque tú, á la verdad, bien haces gracias, mas el otro no es edificado. 18 Doy gracias á Dios que hablo lenguas más que todos vosotros: 19 Pero en la iglesia más quiero hablar cinco palabras con mi sentido, para que enseñe también á los otros, que diez mil palabras en lengua desconocida. 20 Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia: empero perfectos en el sentido. 21 En la ley está escrito: En otras lenguas y en otros labios hablaré á este pueblo, y ni aun así me oirán, dice el Señor. 22 Así que, las lenguas por señal son, no á los fieles, sino á los infieles: mas la profecía, no á los infieles, sino á los fieles. 23 De manera que, si toda la iglesia se juntare en uno, y todos hablan lenguas, y entran indoctos ó infieles, ¿no dirán que estáis locos? 24 Mas si todos profetizan, y entra algún infiel ó indocto, de todos es convencido, de todos es juzgado, 25 Lo oculto de su corazón se hace manifiesto: y así, postrándose sobre el rostro, adorará á Dios, declarando que verdaderamente Dios está en vosotros. 26 ¿Qué hay pues, hermanos? Cuando os juntáis, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: hagáse todo para edificación. 27 Si hablare alguno en lengua extraña, sea esto por dos, ó á lo más tres, y por turno, mas uno interprete. 28 Y si no hubiere intérprete, calle en la iglesia, y hable á sí mismo y á Dios. 29 Asimismo, los profetas hablen dos ó tres, y los demás juzguen. 30 Y si á otro que estuviere sentado, fuere revelado, calle el primero. 31 Porque podéis todos profetizar uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 32 Y los espíritus de los que profetizaren, sujétense á los profetas, 33 Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos. 34 Vuestras mujeres callen en las congregaciones, porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley dice. 35 Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa á sus maridos, porque deshonesta cosa es hablar una mujer en la congregación. 36 Qué, ¿ha salido de vosotros la palabra de Dios? ¿ó á vosotros solos ha llegado? 37 Si alguno á su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore. 39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas. 40 Empero hagáse todo decentemente y con orden.

Romanos 8:29: 29 Porque á los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos

Colosenses 3:5: 5 Amortiguad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, molicie, mala concupiscencia, y avaricia, que es idolatría

Colosenses 3:1: 3 SI habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado á la diestra de Dios.

2 Corintios 6:14: 14 No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas?

1 Corintios 13:1-13: 13 SI yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve. 4 La caridad es sufrida, es benigna, la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha, 5 No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal, 6 No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad, 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 La caridad nunca deja de ser: mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada, 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos, 10 Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fuí hombre hecho, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, en obscuridad, mas entonces veremos cara á cara: ahora conozco en parte, mas entonces conoceré como soy conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.

1 Corintios 7:32-35: 32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor: 33 Empero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar á su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella: la doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu: mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, cómo ha de agradar á su marido. 35 Esto empero digo para vuestro provecho, no para echaros lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os lleguéis al Señor.

1 Corintios 6:13: 13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas, empero y á él y á ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo

Romanos 8:28: 28 Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados.

Romanos 8:1: 8 AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu.

Romanos 5:8: 8 Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Juan 15:1-27: 15 YO soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. 4 Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid, así ni vosotros, si no estuviereis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no estuviere, será echado fuera como mal pámpano, y se secará, y los cogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9 Como el Padre me amó, también yo os he amado: estad en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor, como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros, como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias. 16 No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé. 17 Esto os mando: Que os améis los unos á los otros. 18 Si el mundo os aborrece, sabed que á mí me aborreció antes que á vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo, mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo. 20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. 21 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, mas ahora no tienen excusa de su pecado. 23 El que me aborrece, también á mi Padre aborrece. 24 Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado, mas ahora, y las han visto, y me aborrecen á mí y á mi Padre. 25 Mas para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Que sin causa me aborrecieron. 26 Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. 27 Y vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.

Juan 3:16: 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 1:1-51: 1 EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que es hecho, fué hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no la comprendieron. 6 Fué un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 9 Aquel era la luz verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él, y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: 13 Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. 14 Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dió testimonio de él, y clamó diciendo: Este es del que yo decía: El que viene tras mí, es antes de mí: porque es primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. 17 Porque la ley por Moisés fué dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fué hecha. 18 A Dios nadie le vió jamás: el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le declaró. 19 Y éste es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron de Jerusalem sacerdotes y Levitas, que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? 20 Y confesó, y no negó, mas declaró: No soy yo el Cristo. 21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. 22 Dijéronle: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta á los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23 Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo Isaías profeta. 24 Y los que habían sido enviados eran de los Fariseos. 25 Y preguntáronle, y dijéronle: ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? 26 Y Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo con agua, mas en medio de vosotros ha estado á quien vosotros no conocéis. 27 Este es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí: del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato. 28 Estas cosas acontecieron en Betábara, de la otra parte del Jordán, donde Juan bautizaba. 29 El siguiente día ve Juan á Jesús que venía á él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 30 Este es del que dije: Tras mí viene un varón, el cual es antes de mí: porque era primero que yo. 31 Y yo no le
conocía, más para que fuese manifestado á Israel, por eso vine yo bautizando con agua. 32 Y Juan dió testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y reposó sobre él. 33 Y yo no le conocía, mas el que me envió á bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo. 34 Y yo le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios. 35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 36 Y mirando á Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. 37 Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron á Jesús. 38 Y volviéndose Jesús, y viéndolos seguir le, díceles: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabbí (que declarado quiere decir Maestro) ¿dónde moras? 39 Díceles: Venid y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedáronse con él aquel día: porque era como la hora de las diez. 40 Era Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído de Juan, y le habían seguido. 41 Este halló primero á su hermano Simón, y díjole: Hemos hallado al Mesías (que declarado es, el Cristo). 42 Y le trajo á Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Cephas (que quiere decir, Piedra). 43 El siguiente día quiso Jesús ir á Galilea, y halla á Felipe, al cual dijo: Sígueme. 44 Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe halló á Natanael, y dícele: Hemos hallado á aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: á Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46 Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven y ve. 47 Jesús vió venir á sí á Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño. 48 Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi. 49 Respondió Natanael, y díjole: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. 50 Respondió Jesús y díjole: ¿Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees? cosas mayores que éstas verás. 51 Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre.

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