Versículos de la Biblia sobre Bautizar

1 Pedro 3:21: 21 A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesucristo

Hechos 2:38: 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos 2:1-47: 2 Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos, 2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados, 3 Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron á hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen. 5 Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo. 6 Y hecho este estruendo, juntóse la multitud, y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: He aquí ¿no son “alileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en que somos nacidos? 9 Partos y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea y en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10 En Phrygia y Pamphylia, en Egipto y en las partes de Africa que está de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, tanto Judíos como convertidos, 11 Cretenses y Arabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos á los otros: ¿Qué quiere ser esto? 13 Mas otros burlándose, decían: Que están llenos de mosto. 14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y hablóles diciendo: Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y oid mis palabras. 15 Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día, 16 Mas esto es lo que fué dicho por el profeta Joel: 17 Y será en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, Y vuestros mancebos verán visiones, Y vuestros viejos soñarán sueños: 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo: 20 El sol se volverá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto, 21 Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 22 Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis, 23 A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole, 24 Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí: Porque está á mi diestra, no seré conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y gozóse mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza, 27 Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás á tu Santo que vea corrupción. 28 Hicísteme notorios los caminos de la vida, Me henchirás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy. 30 Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, cuanto á la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono, 31 Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fué dejada en el infierno, ni su carne vió corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió á los cielos, empero él dice: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra, 35 Hasta que ponga á tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que á éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo. 37 Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron á Pedro y á los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones. 43 Y toda persona tenía temor: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Y todos los que creían estaban juntos, y tenían todas las cosas comunes, 45 Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á todos, como cada uno había menester. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, 47 Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos.

2 Juan 1:10-11: 10 Si alguno viene á vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ­bienvenido! 11 Porque el que le dice bienvenido, comunica con sus malas obras.

1 Juan 4:1: 4 AMADOS, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.

Juan 3:16: 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Marcos 16:16: 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo, mas el que no creyere, será condenado.

Mateo 28:19: 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

2 Pedro 1:21: 21 Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.

Tito 3:5: 5 No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo

2 Timoteo 2:15: 15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

Colosenses 2:12: 12 Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.

Efesios 5:19: 19 Hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones

Gálatas 3:27: 27 Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos.

1 Corintios 12:1-31: 12 Y ACERCA de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis. 2 Sabéis que cuando erais Gentiles, ibais, como erais llevados, a los ídolos mudos. 3 Por tanto os hago saber, que nadie que hable por Espíritu de Dios, llama anatema á Jesús, y nadie puede llamar á Jesús Señor, sino por Espíritu Santo. 4 Empero hay repartimiento de dones, mas el mismo Espíritu es. 5 Y hay repartimiento de ministerios, mas el mismo Señor es. 6 Y hay repartimiento de operaciones, mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos. 7 Empero á cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho. 8 Porque á la verdad, á éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría, á otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu, 9 A otro, fe por el mismo Espíritu, y á otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu, 10 A otro, operaciones de milagros, y á otro, profecía, y á otro, discreción de espíritus, y á otro, géneros de lenguas, y á otro, interpretación de lenguas. 11 Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente á cada uno como quiere. 12 Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres, y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. 14 Pues ni tampoco el cuerpo es un miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como quiso. 19 Que si todos fueran un miembro, ¿dónde estuviera el cuerpo? 20 Mas ahora muchos miembros son á la verdad, empero un cuerpo. 21 Ni el ojo puede decir á la mano: No te he menester: ni asimismo la cabeza á los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22 Antes, mucho más los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son necesarios, 23 Y á aquellos del cuerpo que estimamos ser más viles, á éstos vestimos más honrosamente, y los que en nosotros son menos honestos, tienen más compostura. 24 Porque los que en nosotros son más honestos, no tienen necesidad: mas Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25 Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se interesen los unos por los otros. 26 Por manera que si un miembro padece, todos los miembros á una se duelen, y si un miembro es honrado, todos los miembros á una se gozan. 27 Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte. 28 Y á unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores, luego facultades, luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos doctores? ¿todos facultades? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? 31 Empero procurad los mejores dones, mas aun yo os muestro un camino más excelente.

1 Corintios 2:13: 13 Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual á lo espiritual.

Romanos 6:23: 23 Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 6:4: 4 Porque somos sepultados juntamente con él á muerte por el bautismo, para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.

Romanos 3:23: 23 Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios

Hechos 8:36: 36 Y yendo por el camino, llegaron á cierta agua, y dijo el eunuco: He aquí agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?

Hechos 1:8: 8 Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Marcos 16:15: 15 Y les dijo: Id por todo el mundo, predicad el evangelio á toda criatura.

Marcos 16:1-20: 16 Y COMO pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, compraron drogas aromáticas, para venir á ungirle. 2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol. 3 Y decían entre sí: ¿Quién nos revolverá la piedra de la puerta del sepulcro? 4 Y como miraron, ven la piedra revuelta, que era muy grande. 5 Y entradas en el sepulcro, vieron un mancebo sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca, y se espantaron. 6 Más él les dice: No os asustéis: buscáis á Jesús Nazareno, el que fué crucificado, resucitado há, no está aquí, he aquí el lugar en donde le pusieron. 7 Mas id, decid á sus discípulos y á Pedro, que él va antes que vosotros á Galilea: allí le veréis, como os dijo. 8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque las había tomado temblor y espanto, ni decían nada á nadie, porque tenían miedo. 9 Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente á María Magdalena, de la cual había echado siete demonios. 10 Yendo ella, lo hizo saber á los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. 11 Y ellos como oyeron que vivía, y que había sido visto de ella, no lo creyeron. 12 Mas después apareció en otra forma á dos de ellos que iban caminando, yendo al campo. 13 Y ellos fueron, y lo hicieron saber á los otros, y ni aun á éllos creyeron. 14 Finalmente se apareció á los once mismos, estando sentados á la mesa, y censuróles su incredulidad y dureza de corazón, que no hubiesen creído á los que le habían visto resucitado. 15 Y les dijo: Id por todo el mundo, predicad el evangelio á toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo, mas el que no creyere, será condenado. 17 Y estas señales seguirán á los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios, hablaran nuevas lenguas, 18 Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará, sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. 19 Y el Señor, después que les habló, fué recibido arriba en el cielo, y sentóse á la diestra de Dios. 20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con las señales que se seguían. Amen.

Mateo 28:19-20: 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: 20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:1-20: 28 Y LA víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, á ver el sepulcro. 2 Y he aquí, fué hecho un gran terremoto: porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra, y estaba sentado sobre ella. 3 Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4 Y de miedo de él los guardas se asombraron, y fueron vueltos como muertos. 5 Y respondiendo el ángel, dijo á las mujeres: No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis á Jesús, que fué crucificado. 6 No está aquí, porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fué puesto el Señor. 7 E id presto, decid á sus discípulos que ha resucitado de los muertos: y he aquí va delante de vosotros á Galilea, allí le veréis, he aquí, os lo he dicho. 8 Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo á dar las nuevas á sus discípulos. Y mientras iban á dar las nuevas á sus discípulos, 9 He aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Salve. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron. 10 Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas á mis hermanos, para que vayan á Galilea, y allí me verán. 11 Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron á la ciudad, y dieron aviso á los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. 12 Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero á los soldados, 13 Diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros. 14 Y si esto fuere oído del presidente, nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros. 15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como estaban instruídos: y este dicho fué divulgado entre los Judíos hasta el día de hoy. 16 Mas los once discípulos se fueron á Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17 Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban. 18 Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
anto: 20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 3:11: 11 Yo á la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, mas el que viene tras mí, más poderoso es que yo, los zapatos del cual yo no soy digno de llevar, él os bautizará en Espíritu Santo y en fuego

Apocalipsis 22:18: 18 Porque yo protesto á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

Apocalipsis 20:12: 12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios, y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

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