Versículos de la Biblia sobre Dejad

Hebreos 13:5: 5 Sean las costumbres vuestras sin avaricia, contentos de lo presente, porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.

Éxodo 33:14: 14 Y él dijo: Mi rostro irá contigo, y te haré descansar.

Hebreos 10:25: 25 No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos, y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Hechos 2:38: 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Salmos 119:1-176: Aleph 119 BIENAVENTURADOS los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan: 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia. 8 Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente. Beth 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos. 16 Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras. Gimel 17 Haz bien á tu siervo, que viva Y guarde tu palabra. 18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. 19 Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos. 20 Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. 21 Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos. 22 Aparta de mí oprobio y menosprecio, Porque tus testimonios he guardado. 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos. 24 Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros. Daleth 25 Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra. 26 Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos. 27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas. 28 Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra. 29 Aparta de mí camino de mentira, Y hazme la gracia de tu ley. 30 Escogí el camino de la verdad, He puesto tus juicios delante de mí. 31 Allegádome he á tus testimonios, Oh Jehová, no me avergüences. 32 Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón. He 33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la observaré de todo corazón. 35 Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad. 36 Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia. 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad, Avívame en tu camino. 38 Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme. 39 Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios. 40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia. Vav 41 Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová, Tu salud, conforme á tu dicho. 42 Y daré por respuesta á mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. 43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad, Porque á tu juicio espero. 44 Y guardaré tu ley siempre, Por siglo de siglo. 45 Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos. 46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré. 47 Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado. 48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos. Zayin 49 Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley. 52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme. 53 Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley. 54 Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones. 55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley. 56 Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos. Jet 57 Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios. 60 Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos. 61 Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley. 62 A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia. 63 Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos. Teth 65 Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme á tu palabra. 66 Enséñame bondad de sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído. 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba, Mas ahora guardo tu palabra. 68 Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos. 69 Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70 Engrasóse el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he deleitado. 71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. 72 Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata. Yod 73 Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado. 75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo. 77 Vengan á mí tus misericordias, y viva, Porque tu ley es mi deleite. 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos. 79 Tórnense á mí los que te temen Y conocen tus testimonios. 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Porque no sea yo avergonzado. Kaf 81 Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra. 82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83 Porque estoy como el odre al humo, Mas no he olvidado tus estatutos. 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85 Los soberbios me han cavado hoyos, Mas no obran según tu ley. 86 Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen, ayúdame. 87 Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos. 88 Vivifícame conforme á tu misericordia, Y guardaré los testimonios de tu boca. Lamed 89 Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos. 90 Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera. 91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas, Porque todas ellas te sirven. 92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido. 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado. 94 Tuyo soy yo, guárdame, Porque he buscado tus mandamientos. 95 Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios. 96 A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento. Mem 97 ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque me son eternos. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos. 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 103 Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira. Nun 105 Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino. 106 Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia. 107 Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra. 108 Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y enséñame tus juicios. 109 De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley. 110 Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos. 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. 112 Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin. Samech 113 Los pensamientos vanos aborrezco, Mas amo tu ley. 114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado. 115 Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. 116 Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza. 117 Sosténme, y seré salvo, Y deleitaréme siempre en tus estatutos. 118 Hollaste á todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su engaño. 119 Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios. 120 Mi carne se ha extremecido por temor de ti, Y de tus juicios tengo miedo. Ain 121 Juicio y justicia he hecho, No me dejes á mis opresores. 122 Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios. 123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia. 124 Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos. 125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento, Para que sepa tus testimonios. 126 Tiempo es de hacer, oh Jehová, Disipado han tu ley. 127 Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro. 128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira. Pe 129 Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma. 130 El principio de tus palabras alumbra, Hace entender á los simples. 131 Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos. 132 Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre. 133 Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134 Redímeme de la violencia de los hombres, Y guardaré tus mandamientos. 135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, Y enséñame tus estatutos. 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley. Tzaddi 137 Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios. 138 Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles. 139 Mi celo me ha consumido, Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140 Sumamente acendrada es tu palabra, Y la ama tu siervo. 141 Pequeño soy yo y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. 143 Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites. 144 Justicia eterna son tus testimonios, Dame entendimiento, y viviré. Coph 145 Clamé con todo mi corazón, respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. 146 A ti clamé, sálvame, Y guardaré tus testimonios. 147 Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra. 148 Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos. 149 Oye mi voz conforme á tu misericordia, Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio. 150 Acercáronse á la maldad los que me persiguen, Alejáronse de tu ley. 151 Cercano estás tú, oh Jehová, Y todos tus mandamientos son verdad. 152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste. Resh 153 Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado. 154 Aboga mi causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho. 155 Lejos está de los impíos la salud, Porque no buscan tus estatutos. 156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios. 157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, Mas de tus testimonios no me he apartado. 158 Veía á los prevaricadores, y carcomíame, Porque no guardaban tus palabras. 159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia. 160 El principio de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia. Sin 161 Príncipes me han perseguido sin causa, Mas mi corazón tuvo temor de tus palabras. 162 Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. 166 Tu salud he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. 167 Mi alma ha guardado tus testimonios, Y helos amado en gran manera. 168 Guardado he tus mandamientos y tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de ti. Tau 169 Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová: Dame entendimiento conforme á tu palabra. 170 Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho. 171 Mis labios rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos. 172 Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son justicia. 173 Sea tu mano en mi socorro, Porque tus mandamientos he escogido. 174 Deseado he tu salud, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia. 175 Viva mi alma y alábete, Y tus juicios me ayuden. 176 Yo anduve errante como oveja extraviada, busca á tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

1 Juan 1:9: 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.

Gálatas 5:14: 14 Porque toda la ley en aquesta sola palabra se cumple: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.

Marcos 16:16: 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo, mas el que no creyere, será condenado.

Génesis 1:27: 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra los crió.

Apocalipsis 20:11-15: 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo, y no fué hallado el lugar de ellos. 12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios, y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar dió los muertos que estaban en él, y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos, y fué hecho juicio de cada uno según sus obras. 14 Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.

Apocalipsis 20:4: 4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fué dado juicio, y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni á su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

Apocalipsis 1:11: 11 Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envía lo á las siete iglesias que están en Asia, á Efeso, y á Smirna, y á Pérgamo, y á Tiatira, y á Sardis, y á Filadelfia, y á Laodicea.

Apocalipsis 1:4: 4 Juan á las siete iglesias que están en Asia: Gracia sea con vosotros, y paz del que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono

Santiago 1:27: 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.

Hebreos 12:1: 12 POR tanto nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta

Hebreos 10:19-20: 19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, 20 Por el camino que él nos consagró nuevo y vivo, por el velo, esto es, por su carne

Hebreos 9:27: 27 Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio

Hebreos 7:1-28: 7 PORQUE este Melchîsedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió á recibir á Abraham que volvía d
la derrota de los reyes, y le bendijo, 2 Al cual asimismo dió Abraham los diezmos de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia, y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz, 3 Sin padre, sin madre, sin linaje, que ni tiene principio de días, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 4 Mirad pues cuán grande fué éste, al cual aun Abraham el patriarca dió diezmos de los despojos. 5 Y ciertamente los que de los hijos de Leví toman el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es á saber, de sus hermanos aunque también hayan salido de los lomos de Abraham. 6 Mas aquél cuya genealogía no es contada de ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7 Y sin contradicción alguna, lo que es menos es bendecido de lo que es más. 8 Y aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos: mas allí, aquel del cual está dado testimonio que vive. 9 Y, por decirlo así, en Abraham fué diezmado también Leví, que recibe los diezmos, 10 Porque aun estaba en los lomos de su padre cuando Melchîsedec le salió al encuentro. 11 Si pues la perfección era por el sacerdocio Levítico (porque debajo de él recibio el pueblo la ley) ¿qué necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melchîsedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 12 Pues mudado el sacerdocio, necesario es que se haga también mudanza de la ley. 13 Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie asistió al altar. 14 Porque notorio es que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, sobre cuya tribu nada habló Moisés tocante al sacerdocio. 15 Y aun más manifiesto es, si á semejanza de Melchîsedec se levanta otro sacerdote, 16 El cual no es hecho conforme á la ley del mandamiento carnal, sino según la virtud de vida indisoluble, 17 Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melchîsedec. 18 El mandamiento precedente, cierto se abroga por su flaqueza é inutilidad, 19 Porque nada perfeccionó la ley, mas hízolo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos á Dios. 20 Y por cuanto no fué sin juramento, 21 (Porque los otros cierto sin juramento fueron hechos sacerdotes, mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote eternamente Según el orden de Melchîsedec:) 22 Tanto de mejor testamento es hecho fiador Jesús. 23 Y los otros cierto fueron muchos sacerdotes, en cuanto por la muerte no podían permanecer. 24 Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable: 25 Por lo cual puede también salvar eternamente á los que por él se allegan á Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 26 Porque tal pontífice nos convenía: santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime de los cielos, 27 Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus pecados, y luego por los del pueblo: porque esto lo hizo una sola vez, ofreciéndose á sí mismo. 28 Porque la ley constituye sacerdotes á hombres flacos, mas la palabra del juramento, después de la ley, constituye al Hijo, hecho perfecto para siempre.

Hebreos 6:1-20: 6 POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante á la perfección, no echando otra vez el fundamento, no arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios, 2 De la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno. 3 Y esto haremos á la verdad, si Dios lo permitiere. 4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo. 5 Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, 6 Y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole á vituperio. 7 Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y produce hierba provechosa á aquellos de los cuales es labrada, recibe bendición de Dios: 8 Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición, cuyo fin será el ser abrasada. 9 Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas, y más cercanas á salud, aunque hablamos así. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos. 11 Mas deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el cabo, para cumplimiento de la esperanza: 12 Que no os hagáis perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. 13 Porque prometiendo Dios á Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14 Diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo, y multiplicando te multiplicaré. 15 Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa. 16 Porque los hombres ciertamente por el mayor que ellos juran: y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente á los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento, 18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos á trabarnos de la esperanza propuesta: 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo, 20 Donde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melchîsedec.

1 Timoteo 6:10: 10 Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

1 Timoteo 2:8: 8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda.

1 Tesalonicenses 4:13-17: 13 Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús. 15 Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros á los que durmieron. 16 Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero: 17 Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

2 Corintios 10:5: 5 Destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y cautivando todo intento á la obediencia, de Cristo

1 Corintios 7:2: 2 Mas á causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.

Hechos 22:16: 16 Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

Hechos 13:22: 22 Y quitado aquél, levantóles por rey á David, el que dió también testimonio, diciendo: He hallado á David, hijo de Jessé, varón conforme á mi corazón, el cual hará todo lo que yo quiero.

Juan 14:15: 15 Si me amáis, guardad mis mandamientos

Juan 8:32: 32 Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.

Lucas 20:46: 46 Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas

Lucas 14:12-14: 12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos, porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación. 13 Mas cuando haces banquete, llama á los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos, 14 Y serás bienaventurado, porque no te pueden retribuir, mas te será recompensado en la resurrección de los justos.

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