Versículos de la Biblia sobre el abuso de cónyuge

1 Pedro 3:7: 7 Vosotros maridos, semejantemente, habitad con ellas según ciencia, dando honor á la mujer como á vaso más frágil, y como á herederas juntamente de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean impedidas.

Mateo 5:32: 32 Mas yo os digo, que el que repudiare á su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere, y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.

Malaquías 2:16: 16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece que sea repudiada, y cubra la iniquidad con su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos pues en vuestros espíritus, y no seáis desleales.

Proverbios 22:10: 10 Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda, Y cesará el pleito y la afrenta.

Hebreos 13:4: 4 Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla, ùmas á los fornicarios y á los adúlteros juzgará Dios.

Efesios 5:22: 22 Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor.

Apocalipsis 13:1-18: 13 Y YO me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cuernos diez diademas, y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. 2 Y la bestia que vi, era semejante á un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dió su poder, y su trono, y grande potestad. 3 Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fué curada: y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia. 4 Y adoraron al dragón que había dado la potestad á la bestia, y adoraron á la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante á la bestia, y quién podrá lidiar con ella? 5 Y le fué dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: y le fué dada potencia de obrar cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y á los que moran en el cielo. 7 Y le fué dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fué dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente. 8 Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fué muerto desde el principio del mundo. 9 Si alguno tiene oído, oiga. 10 El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. 11 Después vi otra bestia que subía de la tierra, y tenía dos cuernos semejantes á los de un cordero, mas hablaba como un dragón. 12 Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella, y hace á la tierra y á los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fué curada. 13 Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo á la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió. 15 Y le fué dado que diese espíritu á la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable, y hará que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean muertos. 16 Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes: 17 Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis.

Apocalipsis 11:1-19: 11 Y ME fué dada una caña semejante á una vara, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y á los que adoran en él. 2 Y echa fuera el patio que está fuera del templo, y no lo midas, porque es dado á los Gentiles, y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. 3 Y daré á mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos y sesenta días, vestidos de sacos. 4 Estas son las dos olivas, y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra. 5 Y si alguno les quisiere dañar, sale fuego de la boca de ellos, y devora á sus enemigos: y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto. 6 Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren. 7 Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará. 8 Y sus cuerpos serán echados en las plazas de la grande ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fué crucificado. 9 Y los de los linajes, y de los pueblos, y de las lenguas, y de los Gentiles verán los cuerpos de ellos por tres días y medio, y no permitirán que sus cuerpos sean puestos en sepulcros. 10 Y los moradores de la tierra se gozarán sobre ellos, y se alegrarán, y se enviarán dones los unos á los otros, porque estos dos profetas han atormentado á los que moran sobre la tierra. 11 Y después de tres días y medio el espíritu de vida enviado de Dios, entró en ellos, y se alzaron sobre sus pies, y vino gran temor sobre los que los vieron. 12 Y oyeron una grande voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron. 13 Y en aquella hora fué hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra en número de siete mil hombres: y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo. 14 El segundo ­Ay! es pasado: he aquí, el tercer ­Ay! vendrá presto. 15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido á ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás. 16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron á Dios, 17 Diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado. 18 Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos, para que sean juzgados, y para que des el galardón á tus siervos los profetas, y á los santos, y á los que temen tu nombre, á los pequeñitos y á los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra. 19 Y el templo de Dios fué abierto en el cielo, y el arca de su testamento fué vista en su templo. Y fueron hechos relámpagos y voces y truenos y terremotos y grande granizo.

1 Tesalonicenses 4:16-18: 16 Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero: 17 Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, consolaos los unos á los otros en estas palabras.

Efesios 5:25: 25 Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella

2 Corintios 6:14: 14 No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas?

1 Corintios 7:39: 39 La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido, mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.

1 Corintios 7:15: 15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso, antes á paz nos llamó Dios.

1 Corintios 7:12-16: 12 Y á los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, no la despida. 13 Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, no lo deje. 14 Porque el marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, empero ahora son santos. 15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso, antes á paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salva á tu marido? ¿ó de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salvo á tu mujer?

1 Corintios 7:1-40: 7 CUANTO á las cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer. 2 Mas á causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido. 3 El marido pague á la mujer la debida benevolencia, y asimismo la mujer al marido. 4 La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: é igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os defraudéis el uno al otro, á no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en la oración: y volved á juntaros en uno, porque no os tiente Satanás á causa de vuestra incontinencia. 6 Mas esto digo por permisión, no por mandamiento. 7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios, uno á la verdad así, y otro así. 8 Digo pues á los solteros y á las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo. 9 Y si no tienen don de continencia, cásense, que mejor es casarse que quemarse. 10 Mas á los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se aparte del marido, 11 Y si se apartare, que se quede sin casar, ó reconcíliese con su marido, y que el marido no despida á su mujer. 12 Y á los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, no la despida. 13 Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, no lo deje. 14 Porque el marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, empero ahora son santos. 15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso, antes á paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salva á tu marido? ¿ó de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salvo á tu mujer? 17 Empero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó á cada uno, así ande: y así enseño en todas las iglesias. 18 ¿Es llamado alguno circuncidado? quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircuncidado? que no se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de las mandamientos de Dios. 20 Cada uno en la vocación en que fué llamado, en ella se quede. 21 ¿Eres llamado siendo siervo? no se te dé cuidado, mas también si puedes hacerte libre, procúralo más. 22 Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor: asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo. 23 Por precio sois comprados, no os hagáis siervos de los hombres. 24 Cada uno, hermanos, en lo que es llamado, en esto se quede para con Dios. 25 Empero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor, mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por bueno á causa de la necesidad que apremia, que bueno es al hombre estarse así. 27 ¿Estás ligado á mujer? no procures soltarte. ¿Estáis suelto de mujer? no procures mujer. 28 Mas también si tomares mujer, no pecaste, y si la doncella se casare, no pecó: pero aflicción de carne tendrán los tales, mas yo os dejo. 29 Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen mujeres sean como los que no las tienen, 30 Y los que lloran, como los que no lloran, y los que se huelgan, como los que no se huelgan, y los que compran, como los que no poseen, 31 Y los que usan de este mundo, como los que no usan: porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor: 33 Empero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar á su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella: la doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu: mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, cómo ha de agradar á su marido. 35 Esto empero digo para vuestro provecho, no para echaros lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os lleguéis al Señor. 36 Mas, si á alguno parece cosa fea en su hija virgen, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca, cásese. 37 Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene libertad de su voluntad, y determinó en su corazón esto, el guardar su hija virgen, bien hace. 38 Así que, el que la da en casamiento, bien hace, y el que no la da en casamiento, hace mejor. 39 La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido, mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor. 40 Empero más venturosa será si se quedare así, según mi consejo, y pienso que también yo tengo Espíritu de Dios.

Lucas 16:18: 18 Cualquiera que repudia á su mujer, y se casa con otra, adultera: y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.

Marcos 10:2-12: 2 Y llegándose los Fariseos, le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar á su mujer. 3 Mas él respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 4 Y ellos dijeron: Moisés permitió escribir carta de divorcio, y repudiar. 5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento, 6 Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. 7 Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se juntará á su mujer. 8 Y los que eran dos, serán hechos una carne: así que no son más dos, sino una carne. 9 Pues lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre. 10 Y en casa volvieron los discípulos á preguntarle de lo mismo. 11 Y les dice: Cualquiera que repudiare á su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella: 12 Y si la mujer repudiare á su marido y se casare con otro, comete adulterio.

Mateo 19:9: 9 Y yo os digo que cualquiera que repudiare á su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera.

Mateo 19:3-9: 3 Entonces se llegaron á él los Fariseos, tentándole, y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar á su mujer por cualquiera causa? 4 Y él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, macho y hembra los hizo, 5 Y dijo: Por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá á su mujer, y serán dos en una carne? 6 Así que, no son ya más dos, sino una carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre. 7 Dícenle: ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla? 8 Díceles: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar á vuestras mujeres: mas al principio no fué así. 9 Y yo os digo que cualquiera que repudiare á su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera.

Apocalipsis 14:12: 12 Aquí está la paciencia de los santos, aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.

1 Juan 3:1: 3 MIRAD cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce á él.

1 Corintios 7:12-15: 12 Y á los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con él, no la despida. 13 Y la mujer que tiene marido infiel, y él consiente en habitar con ella, no lo deje. 14 Porque el marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, empero ahora son santos. 15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso, antes á paz nos llamó Dios.

1 Corintios 7:9: 9 Y si no tienen don de continencia, cásense, que mejor es casarse que quemarse.

1 Corintios 7:2-5: 2 Mas á causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mu
er, y cada una tenga su marido. 3 El marido pague á la mujer la debida benevolencia, y asimismo la mujer al marido. 4 La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: é igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os defraudéis el uno al otro, á no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en la oración: y volved á juntaros en uno, porque no os tiente Satanás á causa de vuestra incontinencia.

1 Corintios 6:9-11: 9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Romanos 8:1: 8 AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu.

Romanos 7:2: 2 Porque la mujer que está sujeta á marido, mientras el marido vive está obligada á la ley, mas muerto el marido, libre es de la ley del marido.

Lucas 14:26: 26 Si alguno viene á mí, y no aborrece á su padre, y madre, y mujer, é hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo.

Mateo 22:1-46: 22 Y RESPONDIENDO Jesús, les volvió á hablar en parábolas, diciendo: 2 El reino de los cielos es semejante á un hombre rey, que hizo bodas á su hijo, 3 Y envió sus siervos para que llamasen los llamados á las bodas, mas no quisieron venir. 4 Volvió á enviar otros siervos, diciendo: Decid á los llamados: He aquí, mi comida he aparejado, mis toros y animales engordados son muertos, y todo está prevenido: venid á las bodas. 5 Mas ellos no se cuidaron, y se fueron, uno á su labranza, y otro á sus negocios, 6 Y otros, tomando á sus siervos, los afrentaron y los mataron. 7 Y el rey, oyendo esto, se enojó, y enviando sus ejércitos, destruyó á aquellos homicidas, y puso fuego á su ciudad. 8 Entonces dice á sus siervos: Las bodas á la verdad están aparejadas, mas los que eran llamados no eran dignos. 9 Id pues á las salidas de los caminos, y llamad á las bodas á cuantos hallareis. 10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron á todos los que hallaron, juntamente malos y buenos: y las bodas fueron llenas de convidados. 11 Y entró el rey para ver los convidados, y vió allí un hombre no vestido de boda. 12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Mas él cerró la boca. 13 Entonces el rey dijo á los que servían: Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes. 14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. 15 Entonces, idos los Fariseos, consultaron cómo le tomarían en alguna palabra. 16 Y envían á él los discípulos de ellos, con los Herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te curas de nadie, porque no tienes acepción de persona de hombres. 17 Dinos pues, ¿qué te parece? ¿es lícito dar tributo á César, ó no? 18 Mas Jesús, entendida la malicia de ellos, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? 19 Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. 20 Entonces les dice: ¿Cúya es esta figura, y lo que está encima escrito? 21 Dícenle: De César. Y díceles: Pagad pues á César lo que es de César, y á Dios lo que es de Dios. 22 Y oyendo esto, se maravillaron, y dejándole se fueron. 23 Aquel día llegaron á él los Saduceos, que dicen no haber resurrección, y le preguntaron, 24 Diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y despertará simiente á su hermano. 25 Fueron pues, entre nosotros siete hermanos: y el primero tomó mujer, y murió, y no teniendo generación, dejó su mujer á su hermano. 26 De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta los siete. 27 Y después de todos murió también la mujer. 28 En la resurrección pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer? porque todos la tuvieron. 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios. 30 Porque en la resurrección, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres marido, mas son como los ángeles de Dios en el cielo. 31 Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os es dicho por Dios, que dice: 32 Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. 33 Y oyendo esto las gentes, estaban atónitas de su doctrina. 34 Entonces los Fariseos, oyendo que había cerrado la boca á los Saduceos, se juntaron á una. 35 Y preguntó uno de ellos, intérprete de la ley, tentándole y diciendo: 36 Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley? 37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. 38 Este es el primero y el grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante á éste: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. 41 Y estando juntos los Fariseos, Jesús les preguntó, 42 Diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿de quién es Hijo? Dícenle: De David. 43 El les dice: ¿Pues cómo David en Espíritu le llama Señor, diciendo: 44 Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra, Entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies? 45 Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su Hijo? 46 Y nadie le podía responder palabra, ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.

Mateo 19:8-9: 8 Díceles: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar á vuestras mujeres: mas al principio no fué así. 9 Y yo os digo que cualquiera que repudiare á su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera.

Mateo 19:8: 8 Díceles: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar á vuestras mujeres: mas al principio no fué así.

Comments

comments