Versículos de la Biblia sobre el cierre de una puerta

Proverbios 3:5-6: 5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.

Hechos 13:22: 22 Y quitado aquél, levantóles por rey á David, el que dió también testimonio, diciendo: He hallado á David, hijo de Jessé, varón conforme á mi corazón, el cual hará todo lo que yo quiero.

Mateo 13:1-58: 13 Y AQUEL día, saliendo Jesús de casa, se sentó junto á la mar. 2 Y se allegaron á él muchas gentes, y entrándose él en el barco, se sentó, y toda la gente estaba á la ribera. 3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí el que sembraba salió á sembrar. 4 Y sembrando, parte de la simiente cayó junto al camino, y vinieron las aves, y la comieron. 5 Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra, y nació luego, porque no tenía profundidad de tierra: 6 Mas en saliendo el sol, se quemó, y secóse, porque no tenía raíz. 7 Y parte cayó en espinas, y las espinas crecieron, y la ahogaron. 8 Y parte cayó en buena tierra, y dió fruto, cuál a ciento, cuál á sesenta, y cuál á treinta. 9 Quien tiene oídos para oir, oiga. 10 Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? 11 Y él respondiendo, les dijo: Por que á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos, mas á ellos no es concedido. 12 Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 13 Por eso les hablo por parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis, Y viendo veréis, y no miraréis. 15 Porque el corazón de este pueblo está engrosado, Y de los oídos oyen pesadamente, Y de sus ojos guiñan: Para que no vean de los ojos, Y oigan de los oídos, Y del corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane. 16 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen. 17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron: y oir lo que oís, y no lo oyeron. 18 Oid, pues, vosotros la parábola del que siembra: 19 Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene el malo, y arrebata lo que fué sembrado en su corazón: éste es el que fué sembrado junto al camino. 20 Y el que fué sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo. 21 Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal que venida la aflicción ó la persecución por la palabra, luego se ofende. 22 Y el que fué sembrado en espinas, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y hácese infructuosa. 23 Mas el que fué sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva fruto: y lleva uno á ciento, y otro á sesenta, y otro á treinta. 24 Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo: 25 Mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fué. 26 Y como la hierba salió é hizo fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Y llegándose los siervos del padre de la familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿de dónde, pues, tiene cizaña? 28 Y él les dijo: Un hombre enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la cojamos? 29 Y él dijo: No, porque cogiendo la cizaña, no arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré á los segadores: Coged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla, mas recoged el trigo en mi alfolí. 31 Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que tomándolo alguno lo sembró en su campo: 32 El cual á la verdad es la más pequeña de todas las simientes, mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. 33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante á la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó leudo. 34 Todo esto habló Jesús por parábolas á las gentes, y sin parábolas no les hablaba: 35 Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca, Rebosaré cosas escondidas desde la fundación del mundo. 36 Entonces, despedidas las gentes, Jesús se vino á casa, y llegándose á él sus discípulos, le dijeron: Decláranos la parábola de la cizaña del campo. 37 Y respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre, 38 Y el campo es el mundo, y la buena simiente son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo, 39 Y el enemigo que la sembró, es el diablo, y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. 40 De manera que como es cogida la cizaña, y quemada al fuego, así será en el fin de este siglo. 41 Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad, 42 Y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes. 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre: el que tiene oídos para oir, oiga. 44 Además, el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo, el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. 45 También el reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas, 46 Que hallando una preciosa perla, fué y vendió todo lo que tenía, y la compró. 47 Asimismo el reino de los cielos es semejante á la red, que echada en la mar, coge de todas suertes de peces: 48 La cual estando llena, la sacaron á la orilla, y sentados, cogieron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán á los malos de entre los justos, 50 Y los echarán en el horno del fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes. 51 Díceles Jesús: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos responden: Sí, Señor. 52 Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos, es semejante á un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. 53 Y aconteció que acabando Jesús estas parábolas, pasó de allí. 54 Y venido á su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban atónitos, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría, y estas maravillas? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿no se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo y José, y Simón, y Judas? 56 ¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban en él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su tierra y en su casa. 58 Y no hizo allí muchas maravillas, á causa de la incredulidad de ellos.

Apocalipsis 1:1: 1 LA revelación de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar á sus siervos las cosas que deben suceder presto, y la declaró, enviándo la por su ángel á Juan su siervo

2 Pedro 3:8: 8 Mas, oh amados, no ignoréis esta una cosa: que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día.

1 Tesalonicenses 5:20-21: 20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo, retened lo bueno.

Hechos 22:3: 3 Yo de cierto soy Judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad á los pies de Gamaliel, enseñado conforme á la verdad de la ley de la patria, celoso de Dios, como todos vosotros sois hoy.

Hechos 20:21: 21 Testificando á los Judíos y á los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesucristo.

Juan 17:1-26: 17 ESTAS cosas habló Jesús, y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora es llegada, glorifica á tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique á ti, 2 Como le has dado la potestad de toda carne, para que dé vida eterna á todos los que le diste. 3 Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y á Jesucristo, al cual has enviado. 4 Yo te he glorificado en la tierra: he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese. 6 He manifestado tu nombre á los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me diste, son de ti, 8 Porque las palabras que me diste, les he dado, y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son: 10 Y todas mis cosas son tus cosas, y tus cosas son mis cosas: y he sido glorificado en ellas. 11 Y ya no estoy en el mundo, mas éstos están en el mundo, y yo á ti vengo. Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre, á los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Mas ahora vengo á ti, y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14 Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico á mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad. 20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. 21 Para que todos sean una cosa, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Y yo, la gloria que me diste les he dado, para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumadamente una cosa, que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mí me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo, para que vean mi gloria que me has dado: por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste, 26 Y yo les he manifestado tu nombre, y manifestaré lo aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

Juan 13:34: 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.

Mateo 6:1-34: 6 MIRAD que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa. 3 Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 Para que sea tu limosna en secreto: y tu Padre que ve en secreto, él te recompensará en público. 5 Y cuando oras, no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago. 6 Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público. 7 Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles, que piensan que por su parlería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes á ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9 Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 Danos hoy nuestro pan cotidiano. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial. 15 Mas si no perdonareis á los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. 16 Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas, austeros, porque ellos demudan sus rostros para parecer á los hombres que ayunan: de cierto os digo, que ya tienen su pago. 17 Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18 Para no parecer á los hombres que ayunas, sino á tu Padre que está en secreto: y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público. 19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladronas minan y hurtan, 20 Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan: 21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. 22 La lámpara del cuerpo es el ojo: así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso: 23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la lumbre que en ti hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas? 24 Ninguno puede servir á dos señores, porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón. 25 Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, ó que habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?. 27 Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir á su estatura un codo? 28 Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen, no trabajan ni hilan, 29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe? 31 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? 32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os congojéis por el día de mañana, que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.

Mateo 5:19: 19 De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare á los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

Amós 3:1-15: 3 OID esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: 2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra, por tanto visitaré contra vosotros todas vuestras maldades. 3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de concierto? 4 ¿Bramará el león en el monte sin hacer presa? ¿dará el leoncillo su bramido desde su morada, si no prendiere? 5 ¿Caerá el ave en el lazo en la tierra, sin haber armador? ¿alzaráse el lazo de la tierra, si no se ha prendido algo? 6 ¿Tocaráse la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? 7 Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto á sus siervos los profetas. 8 Bramando el león, ¿quién no temerá? hablando el Señor Jehová, ¿quién no porfetizará? 9 Haced pregonar sobre los palacios de Azoto, y sobre los palacios de tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved muchas opresiones en medio de ella, y violencias en medio d
ella. 10 Y no saben hacer lo recto, dice Jehová, atesorando rapiñas y despojos en sus palacios. 11 Por tanto, el Señor Jehová ha dicho así: Un enemigo habrá aún por todos lados de la tierra, y derribará de ti tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados. 12 Así ha dicho Jehová: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, ó la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria en el rincón de la cama, y al canto del lecho. 13 Oid y protestad en la casa de Jacob, ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: 14 Que el día que visitaré las rebeliones de Israel sobre él, visitaré también sobre los altares de Beth-el, y serán cortados los cuernos del altar, y caerán á tierra. 15 Y heriré la casa del invierno con la casa del verano, y las casas de marfil perecerán, y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová.

Amós 2:1-16: 2 ASI ha dicho Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque quemó los huesos del rey de Idumea hasta tornarlos en cal. 2 Y meteré fuego en Moab, y consumirá los palacios de Chêrioth: y morirá Moab en alboroto, en estrépito y sonido de trompeta. 3 Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él á todos sus príncipes, dice Jehová. 4 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, é hiciéronlos errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. 5 Meteré por tanto fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalem. 6 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos: 7 Que anhelan porque haya polvo de tierra sobre la cabeza de los pobres, y tuercen el camino de los humildes: y el hombre y su padre entraron á la misma moza, profanando mi santo nombre. 8 Y sobre las ropas empeñadas se acuestan junto á cualquier altar, y el vino de los penados beben en la casa de sus dioses. 9 Y yo destruí delante de ellos al Amorrheo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como un alcornoque, y destruí su fruto arriba, sus raíces abajo. 10 Y yo os hice á vosotros subir de la tierra de Egipto, y os traje por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del Amorrheo. 11 Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros mancebos para que fuesen Nazareos. ¿No es esto así, dice Jehová, hijos de Israel? 12 Mas vosotros disteis de beber vino á los Nazareos, y á los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis. 13 Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de haces, 14 Y la huída perecerá del ligero, y el fuerte no esforzará su fuerza, ni el valiente librará su vida, 15 Y el que toma el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida. 16 El esforzado entre esforzados huirá desnudo aquel día, dice Jehová.

Amós 1:1-15: 1 LAS palabras de Amós, que fué entre los pastores de Tecoa, las cuales vió acerca de Israel en días de Uzzía rey de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joas rey de Israel, dos años antes del terremoto. 2 Y dijo: Jehová bramará desde Sión, y dará su voz desde Jerusalem, y las estancias de los pastores se enlutarán, y secaráse la cumbre del Carmelo. 3 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque trillaron á Galaad con trillos de hierro. 4 Y meteré fuego en la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-hadad. 5 Y quebraré la barra de Damasco, y talaré los moradores de Bicath-aven, y los gobernadores de Beth-eden: y el pueblo de Aram será trasportado á Chîr, dice Jehová. 6 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque llevó cautiva toda la cautividad, para entregarlos á Edom. 7 Y meteré fuego en el muro de Gaza, y quemará sus palacios. 8 Y talaré los moradores de Azoto, y los gobernadores de Ascalón: y tornaré mi mano sobre Ecrón, y las reliquias de los Palestinos perecerán, ha dicho el Señor Jehová. 9 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque entregaron la cautividad entera á Edom, y no se acordaron del concierto de hermanos. 10 Y meteré fuego en el muro de Tiro, y consumirá sus palacios. 11 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque persiguió á cuchillo á su hermano, y rompió sus conmiseraciones, y con su furor le ha robado siempre, y ha perpetuamente guardado el enojo. 12 Y meteré fuego en Temán, y consumirá los palacios de Bosra. 13 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de los hijos de Ammón, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque abrieron las preñadas de Galaad, para ensanchar su término. 14 Y encenderé fuego en el muro de Rabba, y consumirá sus palacios con estruendo en día de batalla, con tempestad en día tempestuoso: 15 Y su rey irá en cautiverio, él y sus príncipes todos, dice Jehová.

Daniel 8:14: 14 Y él me dijo: Hasta dos mil y trescientos días de tarde y mañana, y el santuario será purificado.

Isaías 2:2-3: 2 Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán á él todas las gentes. 3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, á la casa del Dios de Jacob, y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová.

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