Versículos de la Biblia sobre el cuerpo es un templo

1 Corintios 6:19-20: 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1 Corintios 6:19: 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

1 Corintios 3:16-17: 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

Romanos 12:2: 2 Y no os conforméis á este siglo, mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

1 Corintios 6:20: 20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1 Corintios 6:18: 18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

Levítico 19:28: 28 Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna: Yo Jehová.

2 Timoteo 2:22: 22 Huye también los deseos juveniles, y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón.

Gálatas 5:19-21: 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, 20 Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Romanos 12:1: 12 ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto.

Efesios 5:29: 29 Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia

Mateo 5:27-28: 27 Oísteis que fué dicho: No adulterarás: 28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

1 Timoteo 2:9: 9 Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia, no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos.

1 Tesalonicenses 4:3-5: 3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación, 4 Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor, 5 No con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen á Dios

2 Corintios 6:16: 16 ¿Y qué concierto el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos, y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.

1 Corintios 3:16: 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Mateo 11:28: 28 Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.

1 Juan 2:7: 7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.

2 Corintios 5:17: 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

1 Corintios 10:23: 23 Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica.

Juan 10:10: 10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 4:1-54: 4 DE manera que como Jesús entendió que los Fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan, 2 (Aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos), 3 Dejó á Judea, y fuése otra vez á Galilea. 4 Y era menester que pasase por Samaria. 5 Vino, pues, á una ciudad de Samaria que se llamaba Sichâr, junto á la heredad que Jacob dió á José su hijo. 6 Y estaba allí la fuente de Jacob. Pues Jesús, cansado del camino, así se sentó á la fuente. Era como la hora de sexta. 7 Vino una mujer de Samaria á sacar agua: y Jesús le dice: Dame de beber. 8 (Porque sus discípulos habían ido á la ciudad á comprar de comer.) 9 Y la mujer Samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo Judío, me pides á mí de beber, que soy mujer Samaritana? porque los Judíos no se tratan con los Samaritanos. 10 Respondió Jesús y díjole: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva. 11 La mujer le dice: Señor, no tienes con qué sacar la, y el pozo es hondo: ¿de dónde, pues, tienes el agua viva? 12 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dió este pozo, del cual él bebió, y sus hijos, y sus ganados? 13 Respondió Jesús y díjole: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá á tener sed, 14 Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. 15 La mujer le dice: Señor, dame esta agua, para que no tenga sed, ni venga acá á sacar la. 16 Jesús le dice: Ve, llama á tu marido, y ven acá. 17 Respondió la mujer, y dijo: No tengo marido. Dícele Jesús: Bien has dicho, No tengo marido, 18 Porque cinco maridos has tenido: y el que ahora tienes no es tu marido, esto has dicho con verdad. 19 Dícele la mujer: Señor, paréceme que tú eres profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalem es el lugar donde es necesario adorar. 21 Dícele Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalem adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis, nosotros adoramos lo que sabemos: porque la salud viene de los Judíos. 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que adoren. 24 Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 25 Dícele la mujer: Sé que el Mesías ha de venir, el cual se dice el Cristo: cuando él viniere nos declarará todas las cosas. 26 Dícele Jesús: Yo soy, que hablo contigo. 27 Y en esto vinieron sus discípulos, y maravilláronse de que hablaba con mujer, mas ninguno dijo: ¿Qué preguntas? ó, ¿Qué hablas con ella? 28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fué á la ciudad, y dijo á aquellos hombres: 29 Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿si quizás es éste el Cristo? 30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron á él. 31 Entre tanto los discípulos le rogaban, diciendo: Rabbí, come. 32 Y él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis. 33 Entonces los discípulos decían el uno al otro: ¿Si le habrá traído alguien de comer? 34 Díceles Jesús: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. 35 ¿No decís vosotros: Aun hay cuatro meses hasta que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos, y mirad las regiones, porque ya están blancas para la siega. 36 Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna, para que el que siembra también goce, y el que siega. 37 Porque en esto es el dicho verdadero: Que uno es el que siembra, y otro es el que siega. 38 Yo os he enviado á segar lo que vosotros no labrasteis: otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores. 39 Y muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio, diciendo: Que me dijo todo lo que he hecho. 40 Viniendo pues los Samaritanos á él, rogáronle que se quedase allí: y se quedó allí dos días. 41 Y creyeron muchos más por la palabra de él. 42 Y decían á la mujer: Ya no creemos por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo. 43 Y dos días después, salió de allí, y fuése á Galilea. 44 Porque el mismo Jesús dió testimonio de que el profeta en su tierra no tiene honra. 45 Y como vino á Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas que había hecho en Jerusalem en el día de la fiesta: porque también ellos habían ido á la fiesta. 46 Vino pues Jesús otra vez á Caná de Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo. 47 Este, como oyó que Jesús venía de Judea á Galilea, fué á él, y rogábale que descendiese, y sanase á su hijo, porque se comenzaba á morir. 48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y milagros no creeréis. 49 El del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. 50 Dícele Jesús: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó á la palabra que Jesús le dijo, y se fué. 51 Y cuando ya él descendía, los siervos le salieron á recibir, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. 52 Entonces él les preguntó á qué hora comenzó á estar mejor. Y dijéronle: Ayer á las siete le dejó la fiebre. 53 El padre entonces entendió, que aquella hora era cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive, y creyó él y toda su casa. 54 Esta segunda señal volvió Jesús á hacer, cuando vino de Judea á Galilea.

Mateo 8:16: 16 Y como fué ya tarde, trajeron á él muchos endemoniados: y echó los demonios con la palabra, y sanó á todos los enfermos

Mateo 5:28: 28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Éxodo 21:6: 6 Entonces su amo lo hará llegar á los jueces, y harále llegar á la puerta ó al poste, y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.

Génesis 10:1-10: 10 ESTAS son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Châm y Japhet, á los cuales nacieron hijos después del diluvio. 2 Los hijos de Japhet: Gomer, y Magog, y Madai, y Javán, y Tubal, y Meshech, y Tiras. 3 Y los hijos de Gomer: Ashkenaz, y Riphat, y Togorma. 4 Y los hijos de Javán: Elisa, y Tarsis, Kittim, y Dodanim. 5 Por éstos fueron repartidas las islas de las gentes en sus tierras, cada cual según su lengua, conforme á sus familias en sus naciones. 6 Los hijos de Châm: Cush, y Mizraim, y Phut, y Canaán. 7 Y los hijos de Cush: Seba, Havila, y Sabta, y Raama, y Sabtecha. Y los hijos de Raama: Sheba y Dedán. 8 Y Cush engendró á Nimrod, éste comenzó á ser poderoso en la tierra. 9 Este fué vigoroso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. 10 Y fué la cabecera de su reino Babel, y Erech, y Accad, y Calneh, en la tierra de Shinar.

Génesis 1-5:1: 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. 4 Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día. 6 Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así. 8 Y llamó Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo. 9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así. 10 Y llamó Dios á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno. 11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente, árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así. 12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno. 13 Y fué la tarde y la mañana el día tercero. 14 Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años, 15 Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas. 17 Y púsolas Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, 18 Y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vió Dios que era bueno. 19 Y fué la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vió Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra. 23 Y fué la tarde y la mañana el día quinto. 24 Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fué así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era bueno. 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra los crió. 28 Y los bendijo Dios, y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así. 31 Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto. 2 Y FUERON acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento. 2 Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho. 4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron criados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 5 Y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese: porque aun no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, 6 Mas subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra. 7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida, y fué el hombre en alma viviente. 8 Y había Jehová Dios plantado un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso á la vista, y bueno para comer: también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia del bien y del mal. 10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales. 11 El nombre del uno era Pisón: éste es el que cerca toda la tierra de Havilah, donde hay oro: 12 Y el oro de aquella tierra es bueno: hay allí también bdelio y piedra cornerina. 13 El nombre del segundo río es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía. 14 Y el nombre del tercer río es Hiddekel: éste es el que va delante de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás, 17 Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de
l, porque el día que de él comieres, morirás. 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo, haréle ayuda idónea para él. 19 Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas á Adam, para que viese cómo les había de llamar, y todo lo que Adam llamó á los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adam nombres á toda bestia y ave de los cielos y á todo animal del campo: mas para Adam no halló ayuda que estuviese idónea para él. 21 Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar, 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre. 23 Y dijo Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Varona, porque del varón fué tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre á su padre y á su madre, y allegarse ha á su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adam y su mujer, y no se avergonzaban. 3 EMPERO la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos, 3 Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis, 5 Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. 6 Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría, y tomó de su fruto, y comió, y dió también á su marido, el cual comió así como ella. 7 Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del día: y escondióse el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Y llamó Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo, y escondíme. 11 Y díjole: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo á la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14 Y Jehová Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo, sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida: 15 Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces, con dolor parirás los hijos, y á tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste á la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo, No comerás de él, maldita será la tierra por amor de ti, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida, 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo, 19 En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas á la tierra, porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado. 20 Y llamó el hombre el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos lo vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y á su mujer túnicas de pieles, y vistiólos. 22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal: ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre: 23 Y sacólo Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía á todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. 4 Y CONOCIO Adam á su mujer Eva, la cual concibió y parió á Caín, y dijo: Adquirido he varón por Jehová. 2 Y después parió á su hermano Abel. Y fué Abel pastor de ovejas, y Caín fué labrador de la tierra. 3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda á Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con agrado á Abel y á su ofrenda, 5 Mas no miró propicio á Caín y á la ofrenda suya. Y ensañóse Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo á Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado tu rostro? 7 Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado? y si no hicieres bien, el pecado está á la puerta: con todo esto, á ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8 Y habló Caín á su hermano Abel: y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató. 9 Y Jehová dijo á Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé, ¿soy yo guarda de mi hermano? 10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama á mí desde la tierra. 11 Ahora pues, maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano de tu mano: 12 Cuando labrares la tierra, no te volverá á dar su fuerza: errante y extranjero serás en la tierra. 13 Y dijo Caín á Jehová: Grande es mi iniquidad para ser perdonada. 14 He aquí me echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra, y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15 Y respondióle Jehová: Cierto que cualquiera que matare á Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo hiriese cualquiera que le hallara. 16 Y salió Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. 17 Y conoció Caín á su mujer, la cual concibió y parió á Henoch: y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Henoch. 18 Y á Henoch nació Irad, é Irad engendró á Mehujael, y Mehujael engendró á Methusael, y Methusael engendró á Lamech. 19 Y tomó para sí Lamech dos mujeres, el nombre de la una fué Ada, y el nombre de la otra Zilla. 20 Y Ada parió á Jabal, el cual fué padre de los que habitan en tiendas, y crían ganados. 21 Y el nombre de su hermano fué Jubal, el cual fué padre de todos los que manejan arpa y órgano. 22 Y Zilla también parió á Tubal-Caín, acicalador de toda obra de metal y de hierro: y la hermana de Tubal-Caín fué Naama. 23 Y dijo Lamech á sus mujeres: Ada y Zilla, oid mi voz, Mujeres de Lamech, escuchad mi dicho: Que varón mataré por mi herida, Y mancebo por mi golpe: 24 Si siete veces será vengado Caín, Lamech en verdad setenta veces siete lo será. 25 Y conoció de nuevo Adam á su mujer, la cual parió un hijo, y llamó su nombre Seth: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituído otra simiente en lugar de Abel, á quien mató Caín. 26 Y á Seth también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron á llamarse del nombre de Jehová. 5 ESTE es el libro de las generaciones de Adam. El día en que crió Dios al hombre, á la semejanza de Dios lo hizo

Efesios 4:1-32: 4 YO pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados, 2 Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor, 3 Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. 4 Un cuerpo, y un Espíritu, como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación: 5 Un Señor, una fe, un bautismo, 6 Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros. 7 Empero á cada uno de nosotros es dada la gracia conforme á la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: Subiendo á lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dió dones á los hombres. 9 (Y que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero á las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, él mismo es el que también subió sobre todos los cielos para cumplir todas las cosas.) 11 Y él mismo dió unos, ciertamente apóstoles, y otros, profetas, y otros, evangelistas, y otros, pastores y doctores, 12 Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo, 13 Hasta que todos lleguemos á la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, á un varón perfecto, á la medida de la edad de la plenitud de Cristo: 14 Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error: 15 Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo, 16 Del cual, todo el cuerpo compuesto y bien ligado entre sí por todas las junturas de su alimento, que recibe según la operación, cada miembro conforme á su medida toma aumento de cuerpo edificándose en amor. 17 Esto pues digo, y requiero en el Señor, que no andéis más como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su sentido. 18 Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón: 19 Los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia, se entregaron á la desvergüenza para cometer con avidez toda suerte de impureza. 20 Mas vosotros no habéis aprendido así á Cristo: 21 Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad está en Jesús, 22 A que dejéis, cuanto á la pasada manera de vivir, el viejo hombre que está viciado conforme á los deseos de error, 23 Y á renovarnos en el espíritu de vuestra mente, 24 Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme á Dios en justicia y en santidad de verdad. 25 Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, y no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 Ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad. 29 Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención. 31 Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: 32 Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.

1 Corintios 6:13: 13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas, empero y á él y á ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo

Romanos 6:23: 23 Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Juan 3:16-18: 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado, mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

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