Versículos de la Biblia sobre el día de reposo

Éxodo 20:8-11: 8 Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra, 10 Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas: 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó.

Hechos 17:2: 2 Y Pablo, como acostumbraba, entró á ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las Escrituras

Lucas 4:16: 16 Y vino á Nazaret, donde había sido criado, y entró, conforme á su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó á leer.

Marcos 2:27: 27 También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho, no el hombre por causa del sábado.

Lucas 23:56: 56 Y vueltas, aparejaron drogas aromáticas y ungüentos, y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.

Hebreos 4:1-16: 4 TEMAMOS, pues, que quedando aún la promesa de entrar en su reposo, parezca alguno de vosotros haberse apartado. 2 Porque también á nosotros se nos ha evangelizado como á ellos, mas no les aprovechó el oir la palabra á los que la oyeron sin mezclar fe. 3 Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo. 4 Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6 Así que, pues que resta que algunos han de entrar en él, y aquellos á quienes primero fué anunciado no entraron por causa de desobediencia, 7 Determina otra vez un cierto día, diciendo por David: Hoy, después de tanto tiempo, como está dicho: Si oyereis su voz hoy, No endurezcáis vuestros corazones. 8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. 9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10 Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11 Procuremos pues de entrar en aquel reposo, que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. 12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Y no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia, antes todas las cosas están desnudas y abiertas á los ojos de aquel á quien tenemos que dar cuenta. 14 Por tanto, teniendo un gran Pontífice, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas, mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro.

Isaías 58:13-14: 13 Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová, y lo venerares, no hacinedo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras: 14 Entonces te delelitarás en Jehová, y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré á comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado.

Levítico 23:32: 32 Sábado de reposo será á vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando á los nueve del mes en la tarde: de tarde á tarde holgaréis vuestro sábado.

Apocalipsis 14:12: 12 Aquí está la paciencia de los santos, aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.

Mateo 11:28-30: 28 Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Mateo 5:17-19: 17 No penséis que he venido para abrogar la ley ó los profetas: no he venido para abrogar, sino á cumplir. 18 Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. 19 De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare á los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

Éxodo 20:10: 10 Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas

Éxodo 20:8: 8 Acordarte has del día del reposo, para santificarlo

Hebreos 4:9: 9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

Colosenses 2:16-17: 16 Por tanto, nadie os juzgue en comida, ó en bebida, ó en parte de día de fiesta, ó de nueva luna, ó de sábados: 17 Lo cual es la sombra de lo por venir, mas el cuerpo es de Cristo.

Lucas 6:1-49: 6 Y ACONTECIO que pasando él por los sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos. 2 Y algunos de los Fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados? 3 Y respondiendo Jesús les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, qué hizo David cuando tuvo hambre, él, y los que con él estaban, 4 Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dió también á los que estaban con él, los cuales no era lícito comer, sino á solos los sacerdotes? 5 Y les decía. El Hijo del hombre es Señor aun del sábado. 6 Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñaba, y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca. 7 Y le acechaban los escribas y los Fariseos, si sanaría en sábado, por hallar de qué le acusasen. 8 Mas él sabía los pensamientos de ellos, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él levantándose, se puso en pie. 9 Entonces Jesús les dice: Os preguntaré un cosa: ¿Es lícito en sábados hacer bien, ó hacer mal? ¿salvar la vida, ó quitarla? 10 Y mirándolos á todos alrededor, dice al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fué restaurada. 11 Y ellos se llenaron de rabia, y hablaban los unos á los otros qué harían á Jesús. 12 Y aconteció en aquellos días, que fué al monte á orar, y pasó la noche orando á Dios. 13 Y como fué de día, llamó á sus discípulos, y escogió doce de ellos, á los cuales también llamó apóstoles: 14 A Simón, al cual también llamó Pedro, y á Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, 15 Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Celador, 16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que también fué el traidor. 17 Y descendió con ellos, y se paró en un lugar llano, y la compañía de sus discípulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea y de Jerusalem, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido á oirle, y para ser sanados de sus enfermedades, 18 Y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos: y estaban curados. 19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él virtud, y sanaba á todos. 20 Y alzando él los ojos á sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. 21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. 22 Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre. 23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos, porque así hacían sus padres á los profetas. 24 Mas ­ay de vosotros, ricos! porque tenéis vuestro consuelo. 25 Ay de vosotros, los que estáis hartos! porque tendréis hambre. ­Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis. 26 Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! porque así hacían sus padres á los falsos profetas. 27 Mas á vosotros los que oís, digo: Amad á vuestros enemigos, haced bien á los que os aborrecen, 28 Bendecid á los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 29 Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra, y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas. 30 Y á cualquiera que te pidiere, da, y al que tomare lo que es tuyo, no vuelvas á pedir. 31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros: 32 Porque si amáis á los que os aman, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores aman á los que los aman. 33 Y si hiciereis bien á los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Y si prestareis á aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores prestan á los pecadores, para recibir otro tanto. 35 Amad, pués, á vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada, y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo: porque él es benigno para con los ingratos y malos. 36 Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. 37 No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados. 38 Dad, y se os dará, medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno: porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto á medir. 39 Y les decía una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? 40 El discípulo no es sobre su maestro, mas cualquiera que fuere como el maestro, será perfecto. 41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras? 42 ¿O cómo puedes decir á tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano. 43 Porque no es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44 Porque cada árbol por su fruto es conocido: que no cogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de las zarzas. 45 El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien, y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal, porque de la abundancia del corazón habla su boca. 46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo? 47 Todo aquel que viene á mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré á quién es semejante: 48 Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña, y cuando vino una avenida, el río dió con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña. 49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento, en la cual el río dió con ímpetu, y luego cayó, y fué grande la ruina de aquella casa.

Marcos 2:28: 28 Así que el Hijo del hombre es Señor aun del sábado.

Mateo 28:1: 28 Y LA víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, á ver el sepulcro.

Hechos 20:7: 7 Y el día primero de la semana, juntos los discípulos á partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente: y alargó el discurso hasta la media noche.

Hechos 18:4: 4 Y disputaba en la sinagoga todos los sábados, y persuadía á Judíos y á Griegos.

Mateo 24:20: 20 Orad, pues, que vuestra huída no sea en invierno ni en sábado

Jeremías 31:31-34: 31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá: 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de tierra de Egipto, porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fuí yo un marido para ellos, dice Jehová: 33 Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones, y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno á su prójimo, ni ninguno á su hermano, diciendo: Conoce á Jehová: porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová: porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Isaías 66:23: 23 Y será que de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrá toda carne á adorar delante de mí, dijo Jehová.

Isaías 40:28: 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios del siglo es Jehová, el cual crió los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

Deuteronomio 10:1-4: 10 EN aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube á mí al monte, y hazte un arca de madera: 2 Y escribiré en aquellas tablas palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste, y las pondrás en el arca. 3 E hice un arca de madera de Sittim, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano. 4 Y escribió en las tablas conforme á la primera escritura, las diez palabras que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea, y diómelas Jehová.

Deuteronomio 5:10: 10 Y que hago misericordia á millares á los que me aman, y guardan mis mandamientos.

Levítico 23:3: 3 Seis días se trabajará, y el séptimo día sábado de reposo será, convocación santa: ninguna obra haréis, sábado es de Jehová en todas vuestras habitaciones.

Hechos 17:10-11: 10 Entonces los hermanos, luego de noche, enviaron á Pablo y á Silas á Berea, los cuales habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los Judíos. 11 Y fueron estós más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, si estas cosas eran así.

Hechos 13:42: 42 Y saliendo ellos de la sinagoga de los Judíos, los Gentiles les rogaron que el sábado siguiente les hablasen estas palabras.

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