Versículos de la Biblia sobre el socialismo

Hechos 4:32-35: 32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma: y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía, mas todas las cosas les eran comunes. 33 Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo, y gran gracia era en todos ellos. 34 Que ningún necesitado había entre ellos: porque todos los que poseían heredades ó casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido, 35 Y lo ponían á los pies de los apóstoles, y era repartido á cada uno según que había menester.

2 Tesalonicenses 3:10: 10 Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

Hechos 2:44-45: 44 Y todos los que creían estaban juntos, y tenían todas las cosas comunes, 45 Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á todos, como cada uno había menester.

Mateo 19:21: 21 Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y da lo á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven, sígueme.

1 Juan 3:17: 17 Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere á su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?

1 Timoteo 6:10: 10 Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

2 Corintios 8:13-15: 13 Porque no digo esto para que haya para otros desahogo, y para vosotros apretura, 14 Sino para que en este tiempo, con igualdad, vuestra abundancia supla la falta de ellos, para que también la abundancia de ellos supla vuestra falta, porque haya igualdad, 15 Como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.

Efesios 4:28: 28 El que hurtaba, no hurte más, antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.

Gálatas 6:2: 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

Lucas 3:11: 11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene, y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

Santiago 5:1-6: 5 EA ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán. 2 Vuestras riquezas están podridas: vuestras ropas están comidas de polilla. 3 Vuestro oro y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio, y comerá del todo vuestras carnes como fuego. Os habéis allegado tesoro para en los postreros días. 4 He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama, y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. 5 Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, habéis cebado vuestros corazones como en el día de sacrificios. 6 Habéis condenado y muerto al justo, y él no os resiste.

Gálatas 5:14: 14 Porque toda la ley en aquesta sola palabra se cumple: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.

Hechos 20:35: 35 En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.

Deuteronomio 23:24-25: 24 Cuando entrares en la viña de tu prójimo, comerás uvas hasta saciar tu deseo: mas no pondrás en tu vaso. 25 Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano, mas no aplicarás hoz á la mies de tu prójimo.

Santiago 2:1-5: 2 HERMANOS míos, no tengáis la fe de nuestro Señor Jesucristo glorioso en acepción de personas. 2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro, y de preciosa ropa, y también entra un pobre con vestidura vil, 3 Y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí en buen lugar: y dijereis al pobre: Estáte tú allí en pie, ó siéntate aquí debajo de mi estrado: 4 ¿No juzguáis en vosotros mismos, y venís á ser jueces de pensamientos malos? 5 Hermanos míos amados, oid: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido á los que le aman?

Lucas 6:20-24: 20 Y alzando él los ojos á sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. 21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. 22 Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre. 23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos, porque así hacían sus padres á los profetas. 24 Mas ­ay de vosotros, ricos! porque tenéis vuestro consuelo.

Isaías 55:1-13: 55 A TODOS los sedientos: Venid á las aguas, y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche. 2 ¿Por qué gastáis el dinero no en pan, y vuestro trabajo no en hartura? Oidme atentamente, y comed del bien, y deleitaráse vuestra alma con grosura. 3 Inclinad vuestros oídos, y venid á mí, oid, y vivirá vuestra alma, y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes á David. 4 He aquí, que yo lo dí por testigo á los pueblos, por jefe y por maestro á las naciones. 5 He aquí, llamarás á gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán á ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. 6 Buscad á Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. 8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que harta la tierra, y la hace germinar y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come, 11 Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. 12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos, los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. 13 En lugar de la zarza crecerá haya, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán: y será á Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.

Juan 12:3-6: 3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento. 4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el que le había de entregar: 5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, y se dió á los pobres? 6 Mas dijo esto, no por el cuidado que él tenía de los pobres: sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella.

Mateo 6:24: 24 Ninguno puede servir á dos señores, porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón.

Mateo 25:45: 45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis.

Mateo 25:36: 36 Desnudo, y me cubristeis, enfermo, y me visitasteis, estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.

Mateo 20:15: 15 ¿No me es lícito á mi hacer lo que quiero con lo mío? ó ¿es malo tu ojo, porque yo soy bueno?

Hechos 5:1-10: 5 MAS un varón llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión, 2 Y defraudó del precio, sabiéndolo también su mujer, y trayendo una parte, púsola á los pies de los apóstoles. 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón á que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba á ti? y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido á los hombres, sino á Dios. 5 Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y espiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. 6 Y levantándose los mancebos, le tomaron, y sacándolo, sepultáronlo. 7 Y pasado espacio como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. 8 Entonces Pedro le dijo: Dime: ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. 9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué os concertasteis para tentar al Espíritu del Señor? He aquí á la puerta los pies de los que han sepultado á tu marido, y te sacarán. 10 Y luego cayó á los pies de él, y espiró: y entrados los mancebos, la hallaron muerta, y la sacaron, y la sepultaron junto á su marido.

2 Corintios 8:9: 9 Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

Lucas 20:25: 25 Entonces les dijo: Pues dad á César lo que es de César, y lo que es de Dios, á Dios.

Marcos 12:17: 17 Y respondiendo Jesús, les dijo: Dad lo que es de César á César, y lo que es de Dios, á Dios. Y se maravillaron de ello.

Mateo 25:15: 15 Y á éste dió cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno: á cada uno conforme á su facultad, y luego se partió lejos.

Mateo 19:23: 23 Entonces Jesús dijo á sus discípulos: De cierto os digo, que un rico difícilmente entrará en el reino de los cielos.

Isaías 65:21-22: 21 Y edificarán casas, y morarán en ellas, plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. 22 No edificarán, y otro morará, no plantarán, y otro comerá: porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos perpetuarán las obras de sus manos.

1 Corintios 4:7-13: 7 Porque ¿quién te distingue? ¿ó qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no hubieras recibido? 8 Ya estáis hartos, ya estáis ricos, sin nosotros reináis, y ojalá reinéis, para que nosotros reinemos también juntamente con vosotros. 9 Porque á lo que pienso, Dios nos ha mostrado á nosotros los apóstoles por los postreros, como á sentenciados á muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y á los ángeles, y á los hombres. 10 Nosotros necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo, nosotros flacos, y vosotros fuertes, vosotros nobles, y nosotros viles. 11 Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos, 12 Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución, y sufrimos: 13 Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora.

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