Versículos de la Biblia sobre el zodiaco

Amós 5:8: 8 Miren al que hace el Arcturo y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche, el que llama á las aguas de la mar, y las derrama sobre la haz de la tierra: Jehová es su nombre

Deuteronomio 4:19: 19 Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines á ellos, y les sirvas, que Jehová tu Dios los ha concedido á todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Génesis 1:14: 14 Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años

Isaías 47:13: 13 Haste fatigado en la multitud de tus consejos. Parezcan ahora y defiéndante los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que contaban los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.

Job 38:31-32: 31 ¿Podrás tú impedir las delicias de las Pléyades, O desatarás las ligaduras del Orión? 32 ¿Sacarás tú á su tiempo los signos de los cielos, O guiarás el Arcturo con sus hijos?

Apocalipsis 12:1-17: 12 Y UNA grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir. 3 Y fué vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. 4 Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, á fin de devorar á su hijo cuando hubiese parido. 5 Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y á su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días. 7 Y fué hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón, y lidiaba el dragón y sus ángeles. 8 Y no prevalecieron, ni su lugar fué más hallado en el cielo. 9 Y fué lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña á todo el mundo, fué arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio, y no han amado sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ­Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido á vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 13 Y cuando vió el dragón que él había sido arrojado á la tierra, persiguió á la mujer que había parido al hijo varón. 14 Y fueron dadas á la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, á su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, á fin de hacer que fuese arrebatada del río. 16 Y la tierra ayudó á la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca. 17 Entonces el dragón fué airado contra la mujer, y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.

1 Pedro 5:8: 8 Sed templados, y velad, porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore

Juan 14:6: 6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.

Mateo 27:5: 5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, partióse, y fué, y se ahorcó.

Joel 2:1-32: 2 TOCAD trompeta en Sión, y pregondad en mi santo monte: tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. 2 Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra, que sobre los montes se derrama como el alba: un pueblo grande y fuerte: nunca desde el siglo fué semejante, ni después de él será jamás en años de generación en generación. 3 Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama, como el huerto de Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado, ni tampoco habrá quien de él escape. 4 Su parecer, como parecer de caballos, y como gente de á caballo correrán. 5 Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes, como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como fuerte pueblo aparejado para la batalla. 6 Delante de él temerán los pueblos, pondránse mustios todos los semblantes. 7 Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán la muralla, y cada cual irá en sus caminos, y no torcerán sus sendas. 8 Ninguno apretará á su compañero, cada uno irá por su carrera, y aun cayendo sobre la espada no se herirán. 9 Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas á manera de ladrones. 10 Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos: el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. 11 Y Jehová dará su voz delante de su ejército: porque muchos son sus reales y fuertes, que ponen en efecto su palabra: porque grande es el día de Jehová, y muy terrible, ¿y quién lo podrá sufrir? 12 Por eso pues ahora, dice Jehová, convertíos á mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y llanto. 13 Y lacerad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos á Jehová vuestro Dios, porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo. 14 ¿Quién sabe si volverá, y se apiadará, y dejará bendición tras de él, presente y libación para Jehová Dios vuestro? 15 Tocad trompeta en Sión, pregonad ayuno, llamad á congregación. 16 Reunid el pueblo, santificad la reunión, juntad los viejos, congregad los niños y los que maman: salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. 17 Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, á tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que las gentes se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios? 18 Y Jehová celará su tierra, y perdonará su pueblo. 19 Y responderá Jehová, y dirá á su pueblo: He aquí yo os envío pan, y mosto, y aceite, y seréis saciados de ellos: y nunca más os pondré en oprobio entre las gentes. 20 Y haré alejar de vosotros al del aquilón, y echarélo en la tierra seca y desierta: su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental, y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas. 21 Tierra, no temas, alégrate y gózate: porque Jehová ha de hacer grandes cosas. 22 Animales del campo, no temáis, porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos. 23 Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios, porque os ha dado la primera lluvia arregladamente, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. 24 Y las eras se henchirán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. 25 Y os restituiré los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón, y el revoltón, mi grande ejército que envié contra vosotros. 26 Y comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros: y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. 27 Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro: y mi pueblo nunca jamás será avergonzado. 28 Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros mancebos verán visiones. 29 Y aun también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. 30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. 31 El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. 32 Y será que cualquiera que invocare el nombre de Jehová, será salvo: porque en el monte de Sión y en Jerusalem habrá salvación, como Jehová ha dicho, y en los que quedaren, á los cuales Jehová habrá llamado.

Daniel 7:1-28: 7 EN el primer año de Belsasar rey de Babilonia, vió Daniel un sueño y visiones de su cabeza en su cama: luego escribió el sueño, y notó la suma de los negocios. 2 Habló Daniel y dijo: Veía yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en la gran mar. 3 Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían de la mar. 4 La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta tanto que sus alas fueron arrancadas, y fué quitada de la tierra, y púsose enhiesta sobre los pies á manera de hombre, y fuéle dado corazón de hombre. 5 Y he aquí otra segunda bestia, semejante á un oso, la cual se puso al un lado, y tenía en su boca tres costillas entre sus dientes, y fuéle dicho así: Levántate, traga carne mucha. 6 Después de esto yo miraba, y he aquí otra, semejante á un tigre, y tenía cuatro alas de ave en sus espaldas: tenía también esta bestia cuatro cabezas, y fuéle dada potestad. 7 Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en grande manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro: devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies: y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos. 8 Estando yo contemplando los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño subía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros, y he aquí, en este cuerno había ojos como ojos de hombre, y una boca que hablaba grandezas. 9 Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas: y un Anciano de grande edad se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia, su silla llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él: millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él: el Juez se sentó, y los libros se abrieron. 11 Yo entonces miraba á causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno, miraba hasta tanto que mataron la bestia, y su cuerpo fué deshecho, y entregado para ser quemado en el fuego. 12 Habían también quitado á las otras bestias su señorío, y les había sido dada prolongación de vida hasta cierto tiempo. 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí en las nubes del cielo como un hijo de hombre que venía, y llegó hasta el Anciano de grande edad, é hiciéronle llegar delante de él. 14 Y fuéle dado señorío, y gloria, y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron, su señorío, señorío eterno, que no será transitorio, y su reino que no se corromperá. 15 Mi espíritu fué turbado, yo Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron. 16 Lleguéme á uno de los que asistían, y preguntéle la verdad acerca de todo esto. Y hablóme, y declaróme la interpretación de las cosas. 17 Estas grandes bestias, las cuales son cuatro, cuatro reyes son, que se levantarán en la tierra. 18 Después tomarán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, y hasta el siglo de los siglos. 19 Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas de metal, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies: 20 Asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que había subido, de delante del cual habían caído tres: y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandezas, y su parecer mayor que el de sus compañeros. 21 Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, 22 Hasta tanto que vino el Anciano de grande edad, y se dió el juicio á los santos del Altísimo, y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino. 23 Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será más grande que todos los otros reinos, y á toda la tierra devorará, y la hollará, y la despedazará. 24 Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes, y tras ellos se levantará otro, el cual será mayor que los primeros, y á tres reyes derribará. 25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y á los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en mudar los tiempos y la ley: y entregados serán en su mano hasta tiempo, y tiempos, y el medio de un tiempo. 26 Empero se sentará el juez, y quitaránle su señorío, para que sea destruído y arruinado hasta el extremo, 27 Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán. 28 Hasta aquí fué el fin de la plática. Yo Daniel, mucho me turbaron mis pensamientos, y mi rostro se me mudó: mas guardé en mi corazón el negocio.

Ezequiel 18:4: 4 He aquí que todas las almas son mías, como el alma del padre, así el alma del hijo es mía, el alma que pecare, esa morirá.

Isaías 53:9: 9 Y dipúsose con los impíos su sepultura, mas con los ricos fué en su muerte, porque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca.

Isaías 53:3: 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto: y como que escondimos de él el rostro, fué menospreciado, y no lo estimamos.

Isaías 47:13-14: 13 Haste fatigado en la multitud de tus consejos. Parezcan ahora y defiéndante los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que contaban los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. 14 He aquí que serán como tamo, fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama, no quedará brasa para calentarse, ni lumbre á la cual se sienten.

Isaías 7:14: 14 Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel.

Salmos 119:105: Nun 105 Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino.

Job 38:32: 32 ¿Sacarás tú á su tiempo los signos de los cielos, O guiarás el Arcturo con sus hijos?

Job 9:9: 9 El que hizo el Arcturo, y el Orión, y las Pléyadas, Y los lugares secretos del mediodía

2 Reyes 23:5: 5 Y quitó á los Camoreos, que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen perfumes en los altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalem, y asimismo á los que quemaban perfumes á Baal, al sol y á la luna, y á los signos, y á todo el ejército del cielo.

Deuteronomio 18:10-12: 10 No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo ó su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11 Ni fraguador de encantamentos, ni quien pregunte á pitón, ni mágico, ni quien pregunte á los muertos. 12 Porque es abominación á Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti.

Génesis 6:1-22: 6 Y ACAECIO que, cuando comenzaron los hombres á multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, 2 Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres, escogiendo entre todas. 3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años. 4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios á las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre. 5 Y vió Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón. 7 Y dijo Jeh
vá: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho. 8 Empero Noé halló gracia en los ojos de Jehová. 9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fué en sus generaciones, con Dios caminó Noé. 10 Y engendró Noé tres hijos: á Sem, á Châm, y á Japhet. 11 Y corrompióse la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Y dijo Dios á Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí, porque la tierra está llena de violencia á causa de ellos, y he aquí que yo los destruiré con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la embetunarás con brea por dentro y por fuera. 15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. 16 Una ventana harás al arca, y la acabarás á un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca á su lado, y le harás piso bajo, segundo y tercero. 17 Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo, todo lo que hay en la tierra morirá. 18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. 19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo, macho y hembra serán. 20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para que hayan vida. 21 Y toma contigo de toda vianda que se come, y allégala á ti, servirá de alimento para ti y para ellos. 22 E hízolo así Noé, hizo conforme á todo lo que Dios le mandó.

Génesis 3:15: 15 Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Génesis 1:1-31: 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. 4 Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día. 6 Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así. 8 Y llamó Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo. 9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así. 10 Y llamó Dios á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno. 11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente, árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así. 12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno. 13 Y fué la tarde y la mañana el día tercero. 14 Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años, 15 Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas. 17 Y púsolas Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, 18 Y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vió Dios que era bueno. 19 Y fué la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vió Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra. 23 Y fué la tarde y la mañana el día quinto. 24 Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fué así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era bueno. 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra los crió. 28 Y los bendijo Dios, y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así. 31 Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto.

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