Versículos de la Biblia sobre esculturas

Éxodo 20:4: 4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra

Éxodo 20:1-26: 20 Y HABLO Dios todas estas palabras, diciendo: 2 Yo soy JEHOVA tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. 4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: 5 No te inclinarás á ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, á los que me aborrecen, 6 Y que hago misericordia en millares á los que me aman, y guardan mis mandamientos. 7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. 8 Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra, 10 Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas: 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó. 12 Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 13 No matarás. 14 No cometerás adulterio. 15 No hurtarás. 16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. 18 Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba: y viéndolo el pueblo, temblaron, y pusiéronse de lejos. 19 Y dijeron á Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos, mas no hable Dios con nosotros, porque no muramos. 20 Y Moisés respondió al pueblo: No temáis, que por probaros vino Dios, y porque su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis. 21 Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó á la osbcuridad en la cual estaba Dios. 22 Y Jehová dijo á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. 23 No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis. 24 Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus pacíficos, tus ovejas y tus vacas: en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré á ti, y te bendeciré. 25 Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería, porque si alzares tu pico sobre él, tú lo profanarás. 26 Y no subirás por gradas á mi altar, porque tu desnudez no sea junto á él descubierta.

Levítico 26:1: 26 NO haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros á ella: porque yo soy Jehová vuestro Dios.

Hechos 17:29: 29 Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante á oro, ó á plata, ó á piedra, escultura de artificio ó de imaginación de hombres.

Deuteronomio 4:16-19: 16 Porque no os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón ó hembra, 17 Figura de algún animal que sea en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, 18 Figura de ningún animal que vaya arrastrando por la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra: 19 Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines á ellos, y les sirvas, que Jehová tu Dios los ha concedido á todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Éxodo 20:5: 5 No te inclinarás á ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, á los que me aborrecen

Éxodo 20:4-5: 4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: 5 No te inclinarás á ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, á los que me aborrecen

Isaías 42:8: 8 Yo Jehová: este es mi nombre, y á otro no daré mi gloria, ni mi alabanza á esculturas.

Romanos 2:6-8: 6 El cual pagará á cada uno conforme á sus obras: 7 A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna. 8 Mas á los que son contenciosos, y no obedecen á la verdad, antes obedecen á la injusticia, enojo é ira

2 Crónicas 3:5-7: 5 Y techó la casa mayor con madera de haya, la cual cubrió de buen oro, é hizo resaltar sobre ella palmas y cadenas. 6 Cubrió también la casa de piedras preciosas por excelencia: y el oro era oro de Parvaim. 7 Así cubrió la casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes, y sus puertas, con oro, y esculpió querubines por las paredes.

Éxodo 20:3: 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

Hebreos 13:17: 17 Obedeced á vuestros pastores, y sujetaos á ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta, para que lo hagan con alegría, y no gimiendo, porque esto no os es útil.

2 Tesalonicenses 2:15: 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra.

1 Corintios 11:1-2: 11 SED imitadores de mí, así como yo de Cristo. 2 Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os enseñé.

Isaías 44:15: 15 De él se servirá luego el hombre para quemar, y tomará de ellos para calentarse, encenderá también el horno, y cocerá panes: hará además un dios, y lo adorará, fabricará un ídolo, y arrodillaráse delante de él.

1 Samuel 24:8: 8 También David se levantó después, y saliendo de la cueva dió voces á las espaldas de Saúl, diciendo: ­Mi señor el rey! Y como Saúl miró atrás, David inclinó su rotro á tierra, é hizo reverencia.

Éxodo 25:22: 22 Y de allí me declararé á ti, y hablaré contigo de sobre la cubierta, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré para los hijos de Israel.

Génesis 1:26: 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.

Juan 6:67-71: 67 Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también? 68 Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. 70 Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo? 71 Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce.

Isaías 2:12-17: 12 Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado, y será abatido: 13 Y sobre todos los cedros del Líbano altos y sublimes, y sobre todos los alcornoques de Basán, 14 Y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados, 15 Y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte, 16 Y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas pinturas preciadas. 17 Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada, y solo Jehová será ensalzado en aquel día.

Salmos 1:1-6: 1 BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado, 2 Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae, Y todo lo que hace, prosperará. 4 No así los malos: Sino como el tamo que arrebata el viento. 5 Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque Jehová conoce el camino de los justos, Mas la senda de los malos perecerá.

2 Tesalonicenses 3:6: 6 Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme á la doctrina que recibieron de nosotros

2 Tesalonicenses 2:14-15: 14 A lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra.

Juan 20:19-24: 19 Y como fué tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos, vino Jesús, y púsose en medio, y díjoles: Paz á vosotros. 20 Y como hubo dicho esto, mostróles las manos y el costado. Y los discípulos se gozaron viendo al Señor. 21 Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío. 22 Y como hubo dicho esto, sopló, y díjoles: Tomad el Espíritu Santo: 23 A los que remitiereis los pecados, les son remitidos: á quienes los retuviereis, serán retenidos. 24 Empero Tomás, uno de los doce, que se dice el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

Juan 10:1-42: 10 DE cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador. 2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y á sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4 Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él: porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta parábola les dijo Jesús, mas ellos no entendieron qué era lo que les decía. 7 Volvióles, pues, Jesús á decir: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores, mas no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo, y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas. 13 Así que, el asalariado, huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. 15 Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre, y pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil, aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar. 18 Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 19 Y volvió á haber disensión entre los Judíos por estas palabras. 20 Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí, ¿para qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos? 22 Y se hacía la fiesta de la dedicación en Jerusalem, y era invierno, 23 Y Jesús andaba en el templo por el portal de Salomón. 24 Y rodeáronle los Judíos y dijéronle: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínos lo abiertamente. 25 Respondióles Jesús: Os lo he dicho, y no creéis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí, 26 Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre una cosa somos. 31 Entonces volvieron á tomar piedras los Judíos para apedrearle. 32 Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de esas me apedreáis? 33 Respondiéronle los Judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia, y porque tú, siendo hombre, te haces Dios. 34 Respondióles Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, Dioses sois? 35 Si dijo, dioses, á aquellos á los cuales fué hecha palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), 36 ¿A quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? 37 Si no hago obras de mi Padre, no me creáis. 38 Mas si las hago, aunque á mí no creáis, creed á las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. 39 Y procuraban otra vez prenderle, mas él se salió de sus manos, 40 Y volvióse tras el Jordán, á aquel lugar donde primero había estado bautizando Juan, y estúvose allí. 41 Y muchos venían á él, y decían: Juan, á la verdad, ninguna señal hizo, mas todo lo que Juan dijo de éste, era verdad. 42 Y muchos creyeron allí en él.

Mateo 9:6-8: 6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete á tu casa. 7 Entonces él se levantó y se fué á su casa. 8 Y las gentes, viéndolo, se maravillaron, y glorificaron á Dios, que había dado tal potestad á los hombres.

Juan 6:50-71: 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre, y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. 52 Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne á comer? 53 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. 60 Y muchos de sus discípulos oyéndo lo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oir? 61 Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza? 62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero? 63 El espíritu es el que da vida, la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida. 64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre. 66 Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67 Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también? 68 Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. 70 Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo? 71 Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce.

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