Versículos de la Biblia sobre la caza

Génesis 27:3: 3 Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo, y cógeme caza

Génesis 10:9: 9 Este fué vigoroso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.

Génesis 9:3: 3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo.

Génesis 21:20: 20 Y fué Dios con el muchacho, y creció, y habitó en el desierto, y fué tirador de arco.

Hechos 10:13: 13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.

Jeremías 16:16: 16 He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán, y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán de todo monte, y de todo collado, y de las cavernas de los peñascos.

Génesis 1:29-30: 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así.

Génesis 27:5: 5 Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac á Esaú su hijo: y fuése Esaú al campo para coger la caza que había de traer.

Levítico 17:13: 13 Y cualquier varón de los hijos de Israel, ó de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cogiere caza de animal ó de ave que sea de comer, derramará su sangre y cubrirála con tierra

Levítico 11:1-47: 11 Y HABLO Jehová á Moisés y á Aarón, diciéndoles: 2 Hablad á los hijos de Israel, diciendo: Estos son los animales que comeréis de todos los animales que están sobre la tierra. 3 De entre los animales, todo el de pezuña, y que tiene las pezuñas hendidas, y que rumia, éste comeréis. 4 Estos empero no comeréis de los que rumian y de los que tienen pezuña: el camello, porque rumia mas no tiene pezuña hendida, habéis de tenerlo por inmundo, 5 También el conejo, porque rumia, mas no tiene pezuña, tendréislo por inmundo, 6 Asimismo la liebre, porque rumia, mas no tiene pezuña, tendréisla por inmunda, 7 También el puerco, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, mas no rumia, tendréislo por inmundo. 8 De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto: tendréislos por inmundos. 9 Esto comeréis de todas las cosas que están en las aguas: todas las cosas que tienen aletas y escamas en las aguas de la mar, y en los ríos, aquellas comeréis, 10 Mas todas las cosas que no tienen aletas ni escamas en la mar y en los ríos, así de todo reptil de agua como de toda cosa viviente que está en las aguas, las tendréis en abominación. 11 Os serán, pues, en abominación: de su carne no comeréis, y abominaréis sus cuerpos muertos. 12 Todo lo que no tuviere aletas y escamas en las aguas, tendréislo en abominación. 13 Y de las aves, éstas tendréis en abominación, no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el esmerejón, 14 El milano, y el buitre según su especie, 15 Todo cuervo según su especie, 16 El avestruz, y la lechuza, y el laro, y el gavilán según su especie, 17 Y el buho, y el somormujo, y el ibis, 18 Y el calamón, y el cisne, y el onocrótalo, 19 Y el herodión, y el caradrión, según su especie, y la abubilla, y el murciélago. 20 Todo reptil alado que anduviere sobre cuatro pies, tendréis en abominación. 21 Empero esto comeréis de todo reptil alado que anda sobre cuatro pies, que tuviere piernas además de sus pies para saltar con ellas sobre la tierra, 22 Estos comeréis de ellos: la langosta según su especie, y el langostín según su especie, y el aregol según su especie, y el haghab según su especie. 23 Todo reptil alado que tenga cuatro pies, tendréis en abominación. 24 Y por estas cosas seréis inmundos: cualquiera que tocare á sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde: 25 Y cualquiera que llevare de sus cuerpos muertos, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde. 26 Todo animal de pezuña, pero que no tiene pezuña hendida, ni rumia, tendréis por inmundo: cualquiera que los tocare será inmundo. 27 Y de todos los animales que andan á cuatro pies, tendréis por inmundo cualquiera que ande sobre sus garras: cualquiera que tocare sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde. 28 Y el que llevare sus cuerpos muertos, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde: habéis de tenerlos por inmundos. 29 Y estos tendréis por inmundos de los reptiles que van arrastrando sobre la tierra: la comadreja, y el ratón, y la rana según su especie, 30 Y el erizo, y el lagarto, y el caracol, y la babosa, y el topo. 31 Estos tendréis por inmundos de todos los reptiles: cualquiera que los tocare, cuando estuvieren muertos, será inmundo hasta la tarde. 32 Y todo aquello sobre que cayere alguno de ellos después de muertos, será inmundo, así vaso de madera, como vestido, ó piel, ó saco, cualquier instrumento con que se hace obra, será metido en agua, y será inmundo hasta la tarde, y así será limpio. 33 Y toda vasija de barro dentro de la cual cayere alguno de ellos, todo lo que estuviere en ella será inmundo, y quebraréis la vasija: 34 Toda vianda que se come, sobre la cual viniere el agua de tales vasijas, será inmunda: y toda bebida que se bebiere, será en todas esas vasijas inmunda: 35 Y todo aquello sobre que cayere algo del cuerpo muerto de ellos, será inmundo: el horno ú hornillos se derribarán, son inmundos, y por inmundos los tendréis. 36 Con todo, la fuente y la cisterna donde se recogen aguas, serán limpias: mas lo que hubiere tocado en sus cuerpos muertos será inmundo. 37 Y si cayere de sus cuerpos muertos sobre alguna simiente que se haya de sembrar, será limpia. 38 Mas si se hubiere puesto agua en la simiente, y cayere de sus cuerpos muertos sobre ella, tendréisla por inmunda. 39 Y si algún animal que tuviereis para comer se muriere, el que tocare su cuerpo muerto será inmundo hasta la tarde: 40 Y el que comiere de su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde: asimismo el que sacare su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde. 41 Y todo reptil que va arrastrando sobre la tierra, es abominación, no se comerá. 42 Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro ó más pies, de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación. 43 No ensuciéis vuestras personas con ningún reptil que anda arrastrando, ni os contaminéis con ellos, ni seáis inmundos por ellos. 44 Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo: así que no ensuciéis vuestras personas con ningún reptil que anduviere arrastrando sobre la tierra. 45 Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para seros por Dios: seréis pues santos, porque yo soy santo. 46 Esta es la ley de los animales y de las aves, y de todo ser viviente que se mueve en las aguas, y de todo animal que anda arrastrando sobre la tierra, 47 Para hacer diferencia entre inmundo y limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.

Génesis 27:33: 33 Y Estremecióse Isaac con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que cogió caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito.

Isaías 11:6-9: 6 Morará el lobo con el cordero, y el tigre con el cabrito se acostará: el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas, y el león como el buey comerá paja. 8 Y el niño de teta se entretendrá sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como cubren la mar las aguas.

1 Timoteo 4:1-5: 4 EMPERO el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos alguno apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y á doctrinas de demonios, 2 Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia. 3 Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crió para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con hacimiento de gracias: 5 Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

Génesis 27:30: 30 Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de bendecir á Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano vino de su caza.

Mateo 10:28: 28 Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Job 10:16: 16 Y subirá de punto, pues me cazas como á león, Y tornas á hacer en mí maravillas.

Colosenses 3:1: 3 SI habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado á la diestra de Dios.

Juan 10:16: 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil, aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño, y un pastor.

Eclesiastés 9:10: 10 Todo lo que te viniere á la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.

1 Samuel 26:20: 20 No caiga pues ahora mi sangre en tierra delante de Jehová: porque ha salido el rey de Israel á buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.

Génesis 27:1-46: 27 Y ACONTECIO que cuando hubo Isaac envejecido, y sus ojos se ofuscaron quedando sin vista, llamó á Esaú, su hijo el mayor, y díjole: Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí. 2 Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte: 3 Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo, y cógeme caza, 4 Y hazme un guisado, como yo gusto, y tráeme lo, y comeré: para que te bendiga mi alma antes que muera. 5 Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac á Esaú su hijo: y fuése Esaú al campo para coger la caza que había de traer. 6 Entonces Rebeca habló á Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído á tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: 7 Tráeme caza, y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga delante de Jehová antes que yo muera. 8 Ahora pues, hijo mío, obedece á mi voz en lo que te mando, 9 Ve ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como él gusta, 10 Y tú las llevarás á tu padre, y comerá, para que te bendiga antes de su muerte. 11 Y Jacob dijo á Rebeca su madre: He aquí Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño: 12 Quizá me tentará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición. 13 Y su madre respondió: Hijo mío, sobre mí tu maldición: solamente obedece á mi voz, y ve y tráemelos. 14 Entonces él fué, y tomó, y trájolos á su madre: y su madre hizo guisados, como su padre gustaba. 15 Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió á Jacob su hijo menor: 16 E hízole vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía vello, las pieles de los cabritos de las cabras, 17 Y entregó los guisados y el pan que había aderezado, en mano de Jacob su hijo. 18 Y él fué á su padre, y dijo: Padre mío: y él respondió: Heme aquí, ¿quién eres, hijo mío? 19 Y Jacob dijo á su padre: Yo soy Esaú tu primogénito, he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma. 20 Entonces Isaac dijo á su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan presto, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que se encontrase delante de mí. 21 E Isaac dijo á Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú ó no. 22 Y llegóse Jacob á su padre Isaac, y él le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las manos, las manos de Esaú. 23 Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú: y le bendijo. 24 Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy. 25 Y dijo: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que te bendiga mi alma, y él se la acercó, y comió: trájole también vino, y bebió. 26 Y díjole Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. 27 Y él se llegó, y le besó, y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, y dijo: Mira, el olor de mi hijo Como el olor del campo que Jehová ha bendecido: 28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. 29 Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen á ti: Sé señor de tus hermanos, E inclínense á ti los hijos de tu madre: Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren. 30 Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de bendecir á Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano vino de su caza. 31 E hizo él también guisados, y trajo á su padre, y díjole: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga tu alma. 32 Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú. 33 Y Estremecióse Isaac con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que cogió caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito. 34 Como Esaú oyó las palabras de su padre clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también á mí, padre mío. 35 Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. 36 Y él respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, que ya me ha engañado dos veces, alzóse con mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí? 37 Isaac respondió y dijo á Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos á todos sus hermanos: de trigo y de vino le he provisto: ¿qué, pues, te haré á ti ahora, hijo mío? 38 Y Esaú respondió á su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? bendíceme también á mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró. 39 Entonces Isaac su padre habló y díjole: He aquí será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba, 40 Y por tu espada vivirás, y á tu hermano servirás: Y sucederá cuando te enseñorees, Que descargarás su yugo de tu cerviz. 41 Y aborreció Esaú á Jacob por la bendición con que le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré á Jacob mi hermano. 42 Y fueron dichas á Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor: y ella envió y llamó á Jacob su hijo menor, y díjole: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte. 43 Ahora pues, hijo mío, obedece á mi voz, levántate, y húyete á Labán mi hermano, á Harán. 44 Y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue, 45 Hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y se olvide de lo que le has hecho: yo enviaré entonces, y te traeré de allá: ¿por qué seré privada de vosotros ambos en un día? 46 Y dijo Rebeca á Isaac: Fastidio tengo de mi vida, á causa de las hijas de Heth. Si Jacob toma mujer de las hijas de Heth, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?

Daniel 12:11-12: 11 Y desde el tiempo que fuere quitado el continuo sacrificio hasta la abominación espantosa, habrá mil doscientos y noventa días. 12 Bienaventurado el que esperare, y llegare hasta mil trescientos treinta y cinco días.

Daniel 12:1: 12 Y EN aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo, y será tiempo de angustia, cual nunca fué después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro.

Daniel 2:44: 44 Y en los días de estos reyes, levantará el Dios del cielo un reino que nunca jamás se corromperá: y no será dejado á otro pueblo este reino, el cual desmenuzará y consumirá todos estos reinos, y él permanecerá para siempre.

Isaías 49:1-26: 49 OIDME, islas, y escuchad, pueblos lejanos: Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. 2 Y puso mi boca como espada aguda, cubrióme con la sombra de su mano, y púsome por saeta limpia, guardóme en su aljaba.
Y díjome: Mi siervo eres, oh Israel, que en ti me gloriaré. 4 Yo empero dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mi fortaleza, mas mi juicio está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios. 5 Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre por su siervo, para que convierta á él á Jacob. Bien que Israel no se juntará, con todo, estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fortaleza. 6 Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures los asolamientos de Israel: también te dí por luz de las gentes, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra. 7 Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las gentes, al siervo de los tiranos. Verán reyes, y levantaránse príncipes, y adorarán por Jehová, porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió. 8 Así dijo Jehová: En hora de contentamiento te oí, y en el día de salud te ayudé: y guardarte he, y te daré por alianza del pueblo, para que levantes la tierra, para que heredes asoladas heredades, 9 Para que digas á los presos: Salid, y á los que están en tinieblas: Manifestaos. En los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres serán sus pastos. 10 No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá, porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá á manaderos de aguas. 11 Y tornaré camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas. 12 He aquí estos vendrán de lejos, y he aquí estotros del norte y del occidente, y estotros de la tierra de los Sineos. 13 Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra, y prorrumpid en alabanzas, oh montes: porque Jehová ha consolado su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. 14 Mas Sión dijo: Dejóme Jehová, y el Señor se olvidó de mí. 15 ¿Olvidaráse la mujer de lo que parió, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque se olviden ellas, yo no me olvidaré de ti. 16 He aquí que en las palmas te tengo esculpida: delante de mí están siempre tus muros. 17 Tus edificadores vendrán aprisa, tus destruidores y tus asoladores saldrán de ti. 18 Alza tus ojos alrededor, y mira: todos estos se han reunido, han venido á ti. Vivo yo, dice Jehová, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida, y de ellos serás ceñida como novia. 19 Porque tus asolamientos, y tus ruinas, y tu tierra desierta, ahora será angosta por la multitud de los moradores, y tus destruidores serán apartados lejos. 20 Aun los hijos de tu orfandad dirán á tus oídos: Angosto es para mí este lugar, apártate por amor de mí, para que yo more. 21 Y dirás en tu corazón: ¿Quién me engendró estos? porque yo deshijada estaba y sola, peregrina y desterrada: ¿quién pues crió éstos? He aquí yo estaba dejada sola: éstos ¿dónde estaban? 22 Así dijo el Señor Jehová: He aquí, yo alzaré mi mano á las gentes, y á los pueblos levantaré mi bandera, y traerán en brazos tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. 23 Y reyes serán tus ayos, y sus reinas tus amas de leche, el rostro inclinado á tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies: y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que me esperan. 24 ¿Será quitada la presa al valiente? ó ¿libertaráse la cautividad legítima? 25 Así empero dice Jehová: Cierto, la cautividad será quitada al valiente, y la presa del robusto será librada, y tu pleito yo lo pleitearé, y yo salvaré á tus hijos. 26 Y á los que te despojaron haré comer sus carnes, y con su sangre serán embriagados como mosto, y conocerá toda carne que yo Jehová soy Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.

Eclesiastés 9:12: 12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo: como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se prenden en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.

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