Versículos de la Biblia sobre la injusticia

Proverbios 17:15: 15 El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos á dos son abominación á Jehová.

Jeremías 22:3-5: 3 Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis, ni robéis al extranjero, ni al huérfano, ni á la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar. 4 Porque si efectivamente hiciereis esta palabra, los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en carros y en caballos por las puertas de esta casa, ellos, y sus criados, y su pueblo. 5 Mas si no oyereis estas palabras, por mí he jurado, dice Jehová, que esta casa será desierta.

Miqueas 6:8: 8 Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pida de ti Jehová: solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.

Eclesiastés 5:8: 8 Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la porvincia, no te maravilles de esta licencia, porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos.

Éxodo 23:7: 7 De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo, porque yo no justificaré al impío.

Éxodo 23:6: 6 No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.

Proverbios 29:27: 27 Abominación es á los justos el hombre inicuo, Y abominación es al impío el de rectos caminos.

Levítico 19:15: 15 No harás agravio en el juicio: no tendrás respeto al pobre, ni honrarás la cara del grande: con justicia juzgarás á tu prójimo.

Lucas 16:15: 15 Y díjoles: Vosotros sois los que os justificáis á vosotros mismos delante de los hombres, mas Dios conoce vuestros corazones, porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

Lamentaciones 3:34-36: 34 Desmenuzar bajo de sus pies todos los encarcelados de la tierra, 35 Hacer apartar el derecho del hombre ante la presencia del Altísimo, 36 Trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo sabe.

Amós 5:11: 11 Por tanto, pues que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de sillares, mas no las habitaréis, plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.

Job 5:8-16: 8 Ciertamente yo buscaría á Dios, Y depositaría en él mis negocios: 9 El cual hace cosas grandes é inescrutables, Y maravillas que no tienen cuento: 10 Que da la lluvia sobre la haz de la tierra, Y envía las aguas por los campos: 11 Que pone los humildes en altura, Y los enlutados son levantados á salud: 12 Que frustra los pensamientos de los astutos, Para que sus manos no hagan nada: 13 Que prende á los sabios en la astucia de ellos, Y el consejo de los perversos es entontecido, 14 De día se topan con tinieblas, Y en mitad del día andan á tientas como de noche: 15 Y libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta, 16 Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca.

Lucas 16:10: 10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel: y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.

Lucas 3:14: 14 Y le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dice: No hagáis extorsión á nadie, ni calumniéis, y contentaos con vuestras pagas.

Isaías 58:6: 6 ¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, deshacer los haces de opresión, y dejar ir libres á los quebrantados, y que rompáis todo yugo?

Éxodo 22:22: 22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.

Éxodo 23:1-3: 23 NO admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. 2 No seguirás á los muchos para mal hacer, ni responderás en litigio inclinándote á los más para hacer agravios, 3 Ni al pobre distinguirás en su causa.

1 Tesalonicenses 4:7: 7 Porque no nos ha llamado Dios á inmundicia, sino á santificación.

Romanos 12:2: 2 Y no os conforméis á este siglo, mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Éxodo 22:21: 21 Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

Génesis 50:19-20: 19 Y respondióles José: No temáis: ¿estoy yo en lugar de Dios? 20 Vosotros pensasteis mal sobre mí, mas Dios lo encaminó á bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida á mucho pueblo.

Marcos 1:1-45: 1 PRINCIPIO del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío á mi mensajero delante de tu faz, Que apareje tu camino delante de ti. 3 Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, Enderezad sus veredas. 4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo del arrepentimiento para remisión de pecados. 5 Y salía á él toda la provincia de Judea, y los de Jerusalem, y eran todos, bautizados por él en el río de Jordán, confesando sus pecados. 6 Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y con un cinto de cuero alrededor de sus lomos, y comía langostas y miel silvestre. 7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, al cual no soy digno de desatar encorvado la correa de sus zapatos. 8 Yo á la verdad os he bautizado con agua, mas él os bautizará con Espíritu Santo. 9 Y aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fué bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y luego, subiendo del agua, vió abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma, que descendía sobre él. 11 Y hubo una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti tomo contentamiento. 12 Y luego el Espíritu le impele al desierto. 13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado de Satanás, y estaba con las fieras, y los ángeles le servían. 14 Mas después que Juan fué encarcelado, Jesús vino á Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15 Y diciendo: El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio. 16 Y pasando junto á la mar de Galilea, vió á Simón, y á Andrés su hermano, que echaban la red en la mar, porque eran pescadores. 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. 18 Y luego, dejadas sus redes, le siguieron. 19 Y pasando de allí un poco más adelante, vió á Jacobo, hijo de Zebedeo, y á Juan su hermano, también ellos en el navío, que aderezaban las redes. 20 Y luego los llamó: y dejando á su padre Zebedeo en el barco con los jornaleros, fueron en pos de él. 21 Y entraron en Capernaum, y luego los sábados, entrando en la sinagoga, enseñaba. 22 Y se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene potestad, y no como los escribas. 23 Y había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, el cual dió voces, 24 Diciendo: ­Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido á destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25 Y Jesús le riñó, diciendo: Enmudece, y sal de él. 26 Y el espíritu inmundo, haciéndole pedazos, y clamando á gran voz, salió de él. 27 Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con potestad aun á los espíritus inmundos manda, y le obedecen? 28 Y vino luego su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. 29 Y luego saliendo de la sinagoga, vinieron á casa de Simón y de Andrés, con Jacobo y Juan. 30 Y la suegra de Simón estaba acostada con calentura, y le hablaron luego de ella. 31 Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó, y luego la dejó la calentura, y les servía. 32 Y cuando fué la tarde, luego que el sol se puso, traían á él todos los que tenían mal, y endemoniados, 33 Y toda la ciudad se juntó á la puerta. 34 Y sanó á muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios, y no dejaba decir á los demonios que le conocían. 35 Y levantándose muy de mañana, aun muy de noche, salió y se fué á un lugar desierto, y allí oraba. 36 Y le siguió Simón, y los que estaban con él, 37 Y hallándole, le dicen: Todos te buscan. 38 Y les dice: Vamos á los lugares vecinos, para que predique también allí, porque para esto he venido. 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. 40 Y un leproso vino á él, rogándole, é hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio. 42 Y así que hubo él hablado, la lepra se fué luego de aquél, y fué limpio. 43 Entonces le apercibió, y despidióle luego, 44 Y le dice: Mira, no digas á nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés mandó, para testimonio á ellos. 45 Mas él salido, comenzó á publicarlo mucho, y á divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar manifiestamente en la ciudad, sino que estaba fuera en los lugares desiertos, y venían á él de todas partes.

Isaías 5:1-30: 5 AHORA cantaré por mi amado el cantar de mi amado á su viña. Tenía mi amado una viña en un recuesto, lugar fértil. 2 Habíala cercado, y despedregádola, y plantádola de vides escogidas: había edificado en medio de ella una torre, y también asentado un lagar en ella: y esperaba que llevase uvas, y llevó uvas silvestres. 3 Ahora pues, vecinos de Jerusalem y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. 4 ¿Qué más se había de hacer á mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que llevase uvas, ha llevado uvas silvestres? 5 Os mostraré pues ahora lo que haré yo á mi viña: Quitaréle su vallado, y será para ser consumida, aportillaré su cerca, y será para ser hollada, 6 Haré que quede desierta, no será podada ni cavada, y crecerá el cardo y las espinas: y aun á las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. 7 Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza, justicia, y he aquí clamor. 8 Ay de los que juntan casa con casa, y allegan heredad á heredad hasta acabar el término! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra? 9 Ha llegado á mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas. 10 Y diez huebras de viña producirán un zaque, y treinta modios de simiente darán tres modios. 11 Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez, que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! 12 Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas, y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos. 13 Por tanto mi pueblo fué llevado cautivo, porque no tuvo ciencia: y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. 14 Por eso ensanchó su interior el sepulcro, y sin medida extendió su boca, y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se holgaba. 15 Y el hombre será humillado, y el varón será abatido, y bajados serán los ojos de los altivos. 16 Mas Jehová de los ejércitos será ensalzado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia. 17 Y los corderos serán apacentados según su costumbre, y extraños comerán las gruesas desamparadas. 18 Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta, 19 Los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos: acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos! 20 Ay de los que á lo malo dicen bueno, y á lo bueno malo, que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz, que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! 21 Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! 22 Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida, 23 Los que dan por justo al impío por cohechos, y al justo quitan su justicia! 24 Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la llama devora la paja, así será su raíz como pudrimiento, y su flor se desvanecerá como polvo: porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. 25 Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, é hirióle, y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida. 26 Y alzará pendón á gentes de lejos, y silbará al que está en el cabo de la tierra, y he aquí que vendrá pronto y velozmente. 27 No habrá entre ellos cansado, ni que vacile, ninguno se dormirá ni le tomará sueño, á ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos. 28 Sus saetas amoladas, y todos sus arcos entesados, las uñas de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino. 29 Su bramido como de león, rugirá á manera de leoncillos, rechinará los dientes, y arrebatará la presa, la apañara, y nadie se la quitará. 30 Y bramará sobre él en aquel día como bramido de la mar: entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.

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