Versículos de la Biblia sobre la opresión demoníaca

Lucas 10:19: 19 He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

Efesios 6:12: 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires.

Santiago 4:7: 7 Someteos pues á Dios, resistid al diablo, y de vosotros huirá.

1 Juan 4:4: 4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido, porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo.

1 Pedro 5:8: 8 Sed templados, y velad, porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore

Efesios 6:11: 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Efesios 4:27: 27 Ni deis lugar al diablo.

Mateo 12:22: 22 Entonces fué traído á él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó, de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía.

Efesios 6:13: 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo.

Lucas 4:18: 18 El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón, Para pregonar á los cautivos libertad, Y á los ciegos vista, Para poner en libertad á los quebrantados

1 Juan 5:18: 18 Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca, mas el que es engendrado de Dios, se guarda á sí mismo, y el maligno no le toca.

Judas 1:9: 9 Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió á usar de juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.

Lucas 10:17: 17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

1 Juan 4:1: 4 AMADOS, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.

2 Pedro 1:3: 3 Como todas las cosas que pertenecen á la vida y á la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud

Mateo 9:32: 32 Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.

Santiago 1:13: 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno

Gálatas 5:24: 24 Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias.

Lucas 2:14: 14 Gloria en las alturas á Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.

Mateo 15:22: 22 Y he aquí una mujer Cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí, mi hija es malamente atormentada del demonio.

Mateo 12:29: 29 Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del valiente, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entonces saqueará su casa.

Mateo 10:8: 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia.

2 Samuel 22:29: 29 Porque tú eres mi lámpara, oh Jehová: Jehová da luz á mis tinieblas.

Éxodo 22:18: 18 A la hechicera no dejarás que viva.

Hebreos 2:14: 14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es á saber, al diablo

Efesios 2:4: 4 Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó

1 Corintios 6:9: 9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones

Daniel 10:1-21: 10 EN el tercer año de Ciro rey de Persia, fué revelada palabra á Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, y la palabra era verdadera, mas el tiempo fijado era largo: él empero comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión. 2 En aquellos días yo Daniel me contristé por espacio de tres semanas. 3 No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me unté con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas de días. 4 Y á los veinte y cuatro días del mes primero estaba yo á la orilla del gran río Hiddekel, 5 Y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lienzos, y ceñidos sus lomos de oro de Uphaz: 6 Y su cuerpo era como piedra de Tarsis, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de metal resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de ejército. 7 Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que cayó sobre ellos un gran temor, y huyeron, y escondiéronse. 8 Quedé pues yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó en mí esfuerzo, antes mi fuerza se me trocó en desmayo, sin retener vigor alguno. 9 Empero oí la voz de sus palabras: y oyendo la voz de sus palabras, estaba yo adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra. 10 Y, he aquí, una mano me tocó, é hizo que me moviese sobre mis rodillas, y sobre las palmas de mis manos. 11 Y díjome: Daniel, varón de deseos, está atento á las palabras que te hablaré, y levántate sobre tus pies, porque á ti he sido enviado ahora. Y estando hablando conmigo esto, yo estaba temblando. 12 Y díjome: Daniel, no temas: porque desde el primer día que diste tu corazón á entender, y á afligirte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y á causa de tus palabras yo soy venido. 13 Mas el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días: y he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia. 14 Soy pues venido para hacerte saber lo que ha de venir á tu pueblo en los postreros días, porque la visión es aún para días, 15 Y estando hablando conmigo semejantes palabras, puse mis ojos en tierra, y enmudecí. 16 Mas he aquí, como una semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca, y hablé, y dije á aquel que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión se revolvieron mis dolores sobre mí, y no me quedó fuerza. 17 ¿Cómo pues podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. 18 Y aquella como semejanza de hombre me tocó otra vez, y me confortó, 19 Y díjome: Varón de deseos, no temas: paz á ti, ten buen ánimo, y aliéntate. Y hablando él conmigo cobré yo vigor, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. 20 Y dijo: ¿Sabes por qué he venido á ti? Porque luego tengo de volver para pelear con el príncipe de los Persas, y en saliendo yo, luego viene el príncipe de Grecia. 21 Empero yo te declararé lo que está escrito en la escritura de verdad: y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estas cosas, sino Miguel vuestro príncipe.

Isaías 55:12: 12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos, los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.

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