Versículos de la Biblia sobre la pereza

Colosenses 3:23: 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres

2 Tesalonicenses 3:10: 10 Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

1 Timoteo 5:8: 8 Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.

2 Tesalonicenses 3:11-12: 11 Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear. 12 Y á los tales requerimos y rogamos por nuestro Señor Jesucristo, que, trabajando con reposo, coman su pan.

Colosenses 3:17: 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias á Dios Padre por él.

Romanos 12:10-11: 10 Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal, previniéndoos con honra los unos á los otros, 11 En el cuidado no perezosos, ardientes en espíritu, sirviendo al Señor

Eclesiastés 10:18: 18 Por la pereza se cae la techumbre, y por flojedad de manos se llueve la casa.

Eclesiastés 9:10: 10 Todo lo que te viniere á la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.

Efesios 6:5-9: 5 Siervos, obedeced á vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como á Cristo, 6 No sirviendo al ojo, como los que agradan á los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios, 7 Sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no á los hombres, 8 Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, esto recibirá del Señor, sea siervo ó sea libre. 9 Y vosotros, amos, haced á ellos lo mismo, dejando las amenazas: sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que no hay acepción de personas con él.

Santiago 4:1-5: 4 ¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis, matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar, combatís y gerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4 Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 ¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: Es espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?

Efesios 4:28: 28 El que hurtaba, no hurte más, antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.

Mateo 25:23: 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.

1 Corintios 2:10: 10 Empero Dios nos lo reveló á nosotros por el Espíritu: porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

Juan 10:1-42: 10 DE cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador. 2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y á sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4 Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él: porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta parábola les dijo Jesús, mas ellos no entendieron qué era lo que les decía. 7 Volvióles, pues, Jesús á decir: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores, mas no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo, y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas. 13 Así que, el asalariado, huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. 15 Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre, y pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil, aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar. 18 Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 19 Y volvió á haber disensión entre los Judíos por estas palabras. 20 Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí, ¿para qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos? 22 Y se hacía la fiesta de la dedicación en Jerusalem, y era invierno, 23 Y Jesús andaba en el templo por el portal de Salomón. 24 Y rodeáronle los Judíos y dijéronle: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínos lo abiertamente. 25 Respondióles Jesús: Os lo he dicho, y no creéis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí, 26 Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre una cosa somos. 31 Entonces volvieron á tomar piedras los Judíos para apedrearle. 32 Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de esas me apedreáis? 33 Respondiéronle los Judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia, y porque tú, siendo hombre, te haces Dios. 34 Respondióles Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, Dioses sois? 35 Si dijo, dioses, á aquellos á los cuales fué hecha palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), 36 ¿A quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? 37 Si no hago obras de mi Padre, no me creáis. 38 Mas si las hago, aunque á mí no creáis, creed á las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. 39 Y procuraban otra vez prenderle, mas él se salió de sus manos, 40 Y volvióse tras el Jordán, á aquel lugar donde primero había estado bautizando Juan, y estúvose allí. 41 Y muchos venían á él, y decían: Juan, á la verdad, ninguna señal hizo, mas todo lo que Juan dijo de éste, era verdad. 42 Y muchos creyeron allí en él.

Lucas 16:10: 10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel: y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.

Lucas 4:18: 18 El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón, Para pregonar á los cautivos libertad, Y á los ciegos vista, Para poner en libertad á los quebrantados

Cantares 2:15: 15 Cazadnos las zorra, las zorras pequeñas, que echan á perder las viñas, Pues que nuestras viñas están en cierne.

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