Versículos de la Biblia sobre la tibia

Hebreos 5:11-12: 11 Del cual tenemos mucho que decir, y dificultoso de declarar, por cuanto sois flacos para oir. 12 Porque debiendo ser ya maestros á causa del tiempo, tenéis necesidad de volver á ser enseñados cuáles sean los primeros rudimentos de las palabras de Dios, y habéis llegado á ser tales que tengáis necesidad de leche, y no de manjar sólido.

2 Timoteo 4:3: 3 Porque vendrá tiempo cuando ni sufrirán la sana doctrina, antes, teniendo comezón de oir, se amotonarán maestros conforme á sus concupiscencias

Apocalipsis 3:1-22: 3 Y ESCRIBE al ángel de la iglesia en SARDIS: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus obras que tienes nombre que vives, y estás muerto. 2 Sé vigilante y confirma las otras cosas que están para morir, porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. 3 Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído, y guárda lo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré á ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré á ti. 4 Mas tienes unas pocas personas en Sardis que no han ensuciado sus vestiduras: y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignos. 5 El que venciere, será vestido de vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. 7 Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: Estas cosas dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8 Yo conozco tus obras: he aquí, he dado una puerta abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar, porque tienes un poco de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9 He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás, los que se dicen ser Judíos, y no lo son, mas mienten, he aquí, yo los constreñiré á que vengan y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado. 10 Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar á los que moran en la tierra. 11 He aquí, yo vengo presto, retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera, y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. 14 Y escribe al ángel de la iglesia en LAODICEA: He aquí dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ­Ojalá fueses frío, ó caliente! 16 Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa, y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo, 18 Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo á todos los que amo: sé pues celoso, y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias.

Apocalipsis 12:1-17: 12 Y UNA grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir. 3 Y fué vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. 4 Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, á fin de devorar á su hijo cuando hubiese parido. 5 Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y á su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días. 7 Y fué hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón, y lidiaba el dragón y sus ángeles. 8 Y no prevalecieron, ni su lugar fué más hallado en el cielo. 9 Y fué lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña á todo el mundo, fué arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio, y no han amado sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ­Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido á vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 13 Y cuando vió el dragón que él había sido arrojado á la tierra, persiguió á la mujer que había parido al hijo varón. 14 Y fueron dadas á la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, á su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, á fin de hacer que fuese arrebatada del río. 16 Y la tierra ayudó á la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca. 17 Entonces el dragón fué airado contra la mujer, y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.

Hechos 4:12: 12 Y en ningún otro hay salud, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos.

Lucas 17:30: 30 Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará.

Apocalipsis 20:1-15: 20 Y VI un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una grande cadena en su mano. 2 Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y le ató por mil años, 3 Y arrojólo al abismo, y le encerró, y selló sobre él, porque no engañe más á las naciones, hasta que mil años sean cumplidos: y después de esto es necesario que sea desatado un poco de tiempo. 4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fué dado juicio, y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni á su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Mas los otros muertos no tornaron á vivir hasta que sean cumplidos mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección, la segunda muerte no tiene potestad en éstos, antes serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. 7 Y cuando los mil años fueren cumplidos, Satanás será suelto de su prisión, 8 Y saldrá para engañar las naciones que están sobre los cuatro ángulos de la tierra, á Gog y á Magog, á fin de congregarlos para la batalla, el número de los cuales es como la arena del mar. 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y circundaron el campo de los santos, y la ciudad amada: y de Dios descendió fuego del cielo, y los devoró. 10 Y el diablo que los engañaba, fué lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche para siempre jamás. 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo, y no fué hallado el lugar de ellos. 12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios, y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar dió los muertos que estaban en él, y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos, y fué hecho juicio de cada uno según sus obras. 14 Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.

Apocalipsis 3:21: 21 Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

Apocalipsis 3:20: 20 He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.

1 Pedro 2:16: 16 Como libres, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.

2 Timoteo 2:15: 15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

2 Tesalonicenses 2:3: 3 No os engañe nadie en ninguna manera, porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición

Colosenses 4:16: 16 Y cuando esta carta fuere leída entre vosotros, haced que también sea leída en la iglesia de los Laodicenses, y la de Laodicea que la leáis también vosotros.

Colosenses 2:12: 12 Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.

Romanos 6:4: 4 Porque somos sepultados juntamente con él á muerte por el bautismo, para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.

Romanos 1:20: 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas, de modo que son inexcusables

Romanos 1:1-32: 1 PABLO, siervo de Jesucristo, llamado á ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2 Que él había antes prometido por sus profetas en las santas Escrituras, 3 Acerca de su Hijo, (que fué hecho de la simiente de David según la carne, 4 El cual fué declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos), de Jesucristo Señor nuestro, 5 Por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe en todas las naciones en su nombre, 6 Entre las cuales sois también vosotros, llamados de Jesucristo: 7 A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 8 Primeramente, doy gracias á mi Dios por Jesucristo acerca de todos vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo. 9 Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones, 10 Rogando, si al fin algún tiempo haya de tener, por la voluntad de Dios, próspero viaje para ir á vosotros. 11 Porque os deseo ver, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros, 12 Es á saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe vuestra y juntamente mía. 13 Mas no quiero, hermanos, que ingnoréis que muchas veces me he propuesto ir á vosotros (empero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás Gentiles. 14 A Griegos y á bárbaros, á sabios y á no sabios soy deudor. 15 Así que, cuanto á mí, presto estoy á anunciar el evangelio también á vosotros que estáis en Roma. 16 Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree, al Judío primeramente y también al Griego. 17 Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe, como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe. 18 Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad é injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia: 19 Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto, porque Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas, de modo que son inexcusables: 21 Porque habiendo conocido á Dios, no le glorificaron como á Dios, ni dieron gracias, antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos fué entenebrecido. 22 Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos, 23 Y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes. 24 Por lo cual también Dios los entregó á inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre sí mismos: 25 Los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo á las criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó á afectos vergonzosos, pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza: 27 Y del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la recompensa que convino á su extravío. 28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en su noticia, Dios los entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene, 29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad, llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades, 30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres, 31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia: 32 Que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, más aún consienten á los que las hacen.

Hechos 2:38: 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Lucas 9:23: 23 Y decía á todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.

Mateo 28:20: 20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:19: 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

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