Versículos de la Biblia sobre la usura

Éxodo 22:25: 25 Si dieres á mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.

Deuteronomio 23:19: 19 No tomarás de tu hermano logro de dinero, ni logro de comida, ni logro de cosa alguna que se suele tomar.

Ezequiel 18:13: 13 Diere á usura, y recibiere aumento: ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo, de cierto morirá, su sangre será sobre él.

Ezequiel 22:12: 12 Precio recibieron en ti para derramar sangre, usura y logro tomaste, y á tus prójimos defraudaste con violencia: olvidástete de mí, dice el Señor Jehová.

Ezequiel 18:8: 8 No diere á logro, ni recibiere aumento, de la maldad retrajere su mano, é hiciere juicio de verdad entre hombre y hombre

Deuteronomio 23:19-20: 19 No tomarás de tu hermano logro de dinero, ni logro de comida, ni logro de cosa alguna que se suele tomar. 20 Del extraño tomarás logro, mas de tu hermano no lo tomarás, porque te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos sobre la tierra á la cual entras para poseerla.

Levítico 25:37: 37 No le darás tu dinero á usura, ni tu vitualla á ganancia

Ezequiel 18:17: 17 Apartare su mano del pobre, usura ni aumento no recibiere, hiciere mis derechos, y anduviere en mis ordenanzas, éste no morirá por la maldad de su padre, de cierto vivirá.

Lucas 6:35: 35 Amad, pués, á vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada, y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo: porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Levítico 25:35-37: 35 Y cuando tu hermano empobreciere, y se acogiere á ti, tú lo ampararás: como peregrino y extranjero vivirá contigo. 36 No tomarás usura de él, ni aumento, mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. 37 No le darás tu dinero á usura, ni tu vitualla á ganancia

Jeremías 15:10: 10 Ay de mí, madre mía, que me has engendrado hombre de contienda y hombre de discordia á toda la tierra! Nunca les dí á logro, ni lo tomé de ellos, y todos me maldicen.

Levítico 25:36: 36 No tomarás usura de él, ni aumento, mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.

Mateo 25:27: 27 Por tanto te convenía dar mi dinero á los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con usura.

Nehemías 5:1-13: 5 ENTONCES fué grande el clamor del pueblo y de sus mujeres contra los Judíos sus hermanos. 2 Y había quien decía: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos: hemos por tanto tomado grano para comer y vivir. 3 Y había quienes decían: Hemos empeñado nuestras tierras, y nuestras viñas, y nuestras casas, para comprar grano en el hambre. 4 Y había quienes decían: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras y viñas. 5 Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos, y he aquí que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas á servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas: mas no hay facultad en nuestras manos para rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros. 6 Y enojéme en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. 7 Medité lo entonces para conmigo, y reprendí á los principales y á los magistrados, y díjeles: ¿Tomáiscada uno usura de vuestros hermanos? Y convoqué contra ellos una grande junta. 8 Y díjeles: Nosotros rescatamos á nuestros hermanos Judíos que habían sido vendidos á las gentes, conforme á la facultad que había en nosotros: ¿y vosotros aun vendéis á vuestros hermanos, y serán vendidos á nosotros? Y callaron, que no tuvieron qué responder. 9 Y dije: No es bien lo que hacéis, ¿no andaréis en temor de nuestro Dios, por no ser el oprobio de las gentes enemigas nuestras? 10 También yo, y mis hermanos, y mis criados, les hemos prestado dinero y grano: relevémosles ahora de este gravamen. 11 Ruégoos que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares, y sus casas, y la centésima parte del dinero y grano, del vino y del aceite que demandáis de ellos. 12 Y dijeron: Devolveremos, y nada les demandaremos, haremos así como tú dices. Entonces convoqué los sacerdotes, y juramentélos que harían conforme á esto. 13 Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo á todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ­Amén! Y alabaron á Jehová. Y el pueblo hizo conforme á esto.

Hechos 2:44-45: 44 Y todos los que creían estaban juntos, y tenían todas las cosas comunes, 45 Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á todos, como cada uno había menester.

Isaías 1:1-31: 1 VISION de Isaías hijo de Amoz, la cual vió sobre Judá y Jerusalem, en días de Uzzías, Jotham, Achâz y Ezechîas, reyes de Judá. 2 Oid, cielos, y escucha tú, tierra, porque habla Jehová: Crié hijos, y engrandecílos, y ellos se rebelaron contra mí. 3 El buey conoce á su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. 4 Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron á Jehová, provocaron á ira al Santo de Israel, tornáronse atrás. 5 ¿Para qué habéis de ser castigados aún? todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga: no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7 Vuestra tierra está destruída, vuestras ciudades puestas á fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida de extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. 8 Y queda la hija de Sión como choza en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada. 9 Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen muy cortos residuos, como Sodoma fuéramos, y semejantes á Gomorra. 10 Príncipes de Sodoma, oid la palabra de Jehová, escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11 ¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12 ¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis á presentaros delante de mí, para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vano presente: el perfume me es abominación: luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir: son iniquidad vuestras solemnidades. 14 Vuestras lunas nuevas y vuestras solemnidades tiene aborrecidas mi alma: me son gravosas, cansado estoy de llevarlas. 15 Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos. 16 Lavad, limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de ante mis ojos, dejad de hacer lo malo: 17 Aprended á hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, oid en derecho al huérfano, amparad á la viuda. 18 Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana. 19 Si quisiereis y oyereis, comieréis el bien de la tierra: 20 Si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos á espada: porque la boca de Jehová lo ha dicho. 21 ¿Cómo te has tornado ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de juicio, en ella habitó equidad, mas ahora, homicidas. 22 Tu plata se ha tornado escorias, tu vino mezclado está con agua. 23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones: todos aman las dádivas, y van tras las recompensas: no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24 Por tanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, vengaréme de mis adversarios: 25 Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño: 26 Y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero: entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27 Sión con juicio será rescatada, y los convertidos de ella con justicia. 28 Mas los rebeldes y pecadores á una serán quebrantados, y los que dejan á Jehová serán consumidos. 29 Entonces os avergonzarán los olmos que amasteis, y os afrentarán los bosques que escogisteis. 30 Porque seréis como el olmo que se le cae la hoja, y como huerto que le faltan las aguas. 31 Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella, y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

Marcos 8:36: 36 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma?

Deuteronomio 15:7-11: 7 Cuando hubiere en ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano á tu hermano pobre: 8 Mas abrirás á él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que basta, lo que hubiere menester. 9 Guárdate que no haya en tu corazón perverso pensamiento, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y tu ojo sea maligno sobre tu hermano menesteroso para no darle: que él podrá clamar contra ti á Jehová, y se te imputará á pecado. 10 Sin falta le darás, y no sea tu corazón maligno cuando le dieres: que por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que pusieres mano. 11 Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra, por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano á tu hermano, á tu pobre, y á tu menesteroso en tu tierra.

Levítico 25:1-55: 25 Y JEHOVA habló á Moisés en el monte de Sinaí, diciendo: 2 Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra hará sábado á Jehová. 3 Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña, y cogerás sus frutos, 4 Y el séptimo año la tierra tendrá sábado de holganza, sábado á Jehová: no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña. 5 Lo que de suyo se naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás: año de holganza será á la tierra. 6 Mas el sábado de la tierra os será para comer á ti, y á tu siervo, y á tu sierva, y á tu criado, y á tu extranjero que morare contigo: 7 Y á tu animal, y á la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer. 8 Y te has de contar siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán á serte cuarenta y nueve años. 9 Entonces harás pasar la trompeta de jubilación en el mes séptimo á los diez del mes, el día de la expiación haréis pasar la trompeta por toda vuestra tierra. 10 Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra á todos sus moradores: este os será jubileo, y volveréis cada uno á su posesión, y cada cual volverá á su familia. 11 El año de los cincuenta años os será jubileo: no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos: 12 Porque es jubileo: santo será á vosotros, el producto de la tierra comeréis. 13 En este año de jubileo volveréis cada uno á su posesión. 14 Y cuando vendiereis algo á vuestro prójimo, ó comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano: 15 Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo, conforme al número de los años de los frutos te venderá él á ti. 16 Conforme á la multitud de los años aumentarás el precio, y conforme á la disminución de los años disminuirás el precio, porque según el número de los rendimientos te ha de vender él. 17 Y no engañe ninguno á su prójimo, mas tendrás temor de tu Dios: porque yo soy Jehová vuestro Dios. 18 Ejecutad, pues, mis estatutos, y guardad mis derechos, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros, 19 Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta hartura, y habitaréis en ella con seguridad. 20 Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? he aquí no hemos de sembrar, ni hemos de coger nuestros frutos: 21 Entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y hará fruto por tres años. 22 Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo, hasta el año noveno, hasta que venga su fruto comeréis del añejo. 23 Y la tierra no se venderá rematadamente, porque la tierra mía es, que vosotros peregrinos y extranjeros sois para conmigo. 24 Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión, otorgaréis redención á la tierra. 25 Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, vendrá el rescatador, su cercano, y rescatará lo que su hermano hubiere vendido. 26 Y cuando el hombre no tuviere rescatador, si alcanzare su mano, y hallare lo que basta para su rescate, 27 Entonces contará los años de su venta, y pagará lo que quedare al varón á quien vendió, y volverá á su posesión. 28 Mas si no alcanzare su mano lo que basta para que vuelva á él, lo que vendió estará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo, y al jubileo saldrá, y él volverá á su posesión. 29 Y el varón que vendiere casa de morada en ciudad cercada, tendrá facultad de redimirla hasta acabarse el año de su venta: un año será el término de poderse redimir. 30 Y si no fuere redimida dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad murada quedará para siempre por de aquel que la compró, y para sus descendientes: no saldrá en el jubileo. 31 Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor, serán estimadas como una haza de tierra: tendrán redención, y saldrán en el jubileo. 32 Pero en cuanto á las ciudades de los Levitas, siempre podrán redimir los Levitas las casas de las ciudades que poseyeren. 33 Y el que comprare de los Levitas, saldrá de la casa vendida, ó de la ciudad de su posesión, en el jubileo: por cuanto las casas de las ciudades de los Levitas es la posesión de ellos entre los hijos de Israel. 34 Mas la tierra del ejido de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos. 35 Y cuando tu hermano empobreciere, y se acogiere á ti, tú lo ampararás: como peregrino y extranjero vivirá contigo. 36 No tomarás usura de él, ni aumento, mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. 37 No le darás tu dinero á usura, ni tu vitualla á ganancia: 38 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios. 39 Y cuando tu hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere á ti, no le harás servir como siervo: 40 Como criado, como extranjero estará contigo, hasta el año del jubileo te servirá. 41 Entonces saldrá de contigo, él y sus hijos consigo, y volverá á su familia, y á la posesión de sus padres se restituirá. 42 Porque son mis siervos, los cuales saqué yo de la tierra de Egipto: no serán vendidos á manera de siervos. 43 No te enseñorearás de él con dureza, mas tendrás temor de tu Dios. 44 Así tu siervo como tu sierva que tuvieres, serán de las gentes que están en vuestro alrededor: de ellos compraréis siervos y siervas. 45 También compraréis de los hijos de los forasteros que viven entre vosotros, y de los que del linaje de ellos son nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros, los cuales tendréis por posesión: 46 Y los poseeréis por juro de heredad para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria, para siempre os serviréis de ellos, empero en vuestros hermanos los hijos de Israel, no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza. 47 Y si el peregrino ó extranjero que está contigo, adquiriese medios, y tu hermano que está con él empobreciere, y se vendiere al peregrino ó extranjero que está contigo, ó á la raza de la familia del extranjero, 48 Después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado: uno de sus hermanos lo rescatará, 49 O su tío, ó el hijo de su tío lo rescatará, ó el cercano de su carne, de su linaje, lo rescatará, ó si sus medios alcanzaren, él mismo se redimirá. 50 Y contará con el que lo compró, desde el año que se vendió á él hasta el año del jubileo: y ha de apreciarse el dinero de su venta conforme al número de los años, y se hará con él conforme al tiempo de un criado asalariado. 51 Si aún fueren muchos años, conforme á ellos volverá para su rescate del dinero por el cual se vendió. 52 Y si quedare poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces contará con él, y devolverá su rescate conforme á sus años. 53 Como con tomado á salario anualmente hará con él: no se ens
ñoreará en él con aspereza delante de tus ojos. 54 Mas si no se redimiere en esos años, en el año del jubileo saldrá, él, y sus hijos con él. 55 Porque mis siervos son los hijos de Israel, son siervos míos, á los cuales saqué de la tierra de Egipto: Yo Jehová vuestro Dios.

Isaías 50:1: 50 ASI dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿ó quiénes son mis acreedores, á quienes os he yo vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fué repudiada vuestra madre

Isaías 10:1-34: 10 AY de los que establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía, 2 Por apartar del juicio á los pobres, y por quitar el derecho á los afligidos de mi pueblo, por despojar las viudas, y robar los huérfanos! 3 ¿Y qué haréis en el día de la visitación? ¿y á quién os acogeréis que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿y en dónde dejaréis vuestra gloria? 4 Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, antes todavía extendida su mano. 5 Oh Assur, vara y bastón de mi furor: en su mano he puesto mi ira. 6 Mandaréle contra una gente fementida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y que lo ponga á ser hollado como lodo de las calles. 7 Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que su pensamiento será desarraigar y cortar gentes no pocas. 8 Porque él dice: Mis príncipes ¿no son todos reyes? 9 ¿No es Calno como Carchêmis, Hamath como Arphad, y Samaria como Damasco? 10 Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que Jerusalem y Samaria, 11 Como hice á Samaria y á sus ídolos, ¿no haré también así á Jerusalem y á sus ídolos? 12 Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión, y en Jerusalem, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos. 13 Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente: y quité los términos de los pueblos, y saqué sus tesoros, y derribé como valientes los que estaban sentados: 14 Y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos, y como se cogen los huevos dejados, así me apoderé yo de toda la tierra, y no hubo quien moviese ala, ó abriese boca y graznase. 15 ¿Gloriaráse el hacha contra el que con ella corta? ¿se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? como si el bordón se levantase contra los que lo levantan, como si se levantase la vara: ¿no es leño? 16 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza sobre sus gordos, y debajo de su gloria encenderá encendimiento, como ardor de fuego. 17 Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas. 18 La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá, desde el alma hasta la carne: y vendrá á ser como abanderado en derrota. 19 Y los árboles que quedaren en su bosque, serán en número que un niño los pueda contar. 20 Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más estriben sobre el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jehová Santo de Israel. 21 Las reliquias se convertirán, las reliquias de Jacob, al Dios fuerte. 22 Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas de la mar, las reliquias de él se convertirán: la destrucción acordada rebosará justicia. 23 Pues el Señor Jehová de los ejércitos hará consumación y fenecimiento en medio de la tierra. 24 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Assur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, á la manera de Egipto: 25 Mas de aquí á muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para fenecimiento de ellos. 26 Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él, cual la matanza de Madián en la peña de Oreb: y alzará su vara sobre la mar, según hizo por la vía de Egipto. 27 Y acaecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se empodrecerá por causa de la unción. 28 Vino hasta Ajad, pasó hasta Migrón, en Michmas contará su ejército: 29 Pasaron el vado, alojaron en Geba: Ramá tembló, Gabaa de Saúl huyó. 30 Grita en alta voz, hija de Galim, haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anathoth. 31 Madmena se alborotó: los moradores de Gebim se juntarán. 32 Aún vendrá día cuando reposará en Nob: alzará su mano al monte de la hija de Sión, al collado de Jerusalem. 33 He aquí el Señor Jehová de los ejércitos desgajará el ramo con fortaleza: y los de grande altura serán cortados, y los altos serán humillados. 34 Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con fortaleza.

Nehemías 5:1-19: 5 ENTONCES fué grande el clamor del pueblo y de sus mujeres contra los Judíos sus hermanos. 2 Y había quien decía: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos: hemos por tanto tomado grano para comer y vivir. 3 Y había quienes decían: Hemos empeñado nuestras tierras, y nuestras viñas, y nuestras casas, para comprar grano en el hambre. 4 Y había quienes decían: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras y viñas. 5 Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos, y he aquí que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas á servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas: mas no hay facultad en nuestras manos para rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros. 6 Y enojéme en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. 7 Medité lo entonces para conmigo, y reprendí á los principales y á los magistrados, y díjeles: ¿Tomáiscada uno usura de vuestros hermanos? Y convoqué contra ellos una grande junta. 8 Y díjeles: Nosotros rescatamos á nuestros hermanos Judíos que habían sido vendidos á las gentes, conforme á la facultad que había en nosotros: ¿y vosotros aun vendéis á vuestros hermanos, y serán vendidos á nosotros? Y callaron, que no tuvieron qué responder. 9 Y dije: No es bien lo que hacéis, ¿no andaréis en temor de nuestro Dios, por no ser el oprobio de las gentes enemigas nuestras? 10 También yo, y mis hermanos, y mis criados, les hemos prestado dinero y grano: relevémosles ahora de este gravamen. 11 Ruégoos que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares, y sus casas, y la centésima parte del dinero y grano, del vino y del aceite que demandáis de ellos. 12 Y dijeron: Devolveremos, y nada les demandaremos, haremos así como tú dices. Entonces convoqué los sacerdotes, y juramentélos que harían conforme á esto. 13 Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo á todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ­Amén! Y alabaron á Jehová. Y el pueblo hizo conforme á esto. 14 También desde el día que me mandó el rey que fuese gobernador de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artajerjes hasta el año treinta y dos, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador. 15 Mas los primeros gobernadores que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata: á más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo, pero yo no hice así, á causa del temor de Dios. 16 También en la obra de este muro instauré mi parte, y no compramos heredad: y todos mis criados juntos estaban allí á la obra. 17 Además ciento y cincuenta hombres de los Judíos y magistrados, y los que venían á nosotros de las gentes que están en nuestros contornos, estaban á mi mesa. 18 Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, seis ovejas escogidas, y aves también se aparejaban para mí, y cada diez días vino en toda abundancia: y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador, porque la servidumbre de este pueblo era grave. 19 Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice á este pueblo.

Lucas 19:23: 23 ¿Por qué, no diste mi dinero al banco, y yo viniendo lo demandara con el logro?

Mateo 25:1-46: 25 ENTONCES el reino de los cielos será semejante á diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron á recibir al esposo. 2 Y las cinco de ellas eran prudentes, y las cinco fatuas. 3 Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite, 4 Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas. 5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron. 6 Y á la media noche fué oído un clamor: He aquí, el esposo viene, salid á recibirle. 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas. 8 Y las fatuas dijeron á las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan. 9 Mas las prudentes respondieron, diciendo. Porque no nos falte á nosotras y á vosotras, id antes á los que venden, y comprad para vosotras. 10 Y mientras que ellas iban á comprar, vino el esposo, y las que estaban apercibidas, entraron con él á las bodas, y se cerró la puerta. 11 Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos. 12 Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir. 14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que partiéndose lejos llamó á sus siervos, y les entregó sus bienes. 15 Y á éste dió cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno: á cada uno conforme á su facultad, y luego se partió lejos. 16 Y el que había recibido cinco talentos se fué, y granjeó con ellos, é hizo otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también él otros dos. 18 Mas el que había recibido uno, fué y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, é hizo cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste, he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. 22 Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste, he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. 24 Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste, 25 Y tuve miedo, y fuí, y escondí tu talento en la tierra: he aquí tienes lo que es tuyo. 26 Y respondiendo su señor, le dijo: Malo y negligente siervo, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí, 27 Por tanto te convenía dar mi dinero á los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con usura. 28 Quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29 Porque á cualquiera que tuviere, le será dado, y tendrá más, y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes. 31 Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria. 32 Y serán reunidas delante de él todas las gentes: y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas á su derecha, y los cabritos á la izquierda. 34 Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer, tuve sed, y me disteis de beber, fuí huésped, y me recogisteis, 36 Desnudo, y me cubristeis, enfermo, y me visitasteis, estuve en la cárcel, y vinisteis á mí. 37 Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis. 41 Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles: 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber, 43 Fuí huésped, y no me recogisteis, desnudo, y no me cubristeis, enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.

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