Versículos de la Biblia sobre los Hijos Adultos

Proverbios 22:6: 6 Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.

Efesios 6:2-3: 2 Honra á tu padre y á tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, 3 Para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Ezequiel 36:26: 26 Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré corazón de carne.

Levítico 27:5: 5 Y si fuere de cinco años hasta veinte, tu estimación será respecto al varón veinte siclos, y á la hembra diez siclos.

Éxodo 20:12: 12 Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

2 Corintios 12:9: 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo.

Ezequiel 29:1-21: 29 EN el año décimo, en el mes décimo, á los doce del mes, fué á mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo del hombre, pon tu rostro contra Faraón rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. 3 Habla, y di: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es mi río, y yo me lo hice. 4 Yo pues, pondré anzuelos en tus mejillas, y pegaré los peces de tus ríos á tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos saldrán pegados á tus escamas. 5 Y dejaréte en el desierto, á ti y á todos los peces de tus ríos: sobre la haz del campo caerás, no serás recogido, ni serás juntado: á las bestias de la tierra y á las aves del cielo te he dado por comida. 6 Y sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy Jehová, por cuanto fueron bordón de caña á la casa de Israel. 7 Cuando te tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el hombro: y cuando se recostaron sobre ti, te quebraste, y los deslomaste enteramente. 8 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo traigo contra ti espada, y talaré de ti hombres y bestias. 9 Y la tierra de Egipto será asolada y desierta: y sabrán que yo soy Jehová: porque dijo: Mi río, y yo lo hice. 10 Por tanto, he aquí yo contra ti, y contra tus ríos, y pondré la tierra de Egipto en asolamientos de la soledad del desierto, desde Migdol hasta Seveneh, hasta el término de Etiopía. 11 No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella, ni será habitada por cuarenta años. 12 Y pondré á la tierra de Egipto en soledad entre las tierras asoladas, y sus ciudades entre las ciudades destruidas estarán asoladas por cuarenta años: y esparciré á Egipto entre las gentes, y aventarélos por las tierras. 13 Porque así ha dicho el Señor Jehová: Al fin de cuarenta años juntaré á Egipto de los pueblos entre los cuales fueren esparcidos: 14 Y tornaré á traer los cautivos de Egipto, y los volveré á la tierra de Patros, á la tierra de su habitación, y allí serán un reino bajo. 15 En comparación de los otros reinos será humilde, ni más se alzará sobre las gentes: porque yo los disminuiré, para que no se enseñoreen en las gentes. 16 Y no será más á la casa de Israel por confianza, que haga acordar el pecado, mirando en pos de ellos, y sabrán que yo soy el Señor Jehová. 17 Y aconteció en el año veinte y siete, en el mes primero, al primero del mes, que fué á mí palabra de Jehová, diciendo: 18 Hijo del hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia hizo á su ejército prestar grande servicio contra Tiro. Toda cabeza se encalveció, y pelóse todo hombro, y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro, por el servicio que prestó contra ella. 19 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo doy á Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto, y él tomará su multitud, y cogerá sus despojos, y arrebatará su presa, y habrá paga para su ejército. 20 Por su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto: porque trabajaron por mí, dice el Señor Jehová. 21 En aquel tiempo haré reverdecer el cuerno á la casa de Israel, y te daré apertura de boca en medio de ellos, y sabrán que yo soy Jehová.

Isaías 26:1-21: 26 EN aquel día cantarán este cantar en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos: salud puso Dios por muros y antemuro. 2 Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. 3 Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti se ha confiado. 4 Confiad en Jehová perpetuamente: porque en el Señor Jehová está la fortaleza de los siglos. 5 Porque derribó los que moraban en lugar sublime: humilló la ciudad ensalzada, humillóla hasta la tierra, derribóla hasta el polvo. 6 Hollarála pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos. 7 El camino del justo es rectitud: Tú, Recto, pesas el camino del justo. 8 También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado: á tu nombre y á tu memoria es el deseo del alma. 9 Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me durare el espíritu en medio de mí, madrugaré á buscarte: porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. 10 Alcanzará piedad el impío, y no aprenderá justicia, en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará á la majestad de Jehová. 11 Jehová, bien que se levante tu mano, no ven: verán al cabo, y se avergonzarán los que envidian á tu pueblo, y á tus enemigos fuego los consumirá. 12 Jehová, tú nos depararás paz, porque también obraste en nosotros todas nuestras obras. 13 Jehová Dios nuestro, señores se han enseñoreado de nosotros fuera de ti, mas en ti solamente nos acordaremos de tu nombre. 14 Muertos son, no vivirán: han fallecido, no resucitarán: porque los visitaste, y destruiste, y deshiciste toda su memoria. 15 Añadiste al pueblo, oh Jehová, añadiste al pueblo: hicístete glorioso: extendíste lo hasta todos los términos de la tierra. 16 Jehová, en la tribulación te buscaron: derramaron oración cuando los castigaste. 17 Como la preñada cuando se acerca el parto gime, y da gritos con sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová. 18 Concebimos, tuvimos dolores de parto, parimos como viento: salud ninguna hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo. 19 Tus muertos vivirán, junto con mi cuerpo muerto resucitarán. ­Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío, cual rocío de hortalizas, y la tierra echará los muertos. 20 Anda, pueblo mío, éntrate en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas, escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la ira. 21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra él, y la tierra descubrirá sus sangres, y no más encubrirá sus muertos.

Apocalipsis 11:1-19: 11 Y ME fué dada una caña semejante á una vara, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y á los que adoran en él. 2 Y echa fuera el patio que está fuera del templo, y no lo midas, porque es dado á los Gentiles, y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. 3 Y daré á mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos y sesenta días, vestidos de sacos. 4 Estas son las dos olivas, y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra. 5 Y si alguno les quisiere dañar, sale fuego de la boca de ellos, y devora á sus enemigos: y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto. 6 Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren. 7 Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará. 8 Y sus cuerpos serán echados en las plazas de la grande ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fué crucificado. 9 Y los de los linajes, y de los pueblos, y de las lenguas, y de los Gentiles verán los cuerpos de ellos por tres días y medio, y no permitirán que sus cuerpos sean puestos en sepulcros. 10 Y los moradores de la tierra se gozarán sobre ellos, y se alegrarán, y se enviarán dones los unos á los otros, porque estos dos profetas han atormentado á los que moran sobre la tierra. 11 Y después de tres días y medio el espíritu de vida enviado de Dios, entró en ellos, y se alzaron sobre sus pies, y vino gran temor sobre los que los vieron. 12 Y oyeron una grande voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron. 13 Y en aquella hora fué hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra en número de siete mil hombres: y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo. 14 El segundo ­Ay! es pasado: he aquí, el tercer ­Ay! vendrá presto. 15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido á ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás. 16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron á Dios, 17 Diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado. 18 Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos, para que sean juzgados, y para que des el galardón á tus siervos los profetas, y á los santos, y á los que temen tu nombre, á los pequeñitos y á los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra. 19 Y el templo de Dios fué abierto en el cielo, y el arca de su testamento fué vista en su templo. Y fueron hechos relámpagos y voces y truenos y terremotos y grande granizo.

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