Versículos de la Biblia sobre Orion

Amós 5:8: 8 Miren al que hace el Arcturo y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche, el que llama á las aguas de la mar, y las derrama sobre la haz de la tierra: Jehová es su nombre

Job 38:31: 31 ¿Podrás tú impedir las delicias de las Pléyades, O desatarás las ligaduras del Orión?

Job 9:9: 9 El que hizo el Arcturo, y el Orión, y las Pléyadas, Y los lugares secretos del mediodía

Job 38:31-32: 31 ¿Podrás tú impedir las delicias de las Pléyades, O desatarás las ligaduras del Orión? 32 ¿Sacarás tú á su tiempo los signos de los cielos, O guiarás el Arcturo con sus hijos?

Isaías 40:26: 26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién crió estas cosas: él saca por cuenta su ejército: á todas llama por sus nombres, ninguna faltará: tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud.

Isaías 40:22: 22 El está asentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores son como langostas: él extiende los cielos como una cortina, tiéndelos como una tienda para morar

Génesis 1:1-31: 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. 4 Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día. 6 Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así. 8 Y llamó Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo. 9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así. 10 Y llamó Dios á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno. 11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente, árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así. 12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno. 13 Y fué la tarde y la mañana el día tercero. 14 Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años, 15 Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas. 17 Y púsolas Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, 18 Y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vió Dios que era bueno. 19 Y fué la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vió Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra. 23 Y fué la tarde y la mañana el día quinto. 24 Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fué así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era bueno. 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra los crió. 28 Y los bendijo Dios, y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así. 31 Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto.

Isaías 38:13: 13 Contaba yo hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos: De la mañana á la noche me acabarás.

Job 9:1-35: 9 Y RESPONDIO Job, y dijo: 2 Ciertamente yo conozco que es así: ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios? 3 Si quisiere contender con él, No le podrá responder á una cosa de mil. 4 El es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra él, y quedó en paz? 5 Que arranca los montes con su furor, Y no conocen quién los trastornó: 6 Que remueve la tierra de su lugar, Y hace temblar sus columnas: 7 Que manda al sol, y no sale, Y sella las estrellas: 8 El que extiende solo los cielos, Y anda sobre las alturas de la mar: 9 El que hizo el Arcturo, y el Orión, y las Pléyadas, Y los lugares secretos del mediodía: 10 El que hace cosas grandes é incomprensibles, Y maravillosas, sin número. 11 He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré, Y pasará, y no lo entenderé. 12 He aquí, arrebatará, ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá, Qué haces? 13 Dios no tornará atrás su ira, Y debajo de él se encorvan los que ayudan á los soberbios. 14 ¿Cuánto menos le responderé yo, Y hablaré con él palabras estudiadas? 15 Que aunque fuese yo justo, no responderé, Antes habré de rogar á mi juez. 16 Que si yo le invocase, y él me respondiese, Aun no creeré que haya escuchado mi voz. 17 Porque me ha quebrado con tempestad, Y ha aumentado mis heridas sin causa. 18 No me ha concedido que tome mi aliento, Mas hame hartado de amarguras. 19 Si habláremos de su potencia, fuerte por cierto es, Si de juicio, ¿quién me emplazará? 20 Si yo me justificare, me condenará mi boca, Si me dijere perfecto, esto me hará inicuo. 21 Bien que yo fuese íntegro, no conozco mi alma: Reprocharé mi vida. 22 Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume. 23 Si azote mata de presto, Ríese de la prueba de los inocentes. 24 La tierra es entregada en manos de los impíos, Y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él, ¿quién es? ¿dónde está? 25 Mis días han sido más ligeros que un correo, Huyeron, y no vieron el bien. 26 Pasaron cual navíos veloces: Como el águila que se arroja á la comida. 27 Si digo: Olvidaré mi queja, Dejaré mi aburrimiento, y esforzaréme: 28 Contúrbanme todos mis trabajos, Sé que no me darás por libre. 29 Yo soy impío, ¿Para qué trabajaré en vano? 30 Aunque me lave con aguas de nieve, Y limpie mis manos con la misma limpieza, 31 Aun me hundirás en el hoyo, Y mis propios vestidos me abominarán. 32 Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, Y vengamos juntamente á juicio. 33 No hay entre nosotros árbitro Que ponga su mano sobre nosotros ambos. 34 Quite de sobre mí su vara, Y su terror no me espante. 35 Entonces hablaré, y no le temeré: Porque así no estoy en mí mismo.

Deuteronomio 4:19: 19 Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines á ellos, y les sirvas, que Jehová tu Dios los ha concedido á todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Números 11:1-35: 11 Y ACONTECIO que el pueblo se quejó á oídos de Jehová: y oyólo Jehová, y enardecióse su furor, y encendióse en ellos fuego de Jehová y consumió el un cabo del campo. 2 Entonces el pueblo dió voces á Moisés, y Moisés oró á Jehová, y soterróse el fuego. 3 Y llamó á aquel lugar Taberah, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos. 4 Y el vulgo que había en medio tuvo un vivo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ­Quién nos diera á comer carne! 5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los cohombros, y de los melones, y de los puerros, y de las cebollas, y de los ajos: 6 Y ahora nuestra alma se seca, que nada sino maná ven nuestros ojos. 7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bdelio. 8 Derrámabase el pueblo, y recogían, y molían en molinos, ó majaban en morteros, y lo cocían en caldera, ó hacían de él tortas: y su sabor era como sabor de aceite nuevo. 9 Y cuando descendía el rocío sobre el real de noche, el maná descendía de sobre él. 10 Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno á la puerta de su tienda: y el furor de Jehová se encendió en gran manera, también pareció mal á Moisés. 11 Y dijo Moisés á Jehová: ¿Por qué has hecho mal á tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mi? 12 ¿Concebí yo á todo este pueblo? ¿engendrélo yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, á la tierra de la cual juraste á sus padres? 13 ¿De donde tengo yo carne para dar á todo este pueblo? porque lloran á mí, diciendo: Danos carne que comamos. 14 No puedo yo solo soportar á todo este pueblo, que me es pesado en demasía. 15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos, y que yo no vea mi mal. 16 Entonces Jehová dijo á Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de Israel, que tu sabes que son ancianos del pueblo y sus principales, y tráelos á la puerta del tabernáculo del testimonio, y esperen allí contigo. 17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. 18 Empero dirás al pueblo: Santificaos para mañana, y comeréis carne: pues que habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ­Quién nos diera á comer carne! ­cierto mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. 19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20 Sino hasta un mes de tiempo, hasta que os salga por las narices, y os sea en aborrecimiento: por cuanto menospreciasteis á Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto? 21 Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de á pie es el pueblo en medio del cual yo estoy, y tú dices: Les daré carne, y comerán el tiempo de un mes. 22 ¿Se han de degollar para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿ó se juntarán para ellos todos los peces de la mar para que tengan abasto? 23 Entonces Jehová respondió á Moisés: ¿Hase acortado la mano de Jehová? ahora verás si te sucede mi dicho, ó no. 24 Y salió Moisés, y dijo al pueblo las palabras de Jehová: y juntó los setenta varones de los ancianos del pueblo, é hízolos estar alrededor del tabernáculo. 25 Entonces Jehová descendió en la nube, y hablóle, y tomó del espíritu que estaba en él, y púsolo en los setenta varones ancianos, y fué que, cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron. 26 Y habían quedado en el campo dos varones, llamado el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu: estaban estos entre los escritos, mas no habían salido al tabernáculo, y profetizaron en el campo. 27 Y corrió un mozo, y dió aviso á Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campo. 28 Entonces respondió Josué hijo de Nun, ministro de Moisés, uno de sus mancebos, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos. 29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? mas ojalá que todo el pueblo de Jehová fuesen profetas, que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos. 30 Y recogióse Moisés al campo, él y los ancianos de Israel. 31 Y salió un viento de Jehová, y trajo codornices de la mar, y dejólas sobre el real, un día de camino de la una parte, y un día de camino de la otra, en derredor del campo, y casi dos codos sobre la haz de la tierra. 32 Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día, y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogiéronse codornices: el que menos, recogió diez montones, y las tendieron para sí á lo largo en derredor del campo. 33 Aun estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese mascada, cuando el furor de Jehová se encendió en el pueblo, é hirío Jehová al pueblo con una muy grande plaga. 34 Y llamó el nombre de aquel lugar Kibroth-hattaavah, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso. 35 De Kibroth-hattaavah movió el pueblo á Haseroth, y pararon en Haseroth.

Apocalipsis 12:1-17: 12 Y UNA grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir. 3 Y fué vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. 4 Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, á fin de devorar á su hijo cuando hubiese parido. 5 Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y á su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días. 7 Y fué hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón, y lidiaba el dragón y sus ángeles. 8 Y no prevalecieron, ni su lugar fué más hallado en el cielo. 9 Y fué lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña á todo el mundo, fué arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio, y no han amado sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ­Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido á vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 13 Y cuando vió el dragón que él había sido arrojado á la tierra, persiguió á la mujer que había parido al hijo varón. 14 Y fueron dadas á la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, á su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, á fin de hacer que fuese arrebatada del río. 16 Y la tierra ayudó á la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca. 17 Entonces el dragón fué airado contra la mujer, y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.

2 Pedro 1:21: 21 Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.

2 Timoteo 3:16: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia

2 Timoteo 3:1-7: 3 ESTO también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: 2 Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad, 3 Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita. 6 Porque de éstos son
los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias, 7 Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad.

Juan 14:6: 6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.

Miqueas 5:2: 2 Mas tú, Beth-lehem Ephrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel, y sus salidas son desde el principio, desde los días del siglo.

Joel 3:15: 15 El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.

Daniel 10:6: 6 Y su cuerpo era como piedra de Tarsis, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de metal resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de ejército.

Isaías 51:9: 9 Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, oh brazo de Jehová, despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó á Rahab, y el que hirió al dragón?

Isaías 47:13: 13 Haste fatigado en la multitud de tus consejos. Parezcan ahora y defiéndante los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que contaban los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.

Isaías 34:7: 7 Y con ellos vendrán abajo unicornios, y toros con becerros, y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura.

Isaías 30:7: 7 Ciertamente Egipto en vano é inútilmente dará ayuda, por tanto yo le dí voces, que su fortaleza sería estarse quietos.

Isaías 13:10: 10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no derramarán su lumbre, y el sol se oscurecerá en naciendo, y la luna no echará su resplandor.

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