Versículos de la Biblia sobre Satans Fall

Ezequiel 28:13-19: 13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste: toda piedra preciosa fué tu vestidura, el sardio, topacio, diamante, crisólito, onique, y berilo, el zafiro, carbunclo, y esmeralda, y oro, los primores de tus tamboriles y pífanos estuvieron apercibidos para ti en el día de tu creación. 14 Tú, querubín grande, cubridor: y yo te puse, en el santo monte de Dios estuviste, en medio de piedras de fuego has andado. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se halló en ti maldad. 16 A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste: por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín cubridor. 17 Enaltecióse tu corazón á causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría á causa de tu resplandor: yo te arrojaré por tierra, delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18 Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tu contratación ensuciaste tu santuario: yo pues saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y púsete en ceniza sobre la tierra á los ojos de todos los que te miran. 19 Todos los que te conocieron de entre los pueblos, se maravillarán sobre ti: en espanto serás, y para siempre dejarás de ser.

Juan 8:44: 44 Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso, y padre de mentira.

Lucas 10:18: 18 Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo.

2 Samuel 19:22: 22 David entonces dijo: ¿Qué tenéis vosotros conmigo, hijos de Sarvia, que me habéis de ser hoy adversarios? ¿ha de morir hoy alguno en Israel? ¿no conozco yo que hoy soy rey sobre Israel?

Hebreos 9:26: 26 De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.

Juan 6:70: 70 Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?

Lucas 11:15: 15 Mas algunos de ellos decían: En Beelzebub, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.

Lucas 10:22: 22 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie sabe quién sea el Hijo sino el Padre, ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y á quien el Hijo lo quisiere revelar.

Lucas 10:1-42: 10 Y DESPUÉS de estas cosas, designó el Señor aun otros setenta, los cuales envió de dos en dos delante de sí, á toda ciudad y lugar á donde él había de venir. 2 Y les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos, por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros á su mies. 3 Andad, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado, y á nadie saludéis en el camino. 5 En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa. 6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él, y si no, se volverá á vosotros. 7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren, porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa. 8 Y en cualquiera ciudad donde entrareis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante, 9 Y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado á vosotros el reino de Dios. 10 Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid: 11 Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad á nuestros pies, sacudimos en vosotros: esto empero sabed, que el reino de los cielos se ha llegado á vosotros. 12 Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel día, que aquella ciudad. 13 Ay de ti, Corazín! ­Ay de ti, Bethsaida! que si en Tiro y en Sidón hubieran sido hechas las maravillas que se han hecho en vosotras, ya días ha que, sentados en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. 14 Por tanto, Tiro y Sidón tendrán más remisión que vosotras en el juicio. 15 Y tú, Capernaum, que hasta los cielos estás levantada, hasta los infiernos serás abajada. 16 El que á vosotros oye, á mí oye, y el que á vosotros desecha, á mí desecha, y el que á mí desecha, desecha al que me envió. 17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo. 19 He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan, antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. 21 En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas á los sabios y entendidos, y las has revelado á los pequeños: así, Padre, porque así te agradó. 22 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie sabe quién sea el Hijo sino el Padre, ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y á quien el Hijo lo quisiere revelar. 23 Y vuelto particularmente á los discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis: 24 Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y oir lo que oís, y no lo oyeron. 25 Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna? 26 Y él dijo: ¿Qué está escrito de la ley? ¿cómo lees? 27 Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento, y á tu prójimo como á ti mismo. 28 Y díjole: Bien has respondido: haz esto, y vivirás. 29 Mas él, queriéndose justificar á sí mismo, dijo á Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? 30 Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalem á Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron, é hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, se pasó de un lado. 32 Y asimismo un Levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, se pasó de un lado. 33 Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fué movido á misericordia, 34 Y llegándose, vendó sus heridas, echándo les aceite y vino, y poniéndole sobre su cabalgadura, llevóle al mesón, y cuidó de él. 35 Y otro día al partir, sacó dos denarios, y diólos al huésped, y le dijo: Cuídamele, y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré. 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fué el prójimo de aquél que cayó en manos de los ladrónes? 37 Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo. 38 Y aconteció que yendo, entró él en una aldea: y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa. 39 Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose á los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Empero Marta se distraía en muchos servicios, y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude. 41 Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: 42 Empero una cosa es necesaria, y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.

Lucas 8:11-15: 11 Es pues ésta la parábola: La simiente es la palabra de Dios. 12 Y los de junto al camino, éstos son los que oyen, y luego viene el diablo, y quita la palabra de su corazón, porque no crean y se salven. 13 Y los de sobre la piedra, son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo, mas éstos no tienen raíces, que á tiempo creen, y en el tiempo de la tentación se apartan. 14 Y la que cayó entre las espinas, éstos son los que oyeron, mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto. 15 Mas la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia.

Marcos 10:30: 30 Que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, é hijos, y heredades, con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna.

Marcos 3:22: 22 Y los escribas que habían venido de Jerusalem, decían que tenía á Beelzebub, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.

Mateo 25:41: 41 Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles

Mateo 24:3: 3 Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?

Mateo 16:23: 23 Entonces él, volviéndose, dijo á Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás, me eres escándalo, porque no entiendes lo que es de Dios sino lo que es de los hombres.

Mateo 16:21: 21 Desde aquel tiempo comenzó Jesús á declarar á sus discípulos que le convenía ir á Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.

Mateo 16:1-28: 16 Y LLEGANDOSE los Fariseos y los Saduceos para tentarle, le pedían que les mostrase señal del cielo. 2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Sereno, porque el cielo tiene arreboles. 3 Y á la mañana: Hoy tempestad, porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis hacer diferencia en la faz del cielo, ¿y en las señales de los tiempos no podéis? 4 La generación mala y adulterina demanda señal, mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Y dejándolos, se fué. 5 Y viniendo sus discípulos de la otra parte del lago, se habían olvidado de tomar pan. 6 Y Jesús les dijo: Mirad, y guardaos de la levadura de los Fariseos y de los Saduceos. 7 Y ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no tomamos pan. 8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tomasteis pan? 9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántos cestos alzasteis? 10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas espuertas tomasteis? 11 ¿Cómo es que no entendéis que no por el pan os dije, que os guardaseis de la levadura de los Fariseos y de los Saduceos? 12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la doctrina de los Fariseos y de los Saduceos. 13 Y viniendo Jesús á las partes de Cesarea de Filipo, preguntó á sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista, y otros, Elías, y otros, Jeremías, ó alguno de los profetas. 15 El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy? 16 Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos. 18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. 19 Y á ti daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. 20 Entonces mandó á sus discípulos que á nadie dijesen que él era Jesús el Cristo. 21 Desde aquel tiempo comenzó Jesús á declarar á sus discípulos que le convenía ir á Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Y Pedro, tomándolo aparte, comenzó á reprenderle, diciendo: Señor, ten compasión de ti: en ninguna manera esto te acontezca. 23 Entonces él, volviéndose, dijo á Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás, me eres escándalo, porque no entiendes lo que es de Dios sino lo que es de los hombres. 24 Entonces Jesús dijo á sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá, y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará á cada uno conforme á sus obras. 28 De cierto os digo: hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su reino.

Mateo 12:32: 32 Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado: mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero.

Mateo 12:1-50: 12 EN aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en sábado, y sus discípulos tenían hambre, y comenzaron á coger espigas, y á comer. 2 Y viéndolo los Fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer es sábado. 3 Y él les dijo: ¿No habéis leído qué hizo David, teniendo él hambre y los que con él estaban: 4 Cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no le era lícito comer, ni á los que estaban con él, sino á solos los sacerdotes¿ 5 O ¿no habéis leído en la ley, que los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa? 6 Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. 7 Mas si supieseis qué es: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenarías á los inocentes: 8 Porque Señor es del sábado el Hijo del hombre. 9 Y partiéndose de allí, vino á la sinagoga de ellos. 10 Y he aquí había allí uno que tenía una mano seca: y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en sábado? por acusarle. 11 Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante? 12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien. 13 Entonces dijo á aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fué restituída sana como la otra. 14 Y salidos los Fariseos, consultaron contra él para destruirle. 15 Mas sabiendo lo Jesús, se apartó de allí: y le siguieron muchas gentes, y sanaba á todos. 16 Y él les encargaba eficazmente que no le descubriesen: 17 Para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo: 18 He aquí mi siervo, al cual he escogido, Mi Amado, en el cual se agrada mi alma: Pondré mi Espíritu sobre él Y á los Gentiles anunciará juicio. 19 No contenderá, ni voceará: Ni nadie oirá en las calles su voz. 20 La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque á victoria el juicio. 21 Y en su nombre esperarán los Gentiles. 22 Entonces fué traído á él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó, de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía. 23 Y todas las gentes estaban atónitas, y decían: ¿Será éste aquel Hijo de David? 24 Mas los Fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebub, príncipe de los demonios. 25 Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado, y toda ciudad ó casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26 Y si Satanás echa fuera á Satanás, contra sí mismo está dividido, ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27 Y si yo por Beelzebub echo fuera los demonios, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28 Y si por espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado á vosotros el reino de Dios. 29 Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del valiente, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entonces saqueará su casa. 30 El que no es conmigo, contra mí es, y el que conmigo no recoge, derrama. 31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado á los hombres: mas la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada á los hombres. 32 Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado: mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero. 33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, ó
aced el árbol corrompido, y su fruto dañado, porque por el fruto es conocido el árbol. 34 Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas: y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas. 36 Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. 38 Entonces respondiendo algunos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39 Y él respondió, y les dijo: La generación mala y adulterina demanda señal, mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. 40 Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán, porque ellos se arrepintieron á la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. 42 La reina del Austro se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará, porque vino de los fines de la tierra para oir la sabiduría de Salomón: y he aquí más que Salomón en este lugar. 43 Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: Me volvere á mi casa de donde salí: y cuando viene, la halla desocupada, barrida y adornada. 45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí, y son peores las cosas, últimas del tal hombre que las primeras: así también acontecerá á esta generación mala. 46 Y estando él aún hablando á las gentes, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar. 48 Y respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? 49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50 Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.

Mateo 8:1-34: 8 Y COMO descendió del monte, le seguían muchas gentes. 2 Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme. 3 Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero, sé limpio. Y luego su lepra fué limpiada. 4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas á nadie, mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio á ellos. 5 Y entrando Jesús en Capernaum, vino á él un centurión, rogándole, 6 Y diciendo: Señor, mi mozo yace en casa paralítico, gravemente atormentado. 7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8 Y respondió el centurión, y dijo: Señor, no soy digno de que entres debajo de mi techado, mas solamente di la palabra, y mi mozo sanará. 9 Porque también yo soy hombre bajo de potestad, y tengo bajo de mí soldados: y digo á éste: Ve, y va, y al otro: Ven, y viene, y á mi siervo: Haz esto, y lo hace. 10 Y oyendo Jesús, se maravilló, y dijo á los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tanta. 11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, é Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos: 12 Mas los hijos del reino serán echados á las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes. 13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creiste te sea hecho. Y su mozo fué sano en el mismo momento. 14 Y vino Jesús á casa de Pedro, y vió á su suegra echada en cama, y con fiebre. 15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó: y ella se levantó, y les servía. 16 Y como fué ya tarde, trajeron á él muchos endemoniados: y echó los demonios con la palabra, y sanó á todos los enfermos, 17 Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta Isaías, que dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. 18 Y viendo Jesús muchas gentes alrededor de sí, mandó pasar á la otra parte del lago. 19 Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré á donde quiera que fueres. 20 Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos, mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza. 21 Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame licencia para que vaya primero, y entierre á mi padre. 22 Y Jesús le dijo: Sígueme, deja que los muertos entierren á sus muertos. 23 Y entrando él en el barco, sus discípulos le siguieron. 24 Y he aquí, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas, mas él dormía. 25 Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. 26 Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y á la mar, y fué grande bonanza. 27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen? 28 Y como él hubo llegado en la otra ribera al país de los Gergesenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino. 29 Y he aquí clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿has venido acá á molestarnos antes de tiempo? 30 Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo. 31 Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permítenos ir á aquel hato de puercos. 32 Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron á aquel hato de puercos: y he aquí, todo el hato de los puercos se precipitó de un despeñadero en la mar, y murieron en las aguas. 33 Y los porqueros huyeron, y viniendo á la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados. 34 Y he aquí, toda la ciudad salió á encontrar á Jesús: Y cuando le vieron, le rogaban que saliese de sus términos.

Mateo 7:16: 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, ó higos de los abrojos?

Mateo 4:3: 3 Y llegándose á él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan.

Mateo 3:17: 17 Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.

Amós 1:1-15: 1 LAS palabras de Amós, que fué entre los pastores de Tecoa, las cuales vió acerca de Israel en días de Uzzía rey de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joas rey de Israel, dos años antes del terremoto. 2 Y dijo: Jehová bramará desde Sión, y dará su voz desde Jerusalem, y las estancias de los pastores se enlutarán, y secaráse la cumbre del Carmelo. 3 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque trillaron á Galaad con trillos de hierro. 4 Y meteré fuego en la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-hadad. 5 Y quebraré la barra de Damasco, y talaré los moradores de Bicath-aven, y los gobernadores de Beth-eden: y el pueblo de Aram será trasportado á Chîr, dice Jehová. 6 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque llevó cautiva toda la cautividad, para entregarlos á Edom. 7 Y meteré fuego en el muro de Gaza, y quemará sus palacios. 8 Y talaré los moradores de Azoto, y los gobernadores de Ascalón: y tornaré mi mano sobre Ecrón, y las reliquias de los Palestinos perecerán, ha dicho el Señor Jehová. 9 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque entregaron la cautividad entera á Edom, y no se acordaron del concierto de hermanos. 10 Y meteré fuego en el muro de Tiro, y consumirá sus palacios. 11 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque persiguió á cuchillo á su hermano, y rompió sus conmiseraciones, y con su furor le ha robado siempre, y ha perpetuamente guardado el enojo. 12 Y meteré fuego en Temán, y consumirá los palacios de Bosra. 13 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de los hijos de Ammón, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque abrieron las preñadas de Galaad, para ensanchar su término. 14 Y encenderé fuego en el muro de Rabba, y consumirá sus palacios con estruendo en día de batalla, con tempestad en día tempestuoso: 15 Y su rey irá en cautiverio, él y sus príncipes todos, dice Jehová.

Ezequiel 3:16-21: 16 Y aconteció que al cabo de los siete días fué á mí palabra de Jehová, diciendo: 17 Hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya á la casa de Israel: oirás pues tú la palabra de mi boca, y amonestarlos has de mi parte. 18 Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás: y tú no le amonestares, ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino, á fin de que viva, el impío morirá por su maldad, mas su sangre demandaré de tu mano. 19 Y si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad, y de su mal camino, él morirá por su maldad, y tú habrás librado tu alma. 20 Y cuando el justo se apartare de su justicia, é hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste, en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria, mas su sangre demandaré de tu mano. 21 Y si al justo amonestares para que el justo no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fué amonestado, y tú habrás librado tu alma.

Isaías 53:1-12: 53 ¿QUIÉN ha creído á nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? 2 Y subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca: no hay parecer en él, ni hermosura: verlo hemos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto: y como que escondimos de él el rostro, fué menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fué por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca: como cordero fué llevado al matadero, y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 De la cárcel y del juicio fué quitado, y su generación ¿quién la contará? Porque cortado fué de la tierra de los vivientes, por la rebelión de mi pueblo fué herido. 9 Y dipúsose con los impíos su sepultura, mas con los ricos fué en su muerte, porque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca. 10 Con todo eso Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole á padecimiento. Cuando hubiere puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Del trabajo de su alma verá y será saciado, con su conocimiento justificará mi siervo justo á muchos, y él llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fué contado con los perversos, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores.

Isaías 45:18: 18 Porque así dijo Jehová, que crió los cielos, él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso, no la crió en vano, para que fuese habitada la crió: Yo Jehová, y ninguno más que yo.

Isaías 43:6-7: 6 Diré al aquilón: Da acá, y al mediodía: No detengas: trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los términos de la tierra, 7 Todos los llamados de mi nombre, para gloria mía los críe, los formé y los hice.

Isaías 14:1-32: 14 PORQUE Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá á Israel, y les hará reposar en su tierra: y á ellos se unirán extranjeros, y allegaránse á la familia de Jacob. 2 Y los tomarán los pueblos, y traeránlos á su lugar: y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra de Jehová: y cautivarán á los que los cautivaron, y señorearán á los que los oprimieron. 3 Y será en el día que Jehová te diera reposo de tu trabajo, y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir, 4 Que levantarás esta parábola sobre el rey de Babilonia, y dirás: ­Cómo paró el exactor, cómo cesó la ciudad codiciosa del oro! 5 Quebrantó Jehová el bastón de los impíos, el cetro de los señores, 6 Al que con ira hería los pueblos de llaga permanente, el cual se enseñoreaba de las gentes con furor, y las perseguía con crueldad. 7 Descansó, sosegó toda la tierra: cantaron alabanza. 8 Aun las hayas se holgaron de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros. 9 El infierno abajo se espantó de ti, te despertó muertos que en tu venida saliesen á recibirte, hizo levantar de sus sillas á todos los príncipes de la tierra, á todos los reyes de las naciones. 10 Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también enfermaste como nosotros, y como nosotros fuiste? 11 Descendió al sepulcro tu soberbia, y el sonido de tus vihuelas: gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán. 12 Cómo caiste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas las gentes. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto á las estrellas de Dios ensalzaré mi solio, y en el monte del testimonio me sentaré, á los lados del aquilón, 14 Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres en el sepulcro, á los lados de la huesa. 16 Inclinarse han hacia ti los que te vieren, te considerarán diciendo: ¿Es este aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos, 17 Que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que á sus presos nunca abrió la cárcel? 18 Todos los reyes de las gentes, todos ellos yacen con honra cada uno en su casa. 19 Mas tú echado eres de tu sepulcro como tronco abominable, como vestido de muertos pasados á cuchillo, que descendieron al fondo de la sepultura, como cuerpo muerto hollado. 20 No serás contado con ellos en la sepultura: porque tú destruiste tu tierra, mataste tu pueblo. No será nombrada para siempre la simiente de los malignos. 21 Aparejad sus hijos para el matadero por la maldad de sus padres: no se levanten, ni posean la tierra, é hinchan la haz del mundo de ciudades. 22 Porque yo me levantaré sobre ellos, dice Jehová de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y las reliquias, hijo y nieto, dice Jehová. 23 Y convertiréla en posesión de erizos, y en lagunas de agua, y la barreré con escobas de destrucción, dice Jehová de los ejércitos. 24 Jehová de los ejércitos juró, diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado: 25 Que quebrantaré al Asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré, y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro. 26 Este es el consejo que está acordado sobre toda la tierra, y ésta, la mano extendida sobre todas las gentes. 27 Porque Jehová de los ejércitos ha determinado: ¿y quién invalidará? Y su mano extendida, ¿quién la hará tornar? 28 En el año que murió el rey Achâz fué esta carga: 29 No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería, porque de la raíz de la culebra saldrá basilisco, y su fruto, ceraste volador. 30 Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán seguramente: mas yo haré morir de hambre tu raíz, y mataré tus reliquias. 31 Aulla, oh puerta, clama, oh ciudad, disuelta estás toda tú, Filistea: porque humo vendrá de aquilón, no quedará uno solo en sus asambleas. 32 ¿Y qué se responderá á los mensajeros de la gentilidad? Que Jehová fundó á Sión, y que á ella se acogerán los afligidos de su pueblo.

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