Versículos de la Biblia sobre Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra

Mateo 28:18-20: 18 Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: 20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:18: 18 Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

Mateo 28:18-19: 18 Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

Juan 20:19-24: 19 Y como fué tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos, vino Jesús, y púsose en medio, y díjoles: Paz á vosotros. 20 Y como hubo dicho esto, mostróles las manos y el costado. Y los discípulos se gozaron viendo al Señor. 21 Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío. 22 Y como hubo dicho esto, sopló, y díjoles: Tomad el Espíritu Santo: 23 A los que remitiereis los pecados, les son remitidos: á quienes los retuviereis, serán retenidos. 24 Empero Tomás, uno de los doce, que se dice el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

Mateo 9:6-8: 6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete á tu casa. 7 Entonces él se levantó y se fué á su casa. 8 Y las gentes, viéndolo, se maravillaron, y glorificaron á Dios, que había dado tal potestad á los hombres.

1 Pedro 3:18-22: 18 Porque también Cristo padeció una vez por los injustos, para llevarnos á Dios, siendo á la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu, 19 En el cual también fué y predicó á los espíritus encarcelados, 20 Los cuales en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca, en la cual pocas, es á saber, ocho personas fueron salvas por agua. 21 A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesucristo: 22 El cual está á la diestra de Dios, habiendo subido al cielo, estando á él sujetos los ángeles, y las potestades, y virtudes.

Juan 12:48: 48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.

Hebreos 1:2: 2 En estos porstreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo

Santiago 2:24: 24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

Juan 6:55-59: 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.

Hebreos 1:1-2: 1 DIOS, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo á los padres por los profetas, 2 En estos porstreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo

2 Timoteo 2:15: 15 Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

Colosenses 1:18: 18 Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado.

Efesios 2:10: 10 Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.

2 Juan 1:9-11: 9 Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene á Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene á vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ­bienvenido! 11 Porque el que le dice bienvenido, comunica con sus malas obras.

2 Pedro 1:3: 3 Como todas las cosas que pertenecen á la vida y á la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud

Hebreos 8:7-9: 7 Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. 8 Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto, 9 No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor.

2 Timoteo 3:16-17: 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.

Colosenses 1:1-29: 1 PABLO, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, 2 A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz á vosotros de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. 3 Damos gracias al Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, siempre orando por vosotros: 4 Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos, 5 A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio: 6 El cual ha llegado hasta vosotros, como por todo el mundo, y fructifica y crece, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad, 7 Como habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, el cual es un fiel ministro de Cristo á favor vuestro, 8 El cual también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu. 9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia, 10 Para que andéis como es digno del Señor, agradándo le en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios: 11 Corroborados de toda fortaleza, conforme á la potencia de su gloria, para toda tolerancia y largura de ánimo con gozo, 12 Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz: 13 Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados: 15 El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura. 16 Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades, todo fué criado por él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten: 18 Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado. 19 Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos. 21 A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado 22 En el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, é irreprensibles delante de él: 23 Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo, del cual yo Pablo soy hecho ministro. 24 Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia, 25 De la cual soy hecho ministro, según la dispensación de Dios que me fué dada en orden á vosotros, para que cumpla la palabra de Dios, 26 A saber, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado á sus santos: 27 A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles, que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria: 28 El cual nosotros anunciamos, amonestando á todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para que presentemos á todo hombre perfecto en Cristo Jesús: 29 En lo cual aun trabajo, combatiendo según la operación de él, la cual obra en mí poderosamente.

Filipenses 2:12-13: 12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13 Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Efesios 2:14-16: 14 Porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz, 16 Y reconciliar por la cruz con Dios á ambos en un mismo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Juan 6:50-71: 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre, y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. 52 Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne á comer? 53 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. 60 Y muchos de sus discípulos oyéndo lo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oir? 61 Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza? 62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero? 63 El espíritu es el que da vida, la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida. 64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre. 66 Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67 Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también? 68 Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. 70 Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo? 71 Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce.

Mateo 7:21: 21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Mateo 5:27-28: 27 Oísteis que fué dicho: No adulterarás: 28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Mateo 5:21-22: 21 Oísteis que fué dicho á los antiguos: No matarás, mas cualquiera que matare, será culpado del juicio. 22 Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio, y cualquiera que dijere á su hermano, Raca, será culpado del concejo, y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.

1 Juan 2:1: 2 HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis, y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, á Jesucristo el justo

2 Pedro 3:15-16: 15 Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor, como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también, 16 Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas, entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.

2 Pedro 1:21: 21 Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.

2 Pedro 1:20: 20 Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación

2 Pedro 1:1-21: 1 SIMON Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, á los que habéis alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo: 2 Gracia y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús. 3 Como todas las cosas que pertenecen á la vida y á la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud: 4 Por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia. 5 Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia, 6 Y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia temor de Dios, 7 Y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad. 8 Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Mas el que no tiene estas cosas, es ciego, y tiene la vista muy corta, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección, porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11 Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 12 Por esto, yo no dejaré de amonestaros siempre de estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 13 Porque tengo por justo, en tanto que estoy en este tabernáculo, de incitaros con amonestación: 14 Sabiendo que brevemente tengo de dejar mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. 15 También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento, vosotros podáis siempre tener memoria de estas cosas. 16 Porque no os hemos dado á conocer la potencia y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas, sino como habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad. 17 Porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz fué á él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado. 18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos juntamente con él en el monte santo. 19 Tenemos también la palabra profética más permanente, á la cual hacéis bien de estar atentos como á una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones: 20 Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación, 21 Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombre
de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.

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